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𝙇𝙪𝙨𝙩𝙤𝙘𝙧𝙖𝙘𝙮: Me and you on my OnlyFans

LA Insider.

Los Ángeles, California.

Edición del 28 de junio del 2023.

Jennie Kim se enfrenta a la temida Victoria Black: Una vez más desafiando los estereotipos de la fama con elegancia.

En una entrevista que prometía ser explosiva, la actriz Jennie Kim se sentó frente a la afamada y temida entrevistadora Victoria Black para abordar todos los escándalos que han marcado su vida en los últimos meses, especialmente aquellos relacionados con su ex convicta y ahora empresaria, Lisa Manoban.

Sin rodeos, Victoria Black cuestionó a Kim sobre los videos sexuales que protagonizó con Manoban, así como el controvertido incidente en Puerto Rico donde Jennie defendió vehementemente a su compañera de los insultos de unos jóvenes. Sin embargo, lo que parecía ser un interrogatorio incisivo se convirtió en una muestra de poder y seguridad por parte de la actriz.

"No necesito moverme para llamar la atención, mi propia vida al natural llama la atención", afirmó Kim con determinación ante las cámaras. En un giro inesperado, la actriz se negó a caer en la trampa de la polémica mediática, destacando la ironía de que los medios se beneficien de escándalos como los suyos, mientras ella misma se convierte en su mayor fuente de promoción.

Al responder con sinceridad y propiedad en todo momento, Jennie Kim demostró por qué es considerada una de las figuras más destacadas en la industria del entretenimiento. Al salir de los estudios de grabación, fue abordada por los paparazzis, quienes intentaron sacar más titulares sensacionalistas. Sin embargo, Kim no se dejó intimidar y les recordó con firmeza: "No soy protagonista de ningún escándalo. Yo soy el escándalo".

Con su actitud desafiante y su capacidad para controlar la narrativa, Jennie Kim ha dejado claro que no está dispuesta a permitir que su vida personal eclipse su talento y carrera profesional. En un mundo obsesionado con el drama y la controversia, ella ha demostrado que su verdadero poder reside en su autenticidad y determinación.



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Hollywood Gossip Live.

Segmento: Se tenía que decir con Ava Starling.

"Saludos a ese público que nos ve, que nos sigue. Muchas gracias por estar ahí y compartir el contenido", la panelista del programa de farándula, Ava Starling, había comenzado con su comentario breve en su segmento "Se tenía que decir", el cual luego sería discutido con los demás panelistas.

"El día de hoy voy a referirme a la actriz y modelo Jennie Kim. Me parece que esta figura, esta persona que se ha visto envuelta en todo tipo de escándalos, no es más que un ejemplo del mal uso que le da la fanaticada a su influencia en la carrera de alguien. Vemos cómo esta mujer empezó por besuquearse en público con la infame Lisa Manoban. Una mujer que fue a prisión, una total delincuente", decía con desdén mientras los demás escuchaban.

"Esta mujer se ha hecho varios shows como si de una comedia se tratara. Fue protagonista de una serie de insultos y gritos a unos muchachos que solamente estaban esperando para tomarse fotos con ella, según mis fuentes. Luego protagonizó una exhibición burda y rastrera junto a aquella mujer. Ya ustedes pueden ver la desfachatez que tiene esa señorita y el comportamiento que está dando como ejemplo. Deberían designar una comisión desde el Fondo Nacional para las Artes para regular y sancionar a este tipo de celebridades, señores. Tengan mucho cuidado con a quien hacen famoso, miren como se pasea ese mal ejemplo por las calles de Los Ángeles proclamando ser más y solo se habla de ella por los asquerosos escándalos. Me gustaría que discutamos más el tema, señores...".

Y así se desenvolvió la plática con cada uno de los miembros del panel. Discutiendo qué debería hacer Jennie y todos los escándalos según ellos "vergonzosos" para una celebridad de su talla.


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"Posa para mí, bebé", murmuraba Lisa con una voz ronca y demandante. Su mirada ardiente se clavaba en Jennie, quien yacía delicadamente sobre la cama, envuelta en una provocativa pieza de lencería roja que realzaba cada curva de su cuerpo. Jennie se sentía como en un escenario, su piel vibraba con la intensidad de la mirada que le daba su novia.

Lisa, desnuda y exudando una sensualidad innegable, se acercó lentamente a Jennie. Su erección, imponente y ansiosa, se alzaba orgullosa, un espectáculo de deseo palpable. La punta roja y húmeda de su miembro contrastaba con la piel tersa y pálida de Jennie, creando un juego de colores y texturas que aumentaba la tensión en la habitación.

La realidad era que la llamada que Jennie había contestado provenía de nada menos que de Garrett, quien había considerado la propuesta de Jennie con el respaldo entusiasta de Alison.

El plan, meticulosamente elaborado, consistía en crear un OnlyFans para Jennie, donde su nombre sería el tema principal durante varias semanas. Estas semanas coincidirían con el lanzamiento oficial de la campaña promocional para el estreno de la película. El video que se subiría sería de ella y Lisa en una sesión íntima, durando apenas un minuto. Sería exclusivo para la plataforma y no habría marcha atrás. Este vídeo sería el primero y único de su cuenta, no se volvería a repetir.

El anuncio del OnlyFans se realizaría un día antes de la publicación del video, con fotos provocativas de Jennie en lencería para aumentar la anticipación entre sus seguidores.

Cuando Jennie compartió la idea con Lisa y explicó su rol en el plan, Lisa no pudo contener su emoción. La propuesta la emocionaba, incluso la calentaba solo de pensar en ello. No había ni un atisbo de celos en su mente, solo un sentimiento de orgullo al saber que solo ella tendría acceso exclusivo a Jennie de esa manera.

Sin embargo, ambas estaban claras en que no estaban dispuestas a limitar su intimidad a tan solo un minuto. Estaban comprometidas con hacer una película completa, aunque al final solo se publicara un minuto de la misma. Esa era su convicción, su determinación de ofrecer lo mejor de sí mismas en cada aspecto de su trabajo, incluso en su contenido más íntimo.

Lisa tomó la cámara del trípode con manos expertas, su mirada cargada de anticipación mientras ajustaba algunas cosas para capturar el momento perfecto. Con cada movimiento, el ambiente se cargaba de excitación palpable.

Con la cámara lista, se acercó con determinación a Jennie, cuyo cuerpo yacía delicadamente sobre la cama, listo para ser inmortalizado en el lente. La orden de Lisa resonó en la habitación, cargada de autoridad y deseo: "Ponte boca abajo y muestra ese culo".

Sin titubear, Jennie obedeció, su corazón latiendo con fuerza en su pecho mientras adoptaba la posición indicada. El rojo intenso de la lencería resaltaba contra la suavidad de su piel, creando una imagen cautivadora que Lisa estaba ansiosa por capturar.

Lisa se concentraba en cada disparo, capturando cada movimiento sensual de Jennie con la cámara en mano. El clic del obturador acompañaba los movimientos gráciles de la modelo.

Una vez que Lisa se sintió satisfecha con las fotos tomadas, devolvió la cámara al trípode y la ajustó meticulosamente para comenzar a grabar. La luz parpadeante indicaba que estaba lista para inmortalizar el siguiente capítulo de su encuentro íntimo.

Con la cámara en posición, Lisa se movió con gracia hacia Jennie, posicionándose en silencio frente a la cama. Su presencia dominante llenaba la habitación, su excitación palpable mientras su erección se alzaba ante los ojos ansiosos de Jennie.

Sin una palabra, Lisa esperaba con expectación mientras Jennie, atraída irresistiblemente por la tentación frente a ella, se acercaba lentamente. Sin vacilar, Jennie tomó la iniciativa y envolvió la punta de la polla de Lisa con sus labios.

"Siempre sabes muy bien, creo que soy adicta", comentó la actriz con un atisbo de jocosidad en su voz, mientras una sonrisa traviesa jugaba en sus labios.

"Como yo soy adicta a tu coño, cariño", respondió Lisa, sus ojos centelleando con deseo mientras se acercaba a Jennie en la cama.

Sin perder un momento, Lisa se elevó sobre la cama y se posicionó entre las nalgas de Jennie, su mirada ardiente fija en los dos globos de su apetitoso culo. Con ambas manos, tomó las redondeadas curvas de las nalgas de Jennie, sintiendo el suave roce de la tela de la lencería bajo sus dedos mientras comenzaba a deslizar su polla erecta entre el espacio de la raya de su culo.

"Qué dura estás, bebé", murmuró Jennie, sus caderas moviéndose en un ritmo exquisito mientras disfrutaba de la fricción entre ellas. Cada movimiento era una deliciosa tortura.

"Solo tú me pones así, Nini", gimió Lisa mientras disfrutaba del roce tentador de la tela de la lencería contra su virilidad, sus manos aferrándose con firmeza a las curvas del trasero de Jennie. Con cada movimiento, simulaba la penetración, sintiendo el calor del deseo aumentando con cada suspiro que escapaba de los labios de su amante.

"Deja de jugar y métela de verdad", ordenó Jennie con una urgencia palpable en su voz.

Al escucharla, Lisa no vaciló y le dio una nalgada que hizo que soltara un gemido entre dolor y placer. "Haz silencio o te tendré rogando por horas", amenazó con voz dominante, su mirada llena de determinación mientras acariciaba el suave trasero de su novia con posesión.

Con gestos decididos, Lisa descendió de la cama, atrayendo la atención de Jennie con su mirada intensa. Se dirigió directamente al trípode, ajustándolo hábilmente para que capturara la escena que se desarrollaba en la habitación. Una vez que estuvo satisfecha con la posición de la cámara, se tendió sobre el hermoso y limpio piso al lado de la cama, su verga en mano mientras la masturbaba con ritmo firme.

"Ven a cabalgar, pequeña vaquera", provocó Lisa con una sonrisa juguetona, su mirada ardiente fija en Jennie, quien no tardó en responder al llamado. Con un brillo delirante en los ojos, Jennie se levantó de la cama con rapidez.

Con un movimiento seductor, Jennie se deshizo de la parte de abajo de la pieza de lencería, liberando su entrepierna y dejando al descubierto las uniones que permanecían atadas a los lados de sus muslos. Cada gesto era un acto de provocación deliberada, una invitación tentadora al desenfreno compartido que estaba por venir.

Con delicadeza, Jennie se sentó con cuidado sobre Lisa, sintiendo el pulso acelerado de la excitación que los envolvía a ambas. Aún no se la metía, pero la anticipación electrificaba el aire a su alrededor. Sus manos treparon por el cuello de Lisa, explorando cada centímetro con devoción mientras comenzaba a lamer y chupar con fervor.

En un momento, Lisa se quejó ligeramente, intuyendo las marcas que los ardientes besos de Jennie podrían dejar. Pero la pasión de Jennie no conocía límites, y continuó con su exploración, bajando aún más para capturar uno de los pezones de Lisa entre sus labios con ansias voraces. Chupaba con deleite, como si buscara extraer la esencia misma de su amante.

Después de divertirse jugando con los senos de Lisa, Jennie subió hacia su boca, y se besaron desordenadamente, con la intensidad que las caracterizaba. Dos lenguas expertas que jugaban para ganar mando, mientras sus labios disfrutaban del delicioso roce.

Bajo Jennie, podía sentir la dura polla de Lisa, una tentación irresistible que aumentaba el deseo y la urgencia de su unión carnal.

Se separaron del beso y Jennie alineó su pelvis con la de Lisa, buscando el contacto íntimo que las conectaba en un nivel más profundo. "Tengo una idea", dijo la rubia con un destello travieso en sus ojos. "Móntame de espaldas, cariño".

"Siempre supe que tenías una obsesión mal sana con mi culo", bromeó, aunque su tono dejaba entrever que lo decía en serio.

"Más bien, tu culo tiene una obsesión mal sana con mi polla", respondió con picardía, dejando claro su deseo oculto de explorar nuevas formas de placer. Jennie captó el mensaje implícito de inmediato.

"No vas a follarme por el culo hoy", declaró Jennie con firmeza, estableciendo sus límites con claridad.

Lisa hizo un puchero. "Pero, ¿por qué?"

"No puedes cogerme el culo cada vez que tu polla se ponga dura", explicó Jennie con una risa suave.

"¿Al menos me dejas mamártelo?", preguntó con esperanza.

"En realidad, quiero mamártelo a ti", confesó Jennie con una mirada traviesa en sus ojos.

La cara de Lisa se iluminó con asombro ante la revelación. "Disfrutaste mucho de aquel momento en el baño", recordó.

"Básicamente, soltaste un chorro de semen en mi boca cuando te metí un dedo, te corriste mucho", agregó Jennie con una risa traviesa, recordando el encuentro en el baño de The Rabbit Hole.

"Jugaste sucio", bromeó Lisa, pero su agarre en la cintura de Jennie revelaba su deseo.

"Admite que te encanta por el culo", provocó, meneando sus caderas por encima del falo de su novia.

"No voy a negar nada, la verdad me encantó", confesó.

"Entonces voy a mamarte muy bien ese culo apretado", ronroneó Jennie, subiendo y bajando su culo por encima, creando un chapoteo que hizo que Lisa jadeara.

Jennie le dio un último beso cargado de deseo antes de comenzar. La anticipación electrificaba el aire mientras se preparaba para montar a Lisa.

Con determinación, la actriz se puso de espaldas a Lisa, asegurándose de que su espalda y su exuberante trasero quedaran completamente a la vista de la rubia. Con mano firme, tomó la polla de su amante y la posicionó en la entrada de su coño ansioso.

Con un gemido contenido, Jennie comenzó a bajar lentamente, sintiendo cómo cada pulgada de la deliciosa polla la llenaba por dentro. Cada vena, cada textura, cada centímetro, mientras se deleitaba con la sensación embriagadora de estar completamente tomada por su amante.

Sus ojos se cerraron instintivamente mientras se entregaba, sintiendo el choque de sus cuerpos. Anhelaba sentir las pesadas pelotas de Lisa golpeándola, acariciándola con cada embestida, llevándola al límite de la satisfacción absoluta.

Como estaba planeado, la cámara estaba perfectamente alineada para capturar cada momento de su encuentro íntimo. Mientras tanto, Jennie enderezaba su espalda, preparándose para comenzar el movimiento de subir y bajar sobre la polla de Lisa.

Disfrutaba cada centímetro de la gruesa y venosa verga de Lisa profundamente dentro de ella. Sentía cómo llenaba cada rincón de su coño, firme y poderosa, una sensación que la llevaba al borde del éxtasis con cada embestida.

Con un gemido, Jennie comenzó a moverse, subiendo y bajando lentamente sobre esa verga Cada movimiento era calculado y preciso, llevándola más por el camino del placer.

Lisa, sintiendo el ritmo de Jennie, la tomó de la cintura con firmeza, proporcionándole el impulso adicional que necesitaba para comenzar. El movimiento era fluido y sincronizado, una danza de pasión y deseo compartido que las llevaba al borde del éxtasis.

Para la rubia, el culo de su novia era una fantasía hecha realidad mientras subía y bajaba encima de su polla.

Jennie, por su parte, había desarrollado la habilidad de apretarse en torno a la circunferencia de la polla de Lisa cada vez que esta entraba completamente en ella, enviando oleadas de placer a través de ambos cuerpos. Lisa se quedaba quieta, permitiendo que Jennie se moviera a su propio ritmo.

Al principio de su relación, Jennie se preguntaba cómo cabrían nueve pulgadas dentro de ella. Pero, joder, lo intentó. Y esas nueve gruesas pulgadas maltratando su coño se volvieron adictivas, una fuente interminable de gusto y satisfacción.

Cuando su cuerpo alcanzó el ritmo adecuado, Jennie posicionó sus manos en los muslos de Lisa y miró a la cámara con la expresión más sexy de placer que pudiera hacer. Era una imagen que capturaba la esencia misma de su intimidad compartida, un testimonio visual del fuego ardiente que las consumía por completo.

"Joder, me montas tan bien, cariño", gemía la tailandesa, sus palabras cargadas de pura pasión y deseo.

El culo de Jennie ejercía una presión deliciosa sobre las bolas de Lisa cada vez que descendía, enviando oleadas de gusto a través de todo su cuerpo. Era como si estuvieran bailando al ritmo de su propio deseo.

Así continuaron, entregadas por completo. Jennie quería que el fragmento de toda la grabación que se hiciera público fuera el de ella cabalgando sobre Lisa, dominándola.

Miró nuevamente a la cámara, con una mirada llena de intensidad y deseo ardiente. Lisa, con los ojos cerrados, gemía y lloriqueaba bajo el dominio de Jennie.

La actriz comenzó a montar a Lisa con tal ímpetu, inigualable, dejando en claro su dominio absoluto sobre ella. "Esta polla es mía, joder, tú eres mía", murmuraba entre gemidos-.

Se veía como una jodida Diosa, radiante y poderosa, subiendo y bajando con gracia y determinación. Vestida de rojo, con las mejillas encendidas por el fuego que la consumía, el pelo suelto y desordenado, añadiendo un toque de salvaje sensualidad a la escena. Era una visión irresistible, una imagen de pura lujuria y desenfreno que dejaría a cualquiera sin aliento.

Lisa abrió los ojos, sumergiéndose en la deliciosa sensación, y llevó sus manos al firme y tentador trasero de la actriz, instigando y acentuando sus cabalgadas con cada movimiento.

De repente, Jennie apretó fuertemente alrededor de Lisa, provocando un jadeo pesado y profundo de su amante, quien respondió con una nalgada juguetona. "Vas a estrangularme, amor... Ohh", gimió, sintiendo la deliciosa opresión de Jennie envolviéndola por completo.

Buscando mayor comodidad, bajó su torso de golpe, descendiendo de una manera brusca que hizo a Lisa soltar un grito de sorpresa y excitación. "Cierra la boca y será mejor que no te contengas", reclamó Jennie con determinación, retomando su ritmo con un deseo ardiente que no conocía límites.

Lisa obedeció, entregándose por completo a la abrumadora satisfacción que inundaba cada fibra de su ser. Ahora, Jennie simplemente subía y bajaba su cadera, impulsándose con fuerza mientras se aferraba a los muslos de Lisa.

"Eso es, oh. Nini, eres tan buena", murmuró Lisa entre jadeos, sus palabras rebosantes de admiración y adoración por la habilidad de su amada mujer. Cada movimiento de Jennie era una obra maestra de pasión y deseo, y Lisa se dejaba llevar por la intensidad del momento.

"Así... ohh, tan grande", gimió Jennie, aunque para ella era una tortura. Sabía que se iba a correr pronto, y la anticipación solo aumentaba su ansiedad.

Jennie, sintiendo el desespero creciente de Lisa, se vio impulsada por un frenesí casi adictivo, una necesidad abrasadora de llevarlas a ambas al límite del placer. No se conformaba con tener la polla de Lisa profundamente dentro de ella; quería sentir su cálido semen llenándola por completo.

Montó a Lisa con toda la intensidad que pudo reunir, apretándose aún más alrededor de ella en un esfuerzo desesperado por alcanzar el clímax. Lisa era un torbellino de gemidos y suspiros.

Y finalmente, llegó el éxtasis. Lisa gemía y gruñía mientras se vaciaba en Jennie, liberando todo su calor y pasión en un torrente incontenible. La actriz, por su parte, dejó salir todo su placer, corriéndose encima de la verga de Lisa en un delicioso frenesí.

Seguía montando y gimiendo para el deleite de Lisa, quien miraba atónita mientras descargaba toda su leche dentro de Jennie, sintiendo el cálido flujo llenándola por completo. "Tan llena, Lili... Joder", murmuraba Lisa entre gemidos, sus palabras cargadas de una mezcla de asombro y satisfacción por la intensidad del momento.

Lisa gruñó de placer, tomó a Jennie por la cintura con fuerza, alzándola un poco antes de darle una última y dura embestida, marcándola como suya, como siempre lo habían sido, la una para la otra.

Con un gemido al unísono, ambas cayeron rendidas una encima de la otra, envueltas en sudor. Sus cuerpos se unieron en un abrazo íntimo y reconfortante, dejando que la calma y la satisfacción las envolvieran por completo.

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Lisa se encontraba en un estado de incredulidad y excitación mientras reflexionaba sobre la situación en la que se encontraba. ¿En qué se había metido realmente? Se preguntaba una y otra vez, mientras su mente revivía el intenso encuentro sexual que acababa de experimentar con Jennie.

La verdad era que ella era una mujer de palabra. Había prometido a Jennie que la dejaría comerle el culo, y ahora estaba a punto de cumplir esa promesa. Después de la increíble montada que Jennie le había dado, habían apagado la cámara y continuaron con su sesión de sexo. Jennie, de vez en cuando, la llamaba adicta al sexo, pervertida, depravada, pero Lisa sabía que, en el fondo, Jennie era aún más insaciable. Se volvía loca cuando Lisa la complacía, llenando su coño con su leche, dejándola siempre con ganas de más.

Pero esta vez era diferente. Después de recuperarse de otro orgasmo intenso, en el que había permitido que Lisa la penetrara mientras se apoyaba en la ventana de la habitación, Jennie le ordenó a Lisa que fuera al baño a asear su culo para ella. Era un gesto de sumisión que Lisa no esperaba, pero que la excitaba más de lo que podía admitir.

Aunque generalmente era Lisa quien mantenía el control en sus encuentros sexuales, cuando Jennie asumía el mando, Lisa se dejaba llevar completamente. Era como si satisfacer los deseos de Jennie fuera su única misión en la vida, y Lisa no podía negar que le encantaba cada segundo de ese juego de poder y sumisión.

Y ahora estaba así, totalmente entregada a la sorpresa. Con las piernas abiertas de par en par, su polla dura como roca y soltando semen por la punta rojiza, Lisa se encontraba en un estado de éxtasis absoluto. Nunca se había imaginado que se vería envuelta en una situación como esta, pero la delicia del momento era indescriptible.

Jennie había puesto su boca sobre su apretado hoyito, enviando ondas de placer a través de todo su cuerpo. Lisa se estremecía con cada movimiento de la lengua de Jennie, sintiendo cómo jugueteaba con ella con habilidad y destreza. Las manos de Jennie manoseaban sus pesadas bolas con una mezcla de suavidad y firmeza.

"Mi bebé, tan buena", murmuraba Jennie con admiración y deseo, sus palabras llenas de elogios y ternura mientras continuaba explorando cada rincón de su intimidad con devoción.

Jennie alejó su lengua de ese culo y la deslizó hacia su nie, provocando gemidos de pura satisfacción y excitación por parte de Lisa. Instintivamente, Lisa agarró su polla por puro impulso, sintiendo cómo la necesidad de satisfacción la consumía por completo.

Comenzó a masturbar erráticamente su verga mientras Jennie volvía a su culo. Chupaba, lamía y succionaba en el mojado canal de su rubia. Lisa no aguantaría mucho si iba así.

Era demasiado para Lisa, y se lo hacía saber con cada gemido y susurro que escapaba de sus labios entreabiertos. "Así, Nini, cómete ese culo... Aah", exclamó Lisa entre jadeos, sintiendo cómo un chorrito de semen escapaba de su raja, una muestra palpable de la intensidad del momento.

Jennie, sin perder un segundo, volvió a subir hacia Lisa, esta vez tomando una de las bolas en su boca y chupándola con avidez. Sus ojos se cerraron con fuerza mientras gemía, entregada por completo a las sensaciones abrumadoras que la invadían.

Entonces, Jennie sustituyó su lengua por uno de sus dedos, deslizándolo con habilidad hacia la entrada húmeda y ansiosa de Lisa. Con movimientos expertos, frotó su entrada, acentuando la presión antes de introducir su dedo por completo en el caliente y receptivo culo.

Sin abandonar las pelotas que chupaba con devoción, Jennie comenzó a mover su dedo dentro y fuera del húmedo interior, provocando gemidos y suspiros cada vez más intensos a medida que exploraba los límites de su apretado canal.

Lisa de nuevo, amaba demasiado que jugaran con su culo, aunque no estaba dispuesta a confesarlo en público. Su verga no aguantaría mucho más y por supuesto que quería que Jennie tuviera su esencia como siempre la exigía.

Apuntó la punta de su falo a la boca de Jennie, que estaba llena con sus bolas. "Chupa, cariño, estoy muy cerca", murmuró entre jadeos, sintiendo la tensión acumulada a punto de desbordarse.

Jennie rio con picardía mientras deslizaba el testículo izquierdo fuera de su boca, provocando una oleada de anticipación en Lisa. "Me encanta lo mucho que esto te calienta", añadió Jennie con una sonrisa traviesa antes de llevar a cabo dos acciones que hicieron que Lisa se retorciera.

Con maestría y habilidad, Jennie se metió la polla de Lisa a la boca, provocando gemidos y suspiros de pura satisfacción por parte de Lisa. Al mismo tiempo, introdujo un segundo dedo en el húmedo y receptivo culo de Lisa, llevándola al borde del éxtasis.

Lisa no pudo contenerse ante la combinación irresistible de sensaciones que la envolvían. Gemidos lastimeros, maldiciones entrecortadas y elogios salieron de su boca mientras se corría en la boca de Jennie, quien chupaba con fuerza, aferrada específicamente a la punta y tragaba el delicioso semen de Lisa con avidez.

Jennie amaba el control que tenía sobre Lisa en ese momento, disfrutando cada gemido y cada suspiro que arrancaba de los labios de su amante. Movía los dedos dentro de Lisa con habilidad y destreza, aprisionándolos mientras tragaba como una zorrita necesitada toda esa leche. Para Jennie, no había nada más excitante que ver a Lisa entregarse por completo a sus deseos y saborear cada gota de placer que le ofrecía.

La coreana podría pasar toda una semana drenando las bolas de su amada, amaba demasiado complacer a Lisa, sus gemidos y amaba cuidarla. Después del hermoso orgasmo que le regaló y de sacarle los dedos de allí, la invitó a meterse juntas en la bañera para relajarse y lavar sus cuerpos, preparándose para descansar.

"Te amo, princesa", murmuraba en el oído de Jennie, expresando su amor y gratitud por todo lo compartido. Jennie estaba encima de Lisa mientras estaban metidas en la bañera, disfrutando de la calidez del agua y la cercanía entre ellas. La combinación de los labios de Lisa en su cabeza, sus brazos alrededor de su cintura y el suave aroma a vainilla que llenaba el aire hacían de la experiencia una de sus favoritas.

Después del reconfortante baño, se pusieron el pijama y se prepararon para descansar. Lisa salió de la habitación, ciertamente obsesionada y enternecida por su nueva mascota que compartía con Jennie, quien ya estaba acostada cuando vio a Lisa entrar a la habitación con Jubilee en brazos.

"¿Por qué la traes?", preguntó risueña la actriz, sintiendo un cálido cosquilleo de ternura en su pecho al ver a Lisa con la pequeña gatita en brazos.

"Para que duerma con nosotras", respondió con una sonrisa, colocando a Jubilee entre ellas dos en la cama. Apagaron la luz y se acomodaron, sintiéndose completas y felices con la presencia de su nueva amiga peluda. Satisfechas y ansiosas por el resultado de su pequeño plan, se dejaron llevar por el sueño, envueltas en la calidez y la paz de su amor.



Holaa, tengo un canal de WhatsApp donde subo algunas cosas y pregunto otras, el link está en mi perfil. ♥

Lust: Lujuria. 

Ocracy: Proviene del griego "kratia", que significa "poder" o "gobierno".

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