IX
La mañana había llegado y sinceramente Chanyeol no quería salir de su habitación, respira profundo mientras mira el techo de madera. No entendía que había hecho tan mal en su vida como para tener que pagarlo con aquel omega. Aún le dolía la cara.
Frota su rostro para luego sentarse, sabía que no podía esconderse solo para no tener que lidiar con Baekhyun. Decide que era mejor irse rápido para estar tranquilo en su taller.
Se baña, se coloca su parche y luego se viste con algo cómodo como siempre; luego de tomar sus llaves y sacar el collar del baúl guardandolo en su pantalón, sale de la habitación para caminar lo más rápido que sus piernas arqueadas le permitían.
—Chanyeol, —escucha aquella voz que le estaba empezando a producir dolor de cabeza. —¿A dónde vas?
—Lejos de ti, —dice audiblemente.
Baekhyun se cruza de brazos y camina hacia Chanyeol para mirarlo con un puchero. Creía que el alfa era un poco atractivo en realidad, claro todo el encanto para él se iba en cuanto bajaba la mirada a sus piernas.
—¿Por qué estás tan enojado? —frunce el ceño, —yo soy quién debería estarlo, ¡Usaste tu voz de mando en mí! —forma un mohín mientras desvía la mirada.
—No me dejaste otra opción, —rueda su ojo.
—Fue tu culpa, —vuelve a mirarlo, —si me hubieras dejado el collar nada de esto hubiera pasado, —le señala con su dedo.
—Baekhyun, —se cruza de brazos, —me duele la cara por tu culpa, —se señala a sí mismo.
Baekhyun se queda en silencio sin saber que decir exactamente, luego un par de lágrimas salieron de sus ojos.
—Eres tan malo conmigo, —solloza para luego caer de rodillas al suelo. —Yo solo quería un collar bonito es todo...
—¿Y tenías que robarlo? —arquea su ceja y por un momento puede sentir a su lobo quejarse por ver a Baekhyun tan triste.
—No, soy tu esposo, eso no es robar, —sacude su cabeza negandolo. —¿Por qué eres tan malo conmigo? —tapa su rostro mientras sigue llorando.
—Omega, tengo mucho trabajo, —dice cansado para luego empezar a caminar a la salida.
Baekhyun de inmediato se levanta sintiéndose molesto y tensa su cuerpo mientras forma puños con las manos. Aprieta sus dientes mientras su lobo gruñe.
—¡Te odio! Realmente espero que alguien tan inútil como tú muera pronto, —chillo para luego correr a su habitación.
Chanyeol se quedó quieto sintiendo como una corriente electrizante pasa por su columna vertebral. A su mente vinieron los recuerdos de infancia donde su padre y otras personas le decían a su madre que debería haberle quitado la vida cuando nació, que alguien como él estaría mejor muerto.
Traga saliva diciéndose que Baekhyun se podía ir a las tinieblas, que sus palabras eran inútiles a él. Sin embargo, un par de lágrimas cayeron por su mejilla, odiaba que palabras así aún le afectarán. Decidió que era mejor irse de ahí.
Desde ese día todo transcurrió casi igual, Chanyeol yéndose temprano mientras el otro le reclamaba cualquier cosa por más mínima que sea y le decía cosas hirientes, así que en la noche volvía cuando casi se dormía en su mesa; todo para no ver ni escuchar al omega.
Sin embargo una mañana Baekhyun lo sujeto por el brazo por lo que se enfado y trato de quitarlo, pero el otro no cedió así que se detuvo a escuchar que quería.
—Tienes que venir a la ceremonia de enlace de mi sobrina, —le dice sin humor, al parecer a Baekhyun no le gustaba eso.
—¿Por qué? Siempre te avergüenza que te vean conmigo, —finalmente el otro suelta su brazo. —Además no tengo ganas de ir, es tu familia no la mía, —tuerce la boca en una mueca.
