04
En horas de la tarde Taehyung estaba recostado en su cama, con la mirada fija al techo, intentando hacer unos ejercicios que vio en internet para que el dolor en el cuerpo disminuya, específicamente en su trasero.
–Mierda –susurraba –tengo hambre, pero no me creo capaz de hacer la cena, aún estoy algo adolorido –hizo un tierno puchero, sintiéndose solo pero luego recordó que no debía sentirse así pues para esos casos siempre estaba Jungkook, además pensó que como él le hizo el favor de partir su trasero lo justo era que ahora se haga responsable por lo menos en alimentarlo.
Gateó un poco por su cama hasta llegar a una pequeña mesa donde descansaba su teléfono, en un rápido movimiento lo tomó y sin perder tiempo buscó el contacto de Jungkook, al abrirlo pudo ver que su mejor amigo estaba conectado.
«En línea»
Soltó un pequeño suspiro y rápidamente empezó a escribir.
💬 Kookie Bff 🔥 está escribiendo
Taehyung respiró tranquilo al ver la pantalla de su teléfono, y no pudo evitar sentirse feliz al notar que Jungkook no lo hizo esperar.
Taehyung ya estaba un poco enojado, pero no podía culpar al castaño, pues está muy consiente que por ese teléfono han tenido las conversaciones más calientes del mundo.
Taehyung intentó mantener la calma, no le convenía pelear.
Jungkook salió de su casa lo más rápido que pudo, manejó con una gran sonrisa en sus labios, hizo una sola parada porque necesitaba comprar la comida para su amigo, consiguió un plato que se veía muy apetitoso, el ingrediente principal era carne, justo como Taehyung le había dicho.
Al llegar a la casa del rubio, caminó a paso firme hasta estar frente a la puerta, la tocó suavemente y sin que pase mucho tiempo su bonito amigo ya lo estaba recibiendo.
–Creo que deberías darme una copia de la llave –le sonrió mientras recorría con su mirada la delicada y hermosa silueta de Taehyung.
-No lo creo –le respondió con otra sonrisa y lo invitó a pasar.
El castaño caminó hasta la mesa y colocó el plato de comida que le compró a su amigo. Taehyung sonrió en grande y sin pensarlo dos veces ya lo estaba saboreando, sintiéndose feliz con cada cucharada que se llevaba a la boca.
Jungkook lo veía de pies a cabeza mientras su amigo devoraba la comida, definitivamente estaba convencido que Taehyung era el ser más hermoso sobre el planeta Tierra.
–Gracias Jungkookie –el rubio lo miró y le regaló una linda sonrisa cuadrada, sus ojos le brillaban y su boca estaba algo roja por el condimento que tenía la carne.
–De nada Tae. Pero tú sabes el tipo de gracias que me gusta a mi –le guiñó un ojo, mientras tomaba la silla donde estaba sentado el rubio, acercándolo a su cuerpo.
–No –lo alejó con la mano –aún me duele el trasero.
–Pero...
–Pero nada.
–Esta bien, descansa y mañana hablamos.
Jungkook estaba por irse pero Taehyung lo tomó de la mano y en un rápido movimiento lo atrajo a él, dándole un beso lleno de pasión y deseo, él rubio estaba adolorido si, pero tener a Jungkook ahí era demasiada tentación para él.
El castaño cerró los ojos con fuerza, la manera en la que Taehyung lo besaba cada vez le gustaba más, por lo que sin pensarlo mucho lo tomó de la cintura y lo levantó, sintiendo como el bonito rubio enredaba sus piernas en su cadera y profundizaba el beso, metiendo su lengua y saboreando cada milímetro de su boca.
Caminó torpemente por la sala con Taehyung cargado como un Koala a su cuerpo, el rubio era tan apasionado, con un solo beso lo dejaba sin respiración.
–Si no quieres hacerlo no me provoques –le susurró contra sus labios mientras se sentaba en el sofá con Taehyung aún sobre él –porque no soy de piedra Tae, luego no respondo de mi.
Taehyung sonrió en grande, admirando y sintiendo como su amigo ya estaba duro. –Solo fue mi manera de darte las gracias por la comida –le sonrió, su sonrisa era tierna, como un niño inocente que no hace nada malo.
–No hay de que –intentó alejar al rubio de su cuerpo, pero este no se lo permitía, al contrario, se abrazó a su cuello con fuerza, con la clara intención de no querer soltarlo. –¿Qué haces? –lo miró serio –no juegues conmigo.
–Hacemos un rapidin –Taehyung mordió su labio inferior mientras le hacía la propuesta.
