2. La división de los novatos.
•Evelyn•
Tengo la sensación de que ha sido un gravísimo error el haber aceptado. O sea, qué imprudente fui ayer al seguir la carta, podría haberme pasado miles de cosas y no precisamente buenas que digamos. Debo de ir progresando en que el gas pimienta no me salvará de todos los peligros del mundo.
Repito: Cómo me gustaría tener un taser.
Ya es de buena mañana y debo de estar en el mismo lugar que ayer a las siete. He calculado un poco el tiempo y no creo llegar tarde, pero debo prepararme bien antes. Menos mal que ayer por la noche antes de dormir me la pasé mentalizando. Me pongo una ropa cómoda y cojo una mochila pequeña para mi celular, audífonos, una pequeña toalla y mi estuche de lentes. Obvio, y el gas pimienta.
Ahora a por las cosas de Tic-Rab.
Tic-Rab es mi conejo, me lo regaló alguien muy importante y desde ese momento me ha estado haciendo compañía hasta ahora. Ayer me costó lo mío dejarle en casa por temor a que le ocurra algo, pero no estoy acostumbrada a estar mucho tiempo separada de él; le llevo hasta al instituto.
He tenido que reunir mucho valor para hablar con el entrenador que si podía traer a Tic-Rab, que él se quedará a un lado comiendo apio sin meterse en problemas. En un principio, parecía que me iba a decir que no, pero el rubio que está a su lado, un capitán según lo que dicen, le ha dado un codazo para finalmente decirme que sí. Salí y me alejé antes de que decidieran cambiar de parecer.
Bajo a la cocina y saludo a Eliza, cocinera de la casa. Mis padres casi nunca están, por eso me dejan con ella y el mayordomo. En un envase, guardo apio para Tic-Rab y, aprovechando que la mujer que me cuida como si fuera su hija se va a la despensa, lleno dos botellas de agua para meterlos en mi mochila también. Agarro una manzana y me lo como.
Aviso a Edward, el mayordomo, que voy a ir a casa de una compañera para hacer un trabajo grupal. Cualquier otra excusa no habría servido. O sea, no tengo amigos y de por sí soy una chica muy cerrada; mi única amiga, muy amiga es YeXia —a parte de Tic-Rab—, una chica asiática que va conmigo a clase desde cuarto de la ESO aunque en realidad nos conocimos en segundo en la biblioteca. Ahora ya estamos terminando primero de bachillerato.
Salgo de casa con Tic-Rab en un bolsito a la altura de la cadera en el lado izquierdo. Y, obvio, no he olvidado de mis tic tacs, mis caramelitos favoritos.
Ahora que YeXia sale a la conversación, me parece... no, estoy segura de que ayer la he visto cuando nos hemos reunido todos en la agencia esa. La ve visto en lo alto del edificio, se veía un tanto borroso por la distancia, pero pude reconocerla perfectamente. ¡Si me ha sonreído y todo para tranquilizarme! Pero, ¿qué hacía ella allí, junto a esos tres capitanes? Sospecho que ella es la capitana que falta por varias razones, pero sigo sin estar segura.
Hago una lista mental:
1) YeXia no fue a clase el viernes.
2) No llamadas ni mensajes, ninguna explicación de su parte después de verla en la ventana de la agencia.
3) En lo alto, no ha intentado llamar mi atención de ningún modo desde la ventana —un poquito difícil por la altura, la verdad—, parecía que solo estaba supervisando silenciosamente, lo cual no sería una tarea que le darían a un novato, sino para alguien de rango mayor. Además, no la vi junto a los demás nuevos que llegamos y eso me hace sospechar más.
4) No sé pelear ni defenderme, no tiene sentido a que me dieran a mí una oportunidad para entrar en la Agencia cuando no tengo nada en especial. Bueno, mi única habilidad es la tecnología, pero eso es algo que casi nadie sabe, tan solo personas que me conocen muy bien o que me hayan observado y analizado con el tiempo ya que no suelo hablar con los demás de mis cosas. O sea, la única que podría haberlo logrado sería YeXia.
