|24|
LA REALIDAD
CAPITULO 24:
Fruncí el ceño molesta. Mi dulce suelo había sido interrumpido por varias voces de adolescente, se escuchaba un poco lejos. Me desperté y abrí lentamente los ojos, estaba en mi ¿Tienda de acampar?... ¿Qué hacía yo aquí? Recuerdo que anoche me quede fuera, recostada de un árbol. Había pasado una, dos, tres horas, más o menos, cuando la soledad, el aburrimiento y el que no haya nada de acción, me consumió. Así que me quede dormida. La pregunta era, ¿Cómo había llegado yo a mi tienda de acampar?
Me cambie de ropa, de nuevo era holgada. Acomode mis anteojos y asegure la peluca, la cual estaba solo un poco despeinada, pero en su lugar. Las voces se fueron alejando, lo cual me sorprendió, así que cuando termine de arreglarme, Salí de mi carpa.
-¿A dónde se fueron todos? –pregunte a mí misma al ver el campamento vacío, no esperaba respuesta, pero para mi sorpresa, si la hubo.
-Fueron a identificar un par de plantas y a recorrer el bosque. –dijo una voz, atrás de mí. Sonreí al reconocerla de inmediato, Elliot-. Como anoche te acostaste tarde, supuse que querrías dormir, así que les dije que estabas enferma y que yo te cuidaría. Así que ambos nos quedamos aquí.
-Oh, ya veo. Pero... ¿Cómo sabes que me acosté tarde?
-Bueno, a eso de las tres de la madrugada, salí a buscar un poco de agua y te vi recostada de un árbol, estabas por quedarte dormida, así que espere a que te durmieras, te cargue hasta tu tienda de acampar y luego bebí mi agua.
-Gracias Hamillton –sonreí y mi sonrisa se borró rápidamente, ¿Habría desaparecido alguien? Lo dudaba, puesto que la secuestradora atacaba a tempranas horas y no creo que viniera al bosque solo a secuestrar a alguien. Igual me preocupaba-. Elliot, hoy cuando pasaron la lista ¿Falto alguien? ¿Alguien no estuvo presente?
-Ahora que lo pienso, si, falto alguien –mi preocupación aumento.
-¿Quién? –pregunte asustada.
-Pues tú, tonta –sonreí burlón.
-¡Elliot! ¡Me asustaste! –exclame molesta, por un momento pensé que alguien había desaparecido. Él puso una expresión burlesca-. Maldita sea Hamillton, puedes meterte tus bromas por... -Fui interrumpida por una fuertes y grandes manos que se posicionaron en mi cintura.
-¿Por dónde? –pregunto exageradamente burlón, haciéndome reír-. Te alteras por nada Moon.
-No me altero por nada, tu eres el que me altera –dije dando un paso atrás, haciendo que sus manos dejaran de tocar mi cuerpo.
-¿Yo te altero? ¿Entonces admites que te pongo nerviosa?
-¡No! ¡No dije eso! Sino que... ¡Ash! Eres insoportable –exclame dando media vuelta y empezando a introducirme en el bosque. Mis mejillas ya estaban sonrojadas y no quería que Elliot lo notara.
-¡Vuelve aquí tonta! Solo estaba bromeando –rio para luego seguirme.
-¿Y si no quiero volver qué? –pregunte desafiante.
-Pues... ¡Te perseguiré hasta atraparte y me pedirás piedad de todas las cosquillas que te hare!
-¡Eso lo veremos!
Dicho y hecho, Elliot empezó a perseguirme y yo, por supuesto, empecé a correr. Debo decir que nos comportábamos como unos niños, pero ¿Qué importaba? Estando con Elliot, todo era perfecto. Me divertía, reía, el tiempo se paralizaba cuando estaba junto a él. Me hacía sentir toda la adrenalina que siempre he necesitado. Olvidaba mis problemas, mis preocupaciones. No solo quería a Elliot por cómo era, sino también por cómo era yo cuando estaba con él.
Seguí corriendo, despejando mis pensamientos y entrando en un prado, lleno de hermosas y abundantes flores, amarillas, blancas, rojas, todos los colores que puedes imaginar. Me distraje tanto, admirando el paisaje, que Elliot me alcanzo. Me levanto en el aire y tropezó, haciendo que ambos caigamos.
-Tonto, ¡Me estas aplastando! –exclame, ya que estaba encima de mí. El apoyo su peso en sus brazos, para no aplastarme. Estábamos tan cerca que podía sentir su respiración. Me quede perdida en sus ojos, grandes, verdes, luminosos. Si, muy luminosos, con solo una mirada, Elliot iluminaba mi día. Sonaba realmente cursi pero... era verdad. Mis pensamientos fueron dispersados por una mano que se posicionaba en mi estómago, seguido de una sensación que me causaba mucha risa. El maldito me estaba haciendo cosquillas.
-¿Ahora quien ríe Moon? .pregunto burlón mientras yo soltaba fuertes carcajadas-. Oh... el chiste salió al revés, tus eres la que sigue riendo, rayos.
-¡Deja... me! Elliot! Bas...ta –respondí entre jadeos por la risa, pero el seguía haciéndome cosquillas, así que con un movimiento rápido y básico, quede encima de él y empecé a hacerle cosquillas yo. En un momento ambos estábamos riendo.
-¡Propongo una tregua! –exclamo. Su cara estaba pigmentada de un rojo intenso, debido a la risa. Asentí con la cabeza y me baje de encima de él, acostándome en el piso, a su lado-. Es imposible no reírse cuando estoy contigo.
-Claro, te la pasas burlándote de mí.
-No me burlo de ti, es que me divierto mucho contigo, es imposible no reírme.
-Yo también me divierto mucho contigo Elliot –sonreí y me devolvió la sonrisa.
-Pero no entiendo –dijo, sentándose, yo lo imite.
-¿Qué no entiendes?
-¿Por qué te escondes de quien eres realmente? Es decir, una persona extrovertida, alegre.
-Tengo muchas respuestas para eso, pero ninguna la entenderías –dije mientras arrancaba una de las tantas flores del pasto. El me miro extrañado-. Estoy bien así. Y si lo dices por mis anteojos ya estoy cansada de oír ese cuento.
-Los anteojos son lindos, pero no los necesitas –murmuro, apartándome los susodichos del rostro-. ¿Por qué los usas?
-¡Tú tampoco te muestras como eres en realidad! Eres un chico sensible, con altas expectativas. No uno de esos plásticos sin cerebro –exclame, cambiándole de tema.
-¿Sensible, altas expectativas? Te falto algo –lo mire dudosa-. Muy gracioso y atractivo.
-Y tan modesto –me burle.
-¿Quién es la burlona ahora? –pregunto-. Aparte, tus eres igual, también te escondes. Eres una insoportable, gritona y mandona, pero das una apariencia dulce y tierna.
-Wok, que linda imagen tienes de mí –dije irónicamente.
-No me déjate terminar –le hice un ademan con la mano, haciéndolo proseguir-. Eres muy voluble y de personalidad cambiante, pero también eres muy divertida, sabes escuchar, me hacer reír, me entiendes y me aconsejas y sobre todo eres... eres muy hermosa –esto último lo susurro en mi oído.
Mordí mi labio inferior por dentro, mientras el calor subía a mis mejillas, pigmentándolas así de un leve color rojo. Debo decirlo, nunca espere ese comentario.
Esboce una leve sonrisa, ante el comentario. ¿Qué le sucedía a Elliot? Él nunca era así de tierno con Moon. Su mano se posiciono sobre la mía, mandando una descarga eléctrica desde mi mano, recorriendo mi cuerpo, llegando justamente a mi corazón, el cual estaba latiendo rápidamente. Se separó de mi oído y me vio fijamente, nuestras miradas se conectaron, como ya lo habían hecho veces anteriores. Se acercó a mí, lentamente, como pidiendo permiso, pero... ¿Permiso para qué?... Oh... Esta posición, nuestros rostros tan cerca... Elliot iba a besarme o, mejor dicho, iba a besar a Moon. Mi mente pedía que reaccionara y me separara, pero mi cuerpo no respondía a esta orden. Extrañaba sus besos, de verdad lo hacía. Se acercó aún más y cerré mis ojos, nuestros labios estuvieron a punto de encontrarse cuando...
-Lo siento Moon, yo... no puedo, en serio lo lamento –dijo separándose y seguidamente de esto, se paró y se fue. Si, simplemente se fue. Oh... me sentía horrible, tenía tantas dudas ahora, pero... ahora entendía que sentía Elliot cada vez que lo dejaba parado ahí, solo. Pero... ¿Por qué se fue? ¿Qué le paso?
Me levante del suelo bruscamente y los pétalos de las flores se esparcieron. ¿Qué estuve a punto de hacer? Y entonces, me golpee contra la dura y fría, pero cierta realidad. Cerré los ojos y suspire.
Era una espía, no una niña en un juego de amor. Estaba jugando con el corazón de Elliot. Las mentiras cada vez se hacían peores. Yo misma me hacía daño. El que más sufriría seria el, si se enterara de todo. Casi me engaño conmigo misma.
Yo misma me cree una fantasía, en la cual no quería dejar pasar mi verdadera y fría realidad.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro