Jungkook muchas veces sentía que todo a su alrededor era repetitivo, desde el trabajo hasta la vida cotidiana, repetía las comidas por lo menos dos veces por semana, miraba a las mismas personas y se despertaba todos los días a la misma hora en la misma cama, con la misma soledad.

Pero, por el momento, eso había cambiado.

Ahora, con los primeros rayos del amanecer entrando por su ventana, podía observar a un rubio abrazandolo, mientras dormía profundamente.

Podía ser algo normal de dos amantes, pero ya iban tres noches en las que compartían cama. Ni siquiera habían tenido sexo, Jimin simplemente se dirigía a su cama o el mismo agente tomaba su mano para invitarlo.

— Qué haces despierto?.

La voz de Jimin lo sacó de su ensoñación, lo observó y un revoltijo se formó en su estómago al verlo tan lindo, con sus ojos cansados y su cabello algo alborotado. Teniendo en cuanta que eran las seis de la mañana, no hacía ni tres horas que se habían acostado.

Jungkook bajó una de sus manos al cuello del menor para acercarlo un poco y finalmente empezar un suave beso.

No era igual, Jeon lo sabía, la forma en la que besaba a Jimin ya no era la misma, su mente se concentraba mucho en hacerlo, su ritmo cardíaco se calmaba y por momentos se aceleraba, sus manos ya no iban directo a su trasero, en ese momento se habían enfocado en acariciar las mejillas del menor con sus pulgares.

El beso fué lento, sintió al rubio estremecerse bajo su tacto y frenó.

El menor había decidido tomar una ducha, por lo que ahora el agente fumaba un cigarrillo sentado en la punta de la cama, su mente simplemente no lo dejaba descansar.

Quería a Jimin? Era eso?.

Por alguna razón no estaba del todo escandalizado con lo que acababa de pensar, sino más bien... sorprendido, era increíble que su corazón hubiera hecho de las suyas a pesar de las circunstancias.

— Qué quieres que hagamos hoy?.

Jimin salió del baño envuelto en una toalla, no tuvo pudor alguno de dejar caer la misma y comenzar a vestirse con prendas del agente, las cuales estaban en una de sus cajoneras.

— Si te soy sincero, dormir.

— Dormir? — se volteó, sorprendido de que el agente no decidiera trabajar o algo por el estilo — Y por qué?.

— Es tan raro que quiera tomarme un día para descansar?.

Jimin alzó una ceja y hubo muchas formas en las que podía interpretar lo que el agente había dicho, decidiéndose por el sentido común.

— Comprendo, estaré viendo la tv y...

El pelinegro lo interrumpió al levantarse de la cama y caminar unos pasos hasta sostener la muñeca del rubio.

— Quiero dormir contigo.

— Ah... si? — tragó saliva sintiendo su pulso acelerarse.

— La verdad que dudo dormir, solo quiero... hacer nada contigo, recostados.

No sabía por qué, pero para Jimin estar todo el día en la cama con Jungkook sin la necesidad de tener algún roce sexual la verdad que le gustaba.

— Okey, nos recostemos a hacer nada.

Jimin por su lado estaba algo desconcertado ante la actitud del agente y la suya por igual.

De alguna forma el convivir los había llevado a quererse, ese era un gran problema, ambos lo sabían, el cariño que estaban sintiendo no era de compañeros o algo por el estilo, estaba seguro que ni siquiera los amigos se querian como el quería a Jungkook.

* * *

El agente se estiró de manera perezosa en su cama, al parecer su día de hacer "nada" había terminado en una larga siesta, no había anochecido por suerte.

Por un instante, su propio sentido lo había obligado a no abrir los ojos, el sabía que Jimin no estaba a su lado, el rubio ni siquiera se encontraba en la casa.

Jimin no estaba.

En cuanto unos pasos se escucharon por las escaleras, optó por correr de forma sigilosa hacia la parte trasera de la puerta.

Y tal y como lo predijo, un dúo de agentes se quedó estático al no ver al pelinegro en la cama, en la que supuestamente dormía plácidamente. En un destello, uno de ellos fué derribado, a Jungkook no le había importado en lo más mínimo que esos fueran sus compañeros.

Lo sabía por el logo en sus chalecos.

Ambos agentes fueron silenciados, no estaban muertos, de eso estaba seguro, pero los había noqueado el tiempo suficiente hasta que pudiera bajar, buscar a Jimin y...

¿Y qué?.

Kim Namjoon estaba la sala, rodeado de demasiados agentes, fumándose tranquilamente un cigarrillo.

— Vaya — Se rió — Ni siquiera han pasado cinco minutos y les has ganado.

— Señor.

— Déjame decirte que eran de mis mejores hombres, hasta habían estado alardeando de que no eras la gran cosa.

— Dónde está Jimin? — La voz dura de Jeon le avisó a su jefe que ya no estaba para bromas.

El hombre de casi cuarenta años decidió levantarse de su lugar y apagar el cigarrillo en el piso.

— Me lo he llevado.

— Por qué?.

— Por qué? — Soltó una carcajada sin una pizca de gracias — Pues, se han llevado a Seokjin — Sacó un papel transparente de su saco y tiró el contenido a los pies de Jeon.

Una foto de Seokjin hecho pedazos, si no fuera por la casi calma de su jefe podría jurar que estaba muerto.

— Está muerto?.

— No lo creo, pero Li Jian me pide a Jimin a cambio.

Jungkook sabía el pequeño chisme de oficina acerca de Seokjin y Namjoon, ambos hombres habían mantenido su enamoramiento fuera de lo laboral por muchos años, al punto que se desconocía totalmente a algún familiar de Namjoon a parte del castaño.

Por eso mismo, siendo consciente de la magnitud de amor e intensidad que ese dúo manejaba, Jeon sintió sus manos vibrar ante la posibilidad de que el jefe estuviera actuando de forma precipitada.

— Ha entregado a Jimin?.

— Jeon, escucha...

— No puede hacerlo.

— Por qué no? Ese chico no progresará en ésta vida y...

Jeon se contuvo y se acercó lentamente a la mesilla para sacar un cigarrillo, casi al instante en el que se sentó la puerta fué abierta de par a par.

El jefe alzó una de sus manos para que sus hombres bajaran sus armas.

Kim Taehyung había hecho presencia, detrás de el estaba todo el grupo de agentes jjk respaldandolo, todos perfectamente uniformados y armados, en una fila india, como si estuvieran por rodear a los que rodeaban a Jeon.

— Qué miérda...

Taehyung miraba a su jefe en completo silencio, observó por igual a su amigo, el cual fumaba mientras lo único que cubría su cuerpo eran unos pantalones largos, su cabello era un desastre y su cara neutra era una jodida pesadilla.

No estaban jugando, eran casi 30 personas en una sala, todos esperando las órdenes de sus respectivos jefes.

Los agentes jjk habían recibido, por primera vez, el llamado de Jungkook a traves de un botón que simplemente mandaba un mensaje a Taehyung con las iniciales de "VPM".

Ven por mi.

— Agente Kim — el castaño salió de su ensoñación en el momento en que Namjoon rompió el silencio — Retire a éstos hombres.

— Lo siento, señor, hoy es nuestro día libre.

Jungkook se levantó de la mesita y decidió caminar hasta estar en frente de su jefe.

— Señor, se lo diré una vez — tiró el cigarrillo hasta que éste cayó sobre los zapatos del contrario.

— Si estás por amenazarme... piénselo bien, agente Jeon.

— Si usted entrega a Jimin, yo mismo mataré a Li Jian, y usted — chocó su dedo índice contra el pecho del jefe — Seguirá después de el.

— Discul...?.

— Así como me ha oído, no es una amenaza, es una promesa jefe — Aclaró su garganta y se colocó una camiseta que encontró sobre un mueble.

— Me habían confirmado que no tenías relación alguna con ese niñato.

— Pues no es así, aunque... — se calló unos segundos — Si fuera el caso, cambiaría de decisión? — alzó una ceja abriendo los brazos mientras sus hombres le colocaban un chaleco — Traería a Jimin de vuelta?.

El jefe se quedó callado, analizaba rápidamente el balde de agua helada que caía en su rostro.

El jefe de los mejores agentes que tenía la compañía le estaba haciendo frente por haberlo alejado de un chiquillo con el cual, al parecer, comparte sentimientos.

— Eso pensé... — murmuró el pelinegro al mismo tiempo en que se colocaba unos guantes.

— No pensé que lo amaras.

— Qué dice?.

— Creí que Jimin era un trabajo simplemente muy estricto y que por ello te estabas sacrificando.

— Namjoon, deja de decirme putas incoherencias y dime de una vez si tengo que matarte para que no hagas el cambio o...

— Ya lo he hecho.

Todos los agentes quedaron callados.

Jeon sintió sus piernas flaquear, era imposible, se había dormido con Jimin en sus brazos, había logrado bloquear su mente para poder tener un día de nada junto a la única persona con la que realmente podía descansar.

Su primer impulso fué sacar el arma y descargarla en el rostro de su jefe... pero no lo hizo, sus dedos se congelaron.

— Hace... hace cuánto?.

— Una hora.

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Hola *esquiva las piedras*.

Lamento LAMENTO haber tardado tanto y que, para colmo, les haya traido un capitulo aburrido y lleno de tensión.

Tengo buenas noticias y algunas no tan buenas.

La primera es queee *redoble de tambores* ya tengo casi todo proyectado para lo que se viene en los siguientes capítulos.

Y la mala, es que vamos a estar en un sube y baja de emociones.

No es una novela larga y con el resto de capítulos comprenderán el por qué.

Bueno pequeñas armys, las abrazo ante el momento tan delicado, nuestros chicoa poco a poco se van yendo al servicio y bueno, hay que comprender que es su deber y ellos están orgullosos de ir.

Las quiero, haré todo lo posible por subir otro capítulo en lo que va de la noche de hoy o, más tardar, mañana.