Vamos, otra teoría sería a que me reclutaron después de investigarme. Pero, siendo realista, ¿por qué se tomarían el tiempo en investigar a una chica que no destaca —exceptuando las notas—? Por eso, alguien debía de haber puesto los ojos en mí, y ¿quién más que YeXia? No tengo relaciones de amistad ni nada con los demás.
Llego a la agencia y ya hay muchas personas reunidas allí, en el mismo patio que ayer; nada organizado y preparado para los entrenamientos que nos darán según lo dicho. Hay hierbajos y troncos además de muchas pierdas pequeñas que pueden llegar a resbalar. Miro la cara a algunos mientras acaricio a Tic-Rab en mi bolsito. Algunos en concreto me resultan familiares ya sea compañeros de instituto o de clase; incluso están el grupito que hace bullying.
Siendo sincera, me da rabia que ellos hayan entrado también. No son buenas personas, les encantan molestar a mal a los demás y se creen mejores.
Hay dos caras que me llama más que los otros, son mis compañeras de clase también y, a parte de eso, amigas de YeXia. No me junto con su círculo, solo con ella, por eso mismo, cuando les veo encontrarse y correr hacia la otra, sigo manteniéndome distante de todo eso.
—¡Marta!
—¡Elainee!
—¿¡Marta!?
—¿¡Jonás!?
Vale, ya me he perdido.
A ese chico no le conozco. Bueno, sí, es el azabache de ojos grises que ayer hizo algunas preguntas. En fin, los dos —Marta y Jonás— se saludan desde lejos para después concentrarse de nuevo en sus círculos de amigos. Veo que a ese chico se le escapa algunas miradas hacia la castaña de pelo rizado y tonos un tanto rubios.
Las dos chicas hablan animadamente y con emoción. Me pregunto si ellas sabrán lo de YeXia o no, porque estoy haciendo demasiadas teorías y acabaré explotando. Hay un grupillo de personas que no conozco a mi lado, están hablando tan alto que no me queda otra que escucharles; no quiero moverme a otro lado, siento que así como estoy paso más desapercibida.
—¿En serio que crees que los Demonios son tan poderosos?
—Yo creo que nos están asustando sin más.
—Nah, no lo creo, o sea, lo estarán exagerado.
¡Dios mío, Demonios!
Con tanto pensar en lo demás se me pasó por alto lo de los Demonios. Si me preguntan si creo que existen, diría que sí, no sé, tengo mi lista mental también. Además, serán fuertes segurísimo. Confío en las palabras de la agencia, además, ¿para qué estaría ésta sino? El hecho de que no encontré ninguna pizca de información sobre ellos, es razón de más para confirmar.
La tecnología de aquí, por lo visto es muy avanzado teniendo en cuenta lo que hicieron con las cartas; por eso mismo, esto está demasiado planeado para ser falso. Con eso, las opciones sobre la análisis de la agencia se reduce, la más factible sería de que se tratase de algún tipo de organización del gobierno.
¿Por qué?
Esto lo baso principalmente en el hecho de que no pude encontrar información alguna , o sea, los "servicios" que brinda no sería algo que una persona "normal" podría usar. Entonces al ser esto, la existencia de los Demonios también sería algo restringido para los no pertenecedores de la agencia. Po eso mismo, tanto misterio de "Reúnete con nosotros, pero que nadie más se entere" y la precaución de inhabilitar cualquier medio de comunicación externo en la tarde-noche de reclutamiento. Y todo eso de borrar la memoria también.
Aunque, si lo pienso mejor, también existe la posibilidad de que sea una organización oculta incluso del gobierno; cuidan ese aspecto, por eso no encontré información. Pero esto es menos probable porque sería muy difícil esconder tal información del gobierno y todas las personas influyentes.
También pensar en los fondos que consigue. La tecnología y las instalaciones no se costean solo, tendrían que tener la necesidad de un apoyo externo, ya sea familias adineradas o el propio gobierno. Pues al no brindar servicios públicos, no se me ocurre otro modo legal de conseguir dinero.
Bien, pues asumiendo que la agencia dice la verdad y los Demonios existen, vamos al siguiente punto: los Demonios son fuertes. O sea, ellos no tienen motivos para mentirnos; si su prioridad fuera conseguir gente, bastaba con decir que esos seres son débiles y entonces más gente decidiría quedarse. Además, si no fueran fuertes, ¿para qué estaría todo esto y una tecnología tan avanzada?
Miro hacia un lugar parecido a la entrada no principal al edificio, que cruza un poco con el patio en donde estamos reunidos. Veo a dos chicas pasar para después detenerse y observar. Las reconozco también; una española y otra china, las dos amigas de YeXia junto a Marta y Elainee. Vamos, el círculo de amigas lo forman ellas cinco.
Las dos nuevas, compañeras de clase también, Paula e Yinna, corren en dirección hacia sus amigas y ellas las reciben con entusiasmo. Yo no estoy muy lejos, pero tampoco cerca a un nivel que pueda oír perfectamente lo que dicen; solo algo.
—¿Qué hacéis vosotras aquí? ¿También os han reclutado y estás pasando la prueba? —pregunta Marta, la chica de pelo castaño rizado con tonos rubios.
—Nosotras... —murmura Paula mirando a Yinna para después concentrarse de nuevo en ellas— acabamos de volver de una misión.
Marta y Elainee abren los ojos sorprendidas ante la revelación.
—Somos de cursos superiores —explica Yinna, una asiática de pelo castaño oscuro y liso—. Hay cuatro en total y yo voy a cuarto.
—Yo tercero —aclara la otra de cabello negro, pero que es más claro que el negro.
—¡Alá! ¿Y cómo son las misiones? —pregunta Elainee, la más bajita del grupo.
Escucho atentamente la respuesta porque esto sí me interesa y mucho. O sea, no quiero tener que ir a una totalmente desinformada y palmar allí. Me da miedo de solo pensarlo.
—Hemos ido con la capitana... la capitana —habla Yinna—, y con ella al lado, garantiza nuestra seguridad.
—Además de que no fuimos a matar Demonios, la que tuvimos era una misión de infiltración.
Infiltración... Eso me mola más que tener que pelear.
—¿Hay misiones de infiltración? —cuestiona Marta.
—Ya lo iréis descubriendo, nosotras no podemos revelar mucho. Está prohibido.
—¿Y YeXia? ¿Ella está en la agencia también?
La pregunta de Marta capta más mi atención todavía. Ellas son de cursos superiores, digo que yo sabrá de YeXia, ¿no? Han estado en la misma agencia...
—¿YeXia? —Problemas llegan. El grupillo del bullying se dirigen hacia ellas encabezado por la chica pelirroja—. ¿Cómo va a entrar ella aquí?, si ya es un milagro que vosotras estéis.
—Ey, Ben, están hablando de tu ex —habla entre burlas uno de los del grupo.
Benjamín es el exnovio de YeXia. No sé muy bien qué es lo que pasó entre ellos, cuando estaban saliendo, eran una pareja envidiable por lo bonito que él la trataba y ella le animaba en sus decisiones. O sea, no eran de esos que parecían que iban a romper al mes o incluso a la semana, a pesar de la edad de catorce a quince años, se veía futuro en esa relación. Duraron un año y un poco más.
—¿Cuál es la necesidad de nombrar a esa china aquí? —responde éste rodando los ojos.
Siento una gran necesidad de ir a mi casa y traerme el laptop para estamparlo en su cabeza. Pero después recuerdo que mi laptop no tiene la culpa de que él sea un malnacido, por lo que no sería justo que pagase las consecuencias de las burlas estúpidas de Benjamín.
—¡No me agarres que le parto la cara! —brama Yinna mientras que Paula la coge del brazo.
—No vale la pena arreglarle la cara, Yinna, no nos metamos en líos por él —dice la otra para calmar a la asiática.
Benjamín no es feo, pero tampoco se puede considerar como un chico guapo de novelas juveniles. Normalito que tiene su leve atractivo, cosa que destruye con su personalidad de ahora, porque antes no era así; antes era respetuoso y defendía a toda costa a YeXia. Ahora..., ahora solo se mete con ella, literalmente porque no le veo hacer burlas a los demás, solo algunas risas.
