
Capítulo Siete
Jungkook revisaba por encima la habitación mientras escuchaba a Jimin "cantar", o mejor dicho gritar, al volúmen alto de la TV. Al parecer la noche de karaoke seguía en pié para él.
El agente bufó notando que el rubio había ingerido la mitad del pastel de chocolate, dos coca cola y bolsas de frituras en toda la tarde y noche que estuvo solo, había ordenado la silla giratoria y el sofá en U para que los peluches estuvieran a su alrededor mientras cantaba.
— Un psicólogo le vendría bien — murmuró mientras se acercaba a Jimin para sacarle la botella casi vacía de licor blanco, una bebida bastante fuerte si no habías comido nada y lo tomabas puro.
— Oiga! Vamos en ronda — señaló al oso marrón a su lado — Teddy no es de tomar mucho.
— Jimin, deja eso, vas a llamar la atención y nos encontrarán.
— No pasa nada! — Se rió subiéndose a la mesa junto con el peluche "Teddy" — y si Jiminnie es mi amigo... va a hacer shot! — fingió una voz fina mientras movía el oso hacia los lados — Soy Jiminnie!.
Antes de que Jungkook pudiera sacarle la botella, el menor se había encargado de vaciar poco más de un cuarto de lo que quedaba en un solo trago, el agente abrió los ojos sorprendido y lo sostuvo de la cintura cuando lo vio trastabillar.
— Ser amigo de Teddy es difícil — rió tirando el oso por allí y bajó la vista al agente que ayudaba a que no muriera — A ver, bájeme, el karaoke a terminado.
Jungkook suspiró aliviado y retrocedió hasta que el rubio mantuvo sus pies en el suelo otra vez, pero nuevamente la sorpresa inundó su rostro cuando fue empujado hasta caer al sofá.
— Vamos a tener una ronda de confesiones — se acercó hasta poner una pierna a cada lado de las del pelinegro — Confieso que usted es muy sexy.
— Confieso que estoy cansado y quiero dormir — le siguió el juego mientras trataba de incorporarse.
— Quieto — sostuvo sus hombros y sonrió ante la cercanía de sus rostros — Confieso que me avergüenza el hecho de haberle robado.
— No se vale mentir.
— No lo hago! Realmente esa noche la pasé muy bien, fué un final desgarrador para mi corazón — se rió tambaleándose un poco.
— No puedo confirmarlo, me drogaste.
— No se haga... lo drogué después del tercer orgasmo, lo juro — levantó una manos mostrando su palma — Pero con gusto le refresco la memoria.
Jungkook se heló cuando el rubio se sentó a horcajadas sobre el, sin pudor de seguramente no llevar más que ropa interior bajo esa camiseta larga, el pelinegro tembló cuando esas gruesas piernas lo rodearon y sus hombrías quedaron tentadoramente cerca.
— No eres mi tipo, niño.
— Ah si? Que lástima, usted es completamente mi tipo.
Antes de que Jimin pudiera saltar sobre sus labios y hacer lo que se le viniera en gana, como siempre, el agente tomó firmemente de su cadera para dejarlo sentado a su lado, rápidamente parándose en su lugar para que el rubio no pensara un movimiento más.
Miró el rostro enojado del menor y soltó un suspiro cansado, tanto le costaba quedarse quieto y seguir órdenes? Era por su puta seguridad.
— Escúchame, mocoso — lo miró entrecerrando los ojos, claro que la sonrisa reprimida del menor le decía que hacía todo menos intimidarlo — Quédate quieto por un segundo, quieres?.
— No.
Antes de que la paciencia del agente fuera despedazada por ese travieso chico, escuchó como tocaban la puerta detrás suya.
— Cállate.
Jungkook jaló su mano para pararlo y colocarlo detrás suyo, no era momento para explicarle a Jimin que ningún agente se presentaría al edificio sin avisar antes, por lo que las posibilidades de que fuera alguien ajeno al equipo eran muchas.
Las pequeñas manos del rubio se hicieron un puño en la parte trasera de la camiseta del agente, el cual sacó su arma y la cargó una vez que estuvo del lado lateral de la puerta, esperó unos segundos y los golpes se repitieron.
Sacó el seguro de la puerta y medio segundo después ésta se abrió dándole paso a un cuerpo de su misma altura.
— Miérda! Jungkook hijo de puta.
Taehyung casi se hace en los pantalones cuando el agente tomó su cuello con una mano mientras que con la otra le apuntaba el centro de su rostro.
— Kim, maldición — lo soltó bruscamente y miró detrás suyo, Jimin estaba haciendo su mayor esfuerzo para dejar de tambalearse — Que haces aquí? No avisaste.
— No, lo lamento — miró detrás de su amigo y frunció el ceño viendo el cuerpo que se resistía a salir de su escondite — Que pasa con el?.
— Está borracho — habló fastidiado.
— Qué? — preguntó sorprendido — Vengo a darte un información algo importante.
— Espérame aquí, lo llevaré a dormir.
Jungkook se dió media vuelta y pasó uno de sus brazos por la cintura del menor para empezar a guiarlo hacia la habitación.
El rubio en cuanto perdió de vista al otro agente empezó a reír y a balbucear cosas que el pelinegro no tuvo ni una pizca de interés en saber de que se trataba la graciosa historia que le contaba.
— Rayos, todos los agentes son así de guapos? — fingió desfallecer, dejando al pelinegro cargar todo su peso — Deseo conocer al jefe de esos agentes.
— Pues hola.
Jimin frunció el ceño y lo miró para después reír levemente.
— Tiene sentido, debe ser el más guapo del equipo, verdad?.
Jungkook nuevamente optó por ignorarlo, su nuevo pasatiempo favorito.
Entraron a la obscura habitación en donde no había mucho realmente, solo una maleta con prendas esparcidas, una gran cama de sábanas blancas, una ventana que por órdenes de Seokjin en las noches debían permanecerse cerradas y un clóset sin nada.
Sin mucha delicadeza dejó al rubio sobre la cama y éste lo miró con ojos perezosos.
— Mañana me cocina? — preguntó con una mueca — Hoy cené pastel.
— Mañana si lo haré, ésta noche tuve que trabajar y hablar con el jefe — explicó brevemente mientras veía como Jimin de forma cansada se recostaba sobre la cama — Te dejo.
— Si quiere quédese.
Jeon suspiró cansado y se dió media vuelta escuchando la risa del rubio.
— Hasta mañana, agente.
Jungkook no esperó a que el menor se durmiera, simplemente cerró la puerta detrás de si y empezó a caminar nuevamente hacia donde se encontraba su mejor amigo y compañero de trabajo.
— Por lo que veo no se aburren mucho aquí — habló Kim mientras sacaba un cigarrillo de su caja.
— No es realmente así — bufó cansado y se sento al lado de Teddy, el oso de peluche — Es un niño difícil.
— En qué sentido?.
— No hace caso para nada, si digo blanco el inmediatamente escucha negro, ni siquiera sabe cuidarse de sí mismo — refregó sus ojos con sus manos por el cansancio — Ni siquiera sabe hacerse de comer, se ha alimentado hasta ahora con sopas instantáneas, frituras y refrescos.
Taehyung miró divertido a su amigo, no es que le gustara que éste sufiera, pero no recordaba haberlo visto tan estresado, no cuando perseguían a grandes mafias por semanas y hasta meses sin hallar respuestas.
— Es un jóven que nunca tuvo límites, supongo que no entiende realmente la gravedad de la situación.
Las palabras de su amigo le dieron un poco de claridad a su cabeza y asintió mientras encendía por igual un cigarrillo.
— Bueno, a lo que vine — se sentó en la silla giratoria y puso un pie sobre su rodilla — Por petición del jefe estuve haciendo rodeos por ésta zona, no hay nada realmente de qué preocuparse, pero... — Buscó en su celular una foto en específico y arrastró dicho aparato sobre la pequeña mesa — Hay un adolescente que la tarde de ayer y hoy estuvo rodeando éste edificio.
— No parece realmente peligroso, pero podría ser una especie de carnada sin dudarlo — hizo una mueca mirando detalladamente los rasgos del chico, el cual tampoco parecía muy mayor.
— El niño Park no te ha hablado de alguien? Dudo que solo una mafia lo busque, puede tener familia, amigos o hasta una pareja.
"Si no tengo mi móvil para mañana mi bebé explotará todos los edificios de Corea hasta encontrarme"
— Asombroso — otro suspiro cansado brotó por sus labios — Cuando vuelvas a ver a éste chico lo llevas y lo interrogas, tengo la leve sospecha de que Jimin tiene pareja.
— Pareja? — preguntó sorprendido — No había registros de ello.
— Tiene veintiún años, no debe ser algo muy formal que digamos — Bufó rodando los ojos.
— Bien, entonces buscaré a éste chico y me dirás que hacer.
— Exacto.
Ambos agentes estrecharon sus manos y cada uno siguió con lo suyo.
* * *
Kim Taehyng había sido reclutado hacía diez años por un grupo de agentes superiores los que destacaron su desempeño luego de completar un curso de policía que solo le había costado dos años y medio.
Al entrar lo primero que divisaron sus ojos fué a Jungkook, su flacucho compañero en la institución había sido transformado por completo, llegaba al metro ochenta, su mirada era ruda y sus músculos lo suficientemente pronunciados para llamar la atención pero nada muy ostentoso. A pesar de solo haber llegado un año antes Taehyung, el pelinegro se había especializado al punto en que Kim Namjoon, jefe de la seguridad Coreana, lo había tenido como mano derecha desde sus inicios.
Jungkook era sin dudas un hombre duro al que le gustaba la justicia sea como sea, los superiores habían hasta descartado que Jeon con ese carácter pudiera ser un policía que hacía caminatas nocturnas o algún seguridad de discoteca. Su excelente técnica de defensa y ataque lo habían llevado al inicio de un sin fin, su manejo de armas sobresalía en el exámen de entrenamiento y nadie dudaba de sus dotes de liderazgo, al pelinegro no le temblaba el pulso para señalar una problemática y dar una solución casi al instante. El era sin dudas el jefe.
Mucha charla mental.
Taehyung le dió una última calada a su cigarrillo y aseguró el arma que estaba detrás de sus pantalones. Había sido amigo de Jungkook por muchos años, el era su "hago lo que sea" con tal de mantenerlos a salvo.
Como en ese momento, siguiendo por detrás a un peligris que miraba su celular y las calles, literalmente en la calle trasera de donde se encontraba Jungkook y Jimin.
— Y tú quién...?!.
Taehyung suspiró incrédulo ante haber sido una masita pacífica desde el inicio, nuevamente pensando que un niño de poca altura no le haría daño.
Pero no, ahora un arma sin seguro le apuntaba a la frente a menos de un metro.
— Quién eres? — un murmullo bajo brotó por esos finos labios rozados.
— Kim Taehyung, agente especializado — alzó ambas manos y aclaró su garganta — Y tú?.
— Lo diré porque no me afecta en nada lo que sea que busque — Descargó el arma en sus manos y la bajó para poder formular sus respuestas.
— Debes ser pareja o amigo de Park Jimin.
El peligris alzó una ceja y suspiró.
— Soy Min Yoongi — jugó un poco con el arma y posó una mano sobre su cadera — y Jimin es mi MEJOR amigo.
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He vuelto!
Cap aburrido, el próximo va a mejorae lo juro.
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