–Quien te entiende –sonrió y con una mano acarició su rostro, quitando un rebelde mechón de la frente del rubio. –Dijiste que estas adolorido.
–Si pero... Si es un rapidin no hay problema. Puedo manejarlo.
Jungkook al escuchar eso no esperó más, sus manos ya estaban en la ropa de Taehyung, le quitó sus prendas con fuerza y rapidez, lo devoraba con la mirada, el rubio siempre sacaba su lado más sexual y salvaje.
Taehyung tampoco perdió tiempo, pues luego de quitarle el pantalón a Jungkook, su boca ya estaba sobre el miembro de su amigo, con su lengua le daba sexy lamidas y con sus manos se ayudaba a manipularlo, haciendo movimientos rápidos y delirantes. Los delgados dedos de Taehyung eran suficiente para que el castaño grite y se estremezca de placer.
El rubio sabía perfectamente el poder que tenía sobre Jungkook, sabía las cosas que lo hacían gritar, sabía como le gustaba las mamadas, por lo que cada vez que le hace una está completamente seguro que lo hace ver estrellas, pero así como él conoce a Jungkook. El castaño también sabía lo que le gustaba a Taehyung, por ejemplo, él sabía perfectamente donde tocar para que el rubio tenga el orgasmo más delicioso de su vida.
Los dos se complementaban como nadie, pero al parecer no se daban cuenta de eso.
–Ahh mierda mierda, eres el mejor– Jungkook se removía en ese sofá, sintiendo las mejores sensaciones del mundo, –mmmgh Tae si si. –Apretó sus ojos con fuerza pues cada vez que el rubio tomaba su pene y lo metía a su boca, sentía que podía morir de placer en ese mismo momento, –si ahí ahí –gritó mientras el sudor resbalaba por su rostro, con su respiración entrecortada, su cabello despeinado y su voz ronca. Ese hombre era un desastre luego de recibir una mamada de Taehyung, pero eso al bonito rubio le encantaba, le fascinaba ver lo que causaba en su amigo. Lo hacía llenarse de orgullo al ver la reacción de su rostro.
–Córrete para mi –lo lamió una vez más, moviendo el miembro de Jungkook con habilidad y placer –aliméntame papi.
Jungkook escuchó esa palabra y gritó con más fuerza, corriéndose en la boca del rubio, se sentía completamente vivo cuando estaba entre los brazos de su amigo porque maldita sea Taehyung era el significado de lo sexy y erótico de la vida. Pues siempre sabía el momento exacto para decirle algo que él deseaba oír. La descarga fue grande y no era para menos porque el placer que sintió fue irreal, su cuerpo reflejaba eso ya que luego de la corrida no dejaba de temblar, todavía podía sentir el orgasmo dentro de su cuerpo.
–Ves porque te digo que no dejes de comer; piña, fresas y arándano. –Le sonrió mientras aún saboreaba el semen de Jungkook, –sabes delicioso. –Se sentó en sus piernas.
–No me gusta las frutas, pero si a ti te gusta mi sabor de semen por eso no dejaré de comer. –Lo tomó de la cintura apretándolo contra su cuerpo, sacándole un par de gemidos ahogados por la fuerza que usó.
A Taehyung le encantaba experimentar con Jungkook, a veces le gustaba que lo sometan y que el castaño sea quien maneje y controle todo en el sexo, pero otras veces le gustaba someterlo, sentir que él tiene el control de todo. Por lo que ahora al sentirse aprisionado contra el cuerpo de su amigo, se lanzó a devorar su cuello, chupando y dándole lamidas muy ricas y placenteras.
–No sé porque no te gusta la fruta– le susurraba contra su cuello, –si es lo más delicioso que hay.
–Lo más delicioso que hay eres tú, y si hay una fruta que me gusta.
–¿Cual?
–Me gustan las fresas porque son casi tan deliciosas como tú, – lo miró a los ojos y le sonrió, penetrando al rubio con tan solo una mirada, –espera, ahora que me doy cuenta tú eres un fresa, un lindo chico fresa.
–¿Qué? –levantó una ceja con asombro.
–Si, eres egocéntrico, caprichoso, tienes una manera muy peculiar de hablar y amas ser el centro de atención. Desde hoy te diré chico fresa –le sonrió.
–Si haces eso, te borraré de la lista de mis amigos. No me gusta los apodos. Yo soy Kim Taehyung, el ser más genial y hermoso del mundo. Soy único y brillo con luz propia. Y así haya muchos antis que me envidien y me odien. Jamás podrán opacarme.
Taehyung se sintió algo molesto, por lo que intentó levantarse de las piernas de Jungkook pero este no se lo permitió.
–¿A donde vas? No es para tanto, solo bromeaba.
–No entiendo porque no te callas y solo me follas.
–¿De verdad te molesta tanto que te diga que eres un chico fresa? –lo apretó de la cintura, inclinándose un poco para morder los pezones del rubio.
–Me molesta cualquier apodo –tiró su cabeza para atrás, gimiendo mientras Jungkook acariciaba todo su cuerpo y lo mordía con tanta pasión y deseo. –Aunque en la cama si te permito que me digas como quieras.
Taehyung se acomodó en las piernas de Jungkook, tomó a su amigo del rostro y devoró su boca con un beso muy apasionado. Luego levantó suavemente su trasero y poco a poco se fue auto penetrando. Metiendo sus uñas en la piel contraria, gritando de placer con cada salto que daba sobre su miembro.
A Jungkook le encantaba ver a Taehyung saltar sobre él, no podía negar que el rubio era experto en hacerlo ver estrellas, ya que con solo tener su cuerpo desnudo frente a él y la manera tan sexy y placentera con la que se movía lo hacía delirar de placer.
–Eres tan– mordió su labio inferior llevando sus dos manos a la cintura del rubio. Apretándolo con fuerza para que el contacto sea más firme y fuerte.
–Si si– Taehyung puso sus manos en el pecho de su amigo, –Mierda se siente tan rico –sus ojos estaban fijos en los ojos de Jungkook, su boca ligeramente abierta mientras se deslizaba por el pene del castaño.
Luego de un poco más de placer los dos se corrieron. Taehyung sobre Jungkook y este dentro de su amigo. Pues lo que más le gustaba sentir era como se descargaba dentro del rubio haciéndolo gritar con fuerza por lo bien que se sentía.
Luego de tener intimidad a ellos les encantaba mostrarse cariñosos, era algo que les salía completamente natural y ni siquiera se daban cuenta que eso en una relación de "amigos" no era muy normal.
–Creo que estoy mejorando. –Taehyung le sonrió, aún estaba sentado sobre Jungkook, pasó sus manos por el cuello de su amigo y depositó un dulce beso de esquimal en su nariz –¿te gustó?
–Me encantó –hizo su agarre en la cintura más fuerte, acercando la boca del rubio a su rostro. –¿Ya no te duele el trasero? espero no haberte lastimado.
–No –le regaló una linda sonrisa de cajita. –No me lastimaste, estoy muy bien Kookie.
–Me alegra bonito –le dio otro dulce beso en sus labios.
–Kookie –lo abrazó con más fuerza, –te llamé porque tenía hambre pero también porque quería decirte algo.
–¿Qué cosa?
–Pues en dos días es tu cumple, ¿Cómo lo vamos a festejar?
Jungkook lo tomó de la cintura y lo colocó suavemente en el sofá, buscó su ropa y empezó a vestirse –sabes perfectamente que no me gusta celebrar. Mi cumpleaños es un día como cualquier otro.
–No digas eso, obvio tenemos que festejar. ¿Qué quieres para ese día? pídeme lo que quieras, lo que se te antoje, prometo que cumpliré todas tus fantasías.
–Esa propuesta si me gusta, –sonrió feliz, –ok aceptaré ideas, sorpréndeme bonito.
–Perfecto y antes podemos ir con los chicos a celebrar entre amigos. Porque estoy seguro que todos querrán festejarte Kookie. ¿Te parece si lo organizamos por el grupo?
–Si puede ser, –movió su mano para cambiar de tema y restarle importancia al asunto, –y hablando del grupo, se me olvidó hacer algo –sacó su celular.
–¿Qué cosa? -lo miró sorprendido al ver a su amigo mirar su teléfono con interés. –¿Qué haces Kookie?
–Nada importante, solo voy a ingresar a Eunwoo al grupo que tenemos en WhatsApp.
–¡¿Qué?!
Hola gente linda, he regresado. Espero me hayan extrañado por acá.
Estoy muy feliz de estar nuevamente con ustedes, quiero que sepan que los extrañé mucho, pues amo leer sus comentarios. De verdad ese es el mejor pago para mi.
Les cuento que he regresado recargada, el descanso que me tomé me sirvió para cargarme de buena energía, les agradezco a todos por su paciencia.
Espero les haya gustado este capitulo, amo a esta pareja. Intentaré subir otro capítulo más tarde porque también voy a subir hilo rojo ya que esa historia ganó en la votación que hice por mi canal de whattsap.
Sin más que decir me despido, cuídense mucho
Los quiero. Ale
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