—¡Paula, Yinna! —grita el capitán gemelo que tiene una peca en el entrecejo—. Iros a vuestros cursos o buscáis a la Rubia que os lleve a otra misión, no hagáis spoiler a los nuevos.
Su llegada calma la pelea y la paliza de Benjamín. O sea, si Yinna es del último curso, fácilmente puede derrotarle. Supongo que en el instituto se estaba conteniendo como podían para no dar sospechas de lo fuertes que son.
—Sí, capitán.
Las dos echan una última mirada fulminante al grupito antes de marcharse. Se detienen un momento al lado de Marta y Elainee —que se han mantenido calladas al ver que otras dos se estaban ocupando de las cosas— y les responde a la pregunta que fue interrumpida:
—Ella no está aquí.
—El viernes se fue de viaje con sus padres el fin de semana, por eso no estaba en clase. Volverá el lunes —explica Yinna.
¡Pero si yo la vi ayer, no mames! ¿Por qué miente? Si son amigas, muy amigas. No lo entiendo, ¿se supone que la identidad de otros miembros se debe quedar en secreto? Pero tarde o temprano se verá.
Están mintiendo, no he tenido alucinaciones, estoy segura de que la he visto y que eso que dice es una excusa. Estoy segura de que YeXia ya es miembro oficial y todo, quizás capitana, pero eso aún hay que confirmarlo. Además, ellas cuatro son muy amigas y sería demasiada coincidencia que entraran así juntas. Supongo que pasó lo mismo que conmigo y YeXia dijo algo de sus habilidades.
Sobre el grupito ese que entraron, pues no sé; a la agencia de repente les han faltado neuronas y lo han hecho al azar de a vida o es que se lo enviaron a todo el mundo y, por desgracia, ellos forman parte del mundo.
Sigo manteniendo mi mirada molesta sobre esa gente, no me gusta que hablen mal de mi amiga, pero no me atrevo a hacer nada por impedirlo, además de que no puedo, no soy capaz. Siento que Tic-Rab se mueve en su bolso, rápidamente desvío mi atención en él. Quizás tenga hambre.
El bolso está abierto para que esté más cómodo y que pueda respirar bien. Dispuesta a sacar el apio, veo que Tic-Rab salta y sale corriendo —saltando un poco, en realidad—. ¿Qué pasa? Los nervios se me activan y entro en una pequeña desesperación. Sin pensarlo más, sigo a mi conejito.
Tic-Rab es muy curioso, pero aun así no saldría corriendo a menos que sea algo muy importante. Está como si olisqueara el aire, lo que me da a entender que ha captado un color conocido y solamente hay dos opciones: Mucho, mucho apio o YeXia. Al no conocer yo mucha gente, él tampoco tendría esa reacción con cualquiera y a lo de apio, yo también tengo.
Atraviesa entre los pies de los capitanes y el entrenador para dirigirse directamente hacia el edificio que está detrás de ellos. Es un edificio mucho más pequeño que la principal y está un poquito más apartado. Me detengo frente a ellos que me observan arqueando una ceja.
Vale, qué vergüenza. Había prometido que Tic-Rab se comportaría bien, pero ahora resulta que está correteando por allí como si fuera su casa. Pero no le puedo abandonar, debo explicar las cosas.
—M-mi conejo se metió allí... Necesito ir a sacarlo. Será en seguida, lo prometo.
—También has prometido que se quedaría a un lado a comer apio sin causar problemas —habla el entrenador con una cara neutral, demasiado serio.
—Te llamas Evelyn, ¿verdad? —pregunta el capitán rubio apartando al entrenador de un empujón haciendo que éste ruede sus ojos azules.
Asiento con la cabeza con timidez.
—Me recuerdas a un amigo que tuve... y eso que él no es de los que bajan la cabeza —añade finalmente para después apartarse un poco dejándome una vía directa hacia el edificio—. Que sea rápido, la prueba ya va a empezar.
