
XVIII
Baekhyun mira que en las estanterías y la cocina en general faltaban algunos ingredientes para cocinar, también se había roto hace poco su escoba y un par de platos. Suspira sabiendo que ya se había acabado el dinero que ChanYeol le dio por última vez.
Como no tenía nada más que hacer, tomó sus llaves para salir de la casa con destino al taller de Chanyeol. Rueda los ojos cuando piensa en que no tenía que golpear la puerta, después de todo era esposo de Chanyeol, así que empujó la madera, sin embargo, no espero que un fuerte aroma a menta golpeara sus fosas nasales.
—Oh, Baekhyun, —se escucha la voz gruesa del alfa.
—¿Qué hace este aquí? —Baekhyun dice de mal humor mientras señala a Mackenyu quien se hallaba sentado frente al alfa.
—Baekhyun, cálmate, —resopla. —Solo estábamos hablando, —se encoge de hombros.
—Es cierto, Chan-
Baekhyun levanta su palma para detener las palabras del otro omega, cierra sus ojos molesto y detiene a su lobo para no arrancar la cabeza del joven de cabello lila.
—Vete de aquí, —señala la puerta. —No quiero verte de nuevo, —sus palabras salen llenas de odio.
—Sí, lo siento mucho, —dice sumiso dándole una última mirada entristecida a Chanyeol quien solo le dio una sonrisa de disculpa. —Yo no quería causar problemas, —susurra mientras se levanta.
Una vez la puerta se cerró dejando solo al matrimonio adentro, Baekhyun comenzó a caminar de lado a lado con los brazos cruzados. Parecía que humo fuera a salir de su boca y nariz.
—Fuiste muy grosero, —dice luego de un momento el alfa.
—¿Yo? ¿Ahora lo defiendes? ¡Yo soy tu omega! —golpea con su mano la mesa mientras que con su otra mano se señala a sí mismo.
—Lo sé, —asiente imperturbable. —Lo seguirás siendo, no tienes que pórtate de esa manera, —deja a un lado la daga que había estado limpiando con un trapo. —Yo no voy a morder a Mackenyu si es lo que te preocupa, —dice tranquilo.
—¿Y solo por eso debo ser la burla del pueblo? —entrecierra sus ojos mientras junta su entrecejo.
—No tengo nada con él, y lamento si alguien te ha dicho algo grosero, —deja caer sus hombros sintiéndose cansado. —Solo somos amigos, es todo.
—No es cierto, ese tipo te quiere para él, —vuelve a golpear la mesa. —Te dejas endulzar por sus mentiras, —forma un mohín enfadado con su boca.
—¿Mentiras? —arquea una ceja, —supongo que puede haber algo de verdad ¿No? —mira un rato al techo.
—Es que se nota que trae algo, ¿Tan rápido se enamoró de ti? —levanta sus cejas.
—Crees que nadie podría fijarse en mí ¿No? —baja su mirada hacia el omega. —Incluso tú qué eres mi omega, no sientes nada por mí, —el dorado de su ojo se apaga. —Seguro viniste a pedirme dinero ¿No?
—Yo... —se queda en silencio sabiendo que ese era su objetivo. —No es cierto que nadie pueda quererte, yo siento algo-
—No me empalagues solo para que yo acceda, —levanta un poco su brazo para callarlo, —ten, —saca una pequeña bolsa de cuero para ponerla sobre la mesa, —tomala y vete, estoy ocupado. —Finaliza para luego seguir limpiando la daga.
Baekhyun se quedó parado por unos segundos sintiéndose incómodo, una corriente fría se esparció por su cuerpo mientras veía al alfa concentrado en lo que estaba haciendo. No entendía cuál era el problema, se decía a sí mismo.
A pesar de pensar que estaba pensando demasiado en cosas banales, decidió no tomar el dinero y simplemente se dio la vuelta para irse. Mientras caminaba alejándose, en su estómago empezó a sentir frío; luego un peso se instalo en sus hombros así que se sintió sumamente cansado por lo que decidió ir a su casa.
Nuevamente se sentó en el sofá frente a las paredes de vidrio, no entendía que le sucedía. Era cierto que su lobo estaba profundamente enamorado de Chanyeol ¿Pero él? ¿También lo estaba? Suspira sin poder responderse a sí mismo.
Ve como las hojas de los árboles se mueven con el viento y algunas comiemnzan a ser golpeadas con gotas de agua. Se acomoda viendo cómo había empezado a llover, creyó que su frío quizá había sido por la tormenta.
Poco a poco unas lágrimas comenzaron a bajar por sus mejillas; realmente había odiado ver al omega ahí. En ese momento recordó las palabras de Junmyeon y le golpearon fuerte, no sabía el motivo, pero realmente no quería que Mackenyu estuviera con Chanyeol.
🌧️
El alfa vio de reojo el destello de un diamante rosa, un comerciante se lo había dejado como pago por varias armas y en realidad no había sabido cómo usarlo. No eran comunes, pensaba que quizá podría hacer una pequeña corona ya que últimamente había visto a varios omegas usando ese tipo de accesorio.
Tomó un poco de oro para fundirlo y cuando las llamas brillaron contra su ojo dorado, se puso a pensar en Mackenyu y Baekhyun. Suspira sabiendo bien lo que tenía que hacer.
Tenía que resignarse a su patético enlace con un omega que lo despreciaba.
Mete sus manos dentro de los bolsillos de su mandil de cuero y cierra su ojo relajándose por el choque de temperaturas entre el frío de la lluvia de afuera y el calor del horno de ladrillo dónde se fundía el metal.
—¿Qué sientes por Baekhyun? —le pregunta a su lobo.
—Nada, es un imbécil, —dice malhumorado.
—Deja tu estupidez, tú sientes algo, —vuelve a intentar, —siempre reaccionas con él, —dice aburrido.
—...
—Ya, habla, me tienes confundido, —se cruza de brazos mientras golpea el suelo con su pie.
—Pues que a pesar de ser un maldito infiel... Lo amo, —en ese momento chilla acongojado y cubre su cabeza con sus patas.
—¿Lo amas? —abre su ojo lentamente.
—Sí, pase mis mejores momentos con él, —resopla para luego ver hacia otro lado.
—¿También te fue infiel? —susurra.
—Por eso me mataron, —gruñe al final.
—¿Qué? —levanta sus cejas, pero el otro no responde. —¿Cómo que te mataron? —vuelve a intentar, pero solo recibe los sollozos del animal.
Se dio por vencido y siguió con lo que estaba haciendo, aunque no paro de pensar en lo que su lobo le había dicho. Al parecer hay defectos que trascienden la vida.
.
Esa noche llegó a la casa y se sacó sus botas para luego ir a su habitación, pero algo lo detuvo, gira su cuello encontrandose con un plato humeante en la mesa. Se dirige allá pensando en que quizá era la cena de Baekhyun, pero un papelito le respondió su duda.
Tu cena, por si tu amante te dejo muy cansado.
Chanyeol rueda su ojo sintiéndose aburrido, sin embargo, sus comisuras se levantaron un poco pensando en que Baekhyun era un poco infantil. Se sienta y empieza a comer.
Había extrañado la comida del omega.
Más allá estaba Baekhyun con su cabeza asomada por el marco de la puerta, estaba curioso por saber lo que había hecho Chanyeol al ver la cena. Levanta la nariz olisqueando el ambiente dándose cuenta de que Chanyeol no olía a nada raro por lo que empuña la mano sonriendo sintiéndose ganador.
Pero... ¿Qué había ganado?
Se tranquiliza para luego darse la vuelta dándole una última mirada al alfa quien comía con ganas su comida. Algo dentro lo hizo sentir realmente cálido al haber visto cómo, aunque no era el mejor cocinero ni de cerca, ChanYeol parecía haber estado disfrutando del plato.
Era cierto que su lobo lo había empujado para hacerlo, pero no podía negar que él no había querido dejarlo sin comer. Luego fue a su cuarto ya que tenía bastante sueño, últimamente había empezado a dormir un poco más temprano.
.
Al día siguiente decidió ir a la casa de Junmyeon porque necesitaba hablar con alguien, se sentía muy solo en ocasiones. A él le encantaba hablar y solía hacerlo cuando vivía con sus padres, solía ser muy parlanchín con su mamá.
—Hola, —saluda animado cuando su amigo le abre la puerta.
—Hola, —responde con la voz un poco apagada. —Pasa, —se hace a un lado.
—¿Ocurre algo? —pregunta mientras se dirige a la sala.
—No... —desvía la mirada.
—Dime, —comienza a insistir en cuanto ve la duda en sus ojos. —¿Es algo muy malo? —ahora su mirada de transformó en preocupación.
—Creo, —se encoge de hombros mientras coloca una bandeja con galletas y tazas de té en la mesita de centro, —estoy en cinta, —cierra sus ojos por unos segundos.
—¡¿Qué?! —exclama soltando la galleta que había cogido. —¿Ya tienes alfa de nuevo? —frunce el ceño.
—No, —introduce sus uñas entre sus dientes para masticarlas sin romperlas, —ese es el problema...
—Vaya que lo entiendo, —lleva una mano a su vientre de manera inconsciente. —¿Vas a tenerlo?
—Oh demonios, no lo sé, —sacude lentamente su cabeza mientras mira al suelo. —No somos nada, solo entre en celo y él estaba ahí, —su voz usualmente tranquila ahora temblaba.
—Vaya, eso es bastante feo, —mordisquea su labio inferior ya que él mismo había pasado varias veces por esas situaciones. —¿Lo conoces? ¿Le dirás?
—No, —levanta la mirada para luego coger su taza, —no quiero, Baekhyun, soy un omega que ya ha sido marcado... —bebe un sorbo, —seguro me va a despreciar. —Un sollozo se escapa de sus labios.
—Oh, Junmie, —se levanta rápidamente para sentarse junto al otro omega y abrazarlo. —Yo estoy aquí contigo, hagas lo que hagas, te apoyaré, —lo acurruca en su pecho para luego acariciar su cabello mientras escucha sus pequeños gimoteos entristecidos.
—Quiero un cachorro, pero no quiero que todos digan cosas horribles de él por no tener padre, —susurra con la voz entrecortada.
—Te diría que solo le enseñes a qué eso no le importe... —suspira, —pero realmente duelen sus palabras y sus miradas que te hacen sentir diminuto, como si no deberías estar ahí, —sus ojos grises pierden su brillo.
—No quiero eso para mi cachorro, —dice con el dolor palpable en su voz. —Ayúdame, —se separa un poco para verlo.
—Claro ¿Qué deseas? —coloca su mano en su mejilla para acariciarla.
—Necesito perderlo, —con su brazo limpia sus mejillas, —tú una vez me dijiste que tomabas unas aguas para abortar, —poco a poco se acomodo en su asiento.
—Bueno sí, pero duele bastante, —se abraza a sí mismo recordando cuando las bebía, —¿Estás seguro? —junta su entrecejo mirándolo fijamente.
—Sí, yo no seré egoísta, no traeré al mundo a un cachorro a sufrir solo por mi capricho de tener un hijo, —dice firme y luego vuelve a tomar de su té.
—Entiendo, —asiente, —ahorita no tengo esa planta así que le pediré a mamá que la consiga, es algo difícil de encontrar, —le informa mientras se levanta para volver a su sofá.
—Está bien, pero que sea antes de que se me note, —toma un pañuelo para sonar su nariz.
Baekhyun hace una mueca de disgusto ya que no estaba acostumbrado a que Junmyeon actúe de aquella manera. Él era el omega perfecto. Sabía que la estaba pasando mal ya que estaba muy vulnerable.
🌧️
—¡Chan! —dice un omega sonriente mientras entra al taller.
—Hola, Mackenyu, —levanta la mano para saludar al omega.
—Siento venir, seguramente tu omega estuvo enfadado, no quise meterte en problemas, —dice tímido mientras camina a la silla.
—No paso nada, no te preocupes, —habla calmado. —Tengo que hablar contigo, —levanta su mirada hacia el omega.
—¿Sobre qué? —pregunta interesado.
—Sé que guardas cierto cariño hacia a mí, —toma las manos de Mackenyu, —pero realmente no quiero darte falsas esperanzas, —traga saliva ya que su corazón dolió un poco, —yo estoy enlazado así que no puedo ofrecerte nada.
—Puedes, puedes dejarlo a él y estar conmigo, —susurra con un pequeño puchero. —Sé que tú también sientes algo por mí.
—No importa lo que yo sienta, —levanta la mano para sacudir el cabello del omega, —tú puedes conseguir a alguien mucho mejor que yo, —le da una pequeña sonrisa.
—Pero yo quiero estar contigo, —una lágrima baja por su mejilla. —¿Por qué estás con él? —su rostro se contrae en frustración, —cuando lo conocí incluso negó ser tu omega, dijo que eran amigos.
Chanyeol sintió un retorcijón en su estómago cuando escucho a Mackenyu; sabía que era cierto. Baekhyun siempre se avergonzaba de él y supone que siempre lo hará.
—Lo siento, Mackenyu, —suelta su cabello, —a veces la vida no es como uno la desea, —mira un momento hacia arriba ya que su ojo empezó a picar.
—Yo... —se impulsa hacia adelante para besar los labios gruesos del alfa.
—No, —desvía su rostro, —por favor, vete, —susurra.
Mackenyu se quedó un momento quieto, pero luego asintió y se enderezó para darse le vuelta. Condujo hacia la puerta dando una última mirada a Chanyeol para luego salir.
Chanyeol se quedó solo, por un momento miro a la puerta y luego sintió como su mejilla se mojaba. Mackenyu había sido la única persona que le había demostrado afecto en toda su vida, a excepción de su madre. Piensa que podría simplemente morderlo para ser feliz con él, pero no se veía capaz de abandonar a Baekhyun.
Baekhyun...
Gruñe enojado para luego tirar todas las cosas al suelo; estaba frustrado por todo; se odiaba a sí mismo, odiaba a su lobo, odiaba a Baekhyun, odiaba su padre y odiaba a su madre por haberle dejado vivir.
—¡Ahg! —deja caer sus brazos en la mesa para reposar su frente encima. —Estaría mejor muerto, —solloza mientras sus lágrimas forman una pequeña laguna en la madera.
En ese momento recordó las palabras de Baekhyun.
"Realmente espero que alguien tan inútil como tú muera pronto."
Su pecho ardía y su estómago dolía mientras que todo su cuerpo temblaba debido a todo lo que pasaba por su cuerpo; no entendía cual era el motivo de que siga respirando. Maldecía tanto el día que fue a la casa de los Byun.
Después de no sabe cuánto tiempo, finalmente todo dejo de fluir y se tranquilizó cuando las lágrimas dejaron de salir así que simplemente se quedó mirando la tiara que ya había terminado. Había formado un rosal con ramas de oro y flores de piedras preciosas con el diamante rosado en medio.
La tomo y de inmediato supo para quien sería así que cuando la noche cayó, se levantó para salir de su taller. Llevaba la tiara en la mano, no le veía importante ponerla en una caja; mientras caminaba veía el suelo y también sus piernas arqueadas; su recordatorio constante de que era un alfa sumamente defectuoso.
