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Capítulo 5: Blood Moon Is Here

Pip... Pip... Pip.....

Era el sonido que Lincoln escuchaba mientras miraba el techo con un frío rostro de poker.

Su cerebro aún estaba asimilando todo lo que había pasado en tan poco tiempo.

Llevaba cuatro días en el hospital, sus heridas estaba tratadas pero aún dolían, cosa que era ayudada por analgésicos y otras cosas.

Lincoln usualmente era visitado por esa mujer de cabello negro, piel bronceada y ojos azules.

El nombre de esta mujer era Katerine Birkin.

Además......

Era la esposa de Gustavo.

Lincoln: Fuu. Vaya que tu vida se puede ir a la mierda en un instante... ¿Hmm?

Lincoln interrumpio sus pensamientos en voz alta al escuchar como alguien entraba por la puerta.

Lincoln solo miró como Gustavo entraba con algo de tranquilidad.

Gus: Hola Lincoln, ¿cómo van esas heridas?

Gustavo preguntó mientras intentaba al mismo tiempo crear un ambiente agradable y ligero.

Mientras esperaba su respuesta, él sacó una manzana de una bolsa con frutas que traía y se la paso a Lincoln.

Lincoln solo la tomó con su brazo sano y se dio el lujo de darle una mordida a la fruta.

El jugo dulce de la fruta al igual que el trozo mordido asalto su boca con ese buen sabor.

Lincoln sinceramente ya está a harto de la fea comida de hospital.

Después de tragar, Lincoln respondió a la pregunta de su único amigo.

Lincoln: Van mejorando, aunque no puedo moverlos aún sin que duelan más que una patada en los bajos. ¿Por qué Katerine no vino hoy?

Lincoln preguntó curioso al no ver a su frecuente visitante.

Gustavo solo respondió mientras comía una banana.

Gus: Ñam... Ella... Hmh, ella tenía un asunto pendiente... No me dijo que era....

Lincoln: Viejo no seas cerdo, mastica primero.

Gus: ¡Obligame!

Lincoln solo tuvo un pequeño tic en la ceja derecha ante la infantil respuesta.

Y también porque Gustavo seguía hablando mientras comía solo para molestarlo.

Lincoln solo dejó eso de lado y miró por la ventana para luego cerrar sus ojos.

Se puso a pensar en las cosas que habían pasado en este tiempo y lo que más resaltó fueron las lágrimas de esa niña rubia amante de los animales.

Tan sólo recordarlo lo hacía sonreir inconscientemente y se dio cuenta gracias a Gustavo.

Gus: ¿A que se debe esa sonrisa?

Lincoln solo abrió los ojos y respondió con una media mentira.

Lincoln: Solo por estar aún convida.

Gus: Así se habla cabeza de cebolla. Bueno, se supone que debería estar en el trabajo hace dos minutos, así que me iré por el momento.

Gus le dejo esa bolsa al lado de Lincoln y se despidió de él con una sonrisa.

Lincoln solo sonrió y entonces extendió su puño con su brazo sano y se despidió de Gus.

Y entonces se quedó solo en esas cuatro paredes......

Lincoln: Este es el inicio... Apenas estoy comenzando.

Lincoln dijo para después darle una mordida a su manzana y sonreir de medio lado mientras masticaba.

Y así pasaron semanas en las que Gus y Katerine estuvieron haciendo lo posible por mantener oculto a Lincoln de los Loud.

La que causaba más problemas era Lisa ya que esa tenía una mente super desarrollada y casi lo encuentra en un par de veces.

Y después de un mes, a Lincoln le dieron de alta.

Pero no volvió al patio de la residencia Loud, no era idiota.

Y en vez de eso, pidió insistente a Gus que le permitiese vivir en su casa hasta tener la edad suficiente para trabajar y poder independizarse.

Gustavo no tenía problemas, y lo habló seriamente con su esposa la cual solo lo pensó por unos minutos hasta que accedió.

Ahora el problema sería ver dónde dormiría Lincoln, la casa de la pareja solo tenía las habitaciones necesarias para ellos.

Katerine: ¡Niños, ya llegamos! ¡Bajen un momento!

Lincoln solo se quedó un poco extrañado por la parte de "niños", pero solo no dijo nada.

Poco después dos personas bajaron del segundo piso de la casa.

Un chico como de al edad de Lincoln muy parecido a su padre y una niña tierna como de cinco años que miraba con cautela detrás de su hermano.

Gus: Luis, Laila, quiero presentarles a Lincoln. Lincoln, Luis, Luis, Lincoln, Laila, Lincoln, Lincoln, Laila, Gustavo, Lincoln.....

Katerine: ¡Ya basta!

Katerine alzo un poco la voz para detener las tonterías de su marido.

Y entonces el chico llamado con el nombre de "Luis" se acercó y extendió su mano amigablemente.

Luis: Es un gusto, me llamó Luis y la niña que no deja de estar detrás de mi por ser una miedosa es Laila.

Laila: Hey, no soy miedosa... Solo soy tímida.

Lincoln solo miro a la niña que se escondió tras su hermano.

Después él se agachó a la altura de la pequeña y saludo amablemente.

Lincoln: Me llamo Lincoln, acércate que no muerdo jeje.

Laila salió de atrás de su hermano y se acercó cautelosamente a Lincoln.

Lincoln finalmente extendió su mano y Laila la tomó y finalmente se saludaron.

Lincoln: Ves que no te paso nada. No soy malo, o eso quiero creer.....

Laila: Ohhh, eres de lo que se pinta el pelo, ¿verdad?

Laila empezó con una pregunta que Lincoln debía afrontar la mayoría de veces.

Lincoln: No, este cabello es 100% natural. En esta semana, umm... Ya van cuatro qué me preguntan eso incluyéndote. Les pediré que se abstengan de hacer preguntas o bromas sobre mi cabello.

Luis: Entendido abuelito jaja.

Lincoln solo suspiro pesadamente ante el primer Strike.

No le molestaba pues sabía que no lo hacía con malas intenciones, pero no le convencía ese apodo....

Después de la presentación, Katerine dio el anuncio sobre el tema del albino.

Katerine: Niños, Lincoln se quedara con nosotros desde ahora, por ello quiero que sean amables con él, ¿de acuerdo?

Luis/Laila: Si mamá.

Y así pasó el tiempo en esa casa, hasta que cayó la noche.....

..... Lincoln ahora estaba viendo la luna por una ventana con una mirada solitaria.

Pero eso se fue al ver un acontecimiento raro que le llamó la atención.

Lincoln: Wow... ¿Acaso la Luna se está poniendo roja? ¡Gus, hey Gus! ¿¡También ves eso!?

Gustavo rápidamente fue al llamado y Lincoln le señaló la luna.

Gustavo se quedó mirándola, pero sólo puso una expresión de confusión y le preguntó a Lincoln que pasaba.

Gus: ¿Qué pasó amiguito?

Lincoln: ¿Estas viendo y no ves? ¡La luna está medio roja!

Lincoln señaló la luna mientras miraba esa mitad de color rojo sangre.

Gustavo en respuesta solo le revolvió el cabello y dijo mientras sonreía.

Gus: Creo que debes estar cansado o algo. Estas alucinando... Vamos a comer para que recuperes algo, luego vete a dar un relajante baño y finalmente tumbate en la cama y duerme como bebé.

Lincoln: Si... Quizá tengas razón. Debo de estar viendo cosas.

Lincoln dejo el tema de la luna y solo se aparto de la ventana y se fue a la sala.

...... Después de esa noche en la casa de Gustavo, Lincoln fue llevando normalmente a la escuela por este en su auto.

Eso fue después de dejar a Laila en el jardín de niños.

Gus: Nos vemos más tarde, no te metas en problemas y solo centrate en tus cosas.

Lincoln: Lo que digas Don Gus. Nos vemos.

Lincoln solo se alejo e iba rumbo a su salón mientras miraba el vendaje en su brazo.

Debía usar esa cosa por una semana más para que todo sane a la perfección.

Lincoln iba caminando tranquilamente ignorando todas las miradas que le dirigían.

Hasta que la suya se posó en un cabellera negra que sacaba sus cosas sin muchas ganas de su casillero.

Lincoln solo le tocó el hombro para llamar su atención y cuando ella se dio la vuelta, saludo con normalidad.

Lincoln: Hola Maggie, ya volvi.

Maggie: ¿Donde estuviste? Te espere siempre en el puente pero... Nunca llegaste, y ahora llegas así como así... ¿Acaso esto es un juego?

Lincoln al ver como ella parecía dolida, solo mostró su brazo vendado antes de que ocurriera un mal entendido cósmico.

Lincoln: Tuve un accidente que me tiro al hospital unas semanas. Pero ya estoy bien.

Maggie al escuchar eso abrió los ojos con sorpresa y entonces miró detenidamente ese vendaje con unos rastros color rojo.

Maggie: Uhhh... ¿Seguro que estas bien? ¿No te duele?

Lincoln ante eso solo rio entre dientes y dio una simple respuesta acompañada de una pregunta.

Lincoln: Sí, pero me lo aguanto. Oye, ¿quieres hablar un rato en la hora del almuerzo?

Maggie solo acepto sin dudar y después se dio cuenta de su actitud y lo volvió a decir más calmadamente y intentando parecer indiferente ante la propuesta.

¡Riiiiiiing!

El timbre que avisaba el inicio a clases había sonado.

Lincoln solo se despidió de su amiga y camino a un ritmo algo rápido para llegar a su salón.

Lincoln iba caminando tranquilamente hasta que comenzó a alucinar.

Lincoln estando en un estado de trance solo siguió caminando.

Asi fue por unos segundos hasta que paro frente a una figura que sostenía dos cosas en sus manos y miraba al cielo.

La figura era completamente negra y estaba parada en medio de un montón de otras figuras que estaba acostadas en diferentes posiciones.

Y lo único que hacía que se notará la figura que se mantenía en pie, era un cabello blanco brillante.

Lincoln iba a tocar esa figura, pero....

¡PAM!

Lincoln choco contra algo duro y salió de ese trance y por un inercia se llevo una mano a la zona afectada.

El se quedó ahí estático intentando recordar lo que acaba de pasar, pues tenía ahora un recuerdo muy borroso.

Lincoln: ¿Pero que demonios fue eso? Más bien... ¿Acaso pasó algo?

Lincoln murmuró para sí mismo mientras intentaba recordar en vano.

Con esa duda en la cabeza, Lincoln finalmente se fue a su salón de clases para hacer lo que tenía que hacer.

Paso el tiempo, y Lincoln hacia sus deberes escolares con total calma, como si los acontecimientos de esa noche jamás hubieran ocurrido.

Estaba tan calmado, que cualquiera que supiera su situación se sorprendería de gran manera ante su total calma ante ese asunto.

La respuesta de esa calma era muy simple y fácil de entender....

A Lincoln ya no le importa eso, no quería recordar eso, él quería poder hacer un borrón y cuenta nueva.

Ir a su propio camino teniendo como apoyo a esa familia que le dio alojamiento, esa familia a la que con seguridad él puede llamar amigos.

Pero... Había algo en la cabeza del chico que poco a poco iba aumentando.

Un descontrol en pocas palabras, pues Lincoln poco a poco iba queriendo acabar con todos los que se atrevan a lastimarlo o amenazarlo.

Era como si Lincoln hubiera creado inconscientemente un mecanismo de defensa para acabar con las amenazas que pongan en peligro su bienestar tanto físico como psicológico.

Al final, Lincoln sólo siguió con este día relativamente normal y pacifico.

Pero él no sabía lo que estaba por hacer con sus propias manos.....

Lincoln: Fuu... Tengo hambre, el timbre sonara en, tres... Dos... Uno...

Lincoln al pronunciar el número uno se levantó y camino hacia la puerta del salón.

Y al abrir la puerta, el timbre sono mostrando una puntualidad muy exacta que sorprendió a la maestra, pues no se esperaba que ese chico hubiera estado al pendiente de cada segundo que pasaba.

El joven muchacho de cabello blanco camino tranquilamente por los pasillos de la escuela rumbo a la cafetería para poder tener su almuerzo.

A un ritmo constante y un poco rápido, Lincoln llegó a su destino y fue directamente por su comida.

Esta comida era una sola bandeja con Arroz en una parte, dos tajadas de platano maduro fritas, y lentejas en otra parte de la bandeja.

Lincoln se sintió muy agradecido con Gustavo por comenzar a pagarle la comida de la cafetería, él se dijo a si mismo mientras miraba su comida, que algún día le regresará todos los favores que él le ha hecho.

Ya con su comida en sus manos, el joven busco con la mirada a su amiga de cabello negro y la noto en una mesa apartada de los demás.

Pero había un problema......

..... Lincoln rápidamente se acercó y tomó el hombro de un chico muy molesto.

Lincoln: ¿Ahora molestas a las chicas, Chandler?

El chico que estaba muy cerca de una incomoda Maggie, era el que es coincido como el patan más grande de la escuela.

Este chico era un freeloader y presumido que sólo lo uso tiempo atrás para conseguir comida y fichas en el árcade gratis.

El joven de cabello blanco recordó el porqué de su estúpida acción, y recordó que era para una fiesta de cumpleaños en la que todos eran invitados menos él y Clyde Mcbride.

Lincoln en todo este tiempo iba guardando rencor hacia este muchacho tanto por el tema de la fiesta y el tema de que él siempre era el primero el molestar cuando traía ese traje de ardilla mal oliente.

Chandler: ¿Y tú quien eres? Hmm... Ohh, Larry. O mejor dicho, la ardilla jaja. Lo siento, hoy no traigo bellotas para arrojarte.

Lincoln miró molesto a ese chico de pelo rojo y piel clara y pecas en las mejillas vestido con su camisa manga larga verde de la manga con las mangas blancas y que tiene una impresión de un engranaje azul, pantalones azul marino con cinturón negro.

Chandler: ¿No escuchaste, Larry? No tengo bellotas, así que largate ya que estoy ocupado.

Lincoln poco a poco se estaba hartando de este tipo, de su arrogancia, de su cara de mierda y del hecho que nunca lo llame por su nombre.

Lincoln entonces miró una vez más a Maggie, la cual con la mirada le decía: “Ayúdame”.

Sin esperar más, Lincoln aparto a Chandler del lado de Maggie dejando que cayera a un lado.

Chandler entonces se levanto molesto, y con ojos inyectados en sangre le dijo a Lincoln lo siguiente lo cual inicio la discusión:

Chandler: ¿¡Qué rayos te pasa, Larry!?

Lincoln: Aléjate de ella, Charlie...

Chandler se acercó a Lincoln y lo agarro del cuello de la camisa y entonces dijo muy confiado de si mismo.

Chandler: ¿O si no qué? ¿Qué harás, Larry? ¿Acusarme con el director? ¿Ir a lloriquearle a los maestros? ¡Pff! Eres un inútil ardilla, mejor vete antes de que te dé una paliza y termines en el suelo sin consciencia.

El joven Loud miró a los ojos a Chandler que mantenía su sonrisa presumida de siempre al creer que él correría como siempre.

Pero Chandler no podía estar más equivocado, ya que Lincoln se armo de valor y devolvió el golpe.

Lincoln: Tus puños no son lo que me va a dejar sin conciencia... Es lo va a hacer tu aliento de mierda.

Chandler tras oír esa respuesta, solo soltó a Lincoln y después rápidamente le embarro toda la comida que había en la bandeja en toda la cara de Lincoln.

La bandeja después cayó al suelo generando un ruido sordo mientras todos miraban esa situación.

El lugar se torno en un gran silencio que rápidamente fue interrumpido por las risas de muchos estudiantes que estaba comiendo en sus mesas y fueron llamados por el disturbio.

Lincoln entonces comenzó a escuchar algo cada vez más claro....

Sus latidos aumentaban su fuerza y velocidad al mismo tiempo que su furia, luego el joven de cabello blanco se quito la comida de la cara con sus manos y fue a recoger la bandeja vacía.

Chandler: Eso es... Recoge tus cosas y vete, estúpido niño ardilla.

Lincoln ignoro olímpicamente a Chandler y solo recogió la bandeja y después solo corrió de repente hasta llegar frente al peli rojo.

¡Y luego golpeó con todas sus fuerzas a su enemigo con la bandeja!

¡Pank!

Ese ruido fue el que se provocó tras la colisión de la bandeja y la cara de Chandler.

Lincoln solo se quedó mirando como su oponente había caído al suelo, y luego vio como se levantaba mientras cierto líquido carmesí salía de la nariz del chico.

Chandler, con su mirada llena de furia, no dijo ni media palabra y inmediatamente embistió contra Lincoln.

Ambos cayeron al suelo, pero Lincoln logró librarse empujando a Chandler con su pierna izquierda.

Y entonces Lincoln se puso de pie y miró fijamente a esa molestia que se estaba poniendo de pie también.

Chandler: Ya fue suficiente... ¡Me las vas a pagar, Larry!

Y así es como una pela de chicos de escuela comenzó.

Ambos corrieron uno al otro e iniciaron bien con un golpe en la cara cada uno.

Ese golpe le hizo sangrar la nariz a Lincoln, y a Chandler su labio inferior.

Ambos comenzaron a golpearse sin fijar a dónde iba el golpe y sin ningun tipo de técnica.

Ambos se golpeaban la cabeza, cara, cosillas, estómago, se agarraban entre sí y se revolcaba en el piso para intentar quedar uno sobre el otro para golpearlo sin parar.

El suelo se mancho un poco por la sangre que salía de las heridas causadas por la pelea y cada vez las cosas eran peores.

Golpes venían uno tras otro provocando más heridas y moretones, y para este punto, Lincoln ya tenía un ojo hinchado y con sangre que bajaba por sus fosas nasales cayendo al suelo en gotas.

Chandler estaba en un estado similar, pero el no tenía un hijo hinchado, sino que tenía una ceja sangrante debido a un fuerte golpe que le abrió un poco la piel en ese sitio.

Ya llevaban un minuto y medio peleando y nadie llamaba a los maestros pues disfrutaban de este espectáculo y en vez de ayudar solo le echaban más leña al fuego.

¡GOLPE! (x2)

Ambos muchachos se dieron un golpe en la cara y ya estaban hartos el uno del otro y querían acabar con esto.

Lincoln finalmente le dio una patada en todo el pecho a Chandler y se subió sobre él para empezar a golpear con todo.

Chandler en un intenso de librarse agarro la cara de Lincoln e intentó arañarlo para causarle heridas en la cara y que esté lo soltara por el dolor, pero no funcionó ya que Lincoln comenzó a golpear con todo una y otra vez.

¡1... 2... 3... 4... 5... 6... 7.......!

En unos 48 segundos los golpes llegaron a los dos dígitos dando un total de 18 golpes en la cara del peli rojo.

Poco a poco los movimientos de Lincoln se hacían más lentos mostrando su fatiga hasta que dio el golpe número 27 y miró a su enemigo con la cara toda llena de sangre y sus nudillos raspados y sangrientos.

Lincoln estaba jadeando y bajó la guardia un momento y entonces los papeles se invirtieron.

Chandler lastimado y agotado empezó a golpear con todo haga que la cara de Lincoln también se tiño de rojo.

Pero después nadie se esperaba lo siguiente por parte del alibino.

Lincoln tomó el brazo de Chandler y lo derribó para después torcer ese brazo creando un sonido no muy agradable de dislocación muy brusco.

Chandler: ¡AAAAAAHHH!

Chandler empezó a lagrimear por el dolor mientras se sujetaba ahora su neutralizado brazo.

Lincoln solo se sento frente a su enemigo mientras jadeaba y pensaba en que todo esto había pasado en tan sólo tres minutos y medio aproximadamente.

Chandler: ¡Tsk!

Lincoln: ¿Por qué no te mueres de una maldita vez?

Ambos se acercaron y se dieron un último golpe en toda la cara solo para caer hacia atrás como costal de papas después de recibir cada uno el impacto.

La energía de ambos jóvenes estaba en su punto límite, y no podían seguir más.

Ambos estaban jadeando en el piso algo machado de sangre, y entonces pasó lo inevitable.

Maestro: ¡A ver, a ver, a ver! ¿¡Qué está....!?

El maestro no siguió hablando tras ver la escena y atrás de él salió Maggie que estuvo buscando a un maestro libre ya que todos se habían metido en quien sabe donde.

Maggie: ¡Lincoln! ¡Santo cielo, estas todo golpeado!

Maggie rodamiente se ofreció a ser el soporte de Lincoln para ayudarlo a ir a la enfermería.

Pero en ese momento algo dentro de Lincoln reaccionó y lo hizo salir de sus casillas....

Lincoln: ¡AAAAAAAAAH! ¡MUERTEEEEE!

Lincoln corrió y con todas sus fuerzas restantes le dio una patada en toda la cien a Chandler dejándolo más que frío ahí en el suelo.

Para al final pisarle con gran fuerza su hombro izquierdo generando otro sonido nada agradable del hueso siendo dislocado o roto.

Maestro: ¡Loud, pero qué cree que está haciendo!

El maestro rápidamente agarro con fuerza a Lincoln de su brazo vendado causandole dolor mientras con su mano libre llamaba a una ambulancia, pues el sabía muy bien el alto riesgo de un golpe tan fuerte en la cien de una persona.

Lincoln: Yo solo... Voy a arreglar todo....

Lincoln murmuró eso mientras pensaba en ir y acabar con su enemigo de un último golpe, pero el maestro lo tenía bien agarrado y no podía zafarse.

Y al final, Lincoln llegó a su límite y terminó por cerrar sus ojos no sin antes escuchar un nombre en su cabeza....

“Blood Moon is here”

FIN DE CAPÍTULO

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