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11. CLAUDE/KID MIME (2 de 4)


Aquella noche pintaba tranquila, un solitario héroe enmascarado recorría los tejados de París asegurándose que todo estuviera en calma y perdido en sus propios pensamientos.


Kid Mime estaba a punto de terminar su ronda antes de dirigirse a la torre Eiffel para reunirse con sus compañeros de equipo. La sonrisa que no lo había abandonado desde esa tarde permanecía inmutable en su cara. Era innegable que la dicharachera y guasona personalidad de Claude se repetía e incluso se podría decir que se aumentaba en su faceta de héroe.


Si, así era él, se podría decir que los fantásticos poderes de mímica que poseía solo se veían superados por su afán bromista hacía los demás.


En ese momento no sabría decir que lo hacía más feliz, si el haber detenido a aquellos dos malhechores valiéndose de una imaginativa estratagema, donde consiguió encerrarlos dentro una jaula haciendo uso de su increíble mímica o lo bien ejecutado de su plan con Bridgette al haberle entregado aquellas flores que hicieron huir a Félix entre estornudos y lagrimeos, evitando así que la azabache lo pudiera invitar.


Una sonora carcajada rompió la noche y una lagrima de hilaridad resbalo por el antifaz al volver a recordar el rostro que se enrojecía por momentos de su "competidor". Ya más sosegado pero aun dejando escapar alguna que otra risa más entre dientes, se regodeaba en lo bien elaborado de su plan y de cómo ahuyento con gracia al estirado de su compañero.


De pronto y como si de un balde de agua fría sobre él se tratara, sus ojos se abrieron desmesurados y su risa por fin cesó, no podía pensar en la expresión de estupor de Félix sin recordar la mirada lánguida y el semblante lleno de desconcierto y tristeza de Bridgette al quedarse sola con las entradas en la mano.


Cinco o tal vez seis años deberían tener cuando se conocieron y desde entonces habían sido amigos, largas tardes en el parque jugando, asistir a su primer colegio juntos, disfrutar durante horas frente al televisor riendo por las gracias del algún personaje animado, compartir confidencias, sueños y esperanzas y tantas cosas más que necesitaría de horas para recordarlas todas.


Ahora era él quien se sentía abatido, con la amarga sombra de la culpa sobre su cabeza al no darse cuenta del daño que le ocasionaría a su amiga, porque ellos eran solo eso, amigos. ¿Pero desde cuando había comenzado a verla de esa otra manera?, deteniendo su avance se posicionó sobre la cornisa de un edificio esperando que el aire en su cara despejara el cumulo de inquietudes que ahora colmaban su mente.


Después de un rato intentando darle sentido a sus inquietantes pensamientos, se dejó caer pesaroso sobre el tejado, al fin se había dado cuenta del por qué. No es que sus sentimientos hacía Bridgette hubiesen cambiado ni mucho menos, él la seguía queriendo igual que siempre, ahora aquello que carcomía sus interior eran celos. Unos lacerantes celos hacía alguien que solo había compartido con ella unos cuantos minutos de su día durante los escasos meses de conocerse y sin embargo se llevaba sin merecerlo todas las atenciones de ella que antes eran solo de él.


Hinchando sus pulmones con una profunda bocanada de aire se puso en pie y con la triste mirada puesta en la torre Eiffel salto hacía la obscuridad de la noche.


Allegra y Mercury conversaban sobre la última plataforma del insigne monumento de Paris cuando la muda llegada de su compañero los interrumpió.


- Eyyy Kid, ¿como te fue en tu ronda? - saludo jovial Mercury.


Kid Mime solo hizo un ademan de indiferencia con los hombros y sin dar mayor respuesta fue a sentarse con semblante decaído a una de las esquinas.


Los dos héroes se miraron confundidos ante la mas que extraña reacción de su bromista compañero.


- ¿Y ahora que le pasa a este? - inquirió curioso Mercury.


- No lo sé pero debe de ser contagioso. - respondió con cierta sorna Allegra, señalando hacía el otro lado de la plataforma.


En una de las esquinas se podía ver a Ladybug sentada con las piernas colgadas al vacio y semblante apesadumbrado, mientras que en otra de las esquina se encontraba Chat Noir con los ojos inflamados y la tez enrojecida mostrando un gesto de malestar.


FIN (Continuara....)

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