1.-Una vida en cuatro paredes
. - "La agorafobia es un trastorno de ansiedad que consiste en los espacios abiertos donde no se puede recibir ayuda en caso de sufrir una crisis de pánico", bueno eso es lo que dice Wikipedia, pero tu asunto es diferente o ¿Me equivoco? -
Un silencio se hizo presente en la pequeña sala, aunque el sonido del reloj no hacia el silencio tan incomodo, la mujer de gran busto, acomodo sus anteojos y volvió a anotar en su cuaderno lo que creía conveniente.
. - ¿Y bien? - dijo impaciente, inclinándose y mirando esos ojos azules brillantes. - Si no dices nada no podré ayudarte. -
.-Gracias por venir.- fue lo único que dijo, se dio la media vuelta y se tapo con la sábana blanca.
.-Naruto, ¿Cómo quieres que te ayude?, si ni siquiera me dejas hacer mi trabajo bien, vengo todos los sábados a la madrugada a verte, ya que las tardes estoy trabajando y tu no quieres venir a mi consultorio.- la mujer se quitó los anteojos y mordió las patillas de plástico.- Por lo menos responde.-
.-Cuando salgas, puedes decirle a Nekobaa que no se tarde con mi desayuno.-
La mujer cerro su libreta y se levanto de su asiento. - Bien, te vendré a ver cuando tengas ganas de hablar. - camino hacia la puerta. - Por cierto, no se te olvide tomar tus pastillas.-
.- Saben horribles.-
La mujer miro la espalda cubierta por la sábana blanca.- Pero son las que te están curando tu ansiedad. - tomo el cerrojo de la puerta y salió de la habitación.
La habitación quedo en penumbras, afuera de la ventana se podía apreciar las gruesas nubes grises que avisaban un torrente de lluvia y el no se movía de la cama, su cuerpo seguía cubierto de las sábanas blancas que le sirvió para ocultarse de la mirada acusatoria de la psicóloga.
No le gustaba y no le agradaba de que trataran de ver a través de él, por algo ocultaba su pasado, por algo él se escondía y quería estar así para siempre, para ya no sentir el dolor que le ocasionaron afuera.
La mujer no se había retirado aun, su oreja estaba apoyada en la puerta de la habitación para poder escuchar, aunque sea un pequeño sonido, pero al parecer la espera no valía la pena.
. - ¿Tsunade.? -
Tsunade dio unpequeño respingo y miro sobre su hombro.- Buenos días Nekobaa.-
Nekobaa era una mujer corpulenta de edad avanzada, que vivía enfrente de la habitación de Naruto.- ¿Qué estabas haciendo?.-
Tsunade se alejo de la puerta. - Otra vez no quiso responder mis preguntas. -
La anciana sonrió. - Naruto siempre es así, solamente téngale un poco de paciencia, deja que el tenga confianza en usted. -
.- Bueno normalmente mis pacientes tienen confianza la primera vez que me ven, ya sabes, ellos si tienen ganas de cambiar. -
.- Naruto quiere cambiar es solo que se esconde.- dijo Nekobaa tristemente.- por favor Tsunade no dejes de venir en los sábados.-
Tsunade sonrió. - No dejare de venir, tratare de que Naruto salga de su escondite, por cierto ¿Ese es el desayuno de Naruto?.-
Nekobaa cargaba en sus manos una pequeña cacerola.- Si, le encanta mucho el ramen no me gusta de que pida comida a domicilio, no sé qué le pondrán a su alimento y eso me preocupa.-
.- Excelente, también has que coma verduras, lo he visto un poco pálido últimamente.-
.- Son tus pastillas que lo ponen pálido.-
Tsunade negó.- Son buenas para el pánico.- miro el reloj de mano.- Me tengo que ir, vendré el próximo sábado.- al retirarse, sonó el eco de los tacones en el piso.
Nekobaa camino hacia la puerta, dos golpes fueron suficiente para que la puerta se abriera.- Buenos días cariño.-
.-Escuche su conversación.- dijo Naruto, mientras tomaba la pequeña cacerola . - Sabes que estoy agradecido por la comida, pero aun así no me gusta que hablen de mí. -
.- ¿Dijimos algo malo?.- pregunto la anciana.
.- No, pero aun así..- antes de terminar la frase, la anciana alzo su mano y toco los cabellos rubios del muchacho.
.- Come, por eso estás de mal humor.- dijo, bajo su mano y camino hacia su cuarto.- provecho.-
Naruto no respondió, miro hacia la cacerola, su rostro se reflejaba en el color plateado, no entendía el porque lo trataban de ayudar, tenia lo necesario para sobrevivir dentro de esas cuatro paredes, podía hacerlo, tener una vida en esas cuatro paredes no era tan difícil.
Suspiro y se adentro de nuevo en la oscura habitación, la luz no era necesaria, después de todo ya estaba acostumbrado a la oscuridad.
*Capitulos cortos*
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