𝙰𝚗𝚝𝚎𝚜 𝚍𝚎 𝚎𝚖𝚙𝚎𝚣𝚊𝚛...

¡¿¡¡𝙲𝚘𝚖𝚘 𝚌𝚑𝚞𝚌𝚑𝚊𝚜 𝚕𝚕𝚎𝚐𝚊𝚖𝚘𝚜 𝚊 𝚘𝚌𝚑𝚎𝚗𝚝𝚊 𝚟𝚒𝚜𝚝𝚊𝚜 𝚎𝚗 𝚞𝚗 𝚍𝚒𝚊 𝚘 𝚖𝚎𝚗𝚘𝚜?!!? 𝙷𝚊𝚜𝚝𝚊 𝚌𝚛𝚎𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝚎𝚜𝚝𝚊𝚖𝚘𝚜 𝚌𝚎𝚛𝚌𝚊 𝚍𝚎 𝚕𝚊𝚜 𝚌𝚒𝚎𝚗 𝚕𝚎𝚌𝚝𝚞𝚛𝚊𝚜...
𝙲𝚘𝚖𝚘 𝚜𝚎𝚊, 𝚊𝚐𝚛𝚊𝚍𝚎𝚣𝚌𝚘 𝚎𝚜𝚘 :𝙳.

*¹: No se que era específicamente la prenda que utilizaba Camilo, en México las conocemos como ponchos pero tenían otro nombre en la película. ¿Alguien me lo diría por favor?

𝚂𝚒𝚗 𝚖𝚊𝚜, 𝚕𝚘𝚜 𝚍𝚎𝚓𝚘 𝚕𝚎𝚎𝚛.

Mirabel se encontraba con Bruno en su habitación tratando de convencerlo de salir un rato, aunque sea a respirar aire fresco, ya que a su habitación entraba algo de sol. La mujer agradecía que la habitación de Bruno ahora tenía una pequeña recamara oculta tras una cascada de arena, ni en broma subiría tantos escalones casi todos los días para darle un sermón a su tío.

— Venga tio Bruno, vamos a ver el sol –insistia, el vidente negaba constantemente, en una de esas que se negó arrojo una pizca de sal por sobre su hombro izquierdo, cayendole accidentalmente a Mirabel en el rostro–

— Lo siento Mira, pero no me parece prudente salir hoy

— ¿Por?

— Todavía no sé cómo el pueblo tome mi regreso... –expreso nervioso, en el pueblo hablaban mucho del supuesto regreso de Bruno Madrigal, algo que alteraba al adulto de dudosa higiene personal, demasiadas miradas posadas inconscientemente sobre el–

— Lo tomarán bien tio, ya tienen una idea de cómo eres realmente, sin esos rumores de mal augurio –se aproximó a esté poniendo una mano sobre su hombro, tratando de darle ánimo para salir–

— No lo sé Mira... –tomo la mano de la menor entre la suyas y la miro apenado– quizás otro día, ¿si? –pidio soltando la mano de la menor, ella suspiro cansada y accedió–

— Bien, más tarde vendré a por ti para comer en el comedor, y antes de que digas algo –menciono evitando que su tío hablara– como se que todavía te debes de adaptar tal cual a comer con la familia te llamaré para comer solo tu y yo –Bruno agradeció a su sobrina, le tenía mucha confianza y aprecio, a toda su familia de hecho, pero digamos que Mirabel era su favorita–

— Gracias Mira

— Denada tío –se despidió y salió del hueco donde Bruno dormia para salir al desierto que tiene por habitacion y aproximarse a la salida de ese lugar–

