Capítulo 20
Seokjin se dejó caer sobre el sofá del salón y observó a su padre, el hombre los había reunido allí para decir algo importante. Eso lo ponía del todo nervioso, las peleas con Namjoon habían obtenido un ritmo demasiado lastimoso durante la última semana.
—Namjoon toma asiento por favor - Jin alzó la mirada. El pintor estaba apoyado en el marcó de la puerta del salón, todavía con el cabello mojado por su reciente ducha y portando la ropa que su progenitor le había regalado. Era extraño ver a Namjoon con prendas elegantes en lugar de esas camisetas gigantes y cómodas que solía llevar habitualmente.
—Claro señor - contestó el pintor con una falsa sonrisa que hizo temblar a Seokjin en su asiento - Imagino que hay algo importante que debo saber.
El doctor asintió y abrió su maletín ante la atenta mirada de los allí presentes. Rebuscó por varios segundos y finalmente sacó una trabajada carpeta blanca con decoración dorada.
—He estado hablando con el director de una universidad de arte - Eso captó la atención del pintor casi al instante - les he contado tu titulación, he enviado varias fotos de tus pinturas y demás datos requeridos.
—¿Y eso para qué señor? - preguntó Namjoon sin querer hacerse ilusiones. El hombre aún no había mencionado el objetivo, tampoco era como si él pudiera salir de esa casa y tomar un coche hacia la universidad como cualquier otro chico de su edad haría.
El señor Kim sonrió levemente y comenzó a sacar documentos de la carpeta.
—Debido a que conocen tu situación de han comprometido a enviar a un chico para ayudarte con los estudios de arte, al menos los necesarios para que el año que viene puedas presentarte a las pruebas a distancia. Ten - Le ofreció los papeles - Su nombre es Sehun, es ayudante en la universidad y se encarga de prestar clases a aquellos alumnos que como tú tienen que estudiar en sus casas. A pesar de que aún no hay nada confirmado, por lo que he podido hablar con ellos, pretenden prepararte gratis para los exámenes de acceso durante unos meses y si decides seguir tendrás que requerir una beca.
Jin estaba sentado con los brazos cruzados delante de su pecho, observándolo todo con el ceño fruncido. En el discurso de su padre había muchas cosas que no lo convencían, la primera era que alguien más entrase en la vida de Namjoon cuando el muchacho ni siquiera lograba obtener una confianza real con los que lo rodeaban, siempre autocastigandose y diciendo que podría lastimar a las personas sin tan siquiera pretenderlo. La segunda cosa que no le cuadraba era la amabilidad de su padre, sabía que este cuidaba a sus pacientes pero... ¿Tanto?. Algo estaba mal en todo ese asunto. Y lo sabía desde que sus cinco sentidos estaban atentos a cada ruido de la casa por culpa del miedo al asesino que recorría las cercanías de su hogar.
No era normal que su padre acariciase la espalda de Namjoon casi con adoración cuando este se encontraba triste, no era tampoco normal que algunas noches se quedase varios minutos en medio de la madrugada viendolo dormir, que le diera más medicación de la recomendada, que le acariciase el cabello, que apreciase su arte cuando su progenitor jamás había disfrutado de la pintura. Había muchas cosas raras en esa forma de tratar a Namjoon con sobreproteccion y Jin habia comenzado a pensar que el pintor no estaba conviviendo con ellos por necesidad de libertad para su estado mental, su padre nunca había llevado clientes a casa. Tenía una predilección por Nam, una que cada vez era más evidente. Eso lo preocupaba.
—No sé qué decir - la sonrisa del pintor era ahora sincera y el padre de Jin se lo estaba comiendo con los ojos. Recorriendo cada zona de su boca sin disimulo - Muchísimas gracias, de verás nunca podré agradecer suficiente lo que está haciendo por mí.
—Ya encontraremos una forma. Esta tarde llegará tu maestro así que necesitas leer el temario que me han enviado - Namjoon asintió tomando la carpeta que el doctor le cedía, con el resto de documentos - ¿Te gusta tu ropa nueva Namjoon?
Seokjin miró al pintor y luego a su padre, ¿cómo no lo había visto antes? Estaba tratandolo como trataba a las amantes que solía tener cuando aún estaba casado con su madre. Le regalaba cosas bonitas para tenerlo en la palma de su mano.
—Mucho señor, es... Más elegante de lo que suelo usar así que supongo que la comprado para causar buena impresión a mi maestro esta tarde.
¿En serio? Namjoon ni siquiera lo notaba y Jin no sabía como reaccionar hacia lo descarado que era su padre. Todo tenía más sentido ahora, aquella vez, cuando los espiaba durante la sesión de psicología. Su padre reaccionó de una forma demasiado exagerada hasta para él. Quería a Namjoon, más de lo que un doctor debe querer a su cliente. Y el pintor no tenía ni la más remota idea acerca de eso, lo único que seguia sin tomar sentido era... La cuestión homofobica, su padre odiaba a los homosexuales, se lo había dejado claro durante años.
—Si Namjoon, la he comprado por eso. Más tarde te dejaré uno de mis relojes, apuesto a que te quedará bien con ese abrigo y camisa - el señor Kim sonrió y se levanto de la silla - Ten cuidado con el chico que manden, viene de ciudad y solo Dios sabe las absurdas ideas que tendrá en su cabeza. Artistillas, no saben distinguir entre utopía y realidad.
—Lo tendré señor, no se preocupe - respondió el pintor, estaba entretenido con el temario por lo que probablemente ni siquiera sabía qué estaba aceptando.
Jin espero hasta que su padre abandono la estancia y dio un leve golpe sobre el brazo de Namjoon para captar su atención. No le importaba el rencor que este le guardaba, por mucho que le pesase admitirlo se preocupaba por el chico. Unos años menor que él y con una vida tan llena de dolor, ¿quién en su sano juicio no se preocuparía por alguien con el pasado de Nam?. Estaba cargado de cicatrices que necesitaban curarse.
—¿Qué mierda haces aceptando favores de mi padre? Se los cobrará con el doble de intereses imbécil, ¿no has notado como te mira y te toca?
—Para no quererme te preocupas demasiado. ¿No estarás celoso Jin? - Namjoon lo tomó por la barbilla.
Seokjin lo observó por unos segundos antes de librarse de su toque con incomodidad. Estaba necesitado de la atención de Namjoon, desde aquella maldita noche no habían vuelto a mantener relaciones y aquello había ocurrí hace al menos dos semanas. Aún así, su objetivo era advertirlo. Lo había hecho incluso si el pintor no quería aceptar el peligro y abrir los ojos, el doctor Kim, su padre, era una persona impredecible que ahora veía a Kim Namjoon como un bonito juguete.
—Namjoon, escúchame. Mi padre está tratando de comprarte, no se está preocupando por ti - el pintor ignoró sus palabras y siguió mirando el temario - Escúchame, maldita sea. Te pedirá sexo a cambio de casa cosa que aceptes, lo hacia con sus amantes.
—¿Tanto te molesta mi felicidad Jin? No puedes ser feliz así que no quieres que los demás lo sean. Realmente estás podrido por dentro, retiro lo dicho, no te preocupas por nadie. Eres mierda y jamás volveré a tocarte sin asco.
Seokjin tragó duro sin apartar sus ojos de los del pintor, ¿por qué le quemaba la garganta por esas palabras? Nunca antes le había afectado lo que los demás pensaban pero la opinión de Namjoon era diferente, él sabía que le daba miedo no poder amar. Lo estaba usando en su contra sin tan si quiera parpadear.
Dolía, lo estaba destrozando. Y había algo que sorpresivamente lo estaba derrumbando, Namjoon sentía ascoo por él. El mismo chico que durante días lo abrazo, arropó y calmo en las noches, el mismo por el cuál se estaba volviendo loco, no volvería a tocarlo.
—Namjoon... - trató de hablar aguantando las lágrimas.
—No vas a estropearme esto Jin. No me quieres ni un poco, lo sé pero hay límites que no deberías cruzar. Tu padre es la única persona que se ha preocupado por mi en mucho tiempo...
—¡No está preocupado, es todo falso! - gritó explotando en lágrimas.
—Que buen actor eres, mirate, incluso sueltas lágrimas. Eres patético tratando de quitarme algo tan importante, sabes que el arte lo es todo para mí - la rabia en las palabras del pintor era totalmente notable.
Seokjin tragó saliva y salió rápidamente del salón respirando agitado. Le dolía, le quemaba.
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Namjoon miró al muchacho ante sus ojos, era realmente guapo y eso lo estaba poniendo nervioso. No se podía comparar con Jin pero al menos este era más similar a lo que siempre había deseado. Alto, estilizado y artista. No podía apartar la mirada de él y su todavía no habían comenzado a trabajar.
—Siéntete cómodo conmigo, me tomó mi trabajo en serio pero la presión no es buena para los artistas.
Oh Sehun había atraído toda su atención desde el instante en el que el doctor entró con él por la puerta. Verlo tomar los pinceles con adoración y realizar mezclas para obtener sin dificultad alguna los más preciosos paisajes a través de simples pinceladas, eso estaba ayudándole a alejar su mente de Seokjin y todo lo que este implicaba con su indecisión, falsa preocupación o mal carácter.
—Creo que nos llevaremos bien. Desde hace mucho tiempo no puedo compartir el arte con alguien que de veras la aprecie - confesó mirando a su maestro.
El muchacho lo miró a los ojos y asintió sin dejar de atender momentáneamente a su pintura.
—Sé como te sientes, cada vez menos personas disfrutan de la paz que ofrece el dibujo. ¿Tienes algún pintor predilecto Namjoon?
El pintor se quedó quiero por unos segundos y negó sonriendo por la ironía.
—Sé que es inesperado, pero me gusta como Monet combina todos los colores creando una obra del hecho más simple.
Sehun sonrió, si bien la paleta de Namjoon tan sólo tenía marcas de colores oscuros, sus manos estaban repletas de amarillos, naranjas y rojos. Se preguntó por un segundo si tal vez su razón de escoger a Monet era también la misma por la que mantenía esa gama cromática cálida en secreto, algo más íntimo que las pinturas que le había enseñado debía esconderse tras la prueba.
—Todos los pintores tienen cuadros para ellos mismos y cuadros para el público. Supongo que esos que disfrutas sólo son coloridos mientras que los que muestras son oscuros.
—Algo así - dijo Namjoon pensando en el erotismo que su última pintora escondía. Seguía pintando a Jin y él jamás volvería a ser negro o gris. No.
Seokjin estaba repleto de color, incluso con sus defectos latentes o el enfado que ahora se situaba entre ambos.
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Hiiii!!!!!
Sé que es corto pero espero que os ha gustado. No pude subirlo la semana pasada debido a que me enferme.
Un beso, Mel 😘
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