" ¿Estás seguro? "

" Vamos, Ink... Así me dejarás m-más inseguro. "

" Lo lamento, es que estoy muy emocionado de que veas la sorpresa que te hice. "

" Sorpresa... " Repitió.

Ink le tomó ambas manos a su paciente, guiándolo con los ojos vendados para sacarlo al patio, era una similar táctica para no fijarse en el proceso del cambio.

Pero a veces el resultado duele menos que el proceso.

" Te presento nuestro nuevo lugar de meditación. "

Con cuidado quitó el pequeño nudo, dejando libres las cuencas de Geno.

Había quedado sin respiración.

Un bello patio con flores a montón, un manto verde fino, arbustos, ¿Cuando hizo todo aquello?

No pudo ocultar su llanto, todo su trabajo antiguamente arruinado por su descuido, vuelto a florecer con esplendor.

Cayó de rodillas, e Ink le consoló acariciando su cráneo, se acercó a su altura y le sonrió.

" Tú me dices cuando quieres tomar el té conmigo acá a fuera, hace un buen tiempo. "

" Mañana... Por favor, que sea mañana... "