—A mí tampoco me dan ganas de ir contigo, pero todos van a estarme preguntando por ti, —se cruza de brazos mirándolo de pies a cabeza. —Incluso compré una túnica "recatada" —hace comillas con sus dedos y luego resopla desviando la mirada, —todo para que mi familia no me regañe ese día.
—¿Tanto quieres a tu sobrina o solo te gustan las fiestas? —arquea su ceja mientras lo mira fijamente.
—Eso no es asunto tuyo, idiota, —rueda los ojos mientras resopla.
—Me tengo que ir, —suspira no queriendo agrandar lo que sea que estaba pasando, —ten, compra comida o lo que te dé la gana, no sé, —se encoge de hombros mientras le da una bolsa con monedas para luego pasarlo de largo.
—Oye, mañana es la celebración, tienes que venir conmigo, —levanta la voz cuando ve que Chanyeol estaba en la puerta de entrada aunque no recibe respuesta alguna más que el silencio de la casa.
Baekhyun mira la bolsa en sus manos y sonríe contento para luego correr a su habitación donde se quitó su piyama, se baño y por último se vistió para salir de la casa. Comió algo en un puesto de comida para luego empezar a pasear por las calles del pueblo.
Finalmente su lobo había comenzado a dejar de necesitar tan desesperadamente la cercanía de Chanyeol y eso lo agradecía profundamente. Respira hondo sintiendo el aroma del bosque y la comida caliente de los puestos cerca de él.
Su velo se movía con el viento helado de la mañana mientras la falda de su túnica ondeaba arrastrándose en el suelo; suponía que a veces vestirse más tapado era beneficioso para su piel, antes siempre solía tener frío.
—Hola, bombón, —escucha una voz ronca así que se da la vuelta ya sabiendo de quién se trataba, —no te has dejado ver últimamente, —le guiña un ojo.
—He estado en mi casa, —tapa su boca con su velo en un intento de parecer tímido.
—Me contaron que tu lindo culo ya tiene dueño, —susurra contra su oído.
—Algo así, —sonríe sin mostrar los dientes. —¿Quieres invitarme a un pastel? —dice mientras ve un puesto más allá.
—Lo que sea por ti, culo esponjoso, —baja la mano grande hasta las nalgas gordas para apretar una de ellas.
—Tonto, —se ríe mientras empiezan a caminar.
Mientras ellos se dirigen a comer pasteles, algunas personas vieron la escena y se quedaron boquiabiertas ya que todo el pueblo estaba enterado de que Byun Baekhyun era el omega del herrero, Park Chanyeol.
—¿Ese chiquillo no es? —un omega queda viendo a su alfa mientras desayunan.
—Sí, lo es, —responde su alfa sabiendo a qué se refería.
—Que poca vergüenza, mira que se le hizo el milagro de conseguir un alfa y hace esas cosas, —hace una mueca de asco y luego alimenta a su hijo.
—Pobre Chanyeol, ojalá hubiera podido conseguir algo mejor, —suspira sintiendo lástima por el alfa.
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Después de desayunar, ambos fueron a dar un paseo al bosque donde Baekhyun termino con la espalda pegada a un árbol mientras el alfa besaba su cuello marcado.
—Uhmg~ —echa su cabeza hacia atrás mientras el alto levanta la falda de su túnica para acariciar su cuerpo, —sigue~ —gimotea cuando siente los dedos del otro sobre su pezón.
—Vaya que estás necesitado, —dice al sentir como la entrada de Baekhyun comenzó a gotear. —¿El cojo de tu alfa no te satisface? —se ríe mientras pasa su lengua por el pecho desnudo.
—Es un inútil que no sirve para nada, —se queja y luego gime cuando siente los dedos rozando su ano palpitante.
—Vaya, —se acerca a sus labios, —no sigas sufriendo, pequeño, te haré gritar, —ladea su cabeza dispuesto a tomar los labios entreabiertos del omega.
Sin embargo antes de que ambos fueran capaces de seguir adelante, pudieron escuchar unas voces viniendo desde más atrás así que se asustaron y el alfa dejo a Baekhyun para irse del lugar; sabía que habría un castigo para él si algún guardia lo sorprendía tocando al omega de otro alfa.
Baekhyun por su parte se quedó indignado por haber sido abandonado de aquella manera; resopla para empezar a caminar mientras acomoda su túnica y peina su cabello con sus dedos. Su mañana se había arruinado así que simplemente iría a su casa.
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En el taller, Chanyeol mira atentamente el collar de esmeraldas y piensa que quizá había sido un poco duro con Baekhyun; después de todo solo quería verse bien para aquella ceremonia y sabía que los omegas eran vanidosos por naturaleza; por algo últimamente había tenido tantos pedidos de joyas.
No podía darle aquel collar ya que era para alguien más, pero podía hacer otro para Baekhyun y más bonito que ese. Aunque en ese momento recuerda el vaso que rompió en su cara y se enojo otra vez por lo que prefirió seguir en su trabajo.
Cuando termina de hacer una tiara para la hija del líder, se levanta con dificultad para ir a ver materiales que necesitaría para uno de los guardias, era una lanza con un grabado de la marca de su familia. Sonríe ya que aunque le resultaba incómodo hacer armas, también le gustaba más que hacer joyería, está última la encontraba muy aburrida.
En el momento en que fue a elegir la madera, escucha un toque en la puerta así que como no huele el aroma de Baekhyun, le dice que pase a la persona de afuera.
—Ey, Park, —saluda uno de los cazadores del pueblo, —¿Tienes los aretes?
—Sí, ya están hechos, —asiente para luego dejar sobre la mesa la madera que había elegido. —¿Estás nervioso? —pregunta al percibir un aroma cítrico viniendo del alfa, —no creo que Taemin te rechace, —sonríe confundido.
—No es por eso que estoy nervioso, —hace una mueca entrecerrando mientras desvía la mirada. —Lo diré sin rodeos porque te estimo, Park, —ahora mira al herrero.
—Bien... —dice un poco asustado por la repentina seriedad del otro alfa.
—Ví a Baekhyun con Jun en el pueblo, estaban muy juntos al punto de que tenía su mano en culo de tu omega, —se cruza de brazos y puede ver cómo Chanyeol empuña sus manos mientras su aroma se vuelve ácido.
—¿Qué? —cierra su ojo queriendo pensar que había oído mal.
—Lo que oíste, además un amigo me contó que se fueron juntos al bosque, —tuerce la boca sintiendo pena por el alfa.
Chanyeol no sabía que sentir en ese momento; suponía que algo así iba a pasar en cualquier momento, pero no estaba preparado y menos que tanta gente lo haya visto para luego que alguien le venga a contar.
—Maldito omega, —masculla con los dientes apretados. —Gracias por decirme, —respira profundo y le pasa una caja de terciopelo con los aretes adentro. —Ten.
—Lo siento mucho, —su mirada decae al ver el semblante ajeno y le da el pago correspondiente para luego irse.
Chanyeol se deja caer sobre su silla mientras agarra su cabeza y mira las piezas en su mesa. Quería arrojarlarlas al suelo y gritar su frustración, quería romper el cuello de Baekhyun. Es un alfa, a los alfas no les gusta ser engañados y aunque pensó que no le afectaría, era su orgullo el que estaba herido.
Se levanta para comenzar a cortar la madera mientras piensa que era a Baekhyun a quien cortaba en pedazos y cuando tuvo que golpear el metal solo podía ver el rostro de Jun, lo conocía, era Baekhyun en versión alfa.
En el momento en que oscureció, decidió que no quería ver el rostro del omega así que simplemente tomo sus llaves para irse a casa de sus padres. Sabía que su papá tenía guardia esa semana por lo que no lo molestaría.