¿A un amigo que tuvo? ¿Ahora ya no son amigos? No importa, ahora tengo que ir a por Tic-Rab.
Entro al edificio y sigo viendo un lugar no muy organizado. Parece más un almacén que otra cosa, hay trastos tirados por allí, troncos y tales cosas. En verdad, teniendo en cuenta que el edificio tampoco es que sea pequeño, lo más probable es que éste sea una de las habitaciones y que lo usaron para guardar algunos materiales ya que no está pegado totalmente al edificio principal y así se mantiene más aseado.
—¡Tic-Rab! ¡Tic-Rab, ¿dónde estás?!
No viene...
Estoy poniéndome nerviosa. No le habrá pasado nada, ¿verdad? Este lugar es muy peligroso para un conejito, podría haberse quedado atrapado o, peor aún, herido. Ya estoy hasta en un momento de desesperación, sé que seguramente ha ido a buscar a YeXia, porque sino sería muy improbable que se separe de mí. Creo que lo mejor sería llamar a ella para ver si aparece:
—¡Ye-!
—¡BUU!
Alguien aparece a mis espaldas con mucho sigilo ya que no he llegado a darme cuenta cuando normalmente soy muy atenta a todo. Saco el gas pimienta, que se ha convertido en mi primera reacción para todo; pero, antes de que pueda hacer algo, la persona me inmoviliza.
¡Ay, santos libros!
Siento un chispazo de adrenalina en el estómago que se dirige por toda la columna. Es la misma sensación que cuando piso mal y tengo que reaccionar rápido para no caer. Pues algo así siento ahora mismo. Intento mirar para ver de quién se trata, aunque ya lo he deducido; es YeXia, ¿verdad? No creo que alguien más me diga: "BUU" en momentos así.
Al darse cuenta de que ya sé quién se trata, afloja el agarre y mi primera reacción es apoyarme en ella para no caerme. También para reponerme del mini-paro cardíaco. Miro un poco los alrededores con intención de saber dónde se ha metido Tic-Rab, conejito que aparece a mi lado y yo le abrazo con cariño.
Alzo la vista, ella es un tantito más alta que yo. Tiene su pelo, azabache como el mío, atado en una alta coleta que deja pelitos de bebé al aire mientras que las esquinas de sus ojos negros se arrugan al sonreírme ampliamente.
—¡YeXia! No me asustes así...
—Oh, perdona, la próxima te asustaré de otra manera.
Doy las gracias a Tic-Rab por haberme guiado hasta aquí y le dejo de nuevo en su bolso con apio en ella.
—Explicaciones. Necesito explicaciones.
—La información que puedo dar es limitado, sería injusto para los demás si te lo revelo todo —confiesa ella sentándose en una caja de madera—. Aunque en realidad me da igual, pero me tienen prohibido decirlo. —Suspira—. Bueno, puedo contestar a lo que puedo, ¿qué es lo que quieres saber?
La primera y fundamental:
—¿Eres la cuarta capitana? —pregunto como si tanteara el terreno.
—En realidad soy la primera, me metí en ésto antes que ellos, pero no tenemos rango entre los capitanes.
¡Lo sabía, lo veía venir! El haber acertado hace que me emocione más y ya estoy creando más teorías locas en mi cabeza.
—¿Desde cuándo existen los demonios? ¿Quién fundó este lugar? ¿Quién es el líder de todo esto? ¿Es una organización del gobierno? —pregunto de un tirón.
—Que desde cuándo existen los demonios... En realidad, sobre los orígenes de estos tampoco tenemos mucha información; no se paran a explicarnos nada y creo que ni ellos mismos se acuerdan.
Pues si ni ellos mismos se acuerdan, supongo que será desde hace mucho, muchísimo tiempo.
—Sobre el fundador de este lugar, se trata de un Cazador de Diablos, uno no muy fuerte, pero sí listo. Y después de él, más gente comenzaron a fundar agencias mata-demonios, pero DS es el primero —explica ella.
—¿Cazador de Diablos?
—Esa información no es necesario en estos momentos, no vas a pelear contra Diablos ni mucho menos vas a poder.
