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XVI

—Yo... —en ese momento un nudo se formó dentro de su garganta, —lo que pasa es que yo, —las palabras se atoran en su lengua.

—¿Tú? —le secunda mirándolo atentamente mientras mueve la mano para que el otro prosiga.

—Hice algo malo, —las últimas palabras las emite con un sollozo que no pudo contener. —Muy malo, —el par de lágrimas que caen por sus mejillas, rápidamente las limpia con la manga de su túnica.

—¿Robaste? ¿Rompiste algo? No te preocupes, iré a pagarlo, —rueda su ojo resoplando.

—No, no, —sacude su cabeza aún sin mirarlo. —Nada de eso, —con el talón de su mano limpia su nariz mocosa.

—¿Entonces? Me estás desesperando, —se cruza de brazos mientras golpea el piso con la punta de su zapato. —Solo dilo, —levanta un poco la voz por el estrés que estaba empezando a sentir.

—Casi me acuesto con otro alfa, —sus palabras salieron rápidamente y apretó sus ojos.

—¿Qué? —su voz salió lenta, como si tratara de procesar lo que había escuchado. —¿Casi? —pestañea rápidamente mirándolo con atención.

—Sí, —asiente, —al principio quise... pero luego ya no y —traga saliva, —él trato de abusar de mí, —empuña sus manos recordando lo sucedido.

—¿Abusar? —respira lentamente.

—Sí, —decide levantar su mirada preocupada hacia él, —yo ya no quise y él insistió, —susurra.

—Ujum, —asiente.

¿Vas a ser tan idiota para creerle? Siempre ha sido igual, —gruñe furioso su lobo mientras camina de lado a lado con su cola moviéndose violentamente. —Solo quiere sacarse culpa, —sus garras estaban queriendo cortar algún cuello.

—¿Me... Me crees? —la mirada de Baekhyun se suaviza y sus dientes muerden el interior de su mejilla.

—¿Por qué debería? —arquea su ceja mirándolo hacia abajo. —Me has sido infiel antes, —empieza a mordisquear su labio inferior sintiéndose molesto.

—Es que es cierto, no te miento, —pisotea el suelo enfadado.

—Claro, —levantó sus cejas y alargó la primera vocal.

—Te estoy diciendo que un alfa intento abusar de mí, —exclama con los dientes apretados. —¡No te miento!

—Ay Baekhyun, solo di que te remuerde la conciencia, —coloca un dedo en su quijada, —aunque no sé el motivo, porque ni tienes, —emite una risa en voz baja.

Baekhyun abre un poco su boca por la indignación que estaba sintiendo, realmente no había esperado eso. Sus pies van rápidamente hacia el alfa para pararse frente a él mientras frunce su ceño.

—Eres un grandísimo imbécil, un tonto, —estira sus brazos hacia abajo mientras empuña sus manos. —Te odio.

—El sentimiento es mutuo, —rueda su ojo y se quiere ir, pero el otro lo mantiene sujeto, —deja de querer verme la cara, Baekhyun, estoy cansado. —Resopla.

—¿No se supone que eres un macho alfa? ¡¿Cuál?! Eres un estúpido ¿En quien voy a confiar si no es en ti? —lloriquea mientras le grita.

Chanyeol cierra su ojo porque algunas gotas de la saliva de Baekhyun golpearon su cara, luego el omega se acerca demasiado a él. Podía percibir el aroma a cerezas ácidas.

—¡¿Por qué?! ¡No te creo! ¡Siempre has hecho lo mismo! —increiblemente también la paciencia estaba escurriendo como arena en los dedos. —Todo el tiempo te has burlado de mí y has preferido a otros alfas, —inhala profundamente para poder tranquilizarse.

—Es cierto, —su voz disminuye sintiendo la culpa en su pecho, —pero ya no, ¡Solo creeme! No fue mi culpa, —sus ojos vuelven a llenarse de lágrimas, pero está vez están cargadas de enojo.

Ambos estaban mirándose fijamente mientras sus corazones golpeaban con fuerza sus pechos; sus lobos estaban caminando de un lado a otro, uno por preocupación y el otro por indignación.

—No te creo nada, —Chanyeol gruñe con la mandíbula tensa mientras acerca su rostro al otro sintiendo la respiración de Baekhyun contra su piel, —¡Mataste mi confianza! —empieza a empujar su pecho con su dedo.

Ambos se veían atentamente con los colmillos asomando en sus encías, nadie quería dar un paso atrás. Sin embargo el lobo de Baekhyun en un arranque de desesperación salió. Ahora los ojos plateados chocaban contra el oro frente a él.

Baekhyun se levantó sobre sus puntas para chocar su boca contra la del alto quien abrió su ojo de sobremanera e incluso su lobo detuvo su caminata airada. Pasaron varios segundos dónde nadie se movía y sus labios estaban quietos.

El lobo de Chanyeol comenzó a llorar porque todo su escudo se hizo trizas en el suelo, aquellos labios suaves lo derritieron como un chocolate bajo el sol en un día de verano.

Poco a poco el párpado de Chanyeol se cerro y sus manos fueron a la pequeña cintura para empezar a mover sus labios de manera lenta hasta que el otro también empezó a corresponder sin abrir aún sus ojos. Era como si ambos se hubieran trasladado muy lejos en un lugar donde solo existían los cuatro.

Baekhyun suspira y su cuerpo se relaja cuando sus labios son chupados y mordisqueados con suavidad a cada segundo. Su corazón latía con emoción y pensaba que quizá no era tan malo después de todo; a pesar de que su alfa no fuera el más fuerte del pueblo y que sus piernas no fueran lo suficientemente resistentes para permitirle caminar bien, él en ese momento se sentía seguro.

Poco a poco el cuerpo de Baekhyun comenzó a ser empujado por el de Chanyeol mientras caminaba hacia la habitación del omega la cual era la recamara principal y por ende, la más grande.

—No hueles a él, —murmura ChanYeol mientras se aparta un poco para lamerlo.

—Porque no fui suyo, por favor, creeme, —levanta una mano para acariciar la mejilla del alto, —prometo que jamás vas a oír malos comentarios de mí otra vez, —levanta la mirada hacia él.

—Ya veremos, — susurra para luego bajar hasta el cuello marcado donde empezó a lamer y mordisquear.

—Eres un jodido cabrón, —susurra con molestia mientras las corrientes eléctricas de placer invaden sus venas.

—Y tú una zorra llena de mentiras, —jala su cabello sin dejar de devorar su cuello.

Baekhyun abraza el cuello de Chanyeol y cierra sus ojos disfrutando de los labios húmedos sobre su piel caliente. No entendía que sucedía, su excitación estaba clavándose fuerte en él, era como si empezará su celo, solo que sin aquel dolor lacerante en su vientre, no, esto era muy cómodo.

Las manos del alfa recorren el cuerpo curvilíneo hasta que sus palmas llegan a un par de globos duros así que empieza a amasar lo que provoca que Baekhyun comience a soltar pequeños gimoteos.

—Uhng~ —el omega muerde su labio inferior sintiendo gusto por aquellas palmas grandes.

Luego de eso, Chanyeol se aparto para empezar a quitar la túnica de Baekhyun aunque realmente no fue muy amable y la prenda estaba empezando a desgarrarse bajo los dedos salvajes del alfa; la tela se desprendía. El alfa quería verlo, necesitaba apreciar su propiedad.

—Ya me he cansado tanto de compartirse, —ruge mirando de pies a cabeza el cuerpo con la ropa rasgada. —Pero no podré hacer nada más ¿No? —sus dientes se aprietan mientras lo mira con rabia.

Baekhyun de inmediato va hacia el alfa para tomar sus mejillas con sus dos manos y lo mira directamente para luego tomar sus labios nuevamente mientras siente como Chanyeol termina de cortar con sus garras la poca tela que tenía encima.

—Deja de tratarme como a una puta, —gruñe sobre sus labios y muerde suavemente su lengua.

—¿A las cosas no se las trata por lo que son? —su mano viaja hacia su cabello dónde hunde sus dedos para jalarlo. —Mierda, maldigo el día en que me enlace contigo, —lo mira con furia en sus ojos.

Sin embargo, Baekhyun pudo ver algo más que enojo en el oro, había tristeza y una puñalada se clavo en su pecho sabiendo que él era el culpable y sus palabras solo removían la daga afilada.

—Idiota, eres un idiota, —sonríe con sorna para luego estirar su lengua y lamer sus labios. —Pero eres mi idiota, —vuelve a apoderarse de su boca.

Los ojos de ChanYeol se llenaron de placer cuando la ropa finalmente cayó, odiaba a Baekhyun, pero al mismo tiempo su belleza era demoledora y cualquier sentimiento negativo se había ido al tacho cuando el omega lo jalo provocando que ambos caigan sobre la cama con sábanas de seda.

Lo siguiente que supo era que Baekhyun se encontraba sobre sus caderas rebotando una y otra vez sobre su dura erección. Su esposo era un demonio que podía ponerlo sobre su palma en cualquier momento, no entendía como podía caer tan fácil por él. Sin embargo cuando su mirada empezó a recorrer su cuerpo pálido y sus curvas pecaminosas fue cuando entendió que aún si su enlace estaba lleno de odio, mentiras, peleas y palabras venenosas; Chanyeol pensaba que quizá todo podría valer la pena si podía seguir saboreando su cuerpo todo lo que quisiera.

Baekhyun cayó sobre su pecho cuando su climax lo embargo y simplemente saboreaba cada trazo dentro de él; el camino ardiente de su encuentro lo estaba sobrellevando hasta el punto en que simplemente se quedó mirando una pared mientras el miembro palpitante seguía llenando su canal. Se sentía en paz.

Sus respiraciones agitadas eran todo lo que se podía oír, sin embargo, ninguno de los dos estaba satisfecho y cuando la plata con el oro se chocaron, sus labios volvieron a ser uno solo. Sin palabras, solo sus cuerpos uniéndose y sus lobos cediendo a la perdición de un amor sin futuro. No había confianza, no había una palabra válida. Solo deseo embargado en un sentimiento intoxicante.

🌧️

Al día siguiente, Baekhyun estaba yendo al mercado ya que no quedaba mucha comida así que tenía que surtirse, pero la leve cojera que le dejo su alfa no le permitía caminar muy rápido; lo había tomado por horas... y realmente no se estaba quejando por ello, pero le dolía caminar.

Aunque sabía que su dolor y el de ChanYeol eran por motivos diferentes y en lugares distintos de sus cuerpos; pensaba que debía ser terrible no poderse movilizar con la misma agilidad que el resto. Baja la mirada sintiéndose culpable por las palabras que había dicho, los insultos a su problema en las piernas lo estaban haciendo sentir un hueco en su estómago y no era hambre.

Cuando finalmente llegó, pensó en todo lo que Chanyeol le había dicho el día anterior; le dolía que no le haya creído y lo de su arrepentimiento, pero su lobo le repetía que era su culpa por haber matado su confianza.

—¿Va a querer algo, señor Park? —pregunta la tenderá al ver cómo el omega se había quedado en blanco mirando algún punto.

—Oh sí, lo siento mucho, —sonríe torpe a modo de disculpa y empieza a detallar lo que necesitaba.

Un murmullo lo hizo salir de sus pensamientos en los que se metió cuando la beta fue a surtir lo que le había pedido. Gira su cuello viendo a un pequeño grupo de omegas chillando emocionados alrededor de alguien más.

—¿Qué pasa allá? —pregunta a nadie en particular, era algo retórico al viento.

—Lo qué sucede es que el herrero le regaló un hermoso collar de zafiro, —dijo alguien, gira su cuello encontrandose con una señora que también estaba comprando.

—¿Le regaló? —entrecierra sus ojos recordando que a él no le quería regalar ni un par de aretes. —¿Está segura? —levanta sus cejas.

—Sí, aunque me parece raro, que yo sepa él está enlazado, —ella rasca su mejilla pensativa.

—Ujum, —asiente y luego paga a la tenderá cuando está trae su comida. —¿Me lo puede guardar? Vengo en un momento, por favor, —la beta asiente sonriente para luego guardar las bolsas de papel.

Baekhyun acomoda su velo para luego empezar a caminar hacia el grupo; su lobo incluso comenzó a ayudar a su cuerpo para no seguir sintiendo dolor. Quería despedazar su cuello y luego darselo a las pirañas.

—Mackenyu, —llama con una sonrisa amable cuando está frente a él.

—Oh Baekhyun, —dice sorprendido, pero enseguida se compuso. —¿A qué debo tu saludo?

—Tengo que hablar contigo, —dice apretando sus labios, pero sin dejar de sonreír.

—¿Sobre qué? —rasca su cabeza.

Baekhyun baja la mirada plateada hacia el collar colgado en su cuello; era el mismo que le pidió a su alfa y este se negó. La ira crecía en su estómago repartiéndose al resto de su cuerpo y provocando que todo hierva en un estallido de calor.

—¿Por qué tienes un collar de mi marido en tu cuello? —su sonrisa se desvanece poco a poco y los omegas alrededor de miran entre ellos para luego irse.

—¿Tu marido? ¿No eran amigos? —forma un puchero mientras juega con el collar sobre su mano.

—Es mío, es mi alfa, —destellos platinados se pueden ver en su mirada.

—Parece que no por mucho tiempo, —lo mira con soberbia mientras sonríe engreído. —Quien sabe y el fénix tatuado en tu cuello... —se acerca a Baekhyun poniendo sus labios cerca de su oído, —se marque luego en mi cuello.

Baekhyun sintió que algo se rompió dentro de él y en ese momento vino a su mente un montón de imágenes de él besando, acurrucandose y conversando de buen humor con un hombre alto de ojos ámbar. Luego su lobo comenzó a tomar el control rasgando sus encías para dar paso a un par de colmillos.

Sin embargo, Mackenyu no se quedó atrás y sus ojos tomaron un color brillante dónde denotaba su parte animal. Ambos omegas estaban a punto de dejar su piel humana y cualquier persona con dos dedos de frente sabía que eso no traería nada bueno.

Cuando dos alfas se enfrentan es la guerra, pero cuando lo hacen dos omegas, todos sabían que era el jodido infierno.

Los alfas eran fuertes, arrogantes y salvajes, en cambio los omegas eran sanguinarios, mordaces y sus peleas siempre terminaban en ríos de sangre que hasta a un alfa harían vomitar.

Todos los que pasaban alrededor se miraron entre sí no sabiendo muy bien que hacer. Cuando las manos de Baekhyun dejaron sus uñas delicadas para pasar a unas garras mortales, fue que una señora grito pidiendo ayuda a los guardias.

Baekhyun no quería dejar ir al omega frente a él, necesitaba de su sangre para poder seguir viviendo. Sin embargo los dos alfas guardias que lo fueron a sujetar no lo dejaron moverse para poder ir a despellejar al otro.

—Chanyeol es mío, que no se te olvide o mis colmillos te harán recordarlo, —grita aunque su voz no era la misma de siempre ya que fue su lobo quien hablo.

—Eso lo veremos, —gruñe aún con sus colmillos asomados. —Él será mío y no podrás hacer nada para poder evitarlo, —deja salir una risa sonora cuando Baekhyun vuelve a chillar queriendo salir del agarre de los guardias.

Todos se quedaron mirando entre sí e incluso los guardias; nunca se imaginaron que la pelea entre ambos omegas sería por un alfa y menos por el herrero del pueblo. Aquel alfa que había sido por años rechazado ahora tenía a dos bellezas peleando por su marca; algunos dejaron salir risas de asombro.

Nadie jamás se lo hubiera imaginado.

.

Baekhyun se calmo cuando los guardias quisieron llamar al líder; no necesitaba que alguien más lo regañara, ya tenía suficiente con Chanyeol así que se dio la vuelta yendo hacia la tenderá dónde recogió sus cosas para irse.

Después de dejar sus bolsas sobre la mesa, fue a su habitación donde se sentó para mirar al frente. Gotas saladas comenzaron a caer de sus ojos hasta perderse en la tela de su velo.

Chanyeol lo estaba engañando, había podido oler un leve rastro del aroma de su alfa en aquel omega.

Su pecho comenzó a doler como si alguien hubiera metido su mano para tomarlo y retorcerlo; luego un incesante corte fue directo a su cuello, su marca había empezado a doler y sus manos a temblar.

Por tu culpa está pasando esto, —le grito su lobo.

—Callate, cierra lo boca, ¡No quiero oírte! —dijo desesperado y el dolor se incrementó cuando imaginó al mismo alfa que lo había poseído el día anterior también haciéndolo con aquel omega. —¡Aaaah! —dejo salir un grito desagarrado mientras sujetaba su cabeza.

Lo odiaba, odiaba a Chanyeol. Sin embargo, al mismo tiempo sus manos clamaban por su piel y su boca rogaba por sus labios. Lo necesitaba tan mal y no entendía el motivo, se supone que siempre lo había despreciado.

Se levantó temblando, su respiración era acelerada y sus movimientos torpes; tambaleándose comenzó a tirar todo al suelo, sus dientes estaban apretados y su estómago contraído. Quería verlos arder entre llamas eternas.

—¡Te odio, ChanYeol! ¡Te odio! ¡Maldigo el día en que me mordiste! —ruge mientras toma un espejo para tirarlo al suelo y gruñe cuando uno de los pedazos vuela hacia su brazo cortando su piel. —¡Aaahg! —cae de rodillas con el desastre a su alrededor.

Poco a poco su cuerpo cae de lleno a la alfombra y su mirada gris mira un punto fijo sin prestarle real atención; su mente estaba en blanco y el único sonido que se podía escuchar era el de sus quejidos. Lo único que se podía oler era lluvia salada mezclada con cerezas agrias.

—Odio haberme dado cuenta tarde de que realmente te amo... —cierra sus ojos y su mente poco a poco se apaga.

🌧️

Chanyeol se encontraba riéndose en su taller mientras cierto joven de cabello lila estaba sentado frente a él luciendo con orgullo su collar de zafiro.

—¿En serio tú tía se confundió y le dió la papilla de bebé a su marido? —dice de buen humor el alfa.

—Sí, lo peor es que como ella andaba muy estresada y enfadada, mi tío se lo comió sin protestar, —dice entre risas.

—Ah, —suspira dejando poco a poco de reír, —a veces cuando andamos apresurados cometemos errores, —dice sintiendo empatía por aquella omega.

—O a veces tomamos buenas decisiones, —se encoge de hombros. —Muchas veces la presión te da un buen empujón, —dice con suavidad mientras delinea el zafiro con sus dedos.

—Supongo, —asiente dándole la razón. —Por cierto, gracias por las galletas, estaban ricas, —señala con su mirada la caja vacía.

—No es nada, cualquier cosa por ti, —baja tímidamente la mirada para luego verlo a través de sus largas pestañas. —Channie~

—Eres muy tierno, —estira una mano para despeinar el cabello de su amigo y este último se ríe en voz baja. —Seguro pronto consigues un excelente alfa para ti, —dice por último para luego seguir cortando una madera en sus manos.