—Mamá, —dice cuando la puerta se abre.
—¿Qué pasó, cariño? —dice algo alterada al ver a su hijo con el rostro entristecido.
—Baekhyun es un asco de omega, —dice antes de derrumbarse sobre ella para dejar salir toda la impotencia y enojo que tenía dentro.
Ella no pregunto nada más y guiando a su hijo, cerró la puerta para ir a la sala donde se sentaron y Chanyeol como si fuera un cachorro, acurruco su torso sobre el regazo de su madre.
Lloro por mucho tiempo no sabiendo si lo que tenía adentro es tristeza porque lo habían engañado, porque sentía algo por Baekhyun o sencillamente porque sabía que tendría que seguir viviendo con él sabiendo lo que le hacía. En ese momento solo quería dormir y que al despertar todo haya sido un mal sueño, que jamás haya conocido a Byun Baekhyun, su desgracia.
Ella solo acaricia su espalda y su cabello no sabiendo bien que ocurría, pero al ser Baekhyun la fuente de la tristeza de su hijo, solo quería ir a ahogarlo en el río más cercano. Pensaba que Chanyeol no debería ser infeliz, al menos no por alguien como el omega.
Cuando finalmente se calmo, ella lo ayudo a ir a su antigua habitación debido a que Chanyeol se quedó en silencio, no quería hablar, solo quería dormir. Solamente quería que mágicamente la marca en el cuello de Baekhyun desapareciera ya que así no sería más su responsabilidad.
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Baekhyun se encontraba mirando al techo esperando a que la puerta de entrada se abriera, pero nada sucedía. Mordisquea su labio sintiendo algo dentro de él; era raro, como si su estómago ardiera y su corazón se arremolinara en tristeza, se asentaba una sensación incómoda cada vez que recordaba lo que pasó en el bosque y era extraño ya que jamás había tenido ese tipo de sentimientos.
—¿Qué es esto? —toca su pecho mientras cierra sus ojos. —No entiendo, —susurra a la nada.
Poco a poco fue quedándose dormido y por primera vez en su vida, su lobo no quiso hablar con él en sus sueños como siempre lo hacía, era como si el animal estuviera triste y enfadado por algo, aunque no sabía el motivo.
Al día siguiente se despertó porque tuvo ganas de ir al baño así que aún somnoliento se levantó. Luego de eso, se lavo las manos para ir a la cocina donde comenzó a preparar el desayuno, su estómago ya había comenzado a doler y no tenía ganas de comer afuera.
Cuando sirvió los platos de comida, pudo escuchar la puerta abriéndose y se sorprende ya que pensó que Chanyeol había llegado en algún punto de la noche cuando ya se había quedado dormido.
—Alfa, —de inmediato va hacia él, —¿Por qué no dormiste aquí? Debemos ir a la ceremonia hoy, —infla sus mejillas.
Chanyeol lo mira por un largo momento pensando en que Baekhyun era realmente cínico, pero no podía pensar menos de él. Sin embargo, verlo tan tranquilo le prendió una llama de enojo que pensó se había acabado cuando lloro la noche anterior.
No pudo evitar levantar la mano para aterrizarla sobre la mejilla de Baekhyun provocando que este caiga al suelo. Lo mira desde arriba y realmente quería seguir, pero tragó saliva respirando para poder contenerse. Sabía que cualquier otro alfa ya habría descuartizado al omega, pero no podría ser capaz de hacer algo así.
—Si vas a meterme los cuernos, por lo menos procura que nadie te vea, —habla en un tono muy profundo y lo mira con desprecio para luego irse hacia su habitación.
Baekhyun aún seguía sin poder procesar lo que había pasado, lleva una mano a su mejilla y hace una mueca cuando siente el dolor. Un par de lágrimas caen en la alfombra y su estómago se revuelve en ira, se queda acostado mientras vuelve a sentir aquella tristeza extraña de la mañana.
Después de un momento se levanta para ir a su habitación, ya no tenía hambre. Estaba enfadado por el golpe y aunque sabía que podría haberle ido peor, no deja de estar enojado. Cuando quiso refugiarse en su lobo, este le dio la espalda y Baekhyun no entendía su actitud.
Escuchó como la puerta se abría para cerrarse de nuevo; supone que Chanyeol ya se había ido. Suspira mientras recoge sus piernas sintiéndose un poco indefenso, a pesar de que Chanyeol no era el alfa más fuerte del pueblo, vaya que le dolió el golpe.
En la tarde decidió que aunque sea iba a ir solo a la ceremonia por lo que presionó una cuchara fría en su mejilla para bajar un poco la hinchazón. Solo esperaba que nadie lo notara.
Aliso su cabello con un peine de metal que había calentado en el fuego; luego se vistió y maquillo un poco su rostro. Da una vuelta en su espejo pensando en que aunque lo diga él, era realmente impresionante.
Sabía que su familia lo iba a regañar por ir solo, pero ya no le importaba, no quería ver a Chanyeol después de lo que le había hecho. Pensaba que incluso era injusto porque en realidad no había hecho nada con Jun.
Salió de su casa rumbo a la ceremonia de su sobrina. Mientras camina piensa en que él no tuvo la suya y realmente siempre había soñado con eso, su enlace fue la cosa más deplorable que tuvo.
En cuanto llega al lugar, finge una sonrisa para olvidarse del alfa que mordió su cuello y decide disfrutar de la ceremonia.
—Tío Baek, estoy tan feliz de verte, —la novia corre hacia Baekhyun para abrazarlo. —Ven, quiero presentarte a mi alfa, —ella toma su mano para llevarlo hacia la familia.
—Con cuidado, podemos caernos, —dice al ver a la omega tan efusiva.
Realmente Baekhyun siempre se había llevado bien con su familia, aunque a sus hermanos no les gustaba que pase demasiado tiempo con sus sobrinos ya que decían que podía corromperlos, pero eso no evitó que formará lazos con ellos.
Los padres del alfa de su sobrino lo miraron de pies a cabeza, realmente todos sabían sobre su tan aclamada reputación. Se notaba sus sonrisas fingidas.
—No veo al señor Park con usted, —dice la omega mirándolo.
—Mi alfa se sintió un poco indispuesto, pero realmente tenía muchas ganas de venir, espero sepan disculparlo, —también dibuja una sonrisa falsa por educación.
—Espero que se recupere pronto, —dice por último.
Baekhyun se aparto de ellos luego de un momento y fue hacia un lugar para mirar la ceremonia cuando está empezó. Aunque no quiso, se llevó muchas miradas y aunque sabía que algunas eran por su trayectoria, nadie podría negar que él era el omega más hermoso del pueblo y de otros también. En casa de sus padres aún estaban las múltiples coronas que había ganado por su gran belleza.
—Disculpa, —se da la vuelta cuando escucha a un hombre hablándole. —Acabo de llegar y ví algunas ceremonias ¿Está es la de Hansol y Ryujin? —dice él luciendo algo apenado.
Cuando Baekhyun iba a responder, el viento soplo y ambos percibieron profundo sus aromas. Algo sucedió en sus cuerpos, sus salivas se sacaron y una electricidad irrazonable los hizo sentirse calientes. Baekhyun sintió sus piernas débiles y casi cae mientras su rostro se volvía rojo.
—¿Quién eres? —susurra algo agitado no entendiendo porque derepente todo comenzó a dar vueltas.
—Oh Sehun... —su mirada nublada de éxtasis bajo hacia el omega, —te he encontrado. —Susurra para luego tomar la quijada del pequeño mirando sus ojos grises.
***
La creadora del diversity fest me permitió alargar el plazo para terminar la historia así que aún faltan algunos capítulos. 🌺
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