La noticia había llegado a oídos de todo su pequeño palacio.

Los reyes de Agatha estaban buscando un omega para el próximo heredero al trono, el Alfa Jeon Jungkook, quien al haber cumplido la edad de conseguir una pareja, pues acababa de cumplir veinte años, debía conseguir pareja.

La familia real estaba desesperada por la búsqueda de un omega especial (nadie sabía a lo que se refería con esa palabra, pero muchas personas creen que se refiere a atributos físicos) y casarlo con su hijo lo mas pronto posible. Muchos deducían que se debía a la futura muerte del rey de Agatha, para asegurar el reinado de su hijo si algo llegaba a pasar, era tradición (más que una regla) el casar al heredero antes de subir al trono.

Jimin, como cualquier omega que tuviera una pizca de poder u oportunidad en sus manos para enmendar los problemas que prevalecían en su familia, estaba convencido que debía conseguir el puesto de ser el omega del futuro rey.

Era hijo de un vizconde en el reino vecino, como Omega, sabía que su poder era nulo. Su padre había logrado darle una buena educación a pesar de los prejuicios de la sociedad. Su madre era una campesina que enamoró a su padre a primera vista (ella nunca lo amó, pero como una mujer omega en una sociedad cruel y despiadada, tuvo que sobrevivir a toda costa), se casaron, sus hermanos y él, nacieron de aquella unión.

Tenía dos hermanos, ambos alfas. Su hermano mayor se había vuelto un soldado de alto grado en la milicia y había desaparecido del radar, en cambio, su hermano menor, del que apenas le llevaba cinco años y se había presentado hace unos días, estaba recibiendo la educación necesaria.

Jimin estaba seguro que lo único que podía hacer para escapar del lugar y ayudar con la estabilidad en su hogar, era casándose con el príncipe.

En la sociedad no tenía valor alguno, los omegas eran usados como objetos para procrear y adornar. Había leído en varios libros que en Agatha era distinto. Los omegas habían comenzado a tener mas libertad y la educación había comenzado a repartirse de manera equitativa.

Él anhelaba vivir en un lugar así.

Su madre estaba asfixiando para conseguir un esposo, porque estaba envejeciendo (veintidós años y aún no se había casado con algún alfa, pero no lo culpen, la mayoría eran ancianos que querían tomar su cuerpo sin amor. Sabía que había algo más para él).

Tuvo la grandiosa idea de mandar a hacer un buen retrato suyo y enviarlo al castillo. Su madre se negó al principio, porque le aseguraba que no podía ser aceptado, entre tantos Omegas de mayor clase y belleza que él, pero sólo para esperar ver su rostro de decepción y por fin lograr que se casara con algunos de sus primos que llevaban años en esperar su mano. Conocía de las exigencias del reino vecino respecto a extranjeros, pero también sabía que pocas personas se atreverían a entrar allí por gusto propio. Los rumores llegaban a ser variados cuando se hablaba del reino. Pocas personas se atrevían a hablar mal de él, pero cuando lo hacían hablaban atrocidades. Por esto mismo, estaba segura que su hijo no lograría casarse con el príncipe.

Jimin nunca imaginó casarse con el príncipe por amor, porque sabía de los rumores que lo rodeaban, conocía como era casarse con alguien que no amaba (por la experiencia que su madre le comentó), pero de alguna manera se convenció que una marca no detendría la libertad que podía tener en aquel país. El reino de Agatha era conocido por ser un reino despiadado, pero poderoso, Jimin estaba dispuesto a buscar la libertad que tanto anhelaba en el reino.

Vaya desgracia en la que había caído, cuando llegó la carta a sus manos, meses después.

Él, entre muchos omegas que aseguraba habían escuchado de la noticia del príncipe buscando un omega, fue aceptado.

Iba a casarse con el príncipe de Agatha.

Un alfa prestigioso y peligroso a la vez.

Park Namjoon jamás pensó en el mal que había hecho a su hijo en el momento en que aquella carta llegó a sus manos y dejó que dejara el palacio al día siguiente.

Sólo quería lo mejor para Jimin, si tan solo supiera lo que lo estaba esperando en el palacio...

El Omega Park Jimin había caído en la boca del lobo en el momento en que partió de su hogar y se despidió de su familia.

La libertad que tanto había anhelado no sería como esperaba.