𝑨𝒍 𝒔𝒂𝒍𝒊𝒓 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝒉𝒂𝒃𝒊𝒕𝒂𝒄𝒊𝒐́𝒏 𝒅𝒆 𝑩𝒓𝒖𝒏𝒐 𝒔𝒖𝒔𝒑𝒊𝒓𝒐 𝒏𝒖𝒆𝒗𝒂𝒎𝒆𝒏𝒕𝒆, 𝒆𝒔𝒑𝒆𝒓𝒂𝒃𝒂 𝒆𝒔𝒕𝒂 𝒗𝒆𝒛 𝒄𝒐𝒏𝒗𝒆𝒏𝒄𝒆𝒓𝒍𝒐 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒆𝒗𝒊𝒕𝒂𝒓 𝒆𝒍 𝒑𝒍𝒂𝒏 𝒆𝒙𝒕𝒆𝒏𝒔𝒐, 𝒑𝒆𝒓𝒐 𝒂𝒑𝒂𝒓𝒆𝒏𝒕𝒆𝒎𝒆𝒏𝒕𝒆 𝒅𝒆𝒃𝒊𝒂 𝒔𝒆𝒓 𝒆𝒔𝒆 𝒔𝒊 𝒐 𝒔𝒊. 𝑶𝒃𝒔𝒆𝒓𝒗𝒐 𝒂 𝒔𝒖𝒔 𝒑𝒓𝒊𝒎𝒐𝒔 𝒚 𝒂 𝒔𝒖𝒔 𝒉𝒆𝒓𝒎𝒂𝒏𝒂𝒔 𝒄𝒉𝒂𝒓𝒍𝒂𝒏𝒅𝒐 𝒆𝒏 𝒍𝒂 𝒔𝒂𝒍𝒂, 𝒃𝒂𝒋𝒐 𝒓𝒂𝒑𝒊𝒅𝒂𝒎𝒆𝒏𝒕𝒆 𝒍𝒂𝒔 𝒆𝒔𝒄𝒂𝒍𝒆𝒓𝒂𝒔 𝒈𝒓𝒊𝒕𝒂𝒏𝒅𝒐 𝒑𝒐𝒓 𝒆𝒍𝒍𝒐𝒔 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒒𝒖𝒆 𝒍𝒆 𝒑𝒓𝒆𝒔𝒕𝒂𝒄𝒆𝒏 𝒂𝒕𝒆𝒏𝒄𝒊𝒐𝒏.
Al salir de la habitación de Bruno sus piro nuevamente, esperaba converle esta vez para evitar el extenso plan, pero ni modo, el así lo quería. Observo a sus primos y hermanas charlando mientras entraban por la puerta de Casita, bajo rápidamente las escaleras tropezando y casi cayendo; se recompuso y les gritó casi en la cara.

— No grites tanto Mirabel –pidio tapándose los oídos levemente adolorida por esos gritos, su don hacia sus oídos realmente sensibles a los ruidos fuertes cercanos–

— Perdón Dolores, pero el plan A no funcionó

— ¿No quiso salir por su voluntad? –pregunto Luisa cargando a Isabela en uno de sus hombros, a ambas les gustaba hacer ese tipo de cosas–

— No, por lo que debemos dar marcha al plan B

— Okey, ¿quien será el primero al que meteras? –pregunto la florista de la familia–

— Camilo, te toca, te presentarás en la cena con el tío Bruno y yo –señalo al de poncho* amarillo con diseños de camaleón–

— ¿Yo? ¿Por qué?

— Cierto, ¿por qué el? Después de ti Luisa e Isabela son las que mejor hablaron de Bruno durante su desaparición

— Propongo a Camilo ya que podría llevarse fácilmente con el, es bastante tímido por lo que prefiere que comienzen las conversaciones y el podría seguirlas si se siente cómodo –explico a la chismosa– Luisa se parece al tío Bruno en no poder entablar una conversación si está no es comenzada por alguien antes –la musculosa se apenó levemente–

— No te avergüences de eso Luisa, es normal –trato de reconfortar a su hermana menor–

— e Isabela trataría de enseñarle de botánica y demás cosas, al tío Bruno le agobia la botánica

— ¿Cómo lo sabes? –pregunto la antes mencionada– creí que Dolores era la única chismosa entre nosotros

— ¡Oye!

— Una vez le di una planta al tío Bruno, al poco tiempo se murió y lloro durante una semana alegando que era inútil –conto haciendo que Camilo riera en sus adentros–

— ¿Mamá nos hizo temerle a el? –pregunto a su hermana en un susurro aguantando la risa, pero le dieron un golpe con el codo en las costillas, cortesía de su hermana– ¡Auch!

— Okey, ya está, iré por el cuando todos terminen de cenar, Camilo entra a la cocina y entablas conversación con el tío Bruno, incluyeme en esta debes en cuando –menciono al cambia formas, este asintió– bien, ya está todo listo... Entonces... ¿¡Por quién lo hacemos?!

— ¡Por el tío Bruno! –exclamaron sus hermanas y sus primos sonriendo determinados–