VII
Baekhyun se encontraba lavando la ropa en la parte de atrás de la casa y se sentía exhausto aunque no llevaba ni una cuarta parte de todo. Sus manos ardían y una de sus uñas ya se había roto.
Decidió sentarse un momento mientras ve sus manos rojas por tanto fregar; ahora que lo pensaba, no sabía porque sus padres nunca le enseñaron a hacer algo si tanto se preocupaban por él.
La señora Park estaba unos metros más allá atendiendo a su jardín, suspira cuando ve como Baekhyun se demoraba tanto en un par de prendas de ropa, pero no iba a ir a juzgarlo. Aunque sinceramente hubiera querido otro tipo de yerno, pero no iba a ponerse a quejarse.
Ese día Chanyeol iba a ir más temprano ya que Baekhyun no tenía algunas prendas de ropa porque las pocas que le había llevado el alfa no eran de su gusto; era ropa muy tapada.
Termina de lavar y cuelga la ropa para luego volver a la casa a bañarse; se colocó una camisa celeste de lino que no le agradaba ya que no tenía ningún escote, era manga larga y la tela era gruesa, los pantalones también eran anchos, se sentía como un costal de papas.
Debido a que tanto para Baekhyun como para la señora Park sería molesto estar cocinando al mismo tiempo, decidieron que uno haría el almuerzo y el otra la cena, lo mismo para lavar los platos.
Después de un rato pudo escuchar como la puerta se abría y el débil aroma de Chanyeol vino a su nariz así que se apresuro a salir. Mira a Chanyeol sintiéndose fastidiado de tener que salir con él en público dejando saber que estaban juntos, pero pensaba que no tenía más remedio así que simplemente acomodó su cabello y caminó hacia su ahora alfa.
—Hola, Chan, —dice simplemente y luego ve que su suegra le lanza una mirada punzante. —Digo, —sonríe falsamente, —bienvenido, alfa, —se inclina suavemente.
—Uhm, gracias, —voltea hacia su madre al ver la acción de Baekhyun, pero solo se encuentra con su semblante amable de siempre. —¿Estás listo?
—Sí, —asiente enderezandose, —vamos.
Baekhyun camina hacia el exterior de la casa con Chanyeol detrás, el omega estaba emocionado ya que aparte de aparearse, la ropa era lo que más le gustaba. Aunque el hecho de que Chanyeol caminara tan lento le estaba molestando.
—No camines tan rápido, —dice mientras se detiene para frotar sus rodillas.
—¡Jum! —se cruza de brazos intentando tener paciencia, —si no puedes entonces dame el dinero e iré yo, —se acerca al alfa.
—No, eres mi esposo ahora así que tendrás que tener paciencia, —levanta sus cejas para luego comenzar a caminar de nuevo, —vamos.
—Uff, no me gusta que me vean contigo, ya me imagino a la gente-
—¿Por qué te importa tanto lo que diga la gente? —se cruza de brazos. —Baekhyun, la gente habla más de ti que de mí, —lo mira atentamente, —entonces ¿Eso no te importa?
—Uhmg, —quiso decir algo, pero las palabras no salieron y en su lugar frunció el ceño sintiéndose molesto, —ya, entiendo, vamos, pero no me tomes de la mano o algo así, —se da la vuelta empezando a caminar.
Chanyeol solo respira profundo intentando no dejar tirado a Baekhyun en medio del bosque; no lo soportaba en lo más mínimo, pero solo niega con su cabeza para empezar a caminar para ir detrás de Baekhyun.
Para el omega era sumamente difícil la situación y aunque era cierto que su reputación estaba manchada completamente por sus antiguas decisiones. También sabía que todos estarían burlándose de él por su alfa.
Agacha su cabeza intentando esconder su rostro debajo de su cabello rubio mientras Chanyeol caminaba de aquella manera que le avergonzaba; cierra los ojos mientras respira profundo, camina un poco más intentando poner distancia entre ellos.
Chanyeol se daba cuenta de lo que Baekhyun hacía, pero decidió que esa sería la última vez que saldría con él. No le gustó ver a un tipo haciendo una seña con las manos de cuernos, sabía que hablaban de ellos. Solo esperaba que las manías de Baekhyun se hayan acabado.
Llegaron a un negocio de telas y ropa, Baekhyun se olvidó de todo ya que su mente se enfoco en comprar lo que le gustará.
—No vas a usar eso, —señala Chanyeol al ver que Baekhyun eligió una camiseta de seda sumamente escotada.
—No me vas a decir cómo vestirme, —pone sus manos en sus caderas, —es mi cuerpo.
—Y es mi dinero, —sonríe, —no te pido que te vistas como un sacerdote, pero... —mira la camiseta que prácticamente mostraba todo. —Ahora estás enlazado, —finalizo.
—Eres un... —aprieta la prenda y luego, odiando más a Chanyeol, deja la camiseta en su lugar, —bien, bien, —rueda los ojos.
Chanyeol se sienta en una silla que le cedió la vendedora y luego hace una mueca cuando ve como un alfa le guiña el ojo a Baekhyun y el omega sonríe en respuesta. Chanyeol quiso agarrar por el cabello al omega para dejarlo en el bosque.
Ya no quiso enfadarse así que decidió acomodarse en la silla para mirar a otra parte sin saber si Baekhyun seguía coqueteando o no con otros; estaba fastidiado. Lo único que hizo fue pagar una gran suma de dinero cuando Baekhyun finalmente terminó de comprar.
—Vamos, —dice cansado mientras se levanta para caminar.
—Son muchas bolsas, me duelen las manos cargarlas, —hace pucheros mientras lo sigue.
—No me interesa, —mete las manos en sus bolsillos sin siquiera verlo, —si tanto te molesta ve y pídele ayuda a los alfas con los que has estado coqueteando, —se encoge de hombros.
—¿Ahora estás celoso? —levanta sus cejas, —tú sabes muy bien que no te quiero y si fuera por mí jamás te hubiera elegido como mi alfa, —frunce el ceño y trata de acomodar las bolsas de tela para que no duelan.
—El sentimiento es mutuo, —dice en voz clara, —solo te pido un poco de respeto, es todo, no quiero tu amor, —tuerce la boca.
La convivencia entre ambos era relativamente normal, dormían juntos; Baekhyun cocinaba y hacia las labores mientras Chanyeol trabajaba en su taller. Los días pasaban sin inconvenientes graves e incluso había cobrado bien las joyas que había hecho para el líder, además se pudo quedar con un par de rubíes.
Incluso el hijo del líder había pensado que las joyas eran hermosas por lo que le llevo esmeraldas para que fabricará una pulsera con anillo para su prometida.
—Debes empezar a empacar, —dice Chanyeol un día cuando vuelve del pueblo.
—¿Qué sucede? —pregunta Baekhyun mientras come unos pedazos de sandía.
—La casa está terminada y papá se ha puesto más irritante, —cierra su ojo pensando en que finalmente ya no escucharía a su padre.
—Bien, eso es bueno, —mastica lentamente y luego mira la cama. —¿Nos iremos mañana?
—Sí, así que ve a dormir, —dice mientras se quita los zapatos.
—Ujum, —rueda los ojos pensando en que finalmente podría descansar de los regaños de su suegra, —al menos no eres tan inútil y puedes darme una casa, —mastica su último pedazo de fruta para luego poner el plato sobre la mesita de noche.
—Y tú al menos no has matado de alguna indigestión a la familia, sirves para algo, —levanta sus cejas burlonamente viendo cómo el otro comenzó a inflar sus mejillas.
—Tonto fenómeno, —gruñe entre dientes para luego meterse debajo de las mantas tomando todo el edredón para sí mismo, envolviendose.
Chanyeol levanta sus manos queriendo ir hasta el omega para ahorcarlo, pero solo respira tranquilizándose y luego se acuesta a dormir tratando de mantener la máxima distancia de Baekhyun, como lo hacía cada noche.
Al día siguiente Baekhyun empacó sus cosas en bolsos de tela y fue a bañarse, sonríe pensando en que finalmente podría tener más libertad estando lejos de su suegra.
Mientras el agua cae por su piel se pone a pensar en algo y es que su cuerpo no le ha pedido un alfa, aunque era cierto que había estado coqueteando con algunos alfas el día en que salieron a comprar ropa, también era cierto que ellos no le provocaron nada. Para él eso era algo extraño ya que siempre que veía a alguien atractivo inmediatamente su libido subía como la espuma.
Solo se encoge de hombros pensando que quizás era algo hormonal y ya se le pasaría, después de todo creía que no tenía porque guardarle fidelidad a Chanyeol, ni siquiera le gustaba y tendría que complacerse con alguien más.
Termina de bañarse y ve que Chanyeol ya no estaba en la habitación aunque había una maleta negra grande sobre la cama y los estantes se encontraban vacíos así que asumió que ya tenía todo guardado.
Se viste y sale del cuarto viendo que el alfa estaba abrazando a su madre mientras está sollozaba diciendo que lo iba a extrañar mucho, agradecía a su excelente oído de lobo ya que estaban algo lejos.
—Si ese omega te causa algún problema, ponlo en su lugar, tú eres el alfa, —dice ella muy seria. —No digo que seas un dictador, pero ese muchacho está muy descarriado.
—Lo sé, solo le pido a la Luna fuerzas para no terminar con un ataque cardíaco, —cierra su ojo y pellizca su ceño.
—Esperemos que no y que ese omega recapacite, no quiero que les de una mala educación a mis nietos, —ella se cruza de brazos mientras niega con la cabeza muy seria.
—No te preocupes por eso, no es mi intención tener hijos con él, —Chanyeol sonríe y acaricia el cabello de su madre cuando está la ve sorprendida.
—¿No? Pero si tú sueño siempre fue ser padre, —ladea su cabeza en confusión.
—Sí, pero de un omega que me ame y yo ame, no pretendo traer un cachorro al mundo solo para cumplir mi capricho, quiero que él o ella nazcan en un ambiente sano, —su mirada se torna opaca pensando en que su vida se había vuelto todo lo contrario a lo que hubiera deseado.
—Oh cariño, hubiera querido algo mejor para ti, —ella deja caer un par de lágrimas para luego abrazar al alto.
Baekhyun se encontraba rojo del enojo ya que no le gustaba que hablarán de él como si fuera lo peor del mundo; creía que ellos deberían estar felices de tener a alguien como él ahí. Aunque estaba agradecido de saber que el alfa no iba a molestarlo con hijos.
Después de un rato ambos se fueron de la casa, Baekhyun le dedicó una sonrisa forzada como despedida para luego retirarse.
Cómo Baekhyun casi no salía entonces no se había encontrado con nadie de sus antiguos compañeros de colegio, solo esperaba que siguiera así porque ya veía venir sus burlas. Ahora, no podía acelerar sus pasos para ir a la casa debido a que no sabía dónde estaba, pero se había puesto un velo en el cabello para tapar parte de su cara.
Después de muchos minutos de camino finalmente llegaron a una cabaña cerca del río, se veía bastante amplia y como era de esperarse, estaba alejada de sus vecinos. Usualmente las casas no eran pegadas y solían guardar incluso unos diez metros de distancia debido a que la territorialidad de los alfas les impedía vivir demasiado cerca de otro alfa.
—Pero es de un solo piso, —se queja Baekhyun mientras entran.
—Apenas entras y ya te quejas, —susurra. —Es porque yo no puedo estar bajando y subiendo escaleras, pero si quieres, vete a vivir al techo, —niega con su cabeza sintiendo ya un dolor en su sien.
—¿Es que todo debe girar a tu alrededor? Eres muy egoísta, —infla sus mejillas y se da la vuelta para empezar a explorar ya que la casa era grande y con algunos pasillos.
—Ajá, yo soy el egoísta, —dice para sí mismo porque el otro ya se había ido.
Baekhyun parecía una pequeña ardilla yendo de un lado para el otro y sintiéndose feliz porque los cuartos estaban bien amoblados, además las paredes eran altas por lo que estaba fresco adentro sin aquel bochorno que odiaba.
—¿Dónde dormiremos? —pregunta cuando se encuentra con Chanyeol en la parte trasera de la casa donde las paredes eran de vidrio, —nunca había visto este tipo de diseño. —Se acerca viendo que podía observar el bosque afuera.
—Quería ver el bosque sin morirme de frío y se me ocurrió poner vidrios, —se encoge de hombros.
—Ya veo, es hermoso, —sonríe contento.
—Algo que te gusta, al menos, —resopla. —Por cierto, está casa tiene muchos cuartos, puedes elegir donde dormir.
—¿Qué? Tengo que dormir contigo o si no mi lobo me molestará toda la noche, —coloca sus manos sobre sus anchas caderas.
—Entonces no sé, escoge la habitación que quieras, —se encoge de hombros, —me acomodaré después, tengo que ir a trabajar.
—Bien, —hace una mueca ya que su lobo había querido pasar más tiempo con el alfa. —¿Qué pasa? ¿Un beso de despedida? —se burla sonriendo de medio lado cuando el alfa se acerca.
Chanyeol mira para arriba por un momento queriendo paciencia, pero solo inhala profundo hasta estar frente al omega y luego saca algo del bolsillo de su pantalón.
—Mi madre ya no está para comprar comida y yo no tengo tiempo para hacerlo, —le da una pequeña bolsa pesada.
—Oh, —su sonrisa baja y se tensa cuando se da cuenta de que tendría que empezar a salir de la casa, —no hemos desayunado.
—Comeré algo afuera, tú haz algo para ti, —se encoge de hombros para luego darse la vuelta saliendo del lugar.
Baekhyun se quedó en el lugar espacioso y camina para sentarse en uno de los sofás que estaban ahí. Sube sus pies a la mesita de centro y luego ve la bolsa; ahí había lo suficiente como para alimentar a dos familias. Luego ve a su alrededor dándose cuenta de que la casa a pesar de que era de una sola planta, parecía costosa. ¿Chanyeol era rico? Fue lo que pasó por su mente.
Se la paso un rato sentado en el sofá suave y cómodo mientras mira los árboles afuera; se sentía en calma, pero el dolor en su estómago le hizo levantarse para irse. Va a hacia la cocina donde ve todo amoblado, pero al abrir la talaja, ve que está vacía por lo que rueda los ojos sabiendo que realmente tenía que ir a comprar comida.
Aquella talaja era más grande que la de sus padres o los señores Park; era un compartimiento de doble vasija con arena entre ambas, tenerla afuera bajo un árbol era necesario para que el viento enfríe el interior y así poder conservar los alimentos frescos. Aunque como era obvio, se necesitaba tenerla segura para que no haya hurtos; Chanyeol había hecho un pequeño cubículo para la talaja con una abertura en la pared de la parte de abajo, así nadie se la podría llevar y el viento frío del bosque podría golpear la vasija externa.
Mientras camina al pueblo ve que algunos omegas lo miraban y dejaban salir unas pequeñas risitas para luego irse rápidamente. Quería morder sus cuellos.
Llega a un puesto de verduras dónde saluda a la señora del puesto. Pestañea durante un rato dándose cuenta de que no sabía que comprar exactamente, jamás había hecho la despensa.
—¿Desea algo, joven? —dice amablemente la beta frente a él.
—Uhm, sí, aunque no sé muy bien que, —rasca su nuca intentando recordar lo que solían tener sus padres y sus suegros en sus talajas.
—Vaya, —escucha una voz chillona, —quien iba a decirlo, Baekhyun comprando comida ¿Quién fue el pobre desgraciado que te marcó? —se ríe a un lado de él.
Baekhyun cierra sus ojos sabiendo quien era la otra persona; respira profundo para luego ver a un omega haciendo compras.
—Deme lo mismo que él, —ignora al omega que estaba a su lado.
La señora frunce el ceño confundida, pero hace lo que le pide y empieza a empacar no queriendo ponerse a pensar en porque alguien querría lo mismo que otro.
—Ignorarme no hará que deje de burlarme de ti, —sonríe mientras enrosca su cabello sobre su dedo.
—¿Qué quieres, Minseok? —levanta sus cejas y aprieta sus labios.
—Nada, solo que, —estira el brazo para tocar un mechón de cabello de Baekhyun, —me extraña que alguien haya querido morder ese cuello tan sucio, ¿Te salió sangre o semen? Estoy curioso, —susurra riéndose.
—Eres repugnante, —suspira y aparta la mano del omega. —¿Aún no superas que tú alfa me haya deseado? —mira sus uñas mientras ignora al otro.
—Quien tiene su marca no eres tú. Solo eres el juguete del pueblo, —deja salir una risa seca.
—Ese no es tu asunto, —se cruza de brazos. —Ve a atender a tu amado y déjame en paz.
—Oye no seas tan cruel, —forma un puchero, —solo tengo curiosidad de saber quién tuvo el estómago de marcar algo tan usado, —ahora él es quien mira sus uñas digno.
—¿Es que no lo sabes? —otro omega se acerca.
Baekhyun estaba apretando sus dientes queriendo transformarse para arrancar la garganta de los dos; estaba furioso de como ambos lo veía como si ellos fueran superiores a él.
—No, ¿Tú lo sabes, Tae? —lo mira de reojo.
—El herrero, —ambos miran a Baekhyun con sorna. —Sabiamos que Baekkie no podía aspirar a mucho.
—Oye, ni tanto, —Minseok se ríe, —mas bien sabíamos que el herrero no podía aspirar a mucho, —mira a Baekhyun de pies a cabeza, —pero hasta para él, eres poca cosa, —niega con su cabeza.
—Pobre tipo, mira que tener que conformarse con las sobras de los alfas del pueblo, —sube los ojos al cielo por un momento y luego suspira.
—Sean felices con sus alfas que disfrutan de ir a las tabernas a cogerse betas y que se gastan todo su sueldo dejándolos con una miseria para sus hijos, —de su bolsa saca un par de monedas de oro para darle a la tenderá quien se sorprende. —Quedese con el cambio.
—Gracias, —dice ella contenta.
—Por lo menos yo no tendré que andar batallando con gastos porque mi alfa gana en un día lo que sus alfas en un mes, —encuadra los hombros levantando la cabeza para irse dejando a los otros atrás sintiéndose molestos.
Baekhyun no había tenido la intención de defender a Chanyeol y ni siquiera sabía si él ganaba eso o no, pero estaba molesto. Frunce el ceño odiando haberse encontrado con aquellos omegas, acelera el paso hasta llegar a su casa.
De repente cayó de rodillas al suelo sintiendo como su corazón dolía y sus ojos dejaban escapar lágrimas llenas de dolor. Quizá si Chanyeol no fuera así, él podría haber llegado a amarlo alguna vez.
***
Para las personas que deseen saber cada cuánto público, pues estoy tratando de hacerlo diario ya que el 12 debo terminarlo.
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