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Capítulo 7: Vivir como un vagabundo honrado.

Lincoln abrió sus ojos. Rápidamente noto que las personas no estaban, tampoco su carrito de compras con la comida robada.

Lincoln: ¡Ooooh, malditos hijos de puta, jetas de bagre, viscos, pobres, care chutas purulientas!

Lincoln estaba enojado, realmente estaba enojado. Por la cabeza de Lincoln pasaba la rabia y sucesos de su vida, poco a poco la rabia fue mermando y tornándose en tristeza.

Lincoln: Quiero ser un niño normal, en una familia normal..... ¿Por qué me tiene que pasar esto a mí?

Estaba perdido, desorientado, sin alimento y sin nadie que le dé apoyo. Simplemente un niño perdido en el feo mundo.

Lincoln se movió a paso desanimado afuera del puente, se puso en una orilla de el final del “patio del puente”. Era una caída de 8 metros. Por la cabeza de Lincoln ya pasaban todos sus fracasos y momentos más oscuros, realmente eso le daba más depresión.

El joven iba a dar el paso para saltar y acabar con todo de un solo golpe, pero recordó unas palabras de una persona a la que le tenía rencor.

Lincoln recordó las palabras de Lynn.jr Loud. Ella le había dicho que mejor saltará de un edificio y no estorbara. Él había respondido que lo vería muerto una vez tenga 80 años y este en su yate de millonario.

Lincoln se alejo de su muerte y suspiro pesadamente. Necesitaba pensar en algo más y ir a ver que podía robar para desayunar, o probar suerte con la bondad de las personas.

Él salió de ese sitio y comenzó a caminar por las calles de la ciudad que no sabía cómo se llamaba. Él simplemente iba al azar, estando pendiente de la ruta de regreso pues ese puente aún le servía para pasar la noche.

Luego de un rato de caminar, Lincoln encontró un sitio particular, una acera donde había una vagabunda con una guitarra cantando con la esperanza de que la gente le diera algo de dinero.

Lincoln analizó a la mujer, rápidamente se pudo dar cuenta de que podría tratarse de una mujer de no más de 19 o 23 años. El joven se acercó para escuchar la canción. Era una canción relacionada con las penas de la vida. Lincoln debía reconocer algo, la voz de la mujer era bonita, pero su habilidad con la guitarra no tanto.

En ese momento, a Lincoln se le encendió el foco.

Lincoln: Disculpe, señorita. ¿Podría intentar tocar algo?

¿?: Umm... Seguro... Igual no es que pierda algo al hacerlo.

La mujer simplemente le dio la guitarra a Lincoln, dejando a este sorprendido por lo confiada que era. El joven no pudo evitar pensar algo sobre esa confianza que podría joderle.

Dejando todo eso de lado, Lincoln se sento al lado de la chica y se preparó para tocar la guitarra. Hacer música con Luna aunque no quisiera le iba a ser de utilidad ahora.

Lincoln empezó a tocar una melodia suave. Y luego comenzó su improvisación de canción.

Lincoln: Si... Si tan solo te perdiera yo, me perdería a mí también, sin ti no sé que debería hacer, en este mundo tan cruel. Las cosas que he hecho no son de bien, pero me tienes que comprender, un niño soy pues, y desesperado ando y ando sin llegar a un final, mi vida se escapa de mis manos y el llanto aparece una vez más... ¡Uuuuna vez mááás¡ ¡Despierto cada noche pensando en si debería rendirme ya! ¡Jamás he tenido fe, pero es lo único que me queda ya! Por eso jamás pienso renunciar, e intento avanzar. Pero... Mi llama extinguiendoseeee... Estaaaaa......."

Lincoln escucho un aplauso después de haber terminado su canción improvisada. Era la mujer que estaba ahí aplaudiendole el trabajo, Lincoln observó una lata que la mujer tenía vacía antes de que él llegara. Ahora había dinero ahí.

¿?: Nada mal para un niño.

Lincoln: Gracias.

Lincoln se puso de pie y entregó la guitarra a su dueña. Luego empezó a retirarse. Lincoln tenía más medios para conseguir cosas, así que decidió dejarle el poco dinero conseguido a la mujer, pero.....

¿?: ¡Oye, niño, tu dinero!

La mujer lo alcanzó y le entregó la lata. Lincoln la regresó.

Lincoln: Quedatelo, yo tengo varios métodos para conseguir cosas. No han honrados, pero aquí eres fuerte o mueres.

¿?: Pero tú fuiste quien ganó esto. No es justo realmente.

Lincoln: Hmm... Ya te dije que te lo quedes. Adiós.

Lincoln avanzó unos pasos, hasta que lo detuvieron nuevamente.

¿?: Espera. Tengo una idea. ¿Y si trabajamos juntos? Escuha, yo no sé tocar demasiado bien la guitarra, ¿verdad?

Lincoln afirmó esas palabras.

¿?: Pero tú... Tú sí.

Lincoln: Bueeenoo. Sí sé tocarla un poco.

¿?: Oye no me puedes mentir, acabo de escucharte. Tú podrías tocar la guitarra, y yo podría cantar. Podríamos ser músicos callejeros. Artistas callejeros o como diablos sea que lo quieras llamar.

Lincoln solo miro a la mujer de piel clara, cabello naranja-marrón y ojos castaños con la mirada susurrante mortal de la desconfianza total.

(Imaginela con una blusa negra, pantalones azules y zapatos blancos algo sucios por favor... Usen la imaginación en pocas palabras xD)

Después de unos momentos se pensar, Lincoln seguía pensando aún más.

¿?: Entonces... ¿Qué dices?

Lincoln: Hmm.... Okey, igual no tengo nada que perder.

¿?: ¡Genial! Bien, me llamo Luisa, pero puedes llamarme Bivi.

Lincoln: ¿Bivi?

Bivi: Mi nombre completo es Bivi Luisa Fernanda.... Smith.

Lincoln: ¿Smith?

Bivi: Solo has de cuenta que jamás oíste eso y sólo llamame Bivi.

Lincoln solo se rio entre dientes un poquito y luego extendió la mano.

Lincoln: De acuerdo, espero que no te eches para atrás.

Bivi estrecho la mano con Lincoln y muy confiada de su habilidad de canto dijo:

Bivi: Jamás me echo para atrás, solo me echo para adelante. Bueno, primer sitio, la plaza, allí conseguiremos con que comer esta noche.... Eso espero.

El estómago de Bivi hizo el sonido que indicaba que tenía bastante hambre. Bivi empezó a caminar, pero Lincoln tenía otros planes.

Lincoln: Smith, mejor vamos por algo de desayunar. Es más importante desayunar cualquier cosa que andar vacíos y sin azúcar en la sangre.

Bivi: No me llames así, por favor... Y tienes razón, estoy sintiéndome mal, no he comido nada en casi tres días.........

Lincoln: Esta decido entonces. Andando, Smith.

Bivi: ¡Qué no me llames así!

Lincoln: De acuerdo, Bivi Smith.

Ambos fueron a un pequeño puesto de comida rápida y con lo poco que tenían compraron dos empanadas. Les sobraba para una extra, pero debían administrar eso a nivel Dios.

Ya con sus estómagos no tan vacíos, ambos se dirigen a la plaza para ver si el plan funcionaba. Un vez allí, Bivi le pidió una melodia algo animada a Lincoln, este estuvo buscando por un rato la indicada, hasta que la encontró y empezó a tocar.

Algunas personas fueron llamadas por la música que empezó de repente. Bivi respiro y empezó a cantar. Los oídos se muchas personas eran encantados por la voz de la joven mujer en conjunto de la melodia del niño albino.

———En ese momento, Lincoln había olvidado todo su mundo gris, la música le estaba dando un poco de color de nuevo.

Lincoln sabía que esto podía ser sólo temporal, pero aún así, quería apegarse a esa felicidad tanto como le fuera posible.

48 horas más tarde xD........

Había acabado otro día para el dúo de músicos clandestinos. Estaban debajo del puente donde Lincoln fue robado de su alimentos robados.

Los tipos de habían llevado la comida, pero no se habían llevado los viejos colchones, al menos los grandes y hechos mierda, los pequeños y decentes sí se los llevaron.

Bivi: Cielos, ese guardia era muy amargado. “Están molestando a los residentes del edificio” ñe ñe ñe....

Lincoln: Ya sabes que los ancianos son unos amargados. Bueno, salgamos a comprar un par de latas de frijol para dormir plácidamente con la panza llena. Podemos tomar dos días libres relajadamente, tres con estrés, y cuatro si quieres andar sin nada de cambio.

Bivi quién era la que tenía todo el dinero guardado en el estuche viejo de su vieja guitarra asentó con la cabeza. Ambos salieron del sitio a buscar un mini-super cercano. No tardaron mucho en encontrar uno.

Bivi: Tú solo espera aquí, no tardaré mucho.

Lincoln entendía eso. La razón era porque Lincoln ya había robado una vez en ese mini-super el día anterior para que su amiga pudiera comer y reponer energías. Bivi no estaba feliz por ello, pero de todas formas tenía que comer así que le agradeció a Lincoln, pero le dijo que no lo haga a menos que sea absolutamente necesario.

Lincoln obediente espero tranquilamente ahí en el otro lado de la calle mientras Bivi compraba. Después de unos pocos minutos, ella salió del mini-super.

Lincoln: Ya era hora, me muero de hambre....

Entonces, unos sujetos que estaban ahí en una esquina se acercaron a Bivi, padecían preguntar algo amablemente. Lincoln estaba algo alertado.

A ojos de Lincoln, Bivi amablemente había rechazado tan especie de propuesta y se iba a regresar con él al puente. Pero esos hombres se negaban a dejarla ir.

Bivi se libero bruscamente del agarre de uno de esos hombres e intentó correr a donde Lincoln, pero otro hombre la agarro del cabello y tiro de este.

Bivi había caído al suelo y arrastrada a una esquina de la tienda. Lincoln rápidamente fue a recuperar las cosas compradas y fue a ver que mierda le iban a hacer a su amiga.

Bivi: ¡Ya déjenme, bastardos!

"Cielos, tienes mucha energía, señorita. Me gustan las de tu tipo".

Bivi: Te lo dejo claro. Prefiero que me metan una sombrilla culo arriba, la abran y le den vueltas a tener algo con vos, pedazo de virgen asqueroso.

"Je. Yo no soy virgen, pero tú sí, ¿verdad?"

Bivi: ¡Qué te importa, muerete!

"Será interesante. Jamás lo he hecho con una virgen. Muchachos, quitenle esos trapos sucios, después de mí, ustedes pueden hacer lo que quieran.... BJ, ¿por qué grabas esto?"

"Un recuerdo."

"En serio, viejo. Ve a terapia, no dejas esa cámara ni siquiera cuando vas a coger con tu novia."

Los hombres empezaron a intentar quitar la ropa de Bivi por la fuerza. Ella pataleaba, golpeaba y mordía todo lo que encontrará, pero un puño bien dado en la frente la dejó muy aturdida y tendida en el suelo.

Lincoln quién estaba oculto no sabía qué hacer realmente. Solo estaba viendo ahí como esos sujetos iban a hacerle algo malo a su amiga.

Después de meditarlo un poco, Lincoln recogió coraje y salió a escena lanzando con toda su fuerza la lata de frijoles en toda la cabeza del sujeto.

"¡Ah, mierda, joder...!"

Lincoln: ¡Ya... Sueltenla! Tengo otra lata y no dudaré en usarla.

Un momento de silencio llegó, los hombres luego empezaron a reír.

"Jaja, un pequeño super héroe."

"jaja.. Ay men, pensé que sería algo más temible, jajajaja."

"¿Cómo debería llamarte, héroe? ¿Enano mac bolas grandes?"

Mientras los tres que retenian a Bivi reían, el que fue golpeado por Lincoln usando la lata de le acercó con dicha lata en la mano.

"Creo que se te cayó... ¡Esto!"

El hombre con gran fuerza le dio en la cabeza a Lincoln con la lata. Fue un golpe en toda la frente. Lincoln cayó al piso mientras sentía el dolor y un par de lágrimas por ello se hacían presente en sus ojos.

"Estúpido niño."

El tipo le escupió a Lincoln y luego le dio una patada en las costillas antes de regresar a su asunto con Bivi. Lincoln podía escuchar como Bivi forcejeaba y pedía ayuda, pero Bivi tenía la boca tapada por unos de los matones.

Lincoln se quedó ahí mirando el cielo. Su atención fue para la hermosa luna, una luna que le hacía recordar junto con la oscuridad de la noche a Maggie, quien tenía piel blanca como la luna y un cabello negro como la noche.

Lincoln: El cielo negro como su cabello y la luna blanca como su piel, a mis ojos da un bello espectáculo, que me puede volver alguien malo o alguien sano. Luna roja de sangre o luna blanca de bondad...... Sangre.....

LATIDO

¡El corazón de Lincoln había dado un vuelco! La adrenalina estaba fluyendo mientras oía a su amiga pedir ayuda, en su cabeza no había más que el pensamiento de que debía hacer algo.

Para Lincoln, la luna había adquirido un tenue color carmesí. El muchacho se levantó y tomó de la bolsa tirada a su lado la otra lata de frijoles.

Lincoln la lanzó y le dio al mismo hombre que lo miró furioso mientras que los demás sólo miraban preocupados.

"Hey, no vayas a hacer nada exagerado, es solo un niño."

Ignorando a sus amigos, el tipo sacó de su bolsillo una navaja y amenazó con esta.

"Vete o te voy a clavar esto en el cuello."

Lincoln solo no pudo evitar sonreír de una manera ominosa ante esas palabras.

Lincoln: Adelante, matame si puedes.

El tipo siendo serio e irracional a la vez en sus palabras y acciones, fue a apuñalar. Lincoln evadió los torpes ataques del enemigo y robo su navaja. Sin tener pereza fue a atacar la yugular.

La sangre comenzó a salir sin control machando las manos de Lincoln y un poco de su cara y cabello. El tipo murió rápidamente.

Por muy increíble que sonara, aunque había asesinado por primera vez, la mente de Lincoln estaba tranquila y despejada. Y tétricamente sonreía ante su acto.

"¡¡Hermanoooo!!"

Los demás sujetos atacaron después de una orden del hermano del fallecido. El joven de cabello blanco evadió los torpes ataques de sus oponentes, matando a uno en el proceso y usándolo como escudo para evitar ser golpeado.

Lincoln los mato uno por uno. Degollar, apuñalar en el corazón, fue lo que uso para acabar con la vida de sus enemigos. Y aún así, aunque tuviera sangre en su ropa, cabello, cara y en sus manos, su mente seguía completamente despejada.

Lincoln siempre había sentido que le faltaba un complemento, algo que su ser rechazaba a toda costa, pero ahora lo entendía. Dicho complemento, lo convertía en un asesino por naturaleza. Un depredador, un cazador.

Y hoy, había hecho su primera cacería.

Lincoln limpio la sangre de su nuevo cuchillo usando la ropa de los cadáveres para luego saquearlos y ganar así un total de 934 dólares. También se llevó la cámara de video, podría venderla luego.

Ya con todo su botín, Lincoln fue a ayudar a Bivi que estaba ahí quieta mirando con horror la masacre.

Lincoln: Oye, Smith, vamos a casa. Hoy si que tuvimos suerte. Mira nada más las billeteras que tengo.

Bivi: Los... Los has matado.

Lincoln se confundió un poco por el terror en la cara de Bivi.

Lincoln: Sí, los he matado, ¿y qué? ¿Qué hay con eso? ¿Por qué tienes esa cara?

Lincoln decidió dejar todo de lado y le extendió una mano a Bivi. Pero ella sola se levantó.

Ambos fueron a caminado en silencio a su hogar debajo de es puente, pero esta vez no había ninguna charla divertida, todo era un silencio mortal.

Pero en la cabeza de Lincoln ya había una salida de todo, un negocio en el que él podría entrar. Podría conseguir trabajos en lo que la gente suele llamar “el bajo mundo”. El lugar donde no hay leyes, puedes trabajar o venderte si lo deseas, o vender a quien quieras. O puedes tomar “misiones de purga” por llamarlo de algún modo menos vulgar.

Lincoln sonrió de medio lado ante su idea. Pronto esa sonrisa desaparecio y comenzó a tener miedo. Él jamás había pensado así, y ahora lo hacía con tanta facilidad.

Lincoln le temía a “Lincoln” ahora. Temía que el viejo Lincoln lo detuviera de hacerse rico usando su talento para la matanza.

Lincoln agitó la cabeza para evitar que las cosas lo atormentaran y que la culpa y el arrepentimiento por matar a esa gente mala lo jodiera.

Lincoln: Bivi, tenemos suficiente dinero. ¿Quieres ir mejor a dormir en algún hotel con baño para poder quitarnos el olor a culo abierto?

Bivi: ¿Um? Claro... Co-Cómo quieras.... Yo te sigo.

Lincoln: Bivi, los tipos malos ya no están, puedes dejar de tener miedo... Yo estoy aquí contigo, y no dejaré que nada dañe a mi amiga.

Lincoln dijo eso con una sonrisa y le tomó de la mano para guiarla al lugar donde podrían estar más cómodos.

FIN DE CAPÍTULO

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