¿Has sentido como tus huesos quieren romperse con cada segundo que pasa? ¿No? Bueno, eso le pasa a Chuuya. 

Creo que mentiría si dijera que no me importa, en el año que llevamos como pareja, ambos hemos logrado tener una rutina siempre que nos vemos en misiones. 

Y aunque me den la oportunidad de ver a mi pareja en esas misiones, tengo una relación amor-odio con ellas, porque siempre son arriesgadas, puedo ver a Chuuya danzar entre los enemigos con gracia, logra cautivarme aunque el no lo sabe. 

La parte que odio, es cuando las cosas se ponen difíciles y él tiene que usar corrupción, me aseguro de proporcionarle una mirada de confianza, tratando de hacerlo sentir seguro, a pesar de que no es necesario, ya que confía en mi.

Nunca fallo, pero ¿Y si lo hiciera? Perdería a alguien que no estoy dispuesto a perder, termino siempre mirándolo con cariño y dándole un beso en la frente, anhelando su regreso.

Siempre me aseguro que nunca caiga de lleno al suelo, sostenerlo, por mas pesado que este. Asegurarse de limpiar la sangre de su boca y acomodar sus cosas; esperar que su respiración se normalice y llevarlo a casa.  

Sé que él es fuerte, tan fuerte como la multitud de 10.000 soldados, cosa que contrasta a cuando esta durmiendo, porque parece alguien indefenso y puro. 

Me tiene aquí, adorándolo en todas sus facetas, no importa si me golpea con el pie por accidente o que a veces me de un manotazo salvaje mientras dormimos, siempre me tendrá haciéndole mimos en el pelo o dando besitos por su clavícula. 

No importa cuanto tiempo pase, porque se que siempre amaré el café de las mañanas de Chuuya, sus waffles con formas, o cuando intenta hacer cocteles por su cuenta, y aunque me llene el armario de sombreros, vale totalmente la pena. 

No cambiaría por nada ver a la persona que amo cada día al despertar, a la persona que logró que sintiera que puedo merecer amor, alguien que no se asusta de mis cicatrices bajo mis vendas, y quién se preocupa si me estoy saltando las comidas o no. 

Por mas que me haga cambiarme mil veces cuando vamos a un evento social, a pesar de que me corretee por toda la casa para que me pruebe uno de sus feos sombreros, me he prendado de esa personita que mide lo suficiente para subirse a una montaña rusa sin acompañante. 

Y es loco pensar, que antes podía vivir sin esto, tener nula esperanza en la vida, negarme a aferrarme lo suficiente a alguien. 

A veces, cuando él duerme, pronuncia mi nombre, tratando de buscarme a su lado de forma inquieta con los ojos cerrados, siempre hace su sonrisa tonta al dar con mi rostro, pronunciando un "Gracias".

He perdido la cuenta de cuentas veces antes de dormir, me observa recostado mientras me susurra que esta feliz de que lo haya salvado, sé que se refiere a perder tus emociones en la Port Mafia, pero el siempre se queda dormido antes que pueda decirle que en realidad él me salvo a mi. 

No importa cuantas veces de vueltas en nuestra historia, llego a la misma conclusión, sin Chuuya ¿Habría podido sentirme mas humano? ¿Habría logrado tener sentimientos?.

No me imagino una vida sin él, una vida donde no lo haya conocido a los 15, donde posiblemente mi vida se hubiera acabado a esa edad, con el medicamento de Mori. 

Así que, no lo dejaré ir, nunca dejaré que nada le pase y sobre todo...

Nunca lo dejaré caer.