La de cabello rosado y pecas brillantes se encontraba caminando por el establo buscando entre todos los animales al suyo, cuando lo encontró se acercó con entusiasmo a la puerta como si fuera una niña que acababa de ver un perrito—¡Sol! —Lo llamó alegre y el cabello se acercó a ella, soplando aire en su cara y haciéndola reírse—Estoy feliz de verte—Acaricio su cabeza.

—Es una belleza de animal—Escuchó una voz femenina que se aproximaba a ella, Poppy se giró y se bajó de la puerta—Un gusto, soy Holly Darling, la nueva chica del establo—Ambas estrecharon las manos.

—Amapola, aunque me llaman Poppy—Saludo amistosamente.

—Así que ¿usted es la esposa del señor Timberlake?

—¿La qué? —Pregunto sorprendida y de inmediato se sonrojo—¡Oh no no no! Soy...buena..jaja...ammm....n-no es algo formal aún.

—Entiendo—Habló levantando una ceja mientras masticaba una espiga de trigo—Sol se ve como un caballo algo maltratado.

—Si bueno, tuvo una mala experiencia con malas personas—Habló la rosa apenada mientras veía a su corcel.

—Pero sabe, noto cierto interés de él en la yegua blanca de al lado.

—¿Hablas de Luna?, awww eso es tierno, justamente es el cabello de Ramón.

—Vaya, parece que es verdad que los animales imitan a sus dueños—Bromeo mirando a la rosada burlona, ella solo se encogió de hombros y se sonrojo.

Mientras tanto en otro lugar de la mansión estaba Barb en su cuarto, echada en su cama, observando aquella foto "familiar" de su hermano, sinceramente no sabía bien que hacer con ella, no quería votarla, pero conservarla le hacía mucho daño, podía ocultarlo con sarcasmo y una actitud alocada pero realmente tenía ciertos traumas reprimidos y mirar esa imagen a cada hora no la ayudaba a que siguieran así—Juro que te quemaría si no fuera una buena hermana—Le habló con desprecio a la foto.

—Hey Barbara—Ramón abrió la puerta de la habitación haciendo sobresaltar a la peli-roja, que se apresuro a doblar la foto y ponerla de nuevo en su bolsillo.

—¡Oye! No entres a la habitación de una chica de esa manera—Se quejó enojada mientras se levantaba de la cama.

—Lo siento, lo siento—Entró y cerró la puerta detrás de él—¿Podemos hablar?

—¡Nop! —Respondió de inmediato y el grisáceo se le quedo viendo extrañado—Porque...tengo que ir a clases—Rápidamente tomo su bolso y metió libros al azar dirigiéndose a la puerta, usualmente era una mejor mentirosa, pero últimamente estaba más nerviosa.

—Pero, tú no tienes clases los sábados...

—¡Cambiaron mi horario! Ya sabes, cosas de la vida, bueno, bye—Abrió la puerta a punto de salir.

—Sabes yo voy a llevarte—Dijo Ramón tranquilamente,

—....Genial—Sonrío forzosamente casi teniendo un ataque nervioso.

Así que ahí se encontraban los dos, sentados en un pequeño carruaje en la parte de adelante mientras Ramón dirigía a Luna, quién los jalaba; no era sorpresa que ambos estuvieran callados, cuando los dos estaban solos el silencio más incomodo posible se apoderaba de todo el ambiente, razón por la cual Barb evitaba cualquier tipo de momentos en los que tenga que hablar exclusivamente con él, no podría tener una peor suerte.

—Así que... ¿Cómo estás? —Pregunto el peli-azul, la pregunta más básica para sacar conversación.

—Bien, ammm...¿Y tú?

—Todo bien, las cosas con Poppy también andan muy bien—Mencionó sin quitar los ojos del camino.

—Enserio, ¿Cuándo lo harán oficial?

—Sabes que no es tan simple Barb, ella ha pasado por muchas cosas, no estoy seguro si está lista para una verdadera relación—Dijo.

—Jmm, quizá eres tú el que no esta lista para una verdadera relación...—Susurró casi para sí misma.

—¿Disculpa?