Antes de entrar, cerro su ojo para echar la cabeza hacia atrás y respirar el aroma a lluvia, la tormenta repentina había dejado humedad por doquier y un frío que calaba hasta los huesos. Eran de esos días donde deseabas estar con tu pareja acurrucados en la cama mientras toman chocolate caliente.
Finalmente levanta su párpado para ver la puerta, luego la abre para poderse quitar las botas; hace una mueca cuando tiene que doblar un poco sus rodillas. Habían algunas hierbas para el dolor, pero usualmente se olvidaba de prepararlas y sabía que no podía pedirle a Baekhyun que lo haga.
—Buenas noches, —escucha la voz del omega. —Prepare la cena.
—Uhm, —asiente sin hablar.
—Oh, que bonita, —dice emocionado cuando ve la tiara en el suelo. —¿Es para... mí? —pregunta dudoso tomando el objeto para observarlo.
—Si quieres, —se encoge de hombros para luego acomodar sus botas.
—¿En serio? ¿No bromeas? —abre su boca sorprendido para luego acariciar los detalles finamente acabados.
—Sí, querías joyas, ahí la tienes, —dice sin humor para luego entrar a la casa.
—Gr-Gracias, —hace una pequeña reverencia, aunque la manera en que Chanyeol lo dijo, le dolió.
—Como sea, —pasa junto a él sin mirarlo. —Espero que ya estés feliz, —dice por último para luego retirarse.
Baekhyun mira al suelo porque pensaba que Chanyeol no parecía feliz por haberle dado aquel objeto. Mira a la tiara que era sumamente hermosa, pero se sintió algo triste por haberla recibido de manera tan fría.
—¿No vas a comer? —pregunta cuando ve que Chanyeol pasa de largo ignorando los platos llenos de comida en la mesa.
Chanyeol no le respondió y simplemente se perdió en el pasillo, luego escuchó como se abría y cerraba una puerta.
Camina lentamente hacia la mesa dejando la tiara encima de la madera; comió solo y aunque él había preparado la comida, realmente le supo a arena. Sin embargo, solo se encogió de hombros, disfrutaría su comida y su nueva tiara.
Chanyeol se acurrucó debajo de sus mantas luego de tomar un baño; la cama temblaba por el llanto del alfa. Se sentía seguro estando ahí debajo, no quería salir nunca de su habitación, quería volver a ser un cachorro para refugiarse en el regazo de su madre como cuando lo solían molestar en la escuela.
A la mañana siguiente, vio que tenía su ojo hinchado, cuando estuvo lavandose la boca. Mojo un poco su cara para que su rostro se desinflamara, descansa sus manos en el filo del lavabo sintiéndose cansado. No tenía ganas de hacer nada, solo quería seguir acurrucado en su cama.
Después de un rato escuchó unos toques en la puerta así que decidió salir del baño luego de escupir. Abre la puerta encontrandose con en rostro adormilado de Baekhyun.
—¿Pasa algo? —se cruza de brazos.
—Bueno, solo venía para decirte que el desayuno está listo, —responde un poco tímido por la mirada sin humor del alfa.
—Bien, buen provecho, —toma la puerta con intención de cerrarla.
—Espera, espera, —levanta sus manos para detener la puerta, ChanYeol arquea una ceja, —¿No vas a comer? Hice lo que te gusta o bueno, tu mamá dijo eso, —lo último lo susurro más para sí mismo.
—No tengo hambre, —esta vez cierra por completo la puerta dejando al otro ahí de pie.
Chanyeol no tenía ni una pizca de motivación o ganas para ir a su taller, solo se quería quedar en su cama por lo que volvió a ella para abrazar una almohada rellena de plumas y poco a poco comenzó a quedarse dormido, se sentía realmente exhausto.
Solo quería un tiempo antes de volver a seguir con la vida que no pidió.
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