Asiento aunque en realidad quería saber más. ¿Qué son los Diablos? ¿Evolución de los Demonios? No lo creo, ha dicho que fue un Cazador de Diablos quien creó la primera agencia, entonces, supongo que los demonios vinieron después, ¿no? Tampoco lo veo probable.
—Y, eso de quién es el líder y si somos una organización del gobierno, la respuesta es un no. Ellos no saben de nosotros ni de los demonios ni nada; no están capacitados para ir contra ellos, por eso, no vale la pena que descubran nada.
—¿Pero cómo escondéis todo esto del gobierno? Nada se les escapa...
—Tenemos nuestras maneras de hacer las cosas, de eso puedes estar tranquila; todo esto seguirá siendo un secreto para los que están a fuera.
¿De qué manera? O sea, ¿cómo lo mantienen oculto del mundo? Hay demasiadas preguntas y muy pocas respuestas, es como si cada explicación que me diera, hace que dos cuestiones más aparezcan.
Me gustaría seguir preguntando, pero la voz del entrenador que resuena del exterior interrumpe la charla que estoy teniendo con YeXia. La miro y ella me sonríe.
—Te recomiendo reunirte con ellos antes de que Dani se enfade. Es un amargado —añade lo último en un susurro—. Recuerda, no le digas nada a nadie; ni tampoco que me hayas visto aquí.
Con Tic-Rab en su lugar correspondiente, me despido de la chica azabache que baja de la caja de madera. Salgo del edificio cuando todos ya están medio reunidos en un punto concreto. Me acoplo a ellos con sigilo y la cabeza gacha, pasando lo más desapercibida posible.
—Vamos a anunciar vuestra primera prueba —habla el rubio y sus ojos marrones se posan durante unos segundos en mí para después dedicarme una pequeña sonrisa casi no perceptible.
¿Sabrá que me he encontrado con YeXia?
—Vamos con la limpieza —anuncia el gemelo que tiene una peca en el entrecejo, David se llama, creo.
Los presentes sueltan algunas quejas, pero en seguida se callan al ver la mirada que les ha echado el entrenador.
—Lo que tenéis que hacer es limpiar este pequeño patio de entrenamiento —comienza a explicar el rubio—. Tenéis como materiales las cosas que encontréis sin salir de la zona, puede ser objetos que llevéis encima o hasta una rama del suelo.
Primero: el patio no es pequeño, es bien grande. No sé qué percepción de tamaño tendrán ellos, pero supongo que el campo de entrenamiento que está dentro será más amplio aún que ésta. Pero bueno, igualmente me gusta limpiar.
Segundo: no hay segundo. Es que estoy tan acostumbrada a las listas que mi mente ya lo organiza a su manera.
Me pondré los auriculares y me pondré a limpiar mientras formo nuevas teorías con la nueva información. Is my real passion. Cada quién se va con alguien o algún grupo para hacer las cosas mientras que otras personas, al igual que yo, se quedan solos.
Me quedo en un sector al ver que allí nadie se va a ocupar. Me pongo primero a quitar las ramas y troncos de árboles, también algunas piedras que me parezcan peligrosos en medio del camino y trato de hacer una escoba improvisada aunque sea con plásticos. He tenido que sacrificar la toalla que metí antes de salir de casa y una botella de agua; no me ha quedado otra.
Después de mucho tiempo, al fin termino de limpiar y veo que la mayoría también. Obviamente, algunos hicieron más que otros, pero supongo que eso los capitanes lo tendrán en mente. Eso sí, curiosamente, ninguno ha hecho el vago, todos han aportado algo. Bueno, "todos" ya que sé perfectamente que hay una cierta pelirroja que ha hecho lo mínimo solo para aparentar.
Soy muy cuidadosa con la limpieza, por lo que no he llegado a ensuciarme mucho, además, de por sí soy una persona que suda poco. Saco a Tic-Rab del bolso y lo sostengo en mis brazos. Veo que la gente comienzan a agruparse de nuevo y yo me acerco también.
