Capítulo 23
Las manos de Jin rodearon la cintura de Namjoon mientras se permitía reposar su cabeza sobre el pecho de este. Todavía se sentía indeciso acerca de la decisión que había tomado un par de horas atrás, quizás se precipitó. Sus relaciones nunca duraban porque era demasiado individualista, debido a eso en su mente la idea de que volvería a ocurrir estaba más que clara.
—¿En qué piensas? - la mano del pintor recorrió su espalda consiguiendo que por instinto se apretasen más en el abrazo.
—En que quizás nos hemos precipitado demasiado con todo esto. Ambos estábamos más atentos de lo que tu profesor decía que de lo que realmente sentimos. El sexo está bien, lo disfruto... Y me gusta hablar contigo pero si crees que te amo estás equivocado.
Namjoon sonrió haciendo que Seokjin se sintiera totalmente confuso. No sabía lo que se le pasaba por la cabeza al pintor en momentos como ese, inevitablemente sentía nervios. Todo sería más fácil si las palabras y pensamientos siempre fuesen mencionados en voz alta.
—Jin, no creo que haya una sola persona en el mundo que ame con tanta facilidad - Le explicó finalmente Namjoon - No he tenido muchas relaciones, solo una o dos antes de entrar al sanatorio... Ninguna fue importante en mi vida pero si no las hubiera empezado aún me estaría preguntando si habría merecido la pena. No perdemos nada por probar, nos entendemos el uno al otro y estamos a gusto juntos. Ya es más de lo que muchos tienen en sus relaciones.
Seokjin alzó la mirada y observó los ojos de Namjoon, brillantes ante la luz del pequeño foco que usaba para pintar en las noches sin perturbar su descanso. Casi sin poder evitarlo Jin acarició una de las mejillas del chico con delicadeza, le gustaba. Al menos de eso estaba seguro, había atracción y entendimiento.
Namjoon por su parte le dedicó una suave sonrisa y cerró los ojos disfrutando la cercanía que días atrás no había podido tener en consecuencia de la disputa en la que ambos se habían sumido. Las caricias de Jin le gustaban, pues si bien el hijo del doctor no sabía como expresar sentimientos con palabras si lograba hacerlo mediante gestos.
—Duerme - le dijo con la voz dulce.
Jin se limitó a sonreír, acomodando mejor su cabeza sobre el pecho de Namjoon. Había echado de menos esos abrazos que lo mantenían cálido en una casa tan sumamente fría como esa.
—No tengo sueño - respondió con un bonito puchero. Su personalidad parecía haber cambiado levemente debido a la felicidad, tal vez solo necesitaba eso para ser cálido. Un poco de alegría en su vida - Hoy has logrado quedarte en el jardín unos minutos, incluso si es algo mental... ¿Realmente te da miedo el mundo o lo que puedas causar? - Seokjin hizo una pausa - Olvídalo, en realidad sé la respuesta.
—La verdad es que es un conglomerado - aún con los ojos cerrados, el pintor habló - Tengo miedo a lastimar a la gente, a que me lastime y a lo que supone crecer, no me gustan las responsabilidades. Llamalo complejo de Peter Pan si quieres, antes quería ser adulto y ahora desearía volver a ser un niño.
Jin se limitó a asentir mientras llevaba sus lentas caricias hasta el cabello del chico.
—¿Entonces como me llevaras a citas? - Namjoon abrió un ojo divertido. Seokjin no parecía ser el tipo de chico al que le gustasen las citas - En realidad no me hacen falta pero disfrutaría viendo lo que puedes planear para mi.
—Podemos intentarlo más adelante - Namjoon se giró en la cama quedando de frente con Jin - ¿De veras quieres una cita?
Jin se relamio los labios nervioso y asintió, a pesar de todo lo que había sucedido en sus intentos de relaciones anteriores, todavía quería saber cómo se sentía tener a alguien dispuesto a ayudarte en todo. No como un amigo o un padre, sino de la manera en que una pareja puede. Con intimidad y cariño. Con un amor diferente e igual de válido que cualquier otro.
Namjoon por su parte también estaba deseoso de sentir fluir los sentimientos por su mente después de muchos años sin atreverse a querer a alguien. Quizás jamás se había enamorado en su vida, e incluso se atrevió a pensar que Seokjin no era el adecuado. Sin embargo el cocinero soponia un buen reto a la par que un perfecto método de aprendizaje.
Sonrió y se movió hasta colocar su cabeza entre las piernas de Jin quién rápidamente suspiro complacido mientras le dejaba espacio. Sus manos acariciaron la piel de los muslos del muchacho sin ninguna prisa, cuando este cerraba los ojos y soltaba gemidos bajos, todo su cuerpo se revolucionaba. Era como si tan solo con ese roce de caricias Seokjin dejase a un lado su actitud orgullosa, para permitir que Kim Namjoon hiciera todo lo que quisiese.
—Namjoonie - sus manos estaban cerradas alrededor del cabello del pintor buscando el contacto de la boca de este contra su ereccion.
El pintor lo miró complacido con el aspecto que daba la postura sumisa que había tomado. Jin tan sólo llevaba uno de sus jerseys levemente rotos y más grande de lo necesario. Una ropa que le facilitaba el trabajo a ambos, tener que desnudarse habría supuesto una verdadera tortura en ese instante.
—¿Qué quieres que haga Jin? - los dedos de Namjoon dibujaron un camino desde el muslo hasta el pene del cocinero quien mordió su labio observando tan fantástica escena ante sus ojos.
—Hazme una mamada - pidió consciente de que su pareja sabía de sobra lo que le gustaba.
Namjoon sonrió y asintió, sin perder tiempo comenzó a lamer los testículos de Jin, disfrutando de la forma en que este tironeaba de su cabello paulatinamente a medida que el placer se acrecentaba. Esos gemidos agudos que tanto le agradaban al pintor llegaron rápido y el Seokjin se tapó la boca avergonzado. Había sido más sucio que otras veces abriendo excesivamente sus piernas, enrollando los mechones entre sus dedos, pretendiendo una inocencia inexistente que servía para el gozo de ambos.
Namjoon pasó su lengua por el glande y después se permitió engullir por completo el pene sintiendo como una pequeña arcada llegaba hasta su boca cada vez que el miembro de Jin rozaba su garganta.
—Mierda Nam, sigue haciendo eso - estaba desconcertado con su necesidad.
—No me des órdenes - el pintor tomó entre su mano la ereccion del cocinero y comenzó a bombear con fuerza hasta sentir como este se corría entre respiraciones agitadas.
A esas alturas Jin ya era un desastre, abierto de piernas sobre la cama y con el sweater subido hasta la mitad del torso mostrando su perfecta piel blanca. El cabello del flequillo azabache se dispersaba levemente ondulado por su frente, aún húmedo por la ducha de hace unas horas.
—Que lindo estás así bebe - sonrió Namjoon comenzando a mordisquear y marcar cada zona del torso que el cocinero había dejado expuesto.
—No me hagas enfadarme - pero Jin todavía no se creía las palabras de Namjoon.
Era demasiado pronto para confiar. Sin duda le llevaría mucho aprender a creer en lo que su novio le contase, no le gustaban los halagos porque a menudo eran dichos para conseguir alguna cosa a cambio. No le gustaba el cariño romántico ya que significaba abrirle el corazón a extraños. En resumen, no le gustaba dejar que alguien más pudiese conocerlo y poner en sus manos todas las debilidades.
Sin embargo, las caricias del pintor no eran tan desagradables y dormir entre sus brazos era algo que sin duda le gustaría seguir haciendo por mucho tiempo. Jin no sabía a esas alturas porque seguía negando las evidencias y aún así prefería mantener su escudo en alto. Todavía no conocía lo suficiente a Namjoon.
—Ei, te has quedado atontado de nuevo - el pintor acarició con la palma de su mano su barriga provocándole un suspiro de gusto - ¿Sucede algo?
Jin negó rápidamente.
—Bueno... - los ojos de Namjoon, tan pendientes de él, le indicaban que había descubierto que algo sucedía - Simplemente aún no confío en ti, es pronto para eso. No te lo tomes como algo personal, las personas no son algo que yo logre leer con facilidad. No soy como mi padre en ese aspecto, ni como Dae. Él logra captar si alguien es bueno o malo al segundo en que lo mira a los ojos, yo en cambio soy desconfiado.
—¿Crees que te haré daño? - dijo Nam más curioso que sorprendido.
Sabía como era Seokjin, durante esos meses que habían convivido ni un solo día le dejó acercarse a su interior a excepción de un día. Y aquella noche se cerró mucho antes de que algo importante fuese descubierto. Además, en sus peleas él mismo había lanzado dardos envenenados a sus zonas más débiles. Todavía no merecía esa confianza.
—Para ser sinceros... Sí, supongo que creo que me harás daño. Los seres humanos somos así, malos y egoístas. Cualquiera que lo niegue miente.
Namjoon asintió y posó un beso endulzado de cariño sobre el cuello de Jin. Eso le erizó la piel al cocinero quien hace unos segundos detestaba los gestos de cariño pero no podía evitar disfrutar la atención, cada vez que el pintor ponía sus manos o labios sobre alguna parte de su cuerpo se relajaba de forma instantanea.
—Probablemente te haga daño pero eso solo significará que te importo de alguna forma. Recuerda, si te lastimo nunca será adrede. No me gusta que la gente sufra y menos cuando tengo cariño por esas personas.
Un cosquilleo subió por el estómago de Jin al escuchar esas palabras saliendo de la boca de Namjoon. Aún no estaba seguro de nada, su mente todavía se negaba a aceptar que eran pareja pero eso no impedía que todo su cuerpo necesitase la adoración que en ciertas ocasiones el pintor le mostraba. Las noches abrazados serían desde ese instante su más bonita rutina.
----------------
Hola personitas!
Aquí un nuevo capítulo. Wattpad ha estado dando problemas debido a que se encontraba en revisión y eso me retraso con todas mis fics. De todas formas, espero que os haya gustado.
Un beso, Mel 😘
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro