Thor miraba con rabia contenida como sus padres habían armado la cuna para “Daniela” en la sala de su casa. No había podido correrlos, aún parecían tener control sobre su actuar.

Loki se encontraba portando un vestido de color verde con un bordado típico de alguna ciudad Mexicana -sus suegros adoraban ese país-. En realidad se sentía terriblemente incómodo, pero no deseaba iniciar una discusión que le causará algún dolor. Por eso de dedicaba a sonreír y asentir aunque no estuviera muy de acuerdo.

-Mira esté -Frigga le entregó un gorro de color rosa con un gigantesco moño-. ¿No es hermoso?

-Eh...claro -trato de dar una sonrisa convincente-, es muy lindo -«sí fuera niña le quedaría perfecto» pensó de inmediato.

-Lo sé, lo compré en una tienda de bebés.

-Que bien...

-Trajimos otras cosas, deja las sacamos.
Oh, Odín, sacale una foto, para cuando la nena tenga edad, pueda ver a su madre.

-¿Deberíamos decirles que no es niña? -preguntó el rubio con cierta ironía- ¿O tal vez debería mostrarle la habitación de Theo?

-Callate...

El flash se disparó.

-Listo.

-Que bien, pueden dejar todo aquí, nosotros lo acomodamos.
Se hace tarde y son varias horas hasta su casa.

-Thor..

-Podríamos quedarnos en el cuarto de invitados -sugirió Frigga entrando.

-¡No! -respondió el azabache de inmediato-, digo... -se aclara la garganta-, la habitación está...indispuesta..

-Lo que faltaba -murmuró el viejo-, ¿qué más da?, podemos pasar una noche en un mal cuarto.

-Dejalos cariño, que se queden en el cuarto de “invitados”

Loki sabía lo que su marido quería, así que cansado de todas las cosas inapropiadas que sus suegros habían dicho, decidió que lo mejor sería darles una cucharada de su propia medicina.

-Solo dejen que Thor y yo alistemos la habitación para ustedes.

Nadie dijo nada y ambos amantes subieron las escaleras entrando al cuarto de su bebé.
Pintada de azul con nubes blancas, las repizas eran blancas y en ellas había peluches de dinosaurios y animales. Amaba como había quedado.
Su cuna era de color beige, y el foto era adornado por un bello globo aerostático de color hueso con café. Una alfombra de color azul estaba en el centro y los muebles eran de color blanco.
En la mesita de noche había una foto de la primer eco grafía y una de Thor y Loki en un picnic.

-Debería agregar una foto tuya donde estas en esa lencería especial de hombres -sonríe y Loki le da un goloecito-, lo siento, lo siento.

Las risas inundaron el cuarto.

-Solo debemos lavar y desempacar la ropa nueva de Theo -mencionó el rubio-, pero ya tenemos lo necesario para el día del parto.

-Sube a tus padres, me pondré mi verdadera ropa.

-La cara de tú papá -soltó una Sonora carcajada-. Fue muy gracioso ver como pensó haber desperdiciado todo ese dinero.

-Y mi madre diciendo: “Pudiste decirnos antes” -comentó tratando de imitar su voz-, “no pedía mucho Thor”.

Volvieron a reír.

-¿Qué haremos con todo esto?, son muchas cosas de niña..

-Podemos regalarla a la iglesia.

-No somos creyentes.

-¿Y?, habrá alguien que sí y no tenga ropa -miro el cuarto de su hijo-, me encanta la decoración.

-Hicimos un trabajo magnífico.