XXVI
—Te ves un poco más feliz ¿Sucedió algo? —preguntó la señora Byun.
—¿Cómo se ve alguien feliz? —interrogó de vuelta con una sonrisa fresca.
—No lo sé —levantó sus manos en una muestra de exaltación—, te ves brillante, tus mejillas están jugosas y tu sonrisa deslumbra más que el sol —mostró sus dientes por la emoción con la que hablaba.
—Quizá, no lo sé —bebió un poco de su té de flores ocultando su sonrisa—. Chanyeol me ha ayudado a procesar un poco la muerte de nuestro pequeño —dejo la taza sobre la mesita de centro y suspiró recordando aquella noche.
—Oh mi pequeño, no te preocupes, —ella se levantó para sentarse junto a su hijo y empezó a acomodar su cabello dorado—. Tu padre hablo con el médico de otro pueblo y le contó que hay posibilidad de que tus órganos sanen con el tiempo —se acercó para presionar sus labios contra la mejilla del omega.
—No quiero pensar en eso ahora —apretó sus labios y luego levantó un poco las comisuras de sus labios—. Por cierto ¿Sabes algo sobre la familia principal? —decidió cambiar de tema para poder conocer si había algún cambio con el heredero.
La omega puso un dedo sobre su quijada mirando hacia arriba intentando recordar hasta que algo alumbró su mente así que chasqueó los dedos contenta.
—Según me dijo la señora de la tienda de frutas, Kris terminó con su prometida aunque aún no han dicho nada oficial —se encogió de hombros para luego comer un pedazo de su rebanada de pay.
—Vaya, tan juntitos que se veían —dijo en un tono de sarcasmo que su madre percibió.
—No me digas que aún andas detrás de él —ella cerró sus ojos y apretó el puente de su nariz con sus dedos.
—Ay mamá, yo quiero a Chanyeol —rodó sus ojos—. Es solo que siempre estaban juntos, es todo —se encogió de hombros.
—¿De verdad lo quieres? Nunca pensé escucharte decirlo —abrió sus ojos y levantó sus cejas.
—Han pasado muchas cosas y me he dado cuenta que es un buen alfa —tomó nuevamente su taza para enfocar su mirada en el líquido rojizo—, que me trata bien, me da estabilidad —lamió su labio inferior y luego llevó sus ojos a los de su madre—, es amable, cariñoso y me ha respetado siempre —bebió su té para luego dejar la taza vacía sobre la mesa y rasca su brazo mirando a otro lado—, todo lo contrario a lo que yo he sido con él desde que lo vi.
—En eso tienes mucha razón —ella asintió mientras se cruzaba de piernas acomodándose en su sillón—, si supieras las cosas que he escuchado sobre ti viéndole la cara de tonto a él.
—La gente es tan habladora —rodó los ojos y resopló exhalando el aire que llevaba reteniendo—, me desagradan tanto.
—Ese no es el punto, sino que Chanyeol te ha tenido mucha paciencia —movió su cucharilla para mezclar la nata en el té.
—Lo sé, mamá —pegó sus labios entre sí y se quedaron en silencio por un momento—. Aunque sabes... —colocó sus codos sobre sus rodillas y rascó su mejilla— a veces pienso en el día en que nos enlazamos, todavía no entiendo porque Chanyeol estaba ahí y que tampoco puedo recordar nada —desvió su vista al techo y rasco su cabeza.
La omega se puso nerviosa así que empezó atorarse por lo que Baekhyun se levantó asustado para socorrerla. Luego de un momento, la omega se recompuso y acomodó su ropa.
—Hijo, ya es tarde, deberías ir a tu casa a prepararle el almuerzo a tu marido —empezó a empujar a su hijo mientras sonreía nerviosa.
—Pero mamá, aún no es medio- —sus palabras se atascaron en su garganta cuando la puerta se cerró en su cara—. Supongo que adiós, mamá —susurró levantando sus cejas para luego darse la vuelta. No entendía a su mamá.
Baekhyun supuso que su madre simplemente estaba ocupada así que se encogió de hombros para luego ir a la casa de Junmyeon; aún no era hora de cocinar y quería saber si su amigo tenía algo que ver entre la ruptura de la pareja más famosa del pueblo.
Acomodó su velo para luego empezar a caminar hacia la casa de Junmyeon. Apresuró su paso ya que como era la costumbre en aquel lugar, a la gente le encantaba hablar sobre la vida ajena; paso su velo dos veces para tapar su orejas.
En cuanto llegó, golpeó la puerta de Junmyeon y mientras esperaba, pudo escuchar unas voces infantiles lo que le sorprendió, ya que su amigo vivía solo desde que enviudo.
—Hola, Baek —saludó con una sonrisa cuando abrió la puerta—, pasa —se apartó dejándolo pasar.
—Hola, Jun —entró y amplió sus ojos cuando vio a unos niños jugando en la sala—. ¿Quiénes son?
—Son mis sobrinos, quisieron venir a visitarme —llevó una mano a su barriga—. Son muy educados así que no te preocupes.
—Son lindos —les dio una mirada y luego fijo su vista en el abdomen de su amigo—, tu barriga también se ve muy bonita.
—Gracias —sonrió un poco apenado—, no quiero hacerte sentir incómodo —mordisqueó su labio mirándolo a través de sus pestañas.
—Oh, no te preocupes, todo está bien —Baekhyun sacudió su cabeza suavemente y luego empezó a acariciar la barriga del otro—. ¿Ya se mueve? —levantó su mirada hacia él.
—A veces —comentó viendo el brillo en los ojos de su amigo y eso le causó algo de tristeza—. Mi lobo me ha dicho que son dos niños.
—¿En serio? Que bien, seguro serán tan lindos como tú —finalmente se apartó y miró hacia otro lado ya que sus ojos empezaron a picar.
—Gracias, Baek —inhaló profundo percibiendo el aroma a cerezas mojadas de Baekhyun—. Iré a ver unos pastelitos que acabo de hacer y algo de té —el otro asintió.
El omega de cabello dorado fue a sentarse acomodando su túnica con sus manos y luego se puso a observar a los pequeños quienes estaban inmersos en sus juguetes de madera.
En realidad no le gustaban para nada los niños así que no tenía ganas de hablar con ellos, pero empezó a imaginarse a aquellos cachorros con los rasgos de Chanyeol y los suyos; sonrió y tocó su vientre inconscientemente.
—Espero que te gusten, los saque del horno hace poco —vino contento a la sala y dejo una bandeja humeante de comida.
—Gracias, huele muy bien —tomó uno para morderlo y chillo feliz por el sabor—. Por favor, dame la receta, seguro a Chanyeol le encantará —lamió sus labios para saborear la crema.
—Mírate, ahora sí luces como todo un omega enlazado —sonrió sorprendido y luego sacó un papel rugoso para empezar a escribir con una pluma entintada.
—Me gusta cuando él disfruta de mi comida —se encogió de hombros y volvió a morder.
—Ven más seguido, podría enseñarte más cosas para que Chan bese tus pies —sonrió engreído mientras llevaba el filo de su taza de té a sus labios.
—No son mis pies lo que quiero que bese —desvió su mirada coqueta.
—¡Baek! Hay cachorros —miró de reojo al par de niños—. Hablando de otra cosa —acomodó su cabello y respiro profundo para calmar sus mejillas calientes.
—Como del tonto de Kris —enarcó su ceja y saboreo el té de rosas.
—Oh, ya te enteraste —su expresión se volvió sería y el brillo en sus ojos desapareció—. Pues no sé, mal por él, supongo —se encogió de hombros.
—¿No sabes a qué se debe su ruptura? —ladeó su rostro con sus ojos llenos de curiosidad.
—Bien... —suspiró airadamente— el otro día discutí con él y su madre nos escuchó —bajó la mirada a su taza para empezar a mover su cucharita dentro—. El alfa líder y su omega quieren que me enlace con su hijo —su voz era apagada.
—¿Qué? —tapó su boca con su mano mientras sus ojos se abrían— ¿Y tú quieres?
—No, él no me interesa; me abandonó sin remordimiento y encima ni siquiera fue directo, me envió a Sehun —dejo la tacita sobre la madera provocando que unas gotas salpiquen.
—¿Ha dicho algo el tonto ese? —preguntó indignado, ni siquiera se inmutó por escuchar el nombre de su destinado—. No puedo creer que un día me fijé en él.
—Seguro que solo porque es atractivo e hijo del líder —dijo un poco burlón y terminó de sonreír cuando vio la expresión evasiva del omega—. Eres tan fácil de leer.
—Tonto Myun —hizo un puchero—. En fin ¿Qué harás?
—Aun no lo sé, igual aún falta tiempo para que nazcan mis hijos —lamió su labio inferior sintiéndose preocupado.
—Si el líder te termina obligando a enlazarte... Trátalo muy mal —abultó sus labios—. Es un idiota.
—Solo espero que el líder no haga eso —cerró sus ojos por un segundo y exhaló.
—Esperemos que no —asintió.
Baekhyun y Junmyeon conversaron un poco sobre cosas del hogar como consejos de cocina, costura, quehaceres domésticos y temas parecidos. Pasaron los minutos en los que Baekhyun casi se terminó la bandeja de pastelitos bajo la atenta mirada de Junmyeon quien solo como alrededor de tres.
—Oye ¿Tú no le llevabas ahora el almuerzo a tu alfa? —arqueó una ceja.
—Sí ¿Por qué? —preguntó extrañado.
—Porque ya es más de medio día —desvió su mirada hacia la ventana.
—Oh no, no —sacudió su cabeza dejando su taza y limpiando sus mejillas con sus manos—. Me despido, adiós.
***
Chanyeol se encontraba puliendo los detalles de la empuñadura de una espada mientras sentía como su estómago se movía. A veces tenía que tener mucha paciencia con su diminuto esposo olvidadizo.
Después de un rato se volteó ya que escuchó la campanita de entrada, era el hijo del líder. Se extraño ya que rara vez venía, usualmente al igual que su padre, solía mandar a algún guardia.
—Buenas —saludó Kris mientras se sentaba frente a la mesa de trabajo—. Necesito un collar.
—¿Collar? ¿Algún tipo de diseño y piedra? —preguntó un poco incómodo ya que Kris tenía su ceño fruncido y sus ojos fríos.
—Un collar de enlace, ponle lo que quieras —se encogió de hombros.
—¿Paso algo? No te ves bien —mencionó sin preguntar más sobre el collar ya que asumía que era para su prometida.
—No —suspiró e hizo un mohín con sus labios—, solo unos problemas. ¿Para cuándo estaría el collar?
Chanyeol sacó una libreta y entinto una pluma para revisar sus pedidos, luego escribió el pedido de Kris.
—Estaría para la otra semana —dijo sin levantar la mirada.
Kris asintió y se despidió seco para luego salir del taller. Chanyeol levantó su ceja cuando escuchó que la puerta había sido azotada más de lo normal; era raro ver a Kris enojado, él era más del tipo jovial y bromista.
Se encogió de hombros frunciendo la nariz ya que el aroma a quemado de Kris había llenado la habitación; frunció el ceño al levantarse debido a su usual dolor en sus extremidades inferiores para luego abrir la única ventana del taller.
De repente, un aroma a menta se metió en su nariz así que la frunció, le recordó que tenía hambre y su omega aún no llegaba. Rodó sus ojos dispuesto a ir a algún restaurante para comprar su almuerzo.
La puerta se abrió así que Chanyeol se dio la vuelta cruzándose de brazos. Inhaló profundo al ver la sonrisa amplia del omega, luego negó con la cabeza.
—Channie... —llamó en tono cantarín y caminó rápidamente hasta el alfa.
—Por ti me muero de hambre ¿No? —lo miraba desde arriba sin cambiar su cara seria.
—Ay, alfa, no digas eso, solo me demore un poquito —acercó su dedo pulgar a su dedo índice haciendo énfasis—, está calientito, ven, vamos a que comas.
—Eres increíble, Baek —soltó una risa corta—. Espero que hayas traído mucho en compensación —alzó su ceja para luego empezar a caminar con su cojera usual hacia su silla.
—Mucho, mucho, mucho —se deslizó hasta la mesa donde dejó las dos cajas de madera con comida—. Espero que te guste —dijo sentándose frente a la mesa.
—Gracias —dijo para luego separar sus palillos y empezar a revolver la comida—, huele bien —metió la comida en su boca y luego alzó sus cejas—. Que rico.
—¿En serio? —Baekhyun sonrío contento y sus mejillas se colorearon—. Junmyeon me dio la receta —sus dedos empezaron a juguetear con su velo.
—Lo hiciste muy bien —siguió comiendo con ganas.
Baekhyun observó cómo su alfa comía gustoso y algo cálido se instaló en su abdomen. No sabía exactamente qué sentía por Chanyeol, pero solo podía afirmar que con cada día que pasaba, quería estar más junto al alfa. Incluso sus halagos, caricias, besos y su voz le hacía sentir cosquillas en su piel.
—Alfa... —empezó a dibujar un círculo en la mesa con su dedo— ¿Tú crees que algún día vayamos a ser padres? —preguntó de repente sin mirarlo.
—No hablemos de eso —empezó a comer más despacio—. No es bueno que pienses mucho en ello —movió sus palillos en el arroz.
—Un médico de otro pueblo le dijo a mi papá que quizá en el futuro mis órganos se recuperen —siguió, ignorando las palabras del alfa.
—Basta —empezó.
—Podríamos tener un bebé, solo hay que esperar un poco —su sonrisa aumento y el ánimo en su voz era audible.
—Baek, no sigas —cerró sus ojos, tomando más paciencia.
—Prometo... prometo que te daré un bebé un día —mordió su labio inferior por los nervios que se instalaron en su cuerpo.
—Baekhyun —dejo la caja vacía sobre la mesa haciendo un poco más de ruido de lo normal—. No quiero que te tortures con eso, si tenemos un bebé bien, pero si no entonces da igual, estará bien —se encogió de hombros para luego tomar la otra caja.
—Pero... —quiso seguir alegando, pero su energía se freno y bajo su cabeza— Soy un omega inútil, lo siento.
—No eres ningún inútil, deja el tema, por favor, estábamos bien —dejó de comer y acunó la mejilla de sus esposo en su mano para luego regalarle una sonrisa.
—Lo siento —paso saliva y levantó sus ojos con pestañas húmedas hacia su marido—. No quise molestarte.
—No lo haces, solo me duele ver cómo te lastimas a ti mismo —dejo una última caricia con su pulgar para luego volver a comer.
—Está bien —susurró asintiendo para luego cruzar sus brazos sobre el filo de la mesa de trabajo—. ¿Puedo quedarme un rato aquí? Me siento solo en casa —dijo mientras recostaba su mejilla sobre sus brazos.
—Claro que sí —asintió terminando de comer—. ¿Tienes sueño? —dijo al ver los ojos adormilados—. Debe ser por la pesadilla que tuviste.
—Estoy molesto por eso, mi propia mente me recuerda la pérdida de nuestro bebé —fijó su vista en la ventana donde se podía ver parte del cielo entre las ramas de los árboles—. Tengo sueño —bostezó.
—Tengo un sillón cómodo junto a mí ¿Quieres tomar una siesta? —preguntó mientras limpiaba su boca.
—Sí, gracias —se levantó para rodear la mesa cubierta de piezas de metal y demás cosas de herrería—. ¿No les molestará a tus clientes? —preguntó preocupado.
—No, eres mi esposo, no sé porque les molestaría —dijo extrañado para luego abrir un cajón y sacar una pequeña almohada con unas mantas delgadas—. A veces me quedaba a dormir aquí, ten —se las tendió.
—¿Por mi culpa? —preguntó sintiéndose culpable para luego empezar a acomodar el sofá.
—A veces, ya hacía eso desde antes. Es que a veces tenía pedidos muy grandes así que tenía que quedarme a dormir —se encogió de hombros.
Baekhyun inclinó su torso hacia abajo para pegar sus labios a los del alfa quien se extraño por el beso repentino, pero no sé quejo y chupo sus labios por un momento hasta que se separaron.
—Quiero que siempre duermas conmigo —dejo un último beso antes de ir al sofá.
—Siempre —susurró al verlo acurrucarse como un cachorro—. Descansa.
Desde hace un tiempo Baekhyun había empezado a tener pesadillas con recuerdos de aquella noche o con nuevas imágenes creadas por su mente dónde el omega se levantaba lleno de sangre gritando por su bebé. Muchas veces Chanyeol había tenido que pasar largos minutos moviendo a su esposo para que despertara.
***
Al día siguiente, siguieron su rutina dónde Baekhyun preparó el desayuno, charlaron un rato y Chanyeol se despidió con un beso de su esposo.
Baekhyun con una sonrisa amplia le dijo hasta luego, luego sus comisuras bajaron y su mirada se apagó. Decidió ir hasta el salón con puertas de vidrio, necesitaba calmarse; muchas mañanas las pasaba ahí viendo el bosque tranquilo ya que no tenía ganas de hacer algo. Solo estar con Chanyeol le hacía olvidar el sentimiento.
Ya no deseaba ir a casa de Junmyeon, pensó que ya había superado la pérdida de su hijo y su esterilidad, pero al ver su barriga grande después de tanto tiempo, supo que aún tenía fresco el recuerdo. No lo había superado y no quería ver gente preñada o niños pequeños.
No le decía nada a Chanyeol, su madre o Junmyeon porque no quería verse tan débil, pero no sabía si algún día aquella tristeza mezclada con culpa podría irse de su mente.
Los días pasaban de la misma manera, Baekhyun fingía que todo estaba bien delante de Chanyeol hasta que esté se iba al trabajo y luego veía por horas el bosque a través del cristal hasta que llegaba el momento de hacer el almuerzo.
Cómo ya no deseaba ir con Junmyeon o ir a casa de su madre entonces empezó a dormir en el taller de su marido con este vigilándolo. Claro, no era todos los días, tenía que hacer cosas de la casa también.
—Dime ¿Yo le hice daño a Chanyeol antes? ¿La persona que me abandonó fue Sehun? —preguntó un día mientras veía como la carne se freía en el sartén.
—Le fuimos infiel con un grupo de rebeldes que encontraste en el bosque —suspiró finalmente confesando.
—¿Por qué? En los sueños yo sentía mucho amor por él —increpó extrañado y prosiguió a exprimir unas naranjas.
—Por un malentendido... Desde que Sehun nos abandonó por otro, nos volvimos obsesivos, nerviosos, inseguros y al llegar Chanyeol, lo celabamos por todo —dijo con algo de vergüenza y mucho arrepentimiento—. Eso causo problemas entre nosotros, pero aún así él siguió a nuestro lado hasta que... —tomó aire— vimos que un omega lo beso y eso explotó nuestra cabeza.
—¿Fui infiel? —arqueó una ceja.
—No, ese omega le beso, pero él lo empujó, sin embargo, nuestra mente insegura lo tergiverso y vimos cosas que no existían así que nos fuimos y paso... paso todo eso —se acostó tapando su rostro con sus patas.
—No puedo creer que aún en otra vida, seguí haciéndole daño —un par de gotas saladas resbalaron por sus mejillas y murieron en el suelo.
—Por eso nunca apoye tus infidelidades —hizo un mohín de molestia.
—Lo siento tanto, Chanyeol es un buen alfa... merece a alguien mejor —susurró para luego empezar a cortar unos vegetales.
—Entonces tú se ese alguien mejor —dictaminó.
—Lo intento, pero no sé si podré lograrlo —limpió su rostro con una servilleta de tela.
—Solo trátalo bien —se encogió de hombros— y deja de culparte todos los días por no poder darle un hijo.
—Pero es mi culpa —levantó un poco su voz para luego voltear la carne.
—Eso ya lo sabemos todos, pero no cambiará solo porque lo repitas cada día —le regaño.
Baekhyun cerró sus ojos dejando que una lluvia de sal bañara su rostro, deseaba tanto revertir el tiempo para tomar mejores decisiones en su vida. Solo quería que aquella desesperación en su pecho y la culpabilidad en su mente desaparecieran.
Después de un momento, pudo calmarse y regulando su respiración, volvió a limpiarse sonando su nariz y luego lava sus manos y guarda la comida en las dos cajitas para luego envolverlas en un pañuelo.
En el momento en que salió, dibujo una sonrisa falsa para empezar a caminar hacia el taller; mientras se dirigía hacia allá, sintió una mirada pesada así que se dio la vuelta viendo a lo lejos que había un grupo de omegas conversando así que no le presto importancia por lo que siguió hasta llegar.
Abrió la puerta y se encontró con algo raro, Chanyeol estaba conversando con Sehun; ambos se voltearon hacia él y se sintió un poco incómodo. Sin embargo, simplemente entró mostrando su mejor cara amable.
—Buenas tardes, ¿Interrumpo algo?
—No, cariño, Sehun solo me estaba diciendo como quería su espada —explicó con una pequeña sonrisa para luego ser besado por su esposo, no fue algo profundo, solo un beso de saludo.
Sehun sintió algo raro en su pecho al ver aquella acción, como dolor y supuso que era por el destino; tomó aire para luego sacar un papel de su bolsillo; sus dedos temblaban un poco.
—Aquí está el diseño completo —dijo algo agitado.
—Estará en una semana y media —dijo tranquilo Chanyeol mientras sentía como Baekhyun lo abrazaba por la espalda apoyando su quijada en su hombro—. ¿Te sientes bien? —levantó su ceja al ver el sudor en el rostro del otro.
—Sí, no te preocupes, ando algo mal del estómago —explicó—, entonces vendré después, gracias.
El alfa se levantó rápidamente provocando que las patas de la sillas se balancearan buscando su estabilidad original y bajo la atenta mirada del matrimonio, se fue rápidamente para buscar algo de aire. No entendía porque le afectó tanto.
Baekhyun ladeó su cabeza sin entender, pero se encogió de hombros, siempre había pensado que Sehun era algo raro; luego sonrió y beso la mejilla de su alfa.
—¿Qué le habrá pasado? —dijo Chanyeol dudoso.
—Quizá solo tenía diarrea —empezó a reírse contagiando luego a su marido.
—Bueno, bueno, no quiero hablar de eso ahora que voy a comer —giro su cuello para pegar sus labios a los de Baekhyun.
Baekhyun en un arrebato travieso, metió su lengua dentro de la boca de Chanyeol quien se sorprendió un poco, pero le siguió el juego. No supieron cómo, pero el omega terminó a horcajadas sobre los muslos de Chanyeol.
—¿Y si me como el postre primero? —preguntó Chanyeol con una sonrisa ladeada mientras sacaba el velo de su esposo para tirarlo al sofá —Se ve muy apetitoso.
Baekhyun de repente se sintió tímido y puso un dedo en sus labios mordisqueando su uña. Luego sintió la mano de Chanyeol en su espalda empujándolo adelante para que su cuello sea devorado.
—Chan, alguien podría venir —empezó a reírse entre dientes.
—¿No es más divertido así? —susurró sobre su piel caliente para luego desabotonar su túnica, mostrando parte de su pecho—. Seamos rápidos —metió un pezón en su boca.
—¿Cuándo te volviste así de descarado? —soltó una risilla y luego un gemido.
Chanyeol lo miró desde abajo estirando suavemente el pezón con sus dientes para luego volverlo a chupar hasta que lo dejo brillante.
Luego de un momento, el alfa levantó con sus manos la cadera del omega para alzar la túnica, luego llevó una mano hacia la ropa interior con intención de bajarla.
—¿No traes ropa interior? —Chanyeol dijo burlón.
—Quizá...
Baekhyun dejo caer su frente contra la de Chanyeol para luego colocar una mano en su mejilla mientras se daban pequeños besos. Luego la mano grande de Chanyeol agarró su cadera para presionarla hundiendo sus dedos en su piel.
Con una sola mano y sin ver, Baekhyun fue capaz de quitar los botones del pantalón de Chanyeol para sacar su miembro el cual ya estaba duro lo que le lleno el ego.
—Me encanta, sabes que tu cuerpo siempre desea al mío —jadeo sobre su rostro para luego morder sin fuerza los labios ajenos.
—Tu cuerpo es el infierno en el que quiero arder cada día —dijo en un tono lento y profundo.
Los dedos largos de Chanyeol se internaron en la entrada inundada de lubricante y sonrió porque amaba la manera en que provocaba la humedad en su cuerpo.
Baekhyun agarró el miembro duro para ingresar en su ano palpitante y muerde su propio labio sintiendo satisfacción por ser llenado.
Jamás ningún alfa le había provocado tanto placer como Chanyeol y solo deseaba que el alfa lo acoja en sus brazos para hacer que olvide cualquier cosa a su alrededor.
Quizá ya estaba sintiendo algo más que cariño.
***
Sé que me he tardado y lo siento mucho, me han pasado algunas cosas así que no he tenido oportunidad de actualizar.
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