11
La siguiente vez en que Jimin se topó con Dongmin, fue la siguiente vez en que también vio a Jungkook.
El día de su matrimonio.
Jimin había estado acordando los preparativos durante dos semanas. Había decidido la comida y la decoración. Incluso el sacerdote que les atendería. Había estado acomodando cada detalle, junto a Ari. La reina había decidido acompañarlo a partir de la primera semana y le había guiado en cada momento.
No comentaron sobre la marca del Alfa. No comentaron absolutamente nada del tema. Jimin tenía un mal presentimiento sobre ello.
Fingían que el Alfa iba a marcarlo, que estaría junto a él como un matrimonio sagrado, como una pareja real. Todos los presentes sabían que no eran una pareja real.
Incluso su familia creyó que aquel príncipe se convertiría en su alfa legitimo. Jimin casi se ríe en la cara de su madre, que por supuesto, no le felicitó por esto.
La iglesia había sido decorada con una decoración de tulipanes (elegidos por él, le habían recomendado no hacerlo, pero era su matrimonio falso, podía darse aquel poder), su futuro esposo le estaba esperando con un traje impecable. Con un abrigo típico de su región. Uno parecido al que la madre de Jungkook que llevaba la noche en que la conoció.
El alfa le daba una sonrisa que Jimin no logró distinguir. Lucía real, pero Jimin presentía lo falsa que era.
Jimin usaba un corsé blanco acorde con un traje del mismo color. Una corona de flores (culpa de la reina) y lucía brillante. Quería esconderse en cualquier rincón del palacio. Agradecía que nadie más que las personas presentes estaban viéndolo.
En el momento del beso que debían compartir, envés de recibir un beso en los labios (Que Jimin había anticipado y estaba preparado para recibirlo o fingir hacerlo), recibió uno en la frente.
Al ver a su madre, notó su rostro amargo y de duda. Jimin no pudo verla hasta la cena. Sabía que ella había descubierto la farsa de su situación...
Ahora se encontraba tendido en la gran cama que debía compartir con el Alfa, para comprobar a un par de alfas que habían dormido. El alfa le había explicado cuando entraron a la habitación.
Jimin esperaba otro comentario. Lo había esperado tanto, pero nada. Sabía que no era importante para el Alfa, pero algo en el fondo de su cabeza retumbaba.
Se había sentido lindo en aquel traje. Había puesto de su tiempo y dedicación en su boda, pero aquel alfa no lo tomaba en cuenta. Ese había sido el trato. Nada de amor o amistad. Nunca se habló de esto.
"Puedes masturbarte. Uh, podrá hacer pasar que dormimos juntos. La ropa la marcaré con mi aroma o lo podemos hacer al revés. Como te sientas más a gusto."
Estaba claro que Jimin lo había hecho en su habitación. Cuando los días de celo golpeaban la puerta y su omega interno que aparecía, buscaba la atención de un alfa que claramente no estaba allí. Pero esto era distinto, no podía hacerlo con el hombre cerca.
"¿No hay otra manera?, es demasiado privado para mí. Me resulta incómodo que pueda escucharme, incluso escucharlo a usted."
El asentimiento del Alfa lo deja dudando un poco.
"El baño podría ser de utilidad, pero igualmente debe haber una supuesta prueba para el consejo. Necesitan creer que lo marqué."
Jimin asintió.
"Gracias."
"¿Lo harás tú o...?"
"¿Podrías ir tú?" Sus mejillas se colorearon. El alfa tomó el atrevimiento de revolver su cabello y sonreír un poco antes de entrar al baño.
Lo que Jimin pudo escuchar durante los siguientes minutos, fue algo que no se atrevería a contar ni a la persona en que más confiaba.
La voz temblorosa del Alfa le había aturdido la cabeza...Sus mejillas estaban más coloradas, si era posible y había hecho sangrar sus labios al morderlos con fuerza. Resistió el instinto de tocarse un poco, porque él no era del tipo morboso. No podía irrespetar al Alfa.
Cuando este salió, sus mejillas se colorearon al ver al Omega sentado con la cabeza gacha. Quizás estaba igual o más avergonzado que él.
"Lo siento. No quise ser ruidoso, lamento haberte incomodado."
La mirada que Jimin le dió al levantar la cabeza, fue suficiente para que el Alfa quisiera salir corriendo de la habitación.
Sus ojos estaban brillosos y su cabello seguía desordenado, notó su erección y cuando iba a comentar sobre ella, los golpes de la puerta le interrumpieron.
"Marca esto."
Jimin obedeció.
Jungkook cambió su traje a otro más informal. Ambos llegaron al comedor con una sonrisa fingida en sus rostros y nadie decidió preguntar por sus mejillas sonrojadas.
La madre de Jimin y él compartieron una mirada extraña. Ella parecía burlarse de él. Jimin lo sabía.
"¿Cuándo lo marcarás?" Le había preguntado la madre de Jimin y recibió un codazo de parte de su padre. Las personas presentes callaron.
Jungkook sonrió como si hubiese sido una de las mejores bromas que había escuchado. "Pronto. Queremos hacer las cosas a pasos cortos." Miró a Jimin y se disculpó, para salir de la sala. Jimin notó que el alfa fue en busca de Taehyung, que estaba algo asomado en la puerta.
Pasaron diez minutos, cuando su madre decidió comentar a su hijo en voz alta. "Deberías buscarlo, ¿dónde está?"
Nuevamente nadie comentó. Jimin obedeció.
No podía discutir.
Al salir, se encontró con una escena que destrozó su corazón, sin haberlo definido aún.
Jungkook y Taehyung estaban besándose como viejos amantes.
Jimin pasó sobre ellos como si no hubiera visto absolutamente nada.
Necesitaba respirar.
Había sido un día duro.
"¿Por qué estás tan sólo el día de tu boda?, te veías espléndido."
Hace falta mencionar que había sido Dongmin el que le sonrió y abrazó un poco el corazón del Omega.
AAAA, nos leemos el próximo sábado, ya quiero subir todo jaaj, no me aguanto
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