A pasos apresurados entré al hospital. Cuando llegue a su puerta, la abrí, me adentré, y no había nadie allí.
Confundida salí de ahí, y fui hacia la recepción. Mis pasos eran muy pesados y resonaban por todo el lugar.
En aquel mostrador estaba un enfermero joven, que se encontraba tecleando en su computador.

—Disculpa, buenas tardes —dije para llamar su atención y esté me miró inmediatamente—¿Donde se encuentra el paciente Simon Smith? Soy su hija.

—Sí, el señor Smith se encuentra en los jardines del hospital. Puede ir a verlo.

—Muchas gracias.

Gracias a las indicaciones pude llegar al jardín. Allí en una de las bancas estaba mí papá sentado, en silencio, viendo el atardecer. Permanecí quieta unos momentos, hasta que recién me encaminé para luego sentarme a su lado.
Él giró su rostro para mirarme y esbozar una sonrisa, y yo también sonreí. Verlo así, me calmaba.

—Me preocupé cuando no te vi. Tienes que permanecer en tu cama y descansar—le reproché.

—Estar postrado en aquella cama me hace sentir cansado. Salir a ver el atardecer me animó mucho, es muy conmovedor. Tú deberías hacer lo mismo, últimamente estás muy amargada y decaída —él me dió palmaditas en la espalda haciendo que me riera.

—¡Ay, papá! ¿Realmente parezco amargada? —pregunté y el asintió.

—Creo que... deberías conseguir un novio. Lo necesitas.

—¿Por qué alguien querría salir con una chica amargada? Sería su perdición.—
Y por un momento olvidamos lo que realmente ocurría, lo que nos angustiaba.

—El doctor me dió el diagnóstico. —soltó de repente.

Las risas pararon. Las sonrisas se esfumaron. La felicidad desaparecido. Todo volvía a ser gris.
Mí rostro reflejaba tristeza, angustia, desespero. Pero la de él, era completamente neutra.
Agarré sus manos frías y las acaricié para demostrar todo mí amor y apoyo. Y sin darme cuenta, otra vez estaba llorando.

—¿Y qué dijeron? — mí voz salió totalmente quebrada. El dió un gran suspiro antes de responder.

—Tengo cancer, Rachel. Y está muy avanzado...

—No tengo palabras... Yo... No sé que decirte.

Sin esperar más, me abrazó.

—No tienes que decirme nada...

Sinceramente lo esperaba, pero tenía una mínima esperanza de que el diagnóstico sea más favorable. Ahora estaba entre la espada y la pared. Tenía que hacer algo lo más antes posible.
Asi nos quedamos un buen tiempo, hasta que anocheció.

...

Ayer en la noche cenamos mientras veíamos la película favorita de papá "Rescatando el soldado Ryan", una película bastante explícita. Y mí película favorita es "Volver al Futuro", es tan buena que no me canso de verla.
Hoy estaba nuevamente en el hospital para estar con papá. Cuando entré a la habitación, me quedé sorprendida. Papá estaba de pie, vestido con su ropa y metiendo todas sus cosas en su mochila.

—¿Papá, qué haces? —pregunté mientras me acercaba más.

—¡Ooh, ya llegaste! Por favor, ayúdame a guardar mis otras cosas, hija —me respondió ignorando por completo mí pregunta.

—¡Papá! Te hice una pregunta —encaré. No quería que me mienta.

—¿No es obvio lo que estoy haciendo? Me voy de aqui, Rachel.

—Pero...¿Por qué?

—Me sorprende que no entiendas, hija...

Se sentó en la camilla y dió un gran suspiro, yo imité su acción mientras hacía fuerza de voluntad para no ponerme a llorar.

—Yo no puedo pagar el tratamiento y la operación, es mucho dinero. Tu tienes que estudiar y también necesitas dinero. Esto es algo que realmente no puedo pagar, son miles y miles de dólares.

—Pero, papá, tu no tienes que preocuparte por eso. Yo haré lo necesario para obtener el dinero y cubrir todos los gastos. Tú ahora tienes que descansar.

—¿Y como harás eso? Tu sueldo de niñera no cubre ni la décima parte del tratamiento.

—Me haré un prestamo, no sé... —tomé sus frias manos y podía sentir como se humedecían mis ojos— Papá, por favor, quédate. Tienes una vida por delante, eres joven y te quedan cosas por vivir, lugares que visitar. No termines esto aquí.

Mis palabras parecen llegar a mí padre, quien se quedó mirando a la nada por varios segundos, hasta por fin hablar.

—Espero no equivocarme. Rachel escúchame, la gente hoy en día hace cualquier locura para obtener dinero y se meten con las personas equivocadas ¿Ok? Tu no cometas ese error. Haz las cosas bien.

—Claro que si, papá—dije asintiendo. Y dándole un corto abrazo.

...

Salí del banco totalmente enfadada y decepcionada.

No querían darme un préstamo ¿Por qué? Resulta que, anteriormente me había hecho un préstamo —del que no estaba enterada— y que debía miles de dolares. Papá habia sacado un maldito préstamo en mí nombre y sin consultarme.

Todavía no entiendo porqué lo hizo.
¿Por qué con ese préstamo no pagó el alquiler del departamento?
Él está ocultando algo muy grave. Y ahora no tengo de donde sacar dinero, estaba perdida.

Me tiré al sofa, totalmente devastada y cansada de todo lo que estaba ocurriendo. No tenía ni fuerzas para hacer algo de comer.

—Yo puedo darte ese dinero que tanto necesitas.

Las palabras del Señor Evan me vinieron a la mente. Tragué saliva pensando si debía aceptar su propuesta.

"¡Rachel! ¿Realmente piensas en eso?"

Tiré de mí cabella frustrada. Agarré mí abrigo y busqué entre los bolsillos hasta que encontré el papel, que contenía su nombre y número.
Esa era un forma muy sucia de obtener dinero, pero a la vez muy 'fácil'.
¿Soy capás de hacerlo? No losé.

Sin darme cuenta ya habia escrito su número en mí teléfono, mis manos temblaban. Hasta que por fin, presioné el botón 'llamar'.

El teléfono emitía un sonido repetitivo esperando a que conteste. Al cabo de unos segundos, ese sonido ya no se escuchó. Ahora se escuchaba una respiración.

—Diga ¿Con quien hablo?

—Señor Evan, soy Rachel Smith...—dije tratando de no tartamudear.

—Ajá... ¿Y para que me llamó?

—Yo... quiero aceptar su propuesta. —Finalmente lo hice.

Por finnn
Justo ahora me llego la inspiración.
El próximo cap va a estar buenooo.
Voten y comentennn por porfaaa. <33
Estoy teniendo fallas con wattpad al escribir y publicar Diossss