—Excelente trabajo; hay personas que han sabido adaptarse mejor que otras —habla el rubio y sus ojos se posan en una chica alta con un flequillo medio emo que aparenta menor que yo. Creo que va a mi insti.
—Ahora vamos a dividiros por grupos dependiendo de vuestras capacidades y habilidades —explica uno de los gemelos, el que no tiene una peca en el entrecejo; ¿Alberto era, no?
Lo único que puedo hacer en estas situaciones es mirar a mi conejito que lo tengo en mis brazos.
<<¿Puedo hacer grupo con Tic-Rab?>>
—Marta Gómez, Jonás Lozano, Laura Boris, Araia López... —comienza a llamar el entrenador a la gente—. Vosotros, un grupo.
Ya estoy empezando a ponerme nerviosa, muy nerviosa mejor dicho. No quiero hacer equipo con alguien desconocido y que las cosas vaya o termine mal. Acaricio a Tic-Rab para tranquilizarme y voy buscando con la mirada, haciendo un análisis rápido de las pocas personas que conozco y que no me lleve mal.
<<Juancho Cleopatro... Está en mi clase y es bueno en matemáticas. Además, una vez me pidió un borrador>>.
—Elainee Mot, Cristina Li... —sigue llamando mientras trato de descifrar más o menos cómo organizan las cosas.
A ver, a Marta se le da bien la pelea y los demás de su equipo no les conozco. Supongo que los formarán así, ¿no? Dependiendo de las características especiales de las personas. Entonces tengo que buscar a alguien que tenga más o menos habilidades tecnológicas como yo y que encima, por lo menos que le conozca.
Mis ojos viajan por todo el patio hasta que me doy cuenta de algo. Un castaño de ojos negros. Benjamín Suárez.
<<Ay no, ay no, ay no, no, no, por favor que digan que soy buena con la limpieza y me contrate como personal; como conserje>>. En serio que tengo una leve esperanza de ellos.
—Evelyn Sellers, Juancho Cleopatro, —por favor, por favor, por favor—, Benjamín Suárez...
¡No!, ¿por qué a mí?
Nuestro grupo, en un total de cinco personas, nos juntamos. Tan solo me dedico a mirar abajo, a Tic-Rab, pero ni eso me deja.
—Oye —habla Benjamín—, ¿sabes algo de YeXia? ¿De verdad que no está aquí?
En un principio no he reaccionado a que me estaba hablando a mí, por eso le miré de reojo. Pero entonces he chocado con su mirada y me he dado cuenta. Me pongo tensa y bajo la vista de nuevo hacia abajo, volteando un poco para responderle súper bajito.
—No sé nada, lo siento.
Le ignoro de nuevo y sigo prestando atención al entrenador. Es que, ¿qué esperaba este hombre?, ¿un "zí, eztá adentro, paza" o qué? Le haces bullying, ni en broma te mando con ella. Noto que él también aparta la mirada para hacer caso al hombre castaño de ojos azules.
—Bien chicos —habla el capitán rubio—, os hemos dividido dependiendo de vuestras mejores cualidades y, ahora, vamos con algunas pruebas físicas. Para aquellos que de por sí saben de pelea, las pruebas se calculará de forma distinta que los que no.
☆*: .。. 🌹🌹🌹 .。.:*☆
Miro al contrincante que tengo en frente... Voy a morir.
Ya he pasado las pruebas de resistencia —muy bien me ha ido, eso de tener un conejo y sacarlo a pasear sin correa, entrena bastante—, flexibilidad y fuerza. Ahora toca la pelea cuerpo a cuerpo. Me ha tocado con una chica de mi grupo, en realidad las dos estamos igual, sin saber qué hacer en realidad.
Bueno, yo sé qué hacer y es hacerme bolita. Recuerdo el gas pimienta que sigo teniendo, pero me sabe mal usarlo contra ella. Si tuviera un palo o una piedra, podría intentar golpear puntos débiles sin llegar a hacer daño, pero si es solo con la mano, no tengo mucha esperanza.
