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Decisión

Parpadeé muy lento muchas veces. Intenté hacerme la idea, la estudié mucho. Traté de adjuntarla al resto de las Post It que tenía en el enorme refri al que le dedicaba esta historia.

Pero por mucho que lo pensé, no le encontré un lugar a la madre del códice.

—¿Disculpe?

Fue lo que pude pronunciar.

No entendía la procedencia de aquella "persona" Aún no sabía qué era el códice aparte de un "libro" cuyo contenido dictaba el destino de cada dimensión. Un destino que, por lo visto, no sucedía porque sí, sino porque los "hijos del códice" dedicaban su existencia a hacer que se cumpliera su voluntad ¿Cómo nacían los hijos del códice de todas formas?

«Bueno, tal vez con madre quiere decir que...»

—No, no escribo el códice, menuda hipótesis tan estúpida.

Ah, pues no.

«Y por lo visto...»

—Sí, puedo escuchar tus pensamientos, este espacio es mío. Podría cortarte en pedacitos y regresarte hecho una pieza, nada pasaría.

Podría comparar mi sonrisa tensa con la de Wybie, el amigo de Coraline cuando le cosieron la boca para forzarle a sonreír.

Sería buenísimo regresar a Tae diciendo que se me perdió un pedazo, me daría un coscorrón de esos que me hace preguntarme si no me quiere ver más, pero me asegura que se trata de todo lo contrario.

En fin, ella pareció encontrarle mucha gracia a mi expresión. Sus rasgos se suavizaron y el movimiento de sus manos se detuvo al preguntarme—: ¿Te arrepientes de haberlo conocido?

Conversamos con la mirada, las dudas llegan cuando piensas las cosas apenas un poco. Yo dejé de hacerlo cuando entendí que no habría vuelta atrás.

»Prefiero morir antes de vivir culpable de haberlo abandonado«

Ese fue el primer pensamiento de carácter protagónico que tuve, y marcó la diferencia.

La madre del códice me explicó pocas cosas aquella tarde (teniendo en cuenta la inmensa historia del multiverso), pero grandemente significativas.

—¿Sabes cuál es la diferencia entre las almas de los hijos del códice y el resto?

—¿No puedes determinar que no lo sé sin necesidad de preguntar?

Enarcó una ceja y yo le pedí una disculpa no verbal. Pero sabía que había logrado mi cometido, evitar que pidiera mi intervención.

Ella continuó con todo su teatro y yo me ví gustosamente absorbido por la historia como lo que más me gustaba ser, un espectador.

—El alma de un hijo del códice es irrepetible. No importa cuánto se busque, un hijo del códice existe de forma única. Por eso no hay dimensión a la que pueda llamar hogar, así como no puede relacionarse con ningún alma más allá del deber. Y su deber es honrