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Capítulo Catorce


— Sabes? Hacer compras es mi momento favorito desde que estamos encerrados, hasta pareciese que hubiesen Zombies afuera o...

Jeon dejó de escucharlo y se mantuvo cerca mientras observaba disimuladamente a su alrededor.

Habían vuelto al supermercado para reponer los alimentos que habían ingerido en ese último tiempo, todo iba normal y hasta parecía que el mundo conspiraba en hacer que la misión de comprar alimentos se hiciera rápido, no había tardado en aparcar ni en encontrar lo que buscaban.

Pero algo respiraba en la nuca del agente, se sentía demasiado tenso y sus manos vibraban por tomar a Jimin de los hombros y salir del lugar.

— Oh! Podemos llev...

Jeon salió de su nube de paranoia en el momento en que si torso chocó contra el rostro del menor, éste alzó su vista y frunció el ceño enojado.

— Oye! Puedes jodidamente corrert...

El agente lo sostuvo de la cintura y lo acercó a su pecho, el rubio quedó inmovil sintiendo su mejilla rozar con la tela del abrigo contrario.

— Hay que irnos.

— Qué? P-por qué?.

Y desde allí.

En ese preciso instante.

Empezó el caos.

Disparos empezaron a resonar dentro del lugar, las pocas personas que se encontraban allí comenzaron a gritar por la impresión de los disparos.
No se trataba de un solo hombre, Jeon estaba seguro que de lo posible podrían llegar a ser hasta cinco hombres armados y realmente peligrosos.

Ayudó a Jimin a centrarse en que tenían que salir del lugar y ambos caminaron acunclillados en el piso, el agente pegó al rubio a su pecho e inhaló tratando de mantener la calma.

En cuanto los disparos cesaron, Jeon asomó su cabeza entre los estantes para poder divisar al grupo. Su ceja se alzó en el momento en que uno de esos hombres, totalmente descubierto, se acercó a un hombre que al parecer no podía callarse por el pánico que recorría su cuerpo y...

Disparó.

El plan de decifrar quienes eran se había ido a la jodida basura, Jeon buscó rápidamente alguna salida, podría encargarse de cinco idiotas pero no quería arriesgar a Jimin, al parecer no tenían ni una pisca de remordimiento al matar.

— Lo ha matado... — susurró Jimin sintiendo como el aire de sus pulmones empezaba a fallarle — Ese hombre no había hecho nada y...

— Hay que irnos.

Jeon activó la alarma de su celular, le había marcado a su jefe dándole indicaciones de lo que pasaba y lo que necesitaba solo con códigos.

Visualizó la zona y trató de pensar, esos hombres estaban juntos a casi cuatro pasillos tratando de mantener calladas a las personas, las cuales simplemente sollozaban ante el cuerpo inerte de el sujeto que había tenido un ataque de pánico. Si era rápido, podría esconderse con Jimin junto a la que se encontraba en la caja registradora.

— Ven.

— No no no n...

Aprovechó que se encontraban de espaldas y tiró de Jimin para aproximarlo a la caja registradora, por su rabillo dedujo que sus pasos habían sido escuchados y no pudo hacer otra cosa que empujar a Jimin lejos de la vista de ellos.

— Oye, tú!.

Ese grito provocó que se diera media vuelta y mirara fijamente a uno de los hombre apuntarle con un arma.

— Quién eres y qué haces allí.

— No importa quién soy.

Una risa se escuchó bajo la mascarilla y el seguro del arma fué sacado.

— Yo decidiré eso.

Los cuatro hombres se acercaron sin perder de vista al pelinegro y se pararon casi a dos metros de el.

— Quién eres?.

— Un comprador — Explicó con simpleza y el mismo sujeto rió.

— Kar, revísalo.

Jeon podía ser una agente especializado y muy respetado, pero no por ello podría sacar su arma y empezar a dispararle a esos hombres, en especial porque eran muchos, Jimin se encontraba allí y las personas a su alrededor cobrarían por ello.

Sintió las manos pesadas y tatuadas de ese sujeto tantear su chaqueta, encontrando en uno de sus bolsillos interiores su placa, se dió media vuelta y se la extendió al hombre que no le quitaba los ojos de encima.

— Jeon Jungkook, Agente especializado y... oh, el sub jefe del equipo jjk — Empezó a leer mientras seguía siendo revisado — Justo al hombre que buscábamos.

Jeon alzó una ceja y antes de que el segundo hombre pudiera tantear su arma, lo tomó del cuello, apuntando a su cráneo.

Los cuatro hombres restantes apuntaron a su dirección y todo se mantuvo en silencio.

— Agente Jeon, para su mala suerte no saldrá de aquí con vida — prosiguió hablando — Solo buscamos al rubio nombrado como Minnie.

—  Suerte con ello.

— La tendremos, sabemos que se encuentra contigo.

Los ojos de Jungkook lo traicionaron, se desviaron en dirección en donde se encontraba el rubio, el hombre del centro miró hacia la misma dirección y subió nuevamente su arma.

— El está aquí — empezó a reírse — Matenlo.

Jeon adelantó su mandato y empezó a disparar sobre los hombres, los cuales respondieron casi al instante.

Sintió un ardor en su costilla, avisándole que su chaleco antibalas había recibido el impacto de una bala. Esos hombres estaban locos, no les importaba en nada haber matado a su compañero que era rehén de Jeon, simplemente siguieron disparando hasta poder darle al agente.

Un cuerpo empujó el suyo lejos del blanco y lo próximo que sintió fué el impacto de su cabeza contra el piso. Un gemido brotó por sus labios y rodó en el piso, al pareces Taehyung había hecho presencia.

— Taehyung.

— Jeon! Que pasa?!.

Sin responder, empuñó su arma y en ese momento se percartó de que su equipo había ido a su rescate, se habían encargado de rodear la zona, pero los disparos iban a lo loco.

Sus ojos buscaron desesperadamente al rubio entre los gritos y disparos. Corrió hasta detrás del mostrador, en donde se encontraba una chica la cual soltó un gran grito al verlo.

— No me mate!.

— Escúchame.

— No! Por favor!.

— Escúchame! — gritó tomándola de los hombros, ignorándo las lágrimas y tiriteos de su parte — Dónde está en chico que empujé hacia aquí?.

— S-se lo ha llevado un hombre!.

Maldición.

Su cuerpo empezó a moverse en diferentes direcciones, no sabía por donde empezar, ni siquiera se había percartado de que se lo habían llevado, solo fué un segundo en que...

— Suéltame! Hijo de la gran...!.

Giró su cuerpo y pudo divisar como uno de los hombres llevaba como un saco de papas a Jimin, el cual no paraba de moverse para todos lados y de insultar, sin importarle en lo más mínimo que éste tuviera un arma.

Ignorando el dolor en su costilla se acercó casi corriendo y antes de que éste se alejara por la puerta, sacó el pestillo del arma. El "click" resonó entre ellos, el hombre sostuvo desde el cuello a Jimin, el cual divisó al agente e instantáneamente formó un puchero en sus labios.

— Jungkook...

— Aléjate! O le putas volvaré los sesos.

Jeon bajó su arma casi al instante, sus ojos se fijaron en el rubio y notó como éste llevaba la mejilla derecha con una cortadura y, sobre la misma, una mancha morada debido a algún golpe.

— Ésta preciosura ha causado muchos problemas, Agente Jeon — murmuró el hombre totalmente frenético a la idea de que le arrebataran al rubio, escuchando a lo lejos como uno por uno de sus compañeros caían.

— Te doy la oportunidad de que lo sueltes y te largues.

El hombre pareció no entenderlo, ya que nuevamente hizo el intento de llevarse a Jimin.

Jeon solo pudo pensar con impulso y levantar su arma para dispararle entre medio de los ojos, el cuerpo se tambaleó unos segundos para después caer inerte al piso.

El rubio por su lado pudo escuchar un fuerte pitido retumbarle en la cabeza, sus manos temblaron y cuando abrió los ojos pudo darse cuenta que estaba de rodillas en el piso, vivo. Divisó el cuerpo muerto del hombre a su lado y sintió las náuseas apoderarse de su cuerpo.

— Vámonos.

Seguía escuchando el pitido de fondo en su cabeza, solo pudo mover sus pies sintiendo las manos del agente tomarlo por los hombros. Caminaron de forma rápido por las puerta trasera, pasando por pasillos obscuros y llenos de paquetes de alimentos, concluyendo por una sala de carnicería y finalmente abriendo la puerta trasera que los llevó al estacionamiento.

Suspiró sintiendo el frío chocar contra sus mejillas y tomó la mano de Jeon para poder seguir a éste de cerca. El teléfono del agente resonó entre ambos y éste atendió.

— Me lo he llevado, está bien — se giró analizando al rubio, el cual simplemente asintió — No volveré al piso, avísale al jefe que se comunique conmigo mañana.

Ambos subieron al Jeep.

* * *

Los ojos de Jimin se abrieron al percartarse de que el automóvil empezaba a descender su velocidad, miró a su alrededor y no reconoció donde se encontraban, pero calculaba que lejos ya que habían pasado cerca de una hora hasta llegar allí.

Bajó del jeep y rodeó el mismo para seguir a Jeon, pero éste tardó en bajar y se sorprendió cuando al hacerlo soltó un quejido apoyándose en la puerta del jeep.

— Jungkook... — murmuró acercándose, pero éste levantó una mano poniendo distancia entre ellos.

— No es nada.

— Te han disparado? — preguntó buscando rastros de sangre.

— Algo así — Posó su mano en la espalda del menor y empezó a caminar a su lado hacia la entrada de la casa — Tengo un chaleco antibalas.

— Oh... y duele igual?.

— Pues... — alzó sus hombros dejándo que Jimin pasase primero, le echó un vistazo al exterior y entró — No tanto, pero si deja marcas dolorosas.

— ya veo... dónde estamos?.

— En mi casa.

Jimin alzó una ceja y permaneció en su lugar mientras Jeon se encargaba de encender algunas luces del lugar.

Era bastante amplia para una sola persona, con colores grises y oscuros, no habían muchos muebles que decorasen el lugar, simplemente un sofá, un plasma y una mesita. En el sector de la cocina los electrodomésticos básicos, todo realmente impecable.

El rubio dejó sus converse a un lado y caminó con unas sandalias por el resto de la casa, no habían muchas fotos por el lugar y estaba considerablemente frío allí.

— Vives solo? — Preguntó de forma curiosa.

— Si — Jeon salió de una habitación con una toalla y una muda de ropa en sus manos — Puedes usar el baño de invitados si gustas.

— Te irás? — Preguntó algo ansioso, sintiendo su estómago apretarse ante la idea de quedarse solo.

— No, tomaré una ducha y hablaré con el jefe acerca de lo que haremos.

— Oh... está bien.

Lo observó deparecer de su vista e hizo una mueca notando como éste sostenía sus costillas.

— Debió doler — murmuró apenado.

Jimin se observó en el gran espejo del baño de invitados y trato de arreglar su cabello mientras secaba algunas gotas que habían caído por su nuca y cuello previas a la ducha.

Observó como le quedaba la ropa de Jeon y si, extremadamente grande. Salió del baño y al instante sintió un aire más cálido en el lugar, al parecer el agente había encendido la calefacción y agradeció mentalmente por ello.

— Jun... oh.

Hola dios, lamento ser tan gay.

Mordió su labio admirando la espalda bien formada del agente, completamente desnuda, con algunos tatuajes que se contrastaban a la perfección con esa piel dorada del mismo.

— Has podido ducharte? Olvidé si había agua caliente o no.

— Ajá — balbuceó mirando la estrecha cintura del agente, tenía un buen trasero, pero lamentablemente tapado por unos chándal grises.

Un quejido brotó por los labios del pelinegro y Jimin se acercó para saber de que se trataba. Miró su rostro, el cual todavía estaba algo húmedo por la ducha y admiró esa expresión de enojo, o dolor.

— Qué haces?.

— Arreglo mi cuerpo.

Bajó su vista a su abdomen y mordió su labio nuevamente.

— Yo lo veo muy bien.

— Jimin — mencionó en tono de advertencia.

— Ya ya... bromeo — chistó rodando los ojos — Dame esa crema, te duele porque eres un bruto, debes hacerlo suave.

Le arrebató la crema antiinflamatoria y metió dos dedos para sacar un poco de ésta, sacó los pensamientos impuros de su mente y tocó el sector inflamado sobre las costillas.

— Es aquí? — el agente asintió sin emitir ni una palabra — Bien, no llores.

Sonrió y poco a poco pasó crema por esa zona enrojecida, la cual se iba colorando a un tono algo morado.

— Te ha golpeado.

— Hum? — Lo miró sin entender, hasta que recordó su mejilla — Oh si, el muy bestia me ha dado con la parte de atrás de su arma para que me callase — Rodó los ojos.

Jeon esperó pacientemente a que las suaves manos de Jimin terminaran por curarlo. Miró el botiquín de primeros auxilios detrás del menor y estiró su brazo, ignorándo por completo como la respiración del contrario chocaba contra su pecho ante la cercanía.

— Tengo de éstas — sacó de la cajita unas tiritas que funcionaban para que las heridas curasen más rápido — Quédate quieto.

Con un pequeño palillo de algodón desinfectó el corte en la mejilla de Jimin y le colocó lo más suave que pudo las tiritas.

El rubio apoyó su cintura en la mesada de la cocina y lo miró atento a como el agente buscaba en su rostro alguna otra herida.

— Debemos quedarnos aquí hasta que el jefe nos diga que hacer, pudimos haber muerto y...

Que guapo es.

La mente de Jimin comenzó a vagar por Jeonlandia, admirando como las facciones duras del agente se veían sexys en compañía de ese abdomen descubierto y su cabello azabache totalmente húmedo. Ladeó su rostro notando como éste movía un poco las manos a la hora de explicar los planes que tenía el jefe para ellos.

—... No creo que nos contacte hasta dentro de tres días y ésto se calme, por eso digo que...

Oh por dios! Tres días a solas con Jungkook en su linda casa, era algo completamente íntimo.

Jimin rió por sus pensamientos y miró al agente el cual había cruzado sus brazos y lo miraba enojado.

— No me has escuchado.

— No, lo siento — alzó sus hombros — Usted es muy sexy como para que simplemente lo escuche.

Jeon suspiró cansado y se alejó del rubio.

Pero éste no se daría por vencido. El menor sostuvo su muñeca y giró ambos cuerpos, pegando su pecho completamente al del agente.

— Gracias por haberme salvado.

— No debes agradecer por algo como eso, Jimin.

— Por qué? — Preguntó ladeando su rostro.

— Porque te aburriras de agradecer por algo que siempre haré.

Los ojos de Jimin juraron soltar destellos de nostalgia ante las palabras del pelinegro, sus manos picaron y solo pudo suspirar.

— No se mueva.

— Qu...

Y antes de poder siquiera preguntar a lo que se refería, el rubio se había abalanzado a sus labios para empezar un profundo y apasionado beso.

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Buenas *bosteza y se desmaya del sueño*.

Las amo, tengo sueño, prometo explicar por qué ando tan de hiatus.

Espero que les haya gustado el cap de atSion.

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