—¡Nada! —Grito nerviosa, ambos volvieron a mirar el camino incomodados, Ramón empezaba a dudar si esto realmente había sido una buena idea—Ammm...¿Cuánto falta para llegar? —Realmente estaba desesperada por escapar de esa situación, no le importaba si no tenía adonde ir cuando llegaran a su destino, nada era peor que estar a solas con su hermano.

—Pues...—Giro a ver un letrero que había en un lado del camino que les indicaba en donde iban—Unos...45 minutos...

—Genial—Soltaron ambos al unisonó y con cero entusiasmos.

Volviendo a la manción Timberlake, Wani se encontraba en la cocina lavando los platos con tranquilidad y colocándolos a secar, suspiro pesadamente y miro hacia arriba.

—¡Wani! —Suki la sorprendió desde atrás.

—¡세상에! 여기 있는 모든 사람들이 왜 그렇게 소리를 지르지!? (¡Dios mío! ¿¡Por qué todos aquí gritan tanto!?) —Le grito espantada, era una chica algo nerviosa—Voy a morir de un ataque cardiaco en esta casa.

—Disculpa, ¿Has visto a Poppy?

—No ¿por qué?

—No lo sé, quería hablar con ella haber si tenía algo interesante que contar. —Suki se empezó a retirar—Los chismes son mi hobby favorito.

—Ja, me preguntó si ella habrá visto a Tresillo por aquí—Esa última oración hizo que la de piel rojiza se detuviera en seco y volteara a verla lentamente.

—OH...POR.....DIOS.

Wani la miro confundida—¿Qué?

—¡Él te gusta! —Grito entusiasmada.

—실례합니다!? (¿¡Disculpa!?)

—Ahora todo tiene sentido del porque viniste, ¿no es así? —Habló con sonrisa sugerente mientras se apoyaba en la encimera.

—No se de que hablas, ¿puedes dejarme trabajar?

—Vamos, los dramas amorosos son mi segundo hobby favorito, no soy Barb, no le diré a nadie, solo cuéntamelo—Pidió, la peli-celeste suspiro y se seco las manos con la toalla que estaba al lado.

—Ok...ammm...pues siempre tuve cierto...interés en Tresillo, digo es muy guapo tiene su encanto, pero no diría que estoy enamorada, jamás he hablado con él, es más como un crush...platónico o algo así, ay no lo sé es confuso—Empezó a dar vueltas en círculos mientras jugaba con sus propios dedos—¿Me gustaría hablar más con él? sí, ¿creo que es lindo? claramente sí, ¿creo que tengo oportunidad con él? Para nada, somos muy diferentes en cultura y estatus, además vine a este país a trabajar no a enamorarme de alguien fuera de mi alcance, ahg, ¿나는 왜 어머니가 말씀하신 대로 한국에 머물지 않았을까? (¿¡Por qué no me quedé en Corea como mi madre dijo!?)

Suki solo se quedó mirándola extrañada, empezando a arrepentirse de haberla llevado a ese extremo.

(...)

Los dos Timberlakes seguían en camino a la ciudad, ahora en completo silencio, un incomodo y pesado silencio, ninguno se atrevía a hablar; a Barb no le quedaba más opción que contar los minutos restantes, que no eran precisamente pocos, no le importaba quedarse sentada en una vereda durante horas a esperar a que pasara su horario normal de clases que ni siquiera tenía ese día, solo quería escapar de la presencia de su hermano. Ramón se encontraba igual de incomodo, su determinación por conversar con su media hermana se hizo añicos antes de lo que le hubiera gustado, no le quedaba nada más que esperar.

Unos 20 minutos antes de llegar a su destino, los dos hermanos presenciaron horrorizados como una gota de agua se deslizaba desde el techo de su carruaje hasta el piso, lo que solo indicaba una cosa, iba a empezar a llover.

Y en efecto, en pocos minutos las finas gotas de agua se volvieron torrentes que empaparon al vehículo y a la yegua que los llevaba—No se si podamos continuar con tanta lluvia—Habló en voz alta, cuya frase hizo que la piel de Barb se pusiera de gallina, estar con él más de lo necesario la mataría.

—Relájate ¿okey?, solo es lluvi...—No pudo terminar su oración cuando oyó un trueno no tan lejos de ellos.

—¿Decías?

La peli-rosa soltó un fruñido y se cruzo de brazos—Voy a detenerme, sino Luna se asustará por los truenos y saldrá corriendo—Habló firmemente y guio el carruaje debajo de un enorme árbol de los alrededores, aún les caía algo de agua, pero los mantenía seguros. Ramón acariciaba el cabello de su corcel para calmarla, ya que se dio cuenta de los pisotasos ansiosos que daba a la tierra.

—¿Cuánto tendremos que esperar?

—Lo que sea necesario, Barbara, tormentas así no duran demasiado—Comentó ya fastidiado, luego se giró a verla—¿Por qué estás tan desesperada por irte?

—Simplemente...tengo una clase importante.

—Bueno dudo que logres llegar a alguna parte con este clima, Además ¿qué rayos? ¿Desde cuando te importa tanto el estudio? ¿Hay algo que debería saber? —Barb se mantuvo en silencio contrariada, luego de pensarlo unos momentos salió del refugio que le daba las hojas del árbol, decidida a marcharse—¡Hey hey! ¡Barbara! ¿Estás loca? —Con enojo el mayor fue tras ella, aunque esta seguía sin voltearse a verlo—¡El camino esta resbaloso! ¿Quieres morirte?

—¡Sí! ¡Como si eso te importara! —Le respondió a la defensiva y luego soltó un grito de frustración—¡Ahg! ¿POR QUÉ LLUEVE TANTO EN ESTA JODIDA CIUDAD?

—¡SUFICIENTE! —Él la tomo del brazo para detenerla, y por el impulso cayo de su bolsillo la fotografía, la sangre de Barb se congelo al instante—... ¿Qué es esto? —La recogió del suelo y poso en su mano para que no se deshiciera por las gotas de agua que le caían encima; el azulado vio atentamente la foto, abriendo los ojos de una forma aterradora, mientras que la menor sentía que le daría un infarto—B-barb...¿De dónde la sacaste?

—Eso no importa ¿sí? —Intento quitarle el papel, pero este se lo impidió.

—¿Entraste a la única habitación a la que te pedí que no entraras? —Reclamó enojado.

—¡Olvídalo! ¿sí? —Lo miro muy a la defensiva—¿¡Además por que aún conservas esa estúpida foto!?

—¡Eso no es de tu incumbencia! ¿Ok?, ¡Tengo derecho a conservar una fotografía de mi familia!

—¿¡Qué acaso yo no soy tu familia!? —Le gritó, incluso logro notar algunas lagrimas saliendo de sus ojos, aunque era difícil saberlo por la lluvia—¿Ah? ¡Dímelo porque realmente ni siquiera sé que soy para ti! ¡Se que nunca fuimos unidos, pero cuando llegaste esperaba que por lo menos me dirigieras la palabra! ¡Pero no, t-tú solo te encerraste en ti mismo y tú ni nadie jamás me quiso decir nada! ¡Explícame que carajos te ocurrió! ¿¡Que le ocurrió a tu madre!? ¿¡Que le ocurrió a tu abuela!? ¡Y explícame porque para todos en esa p*ta mansión siempre fui un fantasma!, ¡ESTOY HARTA DE NO SABER! ¡ESTOY HARTA DE SER TRATADA COMO UNA BROMA! ¡SE SUPONE QUE ERES MI HERMANO! PERO JAMÁS TE DISTE EL TIEMPO DE CONOCERME O SI QUIERA EXPLICARME PORQUE TIENES CICATRICES EN LOS BRAZOS—A final ambos quedaron atónitos, sobre todo Ramón después de recibir esa horda de sentimientos.

—Pero...siempre fue así Barb, ¿Por qué recién decides entrar a la habitación? ¿Por qué recién me dices todo esto? ¿Por qué ahora? —Habló confundido, la grisácea bajo la mirada apenada.

—Creo que es...por Poppy.

—¿Qué tiene que ver ella en este?

—Es que...siempre creí que en esta relación el problema eras tú, c-con tú corazón de piedra incapaz de amar a alguien, pero luego...ella apareció y...juro que jamás te había visto tan feliz—Confeso cabizbaja—Fue ahí cuando me di cuenta que nunca fuiste el problema...yo lo soy.

Hubo un largo silencio después de eso, solo se oían las gotas de agua cayendo sobre sus cabezas, ya empapados. El multimillonario quería decir algo, cualquier cosa, pero ninguna palabra lograba salir de su boca, bajo su vista una vez hacía la fotografía, como detestaba esa imagen—Barbara...yo...bueno....ammmmm.......Ahg lo siento, no sé qué decirte.

—Olvídalo ¿ok?, está relación ya estaba jodida desde antes de que empezará, y realmente dudo que se pueda reparar.

—Lo sé, oye....lo siento, ninguno de los dos es el problema, solo que tenemos una historia familiar complicada y...aún quedan fantasmas del pasado que debemos exorcizar.

—...¿Algún día me dirás que ocurrió? —Preguntó viéndolo con sus ojos cristalizados—Yo te vi herido, y de un día para otro todo parecía normal, viniste a vivir con nosotros, pero tú nunca me contaste nada; nadie lo hizo, papá estaba envuelto en el trabajo, mamá estaba cegada por sus joyas y tú...parecías muerto en vida—Tomó aire antes de seguir, soltando unos cuantos sollozos—Creí que las cosas serían distintas, creí que conmigo finalmente podría lograr que esa maldita casa se convirtiera en un hogar pero... solo la volviste un infierno más grande. —Repentinamente se sintió envuelta en un fuerte abrazo del mayor, que tardo unos segundos en corresponder, era algo doloroso, pero...extrañamente acogedor.

—L-lo siento, enserio lo siento esto...esto nunca fue lo que quise para los dos; pero tú eras solo una niña y...fue un error intentar superar esto solos—Habló con la voz ronca y entrecortada—Jamás q-quise que me odiarás.

—No te odio i-imbécil solo...—Soltó una pequeña risa entre sus sollozos y se aferro a él con más fuerza—Realmente necesitaba un hermano...y tú me fallaste.

Ahí quedaron los dos hermanos, bajo la lluvia, sin decirse una palabra más, de todas maneras, no había nada más que decir. Finalmente, luego de unas horas, la lluvia cesó y ambos pudieron emprender su camino a casa, salió un poco el sol de entre las nubes lo que les permitía empezar a secarse, realmente habían quedado muy mojados; volvieron a la misma escena de ellos en el carruaje, solo que a diferencia de la ultima vez ya se notaban más tranquilos, y el silencio incomodo solo se volvió silencio, un pacifico silencio—Se que...dijiste que esta relación no podría arreglarse, pero...estoy dispuesto a intentarlo.

—¿De verdad?

—Sip, la llegada de Poppy me hizo darme cuenta de muchas cosas, e intento ser una mejor persona para ella y para la demás gente que amo, aunque jamás se los demostré, eso te incluye a ti—Confesó sin despegar sus ojos del camino—Y también te contaré lo que pasó ese día, pero será cuando estés completamente lista para oírlo...y yo para decirlo; así que espero que no te moleste esperar un poco.

Barb vio a un lado del camino y sonrió levemente—He esperado 15 años, un poco más no me hará daño—Ambos se sonrieron mutuamente y continuar su viaje, habiendo dado el primer paso para sanar su relación.

(...)

—¡Oigan ya volvimos! —Gritó la de pelo corto cuando los dos entraron por la puerta principal, de inmediato notaron que la casa estaba envuelta en un total caos, Wani lloraba en el piso n posición fetal, Suki intentaba consolarla; y Poppy y Holly por una razón todavía desconocida estaban cubiertas de tierra y agarrando a una mula con una cuerda.

—Jaja, hola...¿Qué tal les fue? —Río nerviosamente la rosada, observando la expresión de confusión de su pareja.

—¡ME FUI SOLO POR UNAS HORAS!

Jeje...*procede a desaparecer por 20 años más*