—Claro que sí, —lame lentamente su labio inferior mientras le dirige una mirada profunda. —Channie...

.

ChanYeol fue a su casa antes del toque de queda tal como le había prometido a Baekhyun, siempre estaba a esa hora en su hogar.

Cuando entra, siente como su estómago ruge así que deja las llaves a un lado y se dirige a la mesa donde solo estaba Baekhyun sentado, ni siquiera había prendido las velas y se veía un poco tétrico entre la penumbra.

—¿Baek? —llama despacio, pero el otro no se mueve.

El omega estaba sentado con una túnica blanca de manga larga, se encontraba dándole la espalda entre la profunda oscuridad. Si Chanyeol no fuera un lobo entonces se hubiera caído por no ver nada.

—Baek ¿Pasa algo? —frunce su ceño cuando ve que el otro no se mueve para nada.

—No, —susurra tan suave que parecía más el sonido de un viento fuerte que la voz de una persona. —No pasa nada...

—¿Podrías darme de comer? —pregunta un poco incómodo ya que el otro no se había levantado.

—¿Quieres comer? —se levanta y el sonido chirriante de las patas de la silla resbalando por el suelo los hizo sentir incómodos. —Podría conseguir al maldito imbécil que te follas y hervirlo ¿Te gustaría eso? —dice aún con aquella calma espeluznante en su voz.

—¿De que hablas? No te entiendo, —junta su entrecejo y luego se tensa cuando ve al omega pálido y con ojeras frente a él.

—Podría quitarle la puta piel y hacerte un abrigo, —sus facciones demacradas se acentúan más cuando frunce el rostro a cada palabra. —Mackenyu, —susurra con veneno en cada letra.

—Oh, —desvía la mirada.

Baekhyun sintió como todo su mundo se vino abajo y no entendía porque esto le estaba afectando tanto. Culpaba a su lobo a cada instante, pero algo dentro le decía que quizá no solo era el dolor del lobo quien lo estaba haciendo sentir tan miserable.

No pudo soportarlo y levantó una mano para chocarla contra la mejilla del alfa quien se quedó quieto ante el ardor en su piel. Ambos se quedaron ahí, sin hacer o decir nada.

—Si me lo estuviera cogiendo, ¿A ti que más te daría? —dice ahora enojado el alfa para luego pasar por un lado del omega, yéndose.

—Soy tu omega, a él le diste el collar que yo te pedí... —toca su pecho tratando de calmar su respiración, —y yo que soy tu esposo no tengo nada, —sus ojos comenzaron a humedecerse de nuevo.

ChanYeol se da la vuelta para cojear lentamente hasta llegar a Baekhyun quien le sostuvo la mirada aunque estaba un poco temeroso.

—No tienes una maldita razón para reclamarme una infidelidad, —toma su cabello para sujetarlo y mirando a sus ojos grises llenos de desolación. —Pero si tanto es el problema por las putas joyas, no te sigas preocupando más, —una sonrisa cruel se instala en su rostro, —yo te llenare de ellas, tendrás tantas que tú habitación olera solo a metal, —sin una gota de suavidad suelta sus cabellos.

—Alfa, —susurra sintiendo como si alguien hubiera metido una barra de metal lacerante en su pecho.

—Buenas noches, Baekhyun, —blanquea la mirada para luego irse con su usual caminar hacia la habitación donde dormía, una muy lejos de la principal.

El omega cayó de rodillas al suelo queriendo dejar de sentir como si sus extremidades se adormecieran y un bulto se instalará en su garganta impidiéndole respirar. Sus lágrimas caían como cascadas al suelo de madera su lobo aullaba agonizante.

El odio a veces te ciega y opaca al amor hasta el punto en que tus acciones podrían dañar al dueño de tu oxígeno y tú ni siquiera podrías notarlo.

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