I
—Byun Baekhyun, —se escucha la voz molesta de una mujer quien paseaba de lado a lado con la mano en su cintura. —¿No te da vergüenza?
El susodicho solo se encogió de hombros mientras mantenía un ceño profundamente fruncido y la mirada en el suelo; escuchaba cada palabra de su madre quien alargaba el usual sermón sobre lo mal que manejaba su vida.
—Este muchacho es un caso perdido, —ahora es su padre quien habla mientras se encuentra sentado en el sofá mirando un periódico.
—Debemos hacer algo, —dice ella mientras se gira en dirección a su alfa.
—No sé que podremos hacer, —deja su periódico a un lado, —ya tiene veinticinco años y nadie quiere enlazarse con él, —arquea una ceja mirando a su hijo quien aún no levantaba la vista.
—Terminara solo ¿Quién se hará cargo de él cuando muramos? —ladea su cabeza mientras golpea el piso con la punta de su pie.
—Ya está grande, puede trabajar o algo, no sé, —se encoge de hombros ya que estaba un poco cansado del mismo tema.
Baekhyun hizo una mueca mientras mira a un lado cuando escuchó lo que dijo su padre; él no quería trabajar, solo quería un alfa que lo mantenga y le de sus gustos. Había puesto sus ojos en el hijo del líder, pero este lo ignoro luego de haberse acostado con él.
La vida de Baekhyun era conocida por casi todo el pueblo. Desde que entró en celo por primera vez a los quince años, comenzó a abrir sus piernas para todos los alfas que considerará su tipo; al principio fue más por diversión que lo hacía, pero cuando fueron pasando los años y sus amigos se iban enlazando dejándolo atrás, entonces también quiso una marca en su cuello, pero su reputación ya había sido escrita a fuego.
Ningún alfa lo deseaba como suyo.
Los alfas eran seres muy territoriales y aunque tampoco esperaban siempre parejas vírgenes, tampoco deseaban a un omega que había pasado por tantas camas de alfas, que no alcanzaban las manos de los pies y las manos para contarlos. Sin embargo, está vez quiso conquistar al hijo del líder quien no reparó en desecharlo como a la basura.
Ahora, la prometida del sucesor a líder, estaba molesta por lo que había sucedido así que le dijo al líder, quien molesto le reclamo a los padres de Baekhyun para que controlarán a su hijo. Debido a eso, estaba ahí parado escuchando como sus padres estaban hastiados de él.
Un omega de su edad que siguiera soltero era considerado como viejo y ya ningún alfa estaría interesado porque los alfas de su edad también estaban formando sus familias. Baekhyun mueve su cuello sintiéndose cansado de estar parado ahí.
—Voy a hablar con el líder sobre esto, si así te sientes mejor, —dice el alfa sonriendo a su pequeña omega quien lo mira con cariño y asiente.
—Gracias, querido, —ella finalmente suelta un suspiro.
—¿Ya puedo irme? —rompe la burbuja rosa de sus padres quienes simplemente asintieron sin decirle nada más.
La pareja lo vio subir las escaleras y ella se sienta en el regazo de su marido quien la abraza besando su cabello; ellos habían tenido más hijos como era lo normal ahí e incluso después de Baekhyun. Ahora criaban a cuatro pequeños quienes aún se encontraban estudiando, pero ninguno de ellos les habían hecho estresar tanto como Baekhyun.
🌧️
Por otra parte se encontraba un alfa demasiado alto, desgarbado y con las piernas chuecas tratando de cortejar a un bonito omega de cabellos rojizos y ojos jade.
—Chanyeol, yo te quiero mucho, —el chico más pequeño mira hacia el suelo mientras mueve inquieto sus pies, —pero yo ya tengo a alguien más, —se encoge de hombros mientras lo mira.
—Oh, entiendo, —asiente con su cabeza sonriendo débilmente para luego darse la vuelta.
El alfa mete sus manos en sus bolsillos mientras camina mirando al suelo; sabía que Kyungsoo estaba mintiendo porque no había visto a ningún alfa cortejandolo, pero ya estaba acostumbrado a los rechazos porque los omegas no lo veían atractivo.
Debido a que era el más débil de la manada y además carecía de la vista de un ojo ya que nació sin este, no era un buen partido para nadie. Los omegas elegían alfas fuertes como pareja así que él jamás estaría en la lista de nadie, pero igualmente lo intentaba ya que su sueño desde pequeño había sido formar una familia muy amorosa.
Él trabajaba como herrero, aquella profesión le enseño su difunto abuelo, y había ahorrado bastante dinero para comprar una casa que estaba remodelando y mantener en un buen estilo de vida a su futura de familia, pero a este paso sabía que terminaría viviendo solo ahí.
Volvió a su casa o bueno a la de sus padres ya que aún no terminaba de remodelar la suya, pero desea mudarse ahí en la semana de cerezos, era una fecha donde tenían por tradición celebrar los enlaces.
—Ya llegué, —avisa mientras se quita los zapatos y deja las llaves a un lado.
—Hola, cariño ¿Tienes hambre? —dice su madre mientras carga a un niña de aproximadamente cinco años.
—No, mamá, estoy bien así, —le da una leve sonrisa y luego acaricia el cabello de su hermanita para finalmente ir a su habitación.
La señora Park se queda de pie percibiendo el aroma a tristeza que su hijo emanaba sabiendo lo que había pasado; siempre que iba a declararse a un omega volvía así. Quería hacer algo por él e incluso muchas veces había hablado de su hijo con sus amigas para un enlace con sus hijos, pero estás se negaban diciendo que ellos ya tenían potenciales parejas.
Ella había tenido problemas con su marido cuando su bebé nació, Chanyeol vino al mundo sin uno de sus ojitos y era tan largo como un fideo, pero al mismo tiempo era sumamente enfermizo, casi no lloraba porque parecía costarle y sus piernitas eran chuecas; intentaron arreglar ese problema, pero nunca se solucionó del todo, aunque al menos si podía caminar un poco bien. Tuvo problemas con su alfa porque él quiso que abandonaran o mataran al bebé ya que sería desgraciado en su futuro, pero ella se negó diciendo que era su bebé por lo cual Chanyeol nunca tuvo afectó de su progenitor y este jamás le enseño a cazar.
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Chanyeol fue a leer un poco para sacarse ese sabor agridulce que tuvo; como había empezado a llevarse bien con Kyungsoo ya que su padre el señor Do era un cliente frecuente, entonces así comenzó a conversar con el omega, pensó que podría estar interesado en él. Se equivocó.
Su lobo usualmente siempre le decía que hubiera preferido morir a tener esa vida; tenía ya veinte años y aún seguía siendo virgen, ni siquiera había dado su primer beso ya que lo más cercano al contacto con un omega había sido un abrazo o un apretón de manos.
Su parte humana era más optimista y decía que agradecía que su madre lo quiso tener, ya que esperanzaba aún el tener su propia familia a la que cuidar y amar. Sabía que habría un omega que lo iba a amar a pesar de sus defectos y que le regalaría preciosos cachorros a los cuales consentiría.
Su lobo se reía de sus sueños aunque al animal también le dolía.
Solo esperaba que la Luna se apiadará de él ya que suficientes desplantes y burlas había sufrido en su vida como para terminar solo en su camino a la vejez.
🌧️
Pasaron los días donde Baekhyun seguía persiguiendo al hijo del líder, Kris, así que la novia de este volvió a quejarse por lo que el alfa Byun tuvo que intervenir, además su mujer seguía taladrando su oído diciendo que la vida de su hijo estaba arruinada.
Él junto a su omega fueron hasta la oficina del líder, Choi Siwon quien estaba algo ocupado con papeles del pueblo así que tuvieron que esperar a que tenga tiempo libre. Dos horas después finalmente pasaron a verlo así que se saludaron respetuosamente.
—¿Qué los trae por aquí? —dice él con una sonrisa política.
—Sé que este tema puede que no sea muy relevante, pero estamos preocupados por Baekhyun, —empieza la omega mientras su mirada se torna en desesperación.
El líder levanta sus cejas ya que no era normal que la señora Byun pierda los papeles tan rápido, era una mujer elegante que mantenía sus emociones a raya como casi todos los omegas. Callados y sumisos.
—Bien, creo saber de lo que hablan ¿Pero que podría hacer yo al respecto? —junta sus dedos sobre el escritorio mientras los mira a los ojos.
—Queríamos saber si quizá podría encontrar a algún alfa al que no le importe la… vida de Baekhyun, —dice el señor Byun mientras suspira pensando en que su hijo tenía una reputación muy marcada.
—Bueno, eso es algo complicado ya que, —tose, —yo no soy quien para juzgar, pero los alfas jóvenes no-
—Disculpe que lo interrumpa, —se excusa la señora Byun, —sabemos eso, pero quién sabe si hay alguien, —achica un ojo mientras mira a otro lado, —por ahí que pueda aceptarlo como es, quien sea, no importa, solo que no sea tan mayor, —mordisquea su labio no queriendo que su hijo tampoco acabe con un abuelo.
—Bueno, —él suspira ya que sabía que no era bueno que un omega se quedará soltero, —haré lo que pueda, hablaré con mi omega sobre esto.
—Muchísimas gracias, —ella se levanta para dar una reverencia de gratitud.
Se despidieron y el líder se quedó solo con sus pensamientos ya que en realidad estaba muy ocupado, pero prefirió seguir en sus documentos por varias horas más. Cuando finalmente el sol se oculto, se levantó de su silla para estirar sus brazos.
Hace años había dejado la guardia para hacerse cargo del pueblo así que realmente no estaba tan en forma como en ese entonces. Guarda sus documentos en los cajones para luego salir de su oficina encontrandose con su secretario, un joven beta que parecía estar algo cansado.
—Ya es hora de salir, tu novia te espera, —dice el mayor de buen humor mientras mira como el chico empieza a guardar sus cosas.
—Lo siento, no ví el reloj, —dice apenado para luego tomar las llaves del lugar. —Mi chica debe estar enfadada, —se ríe mientras rasca su nuca.
Siwon asiente con su cabeza para luego salir con el chico detrás de él, ambos conversaban de cosas de la oficina, problemas de la vida y que próximamente vendría la ceremonia de enlace por lo que estarían más ocupados con el papeleo.
Sin embargo, luego de un momento vieron al joven Baekhyun con un alfa quien se encontraba con su mano en el trasero del omega quien parecía no estar disgustado, mas bien se pegaba demasiado a él.
—Ay no, otra vez tendremos a los señores Byun mañana en la oficina, —dice el beta viendo la escena sabiendo que el alfa solo iba a usarlo como hacían casi todos los alfas del pueblo.
—Este muchacho no aprende, —Siwon niega con su cabeza mientras ve como Baekhyun se deja besar descaradamente por el otro. —Con escenas así, nadie lo va a querer de esposo.
—Ya nadie lo quiere, no se imagina las cosas obscenas que he escuchado a los alfas hablar sobre él, —suspira mientras retoman su caminata a casa.
—Creo que será imposible encontrar un marido para él, —pone sus manos detrás de su espalda mientras mira alrededor a la gente paseando y a los niños jugando ya sea en forma humana o de cachorro. —Pero haré lo que este en mis manos, no es bueno que un omega este solo.
—Por supuesto, pero si no se puede hacer nada entonces el chico podrá vivir solo, no creo que muera, —se encoge de hombros.
Siwon asiente y luego se despide del beta ya que sus caminos a casa se dividían por lo que cada uno empezó a caminar por separado. El líder comenzó a pensar en otras cosas respecto a la aldea ya que pronto iban a unirse a otro pueblo para poder expandirse.
Comió junto a su omega y sus hijos, cada uno conversando de como había sido su día hasta que alguien tocó un punto que lo hizo poner toda su atención.
—Hoy rechazaron otra vez al pobre Chanyeol, —comentó una de las hijas.
—Ya van como cinco este año, ese chico no se rinde, —menciona Kris mientras bebe su jugo de sandía.
—No puedes culparlo, todos quieren tener una familia, —la misma chica réplica haciendo un mohín. —En fin, pobrecito, creo que ningún omega lo va a aceptar, —niega con su cabeza.
—Ya chicos, no está bien hablar de otras personas cuando no están presentes, —regaña su madre para luego cambiar de tema.
Siwon se había puesto a pensar en lo que dijo su hija ya que él conocía a Chanyeol; era el herrero del pueblo, aunque no sabía que estuviera soltero y que además se le dificultaba conseguir una pareja. Solo sabía que era un alfa bueno, alegre y un maestro con el metal, todas sus armas nuevas habían sido hechas por él.
Después de comer, fue a su habitación y luego de bañarse fue a dormir junto a su omega quien ya estaba cepillándose su larga melena castaña. No podía evitar sonreír al verla, seguía amandola aún después de treinta años de enlace, incluso la amaba cada día más.
—Ya deja de verme así que haces que me sonroje, —sonríe ella mientras le da una mirada cariñosa.
—Te amo, —le guiña un ojo y ella sonríe.
—También te amo, —sigue cepillando su larga cabellera.
—Por cierto, quería preguntarte algo, —cambia de tema ya que recordó lo que había escuchado.
—¿Qué cosa? —dice ella mientras coloca una crema de hojas hidratantes sobre su rostro.
—¿Conoces a Chanyeol? Es decir, yo lo conozco, pero no demasiado bien sobre él.
—Bueno, sé que no tiene buena relación con su padre y además tiene algunos problemas físicos que ya debes conocer, —empieza ella con la voz algo entristecida, —es un buen chico, pero como no es un alfa muy fuerte entonces los omegas lo rechazan, —suspira mientras empieza a trenzar su cabello, —siempre está tratando de cortejar a algún omega, pero nadie le acepta.
—Entiendo, pensaba que ya estaba enlazado porque es un alfa trabajador y siempre está alegre, —menciona él pensando en algo.
—No y sinceramente no sé si llegué a enlazarse, —termina su trenza para luego levantarse. —¿Por qué me preguntas de repente por él? —levanta sus cejas mientras camina a la cama.
—Es solo que hoy los señores Byun vinieron a la oficina rogando por un alfa para su hijo, —se mete debajo de las mantas haciendo un lugar para su pareja.
—Oh, entiendo, Baekhyun, —asiente ella sabiendo de que se trataba. —Aunque no sé si el omega acepte.
—Bueno, eso es decisión de sus padres, —suspira para luego recostarse y abrazar a su omega. —Buenas noches.
—Buenas noches, —ella cierra los ojos acurrucadose en el pecho del alfa.
🌧️
Al día siguiente como si el beta secretario tuviera poderes de predicción, los señores Byun volvieron para rogarle por un marido para su hijo quien nuevamente fue tirado a un lado luego de que el alfa de turno lo tomo.
—Puede ser que yo tenga una idea, pero no sé que piensen, —empieza Siwon ya que no sabía si los señores Byun se pondrían exquisitos.
—¿En serio? —el señor Byun levanta su cabeza.
—Sí, ¿Conocen a Park Chanyeol? —empieza mientras se fija en sus reacciones.
—No, ¿Quién es? —pregunta la omega.
Su marido giró la cabeza hacia ella, —es el nieto del antiguo herrero, —le explica, —el chico del parche.
—Oh, ya, es el hijo de la señora Park, —ella asiente ya que no lo recordaba porque no solía ir a la herrería.
—Sí, —asiente para luego girarse de nuevo al líder, —¿Pero él no está es enlazado? Tiene casi treinta años. —El alfa Byun frunce su ceño.
—No, está soltero y desea enlazarse, sé que no querían alguien muy mayor, pero es-
—No se preocupe, si el alfa está bien con ello entonces me gustaría conocerlo, —la omega se apresura emocionada por al fin encontrar alguien que plante los pies de su descarrilado hijo.
—Hablaré con él y luego los mandaré a llamar, —explica él sin sentirse ofendido por la interrumpción, al parecer ella está muy contenta.
—Muchas gracias, —ella tomo su mano para besarla. Era una muestra de respeto que casi ya no se hacía.
Ellos salieron de ahí felices, la señora Byun porque al fin su bebé no estaría solo y desprotegido para cuando ellos ya no estén, y el señor Byun porque ya no tendría a su mujer taladrando sus oídos. Es decir, se preocupaba por su hijo, pero sabía que Baekhyun podía simplemente trabajar para mantenerse.
Siwon mando a uno de sus deltas para que vaya por Chanyeol, esperaba que el alfa aceptará ya que no quería tener a la omega Byun llorando y quejandose sobre su escritorio. Aunque pensaba que Chanyeol podría aceptar considerando lo que le dijo su esposa la noche anterior.
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El metal resonaba dentro del negocio de herrería Park, Chanyeol limpia su sudor con su manga para luego seguir golpeando la espada que se encontraba fabricando en ese momento. Luego escuchó el tintinear de las campanas en la puerta del establecimiento así que se quita sus guantes para ir a atender.
—Park Chanyeol, el líder ha mandado a llamarte, —dice con la usual voz tranquila, pero firme que usaban los deltas, hombres y mujeres capaces de clavar una daga en tu pecho sin demostrar emoción alguna; los guerreros de élite y guardias del líder.
—Uhmm ¿Para qué? ¿Hice algo malo? —tiembla ligeramente ya que no era una buena noticia ser llamado por el alfa líder.
—No lo sé, solo pidió tu presencia, ahora vamos, —vuelve a decir con el mismo tono de voz.
—Bien, —se quita su mandil y cambia sus botas por unos zapatos hechos de cuero. —Vamos, —coge sus llaves para salir del lugar.
Chanyeol tenía un mal presentimiento ya que alguien como él no sería llamado para alguna felicitación o recompensa por lo que pensaba que quizá había hecho algo malo aunque no podía recordar que podría haber sido. Sus manos sudaban un poco así que decidió guardarlas en sus bolsillos mientras caminaba detrás del guardia.
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