O4
"Despertaste."
La misma voz que escuchó antes de perder la memoria, retumbó por su habitación.
Las manos delicadas de Jimin se dedicaron a tapar sus ojos y mantenerlos cerrados por el mayor tiempo posible, quería huir del lugar, pero debía mantener una postura tranquila. Quería demostrar que la voz no le asustaba en lo absoluto, pero su aroma lo delató.
"Hueles como la mierda. Jungkook me va a matar cuando entre y reconozca tu aroma. Reducelo, no sé."
La voz del alfa es demandante, Jimin está enojado por su sensibilidad.
Habla del príncipe Jungkook con tanta naturalidad, que le sorprende.
Sus ojos se abren de a poco y aparta sus manos. La curiosidad mató al gato, dicen por ahí. Jimin no lo supo en el momento.
"Necesito espacio, por favor, apártese. No quiero ser irrespetuoso, pero su aroma me resulta abrumador..." Su voz sale suave y lenta. La calma es lo que planea demostrar con ello. Apreta la sábana y mira al Alfa con cuidado.
Su expresión es de enojo y sorpresa. Su nariz es fina y tiene una mandíbula fuerte. Sus manos son el doble que las suyas, atributo de ser un Alfa. Su aroma es agrio y demandante. Jimin desearía que desapareciera en el momento, es un hombre imponente. Odia a los alfas imponentes. Le traen malos recuerdos.
"No puedo dejarlo. Jungkook llegará en cualquier momento y si ve que te he dejado con los alfas de la guardia, me asesinará aunque yo sea su..." Carraspea, una sonrisa de superioridad aparece en su rostro.
Jimin no comprende lo que quiere decir el Alfa.
"Mira, el punto es que no te puedo dejar. Puedo pedir un supresor por el momento y alejarme." Rasca su nuca, sus dedos son largos y tiene un anillo dorado en uno de ellos. Jimin carraspea y asiente.
Debe acostumbrarse a la presencia del Alfa.
"¿Choqué contigo anoche?" Decide hablar, a pesar del miedo que inunda su cuerpo. Ignora los pensamientos que corren por su cabeza. Está por conocer al príncipe y no hay mucho que pueda hacer, no se siente en el derecho de preguntar por él. Quiere esperar para conocerlo, su curiosidad por él es grande.
"Sí. Estaba pasando por los pasillos, revisando por si había algún problema, cuando escuché unos ronquidos en la biblioteca." Los ojos del omega se abren con vergüenza. Sus mejillas se colorean un poco. El alfa suelta una carcajada seca. Sus ojos se posan en el omega por un momento. "Es broma...Percibí tu aroma. Reconozco los aromas de los trabajadores y en general, de las personas que se encuentran en el palacio. El tuyo era demasiado dulce y claramente nuevo. Supe que no era algún peligro porque pertenecía a un Omega, pero debía asegurar quién eras...Te desmayaste cuando chocaste conmigo."
Suspiró con la mirada fija en cualquier punto de la habitación, menos en el rostro de Jimin. Si el alfa estaba fingiendo pensar, lo estaba haciendo muy bien. A Jimin le hacía falta entender muchas cosas. Era un iluso, a pesar de la edad que tenía.
"¿Vienes a casarte con mi...con Jungkook?"
Bien, Jimin ni se inmutó con el mí. El alfa aún no había arruinado la sorpresa para el Omega de mirada brillante.
"Sí. Llegué hace poco. ¿Es usted algún amigo o conocido del príncipe?, habla de él con tanta familiaridad...Me gustaría saber. lo que sabe de él, quiero saber un poco antes de conocerlo." El alfa que aún no se había presentado con nombre y apellido, sonrió y acercó su rostro al Omega. Jimin alejó su cabeza y por instinto, empujó al alfa lo que su fuerza le permitió (que fue poco, pero al menos algo).
"Si te digo la verdad, ¿cómo escaparías de aquí?" Una pregunta que Jimin no sabía responder, claramente. Era obvia su situación. No sabía nada del príncipe y la gente era tan misteriosa con el tema. Esperaba que el alfa le dijera la verdad, pero parecía ser difícil encontrar la respuesta que necesita, El alfa parece querer asustarlo, es lo único que deduce.
"No entiendo."
Una carcajada sale del hombre. Jimin tiembla y se encoje un poco.
"No tienes que entenderlo aún. Pronto vendrá Jungkook y te darás cuenta de la verdad. No necesitas de mi explicación. Pobre cachorro."
Jimin pasa saliva, sus manos tiemblan.
"No quiero asustarte, lo siento. Sólo tengo compasión por ti. No sabías en lo que te metías a comprometerte con Jungkook." Se señala a si mismo. "Pero está bien. Soy Kim Taehyung, un gusto, cachorro."
Extiende su mano, Jimin la toma por cortesía y la suelta con rapidez.
"No tardará en venir, puedes dormir un poco más. Lo siento, pero no podré irme hasta que llegue."
Jimin asiente y se recuesta en el gran colchón del lugar. Sigue con el camisón puesto, pero no es el mayor problema para él. Cierra los ojos y finge dormir, cuando veinte minutos después, percibe un aroma que llega a sus fosas nasales con rapidez.
Su cuerpo lanza alarmas cuando siente el aroma acercarse cada vez más y escucha un beso.
Presiona sus ojos con fuerza.
Tal vez su aroma lo delataba aún más.
Que mala suerte haber nacido Omega.
"El cachorro aún no lo sabe."
Escucha la voz de Kim Taehyung y no tiene la valentía de abrir los ojos aún. Aún no ha escuchado la voz del otro alfa (que deduce es el príncipe Jungkook). Su aroma es dulce y abrigador, aunque percibe en el fondo, el aroma del otro alfa en la habitación. Se mezcla, casi como una marca de enlace...Pero es imposible.
Siente una mano tocar su cobija.
"Está despierto, ¿verdad?"
Su voz...es lenta y suave, el Omega de Jimin gime por atención, todo resulta extraño para Jimin. Su aroma es mas fuerte, pero esta vez para que su Alfa lo perciba, (no hay ningún alfa y es ridículo para él). La voz hace temblar sus piernas y desear gritar por atención. Jamás se había sentido de esa manera, era extraño para él. Tal vez convivir con alfas le estaba afectando de alguna u otra forma.
Aunque Jimin no puede percibirlo, el alfa está sonriendo un poco ante la imagen de un cuerpo tan pequeño temblando bajo una sábana. El aroma llena sus fosas nasales y resulta magnífico para él. La situación es adorable. La curiosidad está por ganar los protocolos a seguir.
Taehyung le asiente y Jungkook sonríe.
"¿Puedo bajar un poco la sábana?" Pregunta delicado, como si estuviese hablando con un niño pequeño. Jimin odia el tono en que le habla. Es como muchos alfas solían hablarle y como su madre lo hacía. Lo trataban como un niño pequeño.
Jimin apostaba que era mayor que el Alfa que deseaba verlo.
"No." Su voz resulta suave para el Alfa, quien suelta una carcajada. No esperaba conocer a su prometido de esa manera. Era gracioso.
"¿Ni un poquito?, quiero saber..." Jimin asoma su rubio cabello y Jungkook deja escapar un suspiro. Taehyung rueda los ojos y ríe. Golpea el hombro de Jungkook y besa su mejilla.
Jimin escucha el sonido del beso y levanta la ceja. "Estaré afuera cuando necesites. No insistas al niño. Sabes que no debes verlo hasta la cena."
"Lo sé. Sabes que no..."
Bien. El alfa se había ido y lo había dejado con Jungkook.
"Soy el príncipe Jeon. Nos casaremos pronto. No se supone que deba verte hasta la cena de hoy, pero, estoy ansioso por conocerte. Suenas dulce, espero nos llevemos bien. Te darás cuenta de algunas cosas en la cena, espero tu plan no cambien."
Siente unos pasos alejarse. Jimin suspira. "¿Por qué cambiaría?"
El alfa logra escucharlo y suelta una risa antes de cerrar la habitación. "Pronto lo sabrás. Y para que lo sepas, no quería ver tu camisón o algo así, no soy un pervertido."
Jimin ni siquiera lo había pensado de esa manera.
Sus mejillas se colorearon.
El alfa parecía agradable, tal vez podía tener un buen matrimonio.
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