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Capítulo Tres


Su pulso temblaba, sus ojos se sentían desorbitados, el sudor bajaba por su cuello mientras con sus manos trataba de tapar su boca para no gritar horrorizado ante la situación.

Habían matado a su jefe, maldición le habían atravesado la cabeza en frente de sus narices, no sabía si estaba asustado o agradecido, ya que el hombre robusto y adinerado nuevamente trataba de grabarle números absurdamente largos, aunque no sabía si era algo tan grave como para desear su muerte.

- Dónde miérda está?! Dime quién es!.

Un grito lo sobresaltó y se encogió bajo el mostrador en el cual se había escondido.

Llevaba un arma que el jefe, Hong, le había dado para que escapara de esa situación, pero era prácticamente imposible cuando media mafia Tailandesa quería eliminarlo por haber sido la cajita de secretos de un sucio narcotraficante Chino, para nadie era sorpresa ni un secreto, ya que todos sospechaban de por qué Hong llevaba a cualquier lado al que vaya a un pequeño rubio que podría haber sido perfectamente su nieto.

Sacando la primera conclusión de todos, no era un trabajor sexual privado del jefe ni nada por el estilo, primeramente porque le iban las mujeres y Jimin le caía lo suficientemente bien para encargarse de que nadie se metiera con el.

Pero ahora ya no estaba.

— No sé su apellido! Solo sé que se llama Minnie.

Pum.

Una de las trabajadoras sexuales de Hong recibió un balazo en la frente, su delgado cuerpo cayó en medio del salón mientras sangre brotaba de su herida, mojando su largo y lacio cabello con sangre.

Jimin supo que no estaba en una situación de riesgo cualquiera, lo buscaban para matarlo o torturarlo hasta que le sacaran lo que quisieran de el, su única salida era buscar ayuda ante los "mayores" como le decía Hong, o simplemente esperar unos meses hasta que el nuevo sucesor de su jefe hiciera una aparición. No sabía que era peor.

No es momento de paniquear, Jimin! Focus.

Temblando sostuvo bien empuñada el arma y abrió una de las puertas que llevaban al sótano de la discoteca de mala muerte en la que se encontraba.

Al llegar al piso de abajo solo pudo dedicarse a correr mientras a lo lejos escuchaba a un grupo de hombres gritándole que sabían a dónde iría, pues claro, no era muy sencillo salir de ese lugar, no cuando seguramente estaría rodeado de hombres armados.

Su pulso se aceleró y maldijo a sus botas por no cooperar en su huída, gracias al cielo el lugar no estaba como siempre, sucio y feo, aunque habían algunos cajones de diferentes licores, al igual que vestimentas con alguna clase de temática y mucho polvo por todos lados. Se sintió realmente acorralado y asustado cuando al llegar al final no había una puta salida, es que lo iban a matar? Ese era su destino?.

Y como si del mismo se tratara, logró visualizar, sobre la pared llena de humedad y hongos, una ventana de no más de 50cm de ancho, no era momento de llorar por sus jeans de cuero que tanto amaba, por lo que sin dudarlo apiló unos cuantos cajones hasta que por fin pudo salir por el pequeño agujero, primero su cabeza y torso, sus piernas y...

— Aquí estás, maldito!.

Del interior del lugar un hombre armado sostuvo su pié para que se detuviera, su instinto provocó que le metiera una patada en la cara y que empezara a correr por las calles de Seúl, las cuales al ser las nueve de la mañana estaban bastante transitadas.

Estaba asustado y jodido, había empezado su noche hacía exactamente doce horas, bailaba con desconocidos y bebía todo lo que podía para olvidarse de un pleito con un cierto castaño que al parecer solo quería sexo con el, un jodido problema de jóvenes que había terminado en correr borracho y asustado un lunes mientras las personas quedaban perplejas por sus pintas , y sumando que era seguido por una mafia completa.

Un disparo lo alarmó y al darse media vuelta lo seguían cerca de diez hombres, a los cuales no les importaba en absoluto que las calles estuvieran llenas de personas, adultos y niños.

Antes de siquera poder seguir corriendo y huyendo por su vida, al pasar al lado de una camioneta negra, un fuerte jaloneo lo hizo gritar y después una mano se posicionó en su boca. Trato de safarse pero era imposible, aunque se le hizo extraño ver como cerraban la puerta y los mafiosos que lo seguían hasta hacía unos segundos seguían corriendo, sin percartarse de que les habían ganado.

— Señor Park Jimin — Una voz grave lo sacó de sus pensamientos y solo pudo negar, mintiendo claramente — Vendrá con nosotros.

Bueno, mentir no siempre funcionaba.

* * *

— Noventa y nueve, y... cien.

Solto un quejido adolorido y dejó las pesas de 60 kilos en total, se desplomó finalmente en el asiento de cuero y trató de regular su respiración mientras el sudor caía por su cuello y pecho desnudo, por suerte el gimnasio de la oficina estaba vacío a esa hora y nadie lo molestaba.

O bueno, a medias.

— Joder, eres una bestia! podrías fácilmente matarme de un gancho!.

Jeon rodó los ojos escuchando a su mejor amigo, el cual contaba sus ejercicios mientras tomaba coca cola y comía papitas sentado en una banca.

— Sabes lo que pienso? — El rizado se levantó de su asiento pasándole una toalla a su amigo, con la cuál se había limpiado las manos — Deberías conseguir una cita.

Jungkook alzó una ceja y rió sin gracia.

— Si, claro.

— Hablo en serio! No te he visto interactuar con otra persona de manera casual, solo buscas polvos.

— Y eso está bien para mi.

— Podrías intentarlo con Liz.

— Taehyung — lo miró y éste se encogió en su lugar.

— Ya... sé que es algo loca, pero tiene un corazón sincero!.

Y era cierto, Liz no es por juzgarla de alguna manera, pero a pesar de ya estar en sus treinta era una romántica de primera, había intentado mantener una relación con bastantes agentes, claro que la mayoría del grupo JJK tienen sus parejas o simplemente el trabajo les roba su tiempo, ya que la castaña, por cierto secretaria personal del jefe, era bastante atractiva y tenía lo que muchos buscaban en una mujer, ternura y pasión por lo que hacía.

La mayoría menos Jungkook, claro está, éste no la dejaba ni siquiera llevarle los cafes a la mañana.

— Si tan buen corazón tiene deberías intentarlo tú, que yo sepa estás soltero.

— Pues claro — alzó sus hombros y lo pensó — No podría, me gustan los chicos tiernos.

— Cierto.

Taehyung era gay, había estado en dos largas relaciones en su juventud pero se había dado por vencido al igual que la mayoría de los agentes.

Por qué? Sencillo, era un trabajo en donde podían sacar hasta tu mínima información de manera muy sencilla, a pesar de que los respaldaba media milicia Coreana y Estadounidense, muchos se habían tenido que alejar de sus parejas y hasta familiares para evitar que el odio y los juegos sucios de presos los lastimaran de alguna manera.
Porque claro, muchas veces era opción atraparlos y seguir la vida creyendo acabar poco a poco con la delincuencia, pero ésta no lo haría, siempre habría un estúpido que se aprovecharía de la ingenuidad de las personas para sacar mercados negros, al igual que estúpidos que con su compra incitan al vendedor. Por eso mismo se creaban los grupos de ayuda a la víctima, en donde debido a lo fuertes que eran los mafiosos, narcos, etc. No les quedaba otra que cambiar su vida prácticamente y fingir la muerte.

Una vez que salió de las duchas rodó los ojos al ver a Taehyung todavía sentado comiendo.

— Jeon, cuándo te jubilaras? Te pones viejo y estás muy solo amigo no quier...

— No estoy viejo — alzó una ceja.

— No amigo, claro que no — rió nervioso — Sería tonto decir eso ya que tenemos la misma edad, pero me refiero a que...

Pip pip.

Ambos se callaron por el teléfono de Taehyung y éste lo sacó leyendo un mensaje.

"Tengo un caso delicado, código 78, negro" K.N.

Jeon alzó una ceja y se puso su camiseta sin importarle mojarla por su cabello algo largo.

Y como si magia fuese, ambos caminaron serios y en silencio por todos los pasillos del edifico de administración en seguridad de Corea del Sur, en donde todos los que trabajaban allí los conocian debido a su desempeño trabajando, por lo que no era sorpresa que ante sus pasos firmes las personas se estremecieran y se hicieran a un lado, como si de una ambulancia con alarma se tratase.

Jeon estaba ya estresado, muy rara vez Kim Namjoon les mandaba un mensaje con esos códigos, 78 con algunas actualizaciones significaban un rejunte de problemas ilegales de los cuales no podría encargarse la policia, sumando un posible menor edad e involucrados sin nombre, la parte de "negro" era para informar la urgencia del asunto, en éste caso era lo más urgente posible, por lo que si Jeon y Kim estaban en el otro lado del mundo deberían viajar cuanto antes para hacer presencia frente a su jefe. Pero para su suerte estaban en el piso de gimnasio.

Taehyung trató de mantenerse firme ante los chillidos de algunas secretarias y secretarios, diría que eran para el, pero éste llevaba una sudadera grande y su cabello enmarañado, por lo que sus deducciones iban a que su amigo había alborotado las hormonas del piso de secretaria confidencial, pues no era para menos, éste iba de pantalones gruesos y botas, su cabello mojado y una camiseta apretada, la que usualmente usaban debajo del chaleco antibalas, todo ese dominante conjunto sumándole la cara de pocos amigos que llevaba.

Jeon? El amigo opacador con el que no hay que salir de fiesta.

Ambos hombres fueron disminuyendo su paso cuando el ascensor los dejó en la oficina del jefe, para sorpresa de ambos estaba el grupo completo allí.

Taehyung hizo una reverencia al jefe, pero Jeon simplemente subió su mentón en modo  saludo.

Kim Namjoon rió ante la actitud rebelde de su jefe en agentes.

Se paró de la silla y todos en el salón se callaron, pues la presencia del jefe Kim era suficiente para que todos estuvieran cagados encima, el hombre llevaba un porte impresionante, fornido y alto, casi alcanzando los dos metros, su cabello castaño claro casi rubio peinado hacia atrás lo hacía ver más impotente que nunca, había doblado la manga de su camisa y Jungkook pudo escuchar como Taehyung tragaba saliva ante los anillos que decoraban los dedos de su jefe.

— Agente Jeon, me alegra verlo.

— Igualmente, señor — hizo una media reverencia e inspeccionó la zona sin disimulo — Nos mandó a llamar.

— Lo hice.

En ese momento Liz apareció por la puerta e hizo una reverencia ante los hombres, se acercó hasta una especie de maquina pequeña y prendió la proyección.

— Señor — Jeon interrumpió a la secretaria, la cual quedó helada ante la voz en su espalda — Mi grupo es el mejor y me halaga que haya llamado a todos, pero, es necesario?.

Kim Namjoon entendió perfectamente, si era un caso tan complicado como los códigos que le mandó a Taehyung, no era muy sensato de su parte mostrar frente a veinte hombres el plan.

— Jeon, Kim, Jung, Seokjin, Son y Choi — mencionó al grupo principal, del sector uno, los que ponían primero el cuerpo en las misiones — El resto, puede irse a casa.

En silencio, el resto de los hombres hicieron una reverencia al jefe y a Jungkook, éste asentía en modo de despedida y se alegró que de los nuevos en el grupo pudieran irse. No es como si pelearan por estar en esas misiones, últimamente muchas balas se escapan del radar y no sería sorpresa que cualquier misión se convirtiera en una ruleta rusa.

— El mafioso Hong, jefe de algunas tierras y principalmente narcotráfico, nacionalidad China pero trabajaba en nuestras tierras debido a que su ex esposa era hija de un ilegal de por aquí — Namjoon empezó su explicación — Sin mucho que decir, éste hombre a caído, por lo que sus absurdos fajos de biillones quedaron esparcidos en bancos que lo tapan, nadie sabe las claves por lo que ni el sucesor de Hong podría hacerse cargo.

Los seis hombres trataron de organizar todo en su cabeza llegando a una conclusión, habían jodido a toda una cadena de narcotraficantes con la muerte de ese hombre.

— Y las claves? Murió sin dejarselas a nadie? — Taehyung se sentía en el chisme de la novela— O sea que... cayeron solos.

— No — el jefe suspiró y con un botón pasó a otra imágen, mostrando el perfil de un chico de cabellos claros y gafas — Éste chico se sabe las veintinueve claves de memoria, más de diez dígitos.

— Imposible — Jeon frunció el ceño.

— Pensé lo mismo, pero tiene sentido que las sepas, fué el compañero de Hong por casi dos años — empezó a hojear un par de hojas en sus manos — Nos costó obtener información de el pero no lo suficiente, lo tenemos.

— Y qué hará?.

— Cuidarlo.

— Que?! — el grupo de agentes preguntó al mismo tiempo, pero por la mirada seria del jefe se volvieron a su puestos.

— Como decía... si le sacan información a éste chico van a florecer muchos grupos ilegales, no queremos eso... no? Pero tampoco podemos matarlo, entonces hay que cuidarlo hasta que sepamos a donde mandarlo.

— Señor, no creo que sea lo más sensato mantenerlo en éste edificio, podrían sacarlo del país.

— Eso es lo que quieren que hagamos, Hong era un hombre famoso al igual que éste chico, podrían buscar su nombre y no podemos sacarlo del país sin papeles — Hoseok hizo su aparición, hablando bajo pero firme.

— Y recuerden que corruptos hay en todas partes, no me sorprendería que lo busquen hasta políticos — Shownu cruzó sus brazos provocando que su camiseta casi estallara por la presión de sus músculos.

— Genial — Seokjin bufó.

— Y si no podeos sacarlo del país, pero tampoco dejarlo en el departamento legal... que harán? Señor, con todo respeto, nosotros no nos encargamos de éstas cosas, lo sabe — Jeon rápidamente quiso evitar el plan, no eran niñeras.

— Lo sé y yo tampoco, por algo les pago una cantidad absurdamente cara para que hagan lo que yo digo cuando lo digo — Namjoon se dió media vuelta recibiendo un vaso de whisky con hielo — Uno de ustedes se encargara del chico mientras el resto trata de localizar a los grupos familiarizados con Hong y, por supuesto, al futuro sucesor.

— Bien — Jungkook apretó la mandíbula ante el desastre que veía venir — Taehyung y Seokjin pueden cuidarlo, mientras Son, Jung, Choi y yo vamos a...

— No.

Cinco de los agentes tembló al ver como el jefe interrumpía a Jeon, ninguno sabía cuál de esos enormes hombres les daba más miedo.

— Necesito a alguien especializado que cuide del chico — se acercó a paso lento — alguien que duerma con un ojo abierto, que sepa que es un trabajo específicamente profesional y que ponga su cuerpo, un gran cuerpo, para cuidarlo — se paró frente a Jeon — Es muy jóven, revoltoso y muy admirador de las fiestas, atractivo para cualquier persona — miró de reojo a Taehyung, el sin dudas más social — Por eso, ya lo decidí.

— No — negó Jeon.

— Soy el jefe, cuidarás de éste chico, Jeon! — alzó un brazo señalando a la imágen en la pared — Quieras o no.

Todos se quedaron callados, la secretaria Liz juró hacerse pipí encima ante como Jungkook miraba la imágen del chico con el ceño fruncido y pasando su lengua por su mejilla, notablemente enojado.

— Mañana lo conocerán, el resto empiece a localizar a los otros grupos.

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Se viene wuu

Necesito aclarar cosas.

Primero: Sé que la idea de que convivan es muy cliché jsjdks pero me emociona eso no les voy a mentir.

Segundo: los códigos 78 y "negro" NO EXISTEN jsjdjs traté de investigar acerca de eso pero como en todos los paises es diferente decidí inventarlos y ya, no soy agente ni nada por el estilo, por lo que ésta trama y estructura es completamente nueva para mi.

Tercero: Empezaré a hacer los capítulos más largos para que haya un mejor desarrollo y descripción en los capítulos.

Y bueno nada, espero que les haya gustado.

Y si preguntan... si, todos ls agentes están re papis.

Y el jefe 🛐

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