𝙎𝙝𝙖𝙢𝙚𝙡𝙚𝙨𝙨: You can hit while they watch, girl.
StarBuzz Magazine.
12 de junio 2023.
San Francisco, California.
Escándalo en Puerto Rico: Jennie Kim insulta a jóvenes en hotel acompañada de Lisa Manoban.
En un inesperado giro de eventos, la reconocida actriz Jennie Kim se ha visto envuelta en un escándalo durante sus vacaciones en Puerto Rico. Un video captado en el lobby de un hotel muestra a la estrella de cine en un acalorado altercado, lanzando improperios a unos jóvenes que también se encontraban disfrutando de sus vacaciones en el mismo lugar. Lo sorprendente es que Jennie Kim estaba sola en este incidente, ya que la acompañaba Lisa Manoban, la CEO de Harmony Entertainment, una figura con un pasado oscuro que ha añadido aún más controversia a la situación.
El video, que se volvió viral en cuestión de horas, muestra estrella visiblemente molesta, gritando y lanzando insultos a un grupo de jóvenes que intentan comprender la razón detrás de su agresividad. Entre el bullicio, Lisa Manoban, la misteriosa compañera de Kim, intenta calmar la situación sin mucho éxito. Este incidente ha generado una oleada de críticas hacia la actriz, conocida por su imagen tranquila y profesional en la pantalla.
Lo que ha llamado la atención de los medios y del público en general es la conexión de Jennie Kim con Lisa Manoban, quien se reveló como la CEO de Harmony Entertainment. Aunque la compañía ha sido exitosa en la industria del entretenimiento, la reputación de Manoban ha estado envuelta en un pasado oscuro, lleno de controversias y rumores.
La relación entre Kim y Manoban ya había sido objeto de críticas antes de este incidente. Muchos seguidores se mostraban escépticos sobre la autenticidad de su romance, cuestionando si se trataba de una estrategia publicitaria o simplemente un escándalo mediático. Ahora, con la conducta agresiva de la actriz en el hotel, las críticas han alcanzado un nuevo nivel.
La situación ha llevado a los seguidores de ambas figuras públicas a expresar su desaprobación en las redes sociales, exigiendo explicaciones y disculpas por parte de la actriz. Algunos fanáticos se preguntan si este incidente afectará negativamente la carrera de Jennie, quien ha estado teniendo algunas controversias últimamente.
El escándalo en Puerto Rico ha dejado a la actriz en una posición comprometida, afectando no solo su imagen pública sino también la percepción de su relación con Lisa Manoban. La CEO de Harmony Entertainment se encuentra ahora en el centro de la atención, enfrentando la repercusión de su pasado controversial. A medida que se desarrolla esta situación, la industria del entretenimiento y los seguidores de Kim esperan una respuesta pública nuevamente y acciones que reparen el daño causado por este inesperado incidente en el paraíso tropical de Puerto Rico.
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Jennie se encontraba recostada en una cómoda tumbona, con los ojos cerrados, sintiendo la cálida caricia del sol sobre su piel. El suave zumbido de las olas rompiendo contra la costa se mezclaba con el rugido del viento que parecía bailar entre las palmas cercanas. A medida que el sol avanzaba en el cielo, la intensidad de su calor aumentaba, convirtiendo cada rayo en un abrazo que acariciaba su cuerpo.
El sonido rítmico de las olas golpeando suavemente la orilla del mar se entrelazaba con la melodía relajante que emanaba del yate, donde una selección cuidadosa de música ambiental complementaba a la perfección el ambiente sereno y lujoso.
Después de disfrutar del sol y las olas, el momento tomó un giro más íntimo cuando la amada rubia se acercó con dos refrescantes Moscow Mule en las manos. "Aquí tienes, cariño", expresó con una sonrisa, pasándole el trago a la actriz antes de tomar asiento a su lado.
"Gracias, bebé", respondió Jennie con gratitud, aceptando el trago con una mano mientras la otra se entrelazaba sutilmente con la de Lisa. La frescura del cóctel complementaba perfectamente el cálido abrazo del sol, creando una sensación de placer en cada sorbo.
La atmósfera se volvió aún más relajada cuando Jennie se acomodó en la tumbona, pero la sorpresa llegó cuando Lisa, siguiendo el impulso del momento, decidió acostarse también. Jennie colocó su trago cuidadosamente en la mesita cercana, sus ojos apreciando la figura irresistiblemente atractiva de Lisa.
La rubia se recostó con elegancia, sus brazos bajo la cabeza, vistiendo un short de baño amarillo que resaltaba su tonificada figura y una musculosa negra que revelaba sus tatuajes. Sus lentes de sol, testigos de su indudable estilo, se mantenían en su lugar mientras el viento jugueteaba con su cabello.
Jennie, incapaz de resistirse a la tentación, decidió intensificar el momento. Sin previo aviso, se colocó sobre Lisa de manera sugerente, sus pelvis chocando en un encuentro cargado de deseo. Un suave "Oh" escapó de los labios de Lisa, revelando su sorpresa y excitación ante la audaz iniciativa de Jennie.
"Qué calor hace, ¿verdad, Jen?", dijo Lisa con una sonrisa pícara jugando en sus labios. Jennie, respondiendo con un gesto cariñoso, se inclinó hacia adelante para regalarle un dulce beso, sus dedos acariciando suavemente los mechones dorados de Lisa.
"Sí, Lisa, estamos bajo el sol", comentó Jennie con complicidad, disfrutando del juego de palabras de su amada rubia. Lisa, con una mirada traviesa, tomó su trago de la mesita, le dio un sorbo y lo volvió a colocar.
"No me refería a eso, pero bueno", agregó con una risita juguetona. Jennie, con una ceja alzada y una sonrisa burlona, respondió: "¿Tú solamente piensas en sexo, ¿eh?"
Lisa, sin perder la oportunidad de intensificar la tensión sexual, soltó una respuesta cargada de deseo: "Solo cuando estás moliendo mi polla".
"Eres una pervertida", bromeó Jennie, mientras se recostaba por completo encima de Lisa, apoyando su cabeza en el cálido pecho de la rubia. La fogosidad entre ellas se intensificaba, y no solo por el hecho de que sus cuerpos se rozaban a través de la fina tela de sus trajes de baño, sino también por un reciente encuentro que había dejado a Lisa ansiosa de más.
No había pasado desapercibido el momento en que Lisa había tenido una visión fugaz e íntima del cuerpo de Jennie mientras se cambiaba. La imagen de su coño rosado y cuidadosamente depilado había quedado grabada en la mente de Lisa, quien no podía dejar de pensar en ello. La tentación era palpable, y a Lisa le habían invadido las ganas de probarla en ese mismo instante.
Sin embargo, la realidad fue otra. Jennie, consciente de los pensamientos traviesos de Lisa, la había echado del baño con la excusa de preparar unos tragos, cuando lo que realmente anhelaba la rubia era un tipo diferente de deleite.
Las manos de la rubia no tardaron en explorar el tentador territorio del trasero de la actriz, deslizándose con destreza y firmeza. Lisa apretó ese codiciado trasero a su antojo, amasándolo y disfrutando de la sensación bajo sus dedos expertos.
"Hmm, no puedes apartar tu mente de ahí", comentó Jennie con una sonrisa juguetona, descansando con los ojos cerrados y entregándose a las caricias de Lisa.
"Jennie Kim es literalmente mi novia, ¿cómo puedo apartar mi mente de este culo?", respondió riendo. Jennie presionó su pelvis contra la de Lisa con más intensidad. "Y tú no estás ayudando".
"Admite que eres algo adicta al sexo", sugirió Jennie con picardía. Lisa, en respuesta, le dio una juguetona nalgada, provocando un suspiro de placer por parte de la actriz.
"Lisa, te quedaste dentro de mí por nueve horas una vez", recordó Jennie. "Demonios, no me lo acuerdes. Se me puso sensible la polla aquella vez, pero fue increíble", gruñó Lisa, apretando con más fuerza las irresistibles nalgas de Jennie.
"¿Te olvidas de mi coño?", le reprochó Jennie con un zape en el pecho. "No supe lo que era orinar bien en una semana".
"Pero fue increíble", gimió Lisa con un tono de nostalgia y deseo palpable en su voz. "Y no, no puedo olvidarme de ese coño, pero tú no me dejas probarlo".
Jennie, entre risas, le lanzó una mirada juguetona. "Definitivamente, eres una gran pervertida", carraspeó, disfrutando de la complicidad entre ellas.
Sin embargo, el ambiente de diversión y coqueteo se vio interrumpido cuando Lisa notó algo inusual: desde otro yate cercano, un grupo de personas alborotadas estaba tomando fotos. Jennie también captó los ruidos y alzó la mirada, sus ojos se encontraron con el revuelo.
Lisa sabía que debía mantener la calma, especialmente después de la noche anterior, cuando Jennie no la pasó muy bien debido a los encontronazos con aquellos idiotas. La actriz suspiró pesadamente al percatarse de los celulares grabando, consciente de que esto podía causar más problemas con Alison y las notas de prensa relacionadas con los eventos de la noche anterior en el hotel.
Intentando disimular la incomodidad, Lisa acarició suavemente el brazo de Jennie y le susurró al oído con preocupación: "¿Quieres que mueva el yate a otro lado?"
Jennie, tomando unos segundos para reflexionar con calma, ponderó la situación. Recordó el escándalo de la noche anterior y la desaprobación de Alison. Sin embargo, también recordó su derecho a disfrutar de sus vacaciones y pasear libremente, incluso si eso implicaba ser capturada por las cámaras, como ya había ocurrido en ocasiones anteriores.
Se sumergió en una breve introspección y consideró la opción de alejar el yate del bullicio. Sin embargo, una chispa de determinación brilló en sus ojos. ¿Por qué esconderse? ¿Por qué evitar lo inevitable? Jennie sopesó la idea de darle a la gente lo que deseaban, aunque eso implicara alimentar la curiosidad morbosa que rodeaba su vida.
"Puede que sea mejor quedarnos aquí", respondió Jennie finalmente, con una mirada decidida. "Al fin y al cabo, ¿qué tiene de malo disfrutar de unas vacaciones? Si quieren fotos, que las tomen. No estamos haciendo nada malo".
Lisa asintió, comprendiendo la perspectiva de Jennie. Aunque la prensa y los rumores eran una realidad que estaba golpeando sus vidas, ambas mujeres estaban decididas a no permitir que eso arruinara su tiempo juntas. Se abrazaron con determinación, dispuestas a enfrentar las miradas curiosas y a disfrutar del sol, el mar y, sobre todo, de su intimidad, lejos de las críticas y juicios ajenos.
"Nini, estás moliendo mi polla muy fuerte", expresó Lisa con un susurro cargado de deseo. Jennie le respondió con una sonrisa traviesa y apretó su pelvis aún más hacia abajo, sintiendo la firmeza de la erección bajo ella.
"Oh, Jesús", gimió la rubia, mientras Jennie se aferraba más al pecho de la tailandesa. "Siguen tomando fotos de nosotras", añadió, notando la persistencia de las cámaras a su alrededor.
"¿Te incomoda?", preguntó Jennie, sus ojos brillando con complicidad.
"Mmm, no realmente, pero no puedo tocarte el culo", confesó Lisa entre gemidos.
"Claro que puedes", respondió Jennie, levantando la mirada hacia la de Lisa. "Que se mueran esos envidiosos porque no pueden tener mi trasero. Tú sí puedes tocarlo, mi amor".
¿Y quién demonios era Lisa para negarse a eso? Sus manos, guiadas por la lujuria, volvieron a posarse en el tentador trasero de Jennie, apretando con deseo. "Mhmm", murmuró Lisa, disfrutando del contacto íntimo.
"¿Realmente lo disfrutas, ¿eh?", Jennie rio levemente.
"Joder, sí", confirmó Lisa complacida, dejándose llevar por la sensación.
Mientras tanto, en el yate de en frente, la algarabía de las personas continuaba. La cámara de sus teléfonos móviles parpadeaba con insistencia, capturando cada gesto, cada risa, cada contacto entre las dos mujeres. Parecía que el grupo de amigos que compartía el espacio también se encontraba de vacaciones, y la escena que se desarrollaba entre Jennie y Lisa había capturado su atención de manera inesperada.
Lisa, de vez en cuando, echaba un vistazo al grupo, observando las risas, las fotos y el revuelo que generaban. Mientras tanto, Jennie estaba inmersa en la comodidad del cuerpo de Lisa, disfrutando del abrazo cálido y de la complicidad que compartían, casi ajena al espectáculo que se desenvolvía a su alrededor.
En un momento se escucharon algunos gritos, pero uno se destacó entre todos. Un chico gritó: "¡Bésense, muñecas!".
Lisa soltó una risa, mientras que en el rostro de Jennie se dibujó una traviesa sonrisa.
Tomó a Lisa por el cuello en un movimiento rápido y decidido, la acercó a su boca y le pintó un beso mojado. Lisa se sorprendió un poco por unos segundos, pero le siguió el juego. Ante la mirada de esos, las dos fundían sus labios de una manera sensual, sus lenguas bailaban de manera ávida, sus ojos cerrados. Las manos de Lisa en la cintura de Jennie y los de Jennie en el cuello de la rubia. De fondo se escuchaban los gritos y ovaciones.
Se separaron del beso con una mordida de labio por parte de Lisa, una señal juguetona que transmitía y deseo. Ambas mujeres se volvieron para mirar al grupo que aplaudía y reía, disfrutando del espectáculo improvisado que habían protagonizado. Cuando volvieron a encontrarse con la mirada, Lisa percibió la expresión traviesa en los ojos de Jennie.
"Escúpelo", instó Lisa con un brillo juguetón en su mirada.
"¿Qué?" La sonrisa gozosa de la actriz destacaba, desprovista de cualquier ápice de inocencia.
"¿Qué tienes en la mente, pequeña?", preguntó con una sugerente curiosidad.
"¿Qué te parece si les damos un verdadero espectáculo a esos?", propuso Jennie, sus ojos brillando con una chispa traviesa.
"¿Qué quieres hacer?", indagó, intrigada por la propuesta de su pareja.
Jennie empujó a Lisa por los hombros, haciéndola acostarse de nuevo sobre la tumbona. "¿Qué era lo que querías comerte hace un rato?", ronroneó con un atisbo de picardía.
"Tu coño", respondió Lisa sin titubear, sus palabras resonando con una determinación audaz. Jennie, en respuesta, le plantó un beso más corto pero cargado de deseo y promesas.
"Vamos adentro para que puedas comer a gusto", sugirió Jennie con una voz ronca y sexy, emanando una sensualidad jodidamente irresistible.
Ambas mujeres se levantaron de la tumbona, abandonando el escenario del sol y el mar, y se dirigieron a la parte recreativa del yate. Entraron en una especie de sala de estar con ventanales que, a pesar de tener cortinas, dejaban entrever las siluetas de quienes se encontraban en su interior. Desde afuera, los curiosos podrían imaginar el juego sensual que se estaba desarrollando entre Jennie y Lisa.
El interior del yate estaba lujosamente decorado, cada detalle reflejaba un estilo sofisticado y elegante. Sofás cómodos invitaban a la intimidad, suaves almohadas estaban dispuestas estratégicamente para mayor comodidad, y una sutil iluminación ambiental creaba un ambiente cálido y acogedor. El sonido suave de las olas golpeando el yate proporcionaba un acompañamiento armonioso, añadiendo una capa extra de sensualidad al momento.
Ambas se miraron de pie, con una intensidad que denotaba un deseo palpable. Se acercaron lentamente, permitiendo que sus cuerpos se rozaran, mientras sus manos exploraban cada rincón con avidez y sus labios se encontraban en un baile apasionado. La tensión sexual entre ellas era evidente, acentuada por la excitación que persistía desde los roces anteriores.
Jennie se encontraba más que mojada, y Lisa, empalmada por las caricias previas, no podía contener su ansia de explorar cada centímetro del cuerpo de su amante. Las manos de Lisa recorrían el cuerpo de Jennie con una voracidad que dejaba claro que estaba hambrienta de ella.
La tailandesa deslizó sus manos desde la espalda de Jennie hasta su firme trasero, apretándolo con deseo y pegando su pelvis a la de ella. Comenzó a rozarle la erección por todo el coño, creando una fricción deliciosa que hacía que ambas mujeres gimieran de placer.
La realidad de los gritos y las algarabías provenientes del otro yate no disuadía a Lisa, sino que la excitaba aún más. En lugar de hacerla sentir mal o avergonzada, la situación la sumergía en un estado de excitación adicional. Jennie, por su parte, se dejaba llevar por las sensaciones, encontrando satisfacción en la idea de ser observada y asechada por aquellos en el exterior.
Con determinación, Lisa guio a Jennie hacia la pequeña barra que se encontraba en la sala. La posicionó de espaldas, apoyada con los codos sobre la barra. Sin titubear, Lisa bajó la parte inferior del bikini de Jennie, revelando su delicioso culo ante la mirada expectante y lujuriosa.
De pie frente a su obra maestra, Lisa no pudo evitar admirar la visión que se le presentaba. Los ojos famélicos de Jennie la miraban con una sonrisa lasciva, pero esa expresión pronto fue reemplazada por un gemido audible cuando Lisa estrelló la palma de su mano sobre el culo de la actriz en forma de una dura nalgada.
El sonido de la nalgada resonó en la sala, acompañado por el gemido de Jennie. Lisa, disfrutando del poder y control que ejercía sobre su pareja, observó con deleite las reacciones de Jennie, cuyo cuerpo respondía con una mezcla de dolor y excitación.
La rubia se arrodilló de frente al hermoso culo de su mujer, sus ojos centelleando con deseo mientras tomaba con ambas manos las redondeces tentadoras frente a ella. Con decisión, Lisa agitó y azotó el trasero de Jennie a su antojo, sacándole gemidos de placer a su chica.
Jennie, plenamente consciente de las miradas indiscretas y las críticas que probablemente estaban generando afuera, se entregaba a la excitación del momento. Para ella, la idea de que su novia le proporcionara placer oral frente a extraños sonaba como una fantasía deliciosa, algo excitante y prohibido, que la hacía gemir con anticipación.
La temperatura en la sala subió aún más cuando Lisa, con habilidad y deseo evidentes, bajó la parte inferior del bikini de Jennie, revelando su sexo depilado, mojado y colorado. El gemido ansioso de Jennie se mezcló con la voz de Lisa, quien, con un tono sugerente, comentó: "Mira cómo se te pone esto, zorrita". Dicho esto, separó las nalgas de Jennie y abofeteó su coño con dureza.
"Mierda", gimió Jennie, su voz cargada de placer y sorpresa. Ahí de rodillas, en ese momento, era justo lo que ella quería.
Lisa besaba, apretaba ese culo con avidez, entregándose a cada detalle de su anatomía. Hundió su boca entre las nalgas para besarle el coño con una intensidad irresistible, mojándose con los fluidos de su mujer. Luego, se separó un poco y escupió justo en el centro, extendiendo con sus dedos la saliva por todo el centro de su chica, provocándole un temblor placentero.
"Quieta", dijo Lisa con voz ronca y le dio otra nalgada, intensificando la sensación y marcando la cadencia de su dominio.
Lisa dio un último recorrido con sus labios en el trasero de Jennie. Trazó un camino de besos desde las nalgas, subiendo con delicadeza por la espalda baja hasta que se puso de pie por completo. Cada beso era una caricia íntima, una muestra de devoción hacia el cuerpo de su amante.
Cuando Lisa alcanzó la posición vertical, besó el hombro de Jennie con cariño, dejando un rastro suave de caricias en su piel. Sus labios luego se deslizaron por el cuello de la actriz, explorándolo con ternura y pasión. En esa posición, con Jennie aún apoyada en la barra y Lisa de pie detrás de ella, la rubia aprovechó la proximidad para pegar toda su erección al culo de su mujer, como tanto sabía que le encantaba.
El roce firme, pero cuidadoso de la erección de Lisa contra el trasero de Jennie envió ondas de placer a través de ambas mujeres, sumergiéndolas más profundamente en la vorágine del fuego que las quemaba.
Jennie, ansiosa por prolongar el éxtasis, se volteó para que ambas pudieran seguir besándose, entregándose a la voracidad de sus labios para el deleite del público que observaba desde fuera.
Los besos eran apasionados, devoradores, como si estuvieran tratando de absorber el alma de la otra a través de esa conexión carnal. Las manos de Lisa recorrían el cuerpo de Jennie con esmero, explorando cada centímetro de piel que se le presentaba. Ella respondía con una desesperación igual, sus manos se aferraban a la cintura de Lisa mientras la devoraba con su boca.
La rubia, aprovechando cada momento, se movía con destreza entre los labios de Jennie y su cuello, besándola y chupándole la piel con intensidad. Cada succión, cada mordida, enviaba corrientes de placer en el cuerpo de la actriz.
La castaña, sintiendo la intensidad del momento, envolvió sus brazos alrededor del cuello de Lisa, buscando anclarse en ella mientras la rubia la agarraba con firmeza por las nalgas. Sin perder tiempo, Lisa levantó a Jennie, sentándola con gracia sobre la barra. La actriz, con las piernas enrolladas en la cintura de la rubia, se entregaba a la vorágine de besos mojados y apasionados que la tailandesa le brindaba.
Los labios de Lisa continuaron explorando el cuello de Jennie, devorándolo con ansias. Parecían hambrientas y desesperadas la una por la otra, como si cada beso fuera una necesidad vital. Lisa, con determinación, fue directo a la parte superior del bikini de Jennie y lo bajó, dejando sus tetas al aire. Las amasó con rudeza, disfrutando de la textura y la sensación de su piel bajo sus manos.
Como si su mano tuviese un imán, la rubia la llevó con determinación hacia el coño de la castaña y comenzó a frotar con esmero. Mientras su boca aún recorría el cuello de la chica, Jennie se limitó a gemir ante el delicioso.
Los dedos de Lisa se deslizaban en una danza provocativa por los labios menores de Jennie. "¿Amas eso?", ronroneó la rubia con una sonrisa juguetona.
"Sí, sí. Joder... Más", Jennie echó su cabeza hacia atrás.
"¿A quién pertenece esto?", preguntó Lisa con una mezcla de posesión y deseo.
"Solo a ti", respondió Jennie con sinceridad, y se besaron nuevamente, compartiendo un momento de entrega total.
Aunque los gritos desde fuera habían disminuido, ambas mujeres eran conscientes de que seguían siendo observadas, las siluetas apenas visibles a través de la delgada cortina que separaba su intimidad del mundo exterior.
Lisa, deseosa y provocativa, besó a Jennie con pasión, introduciendo su lengua y explorando su boca de una forma deliciosa. Al separarse, se miraron directamente a los ojos, una conexión intensa que hablaba de la complicidad compartida.
"¿Qué tienes en mente, preciosa?", preguntó Jennie, sus manos se dirigieron a la musculosa de la rubia y se la quitó, dejando su pecho al descubierto. Mientras hablaba, llevó su mano al bulto en los pantalones de baño de Lisa, agarrándole el paquete con atrevimiento.
"¿Qué tal si mejor me la metes mientras miran?", trazó con sus dedos por la punta y apretó, sacándole un jadeo a Lisa, cuyos ojos brillaban de deseo.
Si de por sí, ya eran dos pervertidas, para Lisa saber que va a enterrar su polla hasta la empuñadura dentro de Jennie la volvía completamente loca. La anticipación y el deseo se mezclaban en el aire, creando una atmósfera cargada de tensión erótica.
"Ponte en cuatro en el sillón", soltó Lisa con un gruñido, su voz cargada de deseo y anticipación. El juego erótico que habían estado tejiendo se intensificaba, y ambas mujeres estaban listas para llevarlo al siguiente nivel, explorando límites y rompiendo barreras en la privacidad de su yate lujoso, donde el placer se convertía en su propio espectáculo sensual.