He visto la pelea de Marta contra esa tal Laura; impresionante porque le ha derrotado con facilidad, aunque la chica esa le ha mirado mal. Yo puedo tratar derrotar a mi contrincante, se me da bien buscar aberturas y usarlas a mi favor. Pero en eso se queda, en tratar ya que no tengo entrenamiento; he querido aprender por mi cuenta, pero, en este caso, me dificulta bastante el no tener alguien quien me enseñe.
El entrenador da la señal de que empecemos y ninguna de las dos damos el primer paso. Yo tengo la intención de evaluar su resistencia y buscar el patrón de sus ataque, pero si ella no hace nada, no voy a llegar muy lejos.
Si ella fuera alguien que vaya atacando, podría aprovechar esquivando los ataques gracias al echo de ser un tanto pequeña y tener reflejos. Usaría mi resistencia a mi favor, pero aquí estamos; las dos quietas mirándonos con cara de "¿Y ahora qué hacemos?".
—¿Tenéis intención de hacer algo? —pregunta con voz de burla esa pelirroja que se cree la líder de la pandilla esa—. Menuda par de niñatas que no hacen nada, ¿cómo es que las han elegido?
La verdad y por mucho que odie admitirlo, ella es buena en la música y la danza, por lo que en la pelea, ha sabido cómo moverse. Y, ahora mismo, está allí mirándome con cara de superioridad mientras que no hago nada.
—Pues, solo para que lo sepas —interviene el capitán Richy, el rubio—, ella tiene más razón de estar aquí que tú.
—¡Pero si ni siquiera puede dar un solo golpe!
—Chica —habla el capitán Alberto, el que no tiene una peca en el entrecejo—, que ella ha sido recomendada por uno de los capitanes y tú no, así que mantente calladita, haz el favor.
Alicia frunce el ceño sin comprender.
—Y —añade el otro gemelo—, no es un capitán cualquiera, sino por uno de los mejores; la capitana Diyana. Ya la verás por aquí, obvio, si es que consigues pasar las pruebas.
¿Aquí llaman a YeXia como Diyana?
—Ya, dejad de discutir —interrumpe el entrenador—, y de presumir a Diy.
Sus ojos azules se posan en mí y en mi contrincante.
—Tomaré esto como que no sabéis nada de pelea. Ya iremos viendo si conseguiréis mejorar con el tiempo.
Yo también lo espero...
🌹🌹🌹🌹🌹🌹🌹🌹🌹
PALABRAS: 5035
¡Hola, hola!
Capítulo narrado por: NoragoChikita00
Vale, perdón, perdón, ¡¡¡perdón!!! Prometí actualizar el día 6, pero me surgieron cosas y no pude :( Lo sientooO.
Bueno, lo primero es lo primero. MassyBooks77 ¡FELIZ CUMPLE ATRASADO! Srry, el mes de enero no he podido entrar a Wattpad casi y se me pasó, por eso quería compensarte con el día 6 de febrero, pero tampoco pude. Así que te felicito ahora, TE AMO, MIJAAAAAAAAA♥♥♥
Y ahora sí, ¿os gustó el nuevo capítulo? Tardé media vida en actualizar, pero lo hice, porfinnnN, BIBAAAAA. Puede que os parezca tedioso porque aún no ha aparecido la trama principal y no se ha revelado demasiado, pero tenme paciencia, iré actualizando ugu.
¿Tenéis ya nuevas teorías? Escribirme en los comentarios o al privado, que no muerdo. Quizás tarde un poco en responder, pero os leo uwu. ¿De dónde creéis vosotros que vienen los demonios? ¿Y eso del diablo, qué pensáis sobre ello?
Otra cosa que avisar: estoy básicamente hasta arriba de exámenes y trabajos este mes, tanto recuperaciones como otros y me estoy cagando en todo lo que se menea, lol. Creo que entenderéis mi situación ya que estaréis más o menos como yo, por eso, ánimo con todo, chicos, que podemos!!!
Nos vamos a matar uwu.
Weno, con eso, dejo el capítulo 2 aquí y ya me largo a llorar pensando en el examen de mañana, asíes.
¡Se os quiere!
¡Saluditos!
Dyiiana~
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro