Perderé al amor de mi vida

X Trunks:

—Las palabras de Pan »¡Tú no lo entiendes! ¡No entiendes nada!« Es verdad no lo entiendo —acepté en un suspiro.

En sus ojos había tanta rabia y a la vez dolor, es verdad que yo tenía que ponerme así, me han diagnosticado una enfermedad sin cura que pone fin a todos los planes que tenía a futuro, Estoy enojado con la vida, con ese diagnóstico, con los doctores y conmigo mismo porque quizás si hubieran detectado antes esa enfermedad se pudiera evitar la muerte segura a la que me encamino.

Son las once de la mañana, me he quedado internado para unos estudios más en este hospital desde el día de ayer, mi madre y los demás ya saben sobre mi diagnóstico y aunque estoy destrozado no me puedo permitir ver débil ante ellos. La comida que me trajeron en la mañana sigue sobre la mesa en el mismo lugar ¿Que caso tiene seguir tratando de alargar un poco más mi vida a base de alimentos? Aunque sé que cuando mi madre vuelva hará que me coma todo esto.

Dicho y hecho cuando ella volvió tuve que comerme todo lo que me habían traído, más tarde el doctor les explicó a mis familiares la situación pero todos los estudios seguían dando los mismos resultados, no había solución.

Así pasaron uno, dos, tres, cuatro y cinco días más haciendo estudios que mi madre exigía, todos resultaban iguales así que decidieron darme medicamentos para el dolor y recomendaron que me siguiera haciendo chequeos solo ¿Esperando el día de mi final?

[...]
Pan.

—Hija... —susurró mamá abriendo la puerta de mi habitación—. La cena está lista.

—No tengo hambre... —desvié la mirada hacia la pared del lado contrario a dónde mamá se encontraba.

Mi habitación estaba en completa oscuridad, permanecía sentada en la cama abrazando la ropa que llevaba puesta mi abuelo el día en que se fué según dicen a entrenar.

—¿Otra vez Pan? —me cuestionó un poco enojada—. Llevas días en los que apenas y pruebas la comida.

—No podrías entenderlo mamá —dije en un suspiro volteando a verla.

—¿Cómo puedo entenderlo si no me explicas?

—Tal vez algún día, mamá, no me presiones...

—No lo hago, pero sabes que puedes contar conmigo ¿No? Buscaremos una solución a lo que sea que pase juntas.

—Gracias mamá, ¿Me dejarías sola unos momentos?

—Estaremos abajo por si decides cenar con nosotros, sino te dejaré tú comida en el refrigerador.

—Gracias mamá, te amo —le dije forzando una sonrisa, ella me sonrió también y se retiró. Me gusta que respete cuando no quiero hablar, ella sabe que cuando me sienta mejor le diré lo que sucede.

Aúnque ¿Realmente puedo decirle lo que sucede? No puedo evitar pensar en lo que le pregunté a Trunks ese día  »¿Tu ya decidiste quién será tu esposa?« Él quizás no entendió mi indirecta, quería decirle que yo quiero ocupar ese lugar.

Ahora será más difícil decirlo, no sabemos cuánto tiempo le queda de vida... Este nudo en la garganta me está matando, saber que lo puedo perder en cualquier momento sin siquiera haberle dicho lo que siento en realidad. Lo intenté, intenté decirle lo que siento y cuánta frustración me causa está situación pero fuí incapaz, solo le grité que no entiende nada y ¿Cómo lo va entender si yo no le explico lo que verdaderamente me pasa?...

Las horas seguían pasando y no podía conciliar el sueño ¿Él si podrá dormir sabiendo su diagnóstico definitivo?...

A las dos de la mañana decidí bajar a la cocina, mamá dijo que me había dejado comida en el refrigerador, al quitar el aluminio de la cena sentí muchas náuseas, no puedo comer esto, sé que no podré pasarlo. Me limpié algunas lágrimas que corrían por mis mejillas y saqué medio litro de helado de fresa y chocolate, cerré el refrigerador y tomé una cuchara, empecé a comerme el helado como si no hubiera mañana pero esto no me bastaría.

Volví a abrir el refrigerador y corté una enorme porción de tarta de chocolate, tomé la porción con ambas manos y empecé a comerla sin importar si me manchas los dedos, el rostro o incluso el suelo, bebí de una caja de leche manchando de chocolate esta, suspiré y abrí varias bolsitas de galletas blandas de diferentes sabores dándoles una mordida a cada una, momentos después me dí cuenta del desastre que había hecho en la cocina.

La refrigeradora blanca estaba manchada, habían muchísimas cosas desperdiciadas sobre el mesón, bolsas tiradas en el suelo e helado esparcido por todas partes.

Me invadieron unas náuseas enormes y no pude evitar correr al baño y devolver todo lo que me había comido, luego de lavarme las manos, el rostro y los dientes regresé a la cocina llorando aúnque me sorprendí de ver a mi madre en bata recogiendo todo el desastre que había hecho.

—Déjalo —dije tomando el helado que llevaba en las manos dejándolo de vuelta en el refrigerador—. Yo hice este desastre, yo seré quién lo solucione.

—¿Qué sucedió aquí Pan?

—Tenía hambre y no me dí cuenta de todo este desastre que armé hasta que me encontré a mí misma probando una cosa y otra al mismo tiempo —respondí mientras tiraba toda la comida sobrante a la basura.

—Hiciste mucho desorden.

—Volveré a comprar todo esto con mi propio dinero lo prometo.

—Sabes que el problema no es el dinero ¿No? Es esto —dijo viendo a los alrededores notando como pasaba un paño húmedo sobre el mesón.

—¿El desastre que armé? —pregunté confusa.

—No, el desastre que estás armando en tu vida —respondió haciendo que varias lágrimas corrieran por mis mejillas—. No comes, cuando comes es demasiado, no duermes como es debido, tu llanto salta a la vista con mucha facilidad y te la pasas encerrada en tu habitación. Sé que algo está pasando pero si no me dices que es no puedo entenderte, ¿Lo sabes no?

—Sí... —respondí en un hilo de voz.

—¿Confías en mí?

—Sí.

—Entonces dime ¿Qué sucede?

—Lo pierdo mamá —respondí en un aludido mientras mis sollozos se hacían más frecuentes. Ella se acercó y me abrazó con fuerza, fué un abrazo cálido que correspondí en seguida—: Perderé a la persona de la cuál he estado enamorada desde hace años... Perderé al amor de mi vida...