Jennie, con una sonrisa juguetona, se colocó en posición en el sillón, arqueando su espalda y elevando su trasero en una invitación provocativa. Lisa, siguiendo el juego, se acercó con determinación, sus ojos centelleando con un deseo feroz que reflejaba la anticipación del placer que se avecinaba.
La tailandesa acarició el culo de Jennie con suavidad, permitiendo que sus manos exploraran la suavidad de la piel que se extendía ante ella. Jennie volteó la cabeza, sus ojos encontrándose con los de Lisa, una chispa de deseo pasando entre ellas. En un movimiento rápido y decidido, Lisa le propinó una nalgada, marcando el inicio del juego sensual que estaban a punto de desatar.
"Que comience el show", susurró Lisa con una sonrisa traviesa, un guiño complicado que prometía un espectáculo erótico. Con las miradas fijas en ellas desde fuera, las dos mujeres se sumergieron en la intensidad del momento, listas para explorar los límites de su deseo en un acto que estaba destinado a elevar la temperatura en el yate y dejar a todos los espectadores sin aliento.
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Ese mismo día, horas más tarde.
Hilo de Twitter.
Celeb Glimpse @CelebGlimpseBuzz
📰 ¡Última hora! Fotos exclusivas de la actriz Jennie Kim y su novia Lisa en un yate, compartiendo besos apasionados. 😲💋
Chris Kelher @catsplaces89
Que te bese como Jennie besa a Lisa😍
Dani🐍 @SotoDani223
Quién es esa?
Joe Hunter @ollsomhunterfam
Dejen de normalizar esas asquerosidades entre mujeres
Juju @jens_ruby
Mi corazón se rompe en mil pedazos, no puedo creer que Jennie esté con esa 💔
Hannah 🎈@jnctcjrl
Nunca confíes en las apariencias 🙄 Jennie parecía tan dulce, pero ahora esto...
alex @lexxxdontmiss
por qué la gente está tan obsesionada con lo que haga Jennie con su vida? Déjenla ser!!!!
Briana @silverrrgirlz
Hay que admitir que la novia de Jennie es muy sexy 😩😩😩
Rick Amaima @ricardoiamaima
Penoso. Eso es circo para entretener a la juventud. Si dedicaran un 10% del tiempo que dedican a esto en estudiar, estaríamos desarrollándonos.
Ellie Kim @kimjjeenierjn
TENEMOS QUE APOYAR A JENNIE
Rob Ashton @uthelord
Tiene que buscar de Dios y arrepentirse antes de que sea demasiado tarde
Justin @justin_vargas23
Quién tiene el video?
Paige @viralhubb
Dizque las grabaron teniendo sexo!! Yo quiero ver esos videosss
Monica @gggfsanrio03
Por favor!! Lo rico que besa Jennie a su novia 🥵🥵
Kenny @acbtdpdp678
Ahora son todas lesbianas. En lo que se ha convertido Hollywood 🥱🥱
Jassy 🥑🌸 @floptropken
QUE VIVAN LAS NOVIAS
Lois @feralmusicc
Dónde puedo ver el video?
Me gustan los gatos @sebasking29
Que asco de comentarios de algunas personas, realmente no entiendo como puede haber tantas personas con la mente tan putrefacta.
Lola @Chaz_27k
¿Hace falta divulgar lo que hacen en la intimidad? Vulgares.
Carlitos @carlos_hueel_16
Yo y quién?
Valeria @sooblicck
No dejó ni el yate 💋👄💋
Sab @Orajw3443
Gana $3000 dólares a la semana trabajando desde tu casa y sin inicial. Dm para más información.
✨Caro✨@sostunner
Quiero una así😻
Mile @mmillesgrace
POR QUE TOCAN A MI NOVIA
Eugenia Maldonado @Maldonado_gomez
Basura de contenido
Piter @pitercito999
🔥🔥🔥
Janell @jenellJ.Rodri
Después de esa no la contratan más 🤐🤐
Hola. No olviden unirse al canal de WhatsApp para obtener adelantos de los capítulos. El link está en mi perfil.
Gracias por comentar y votar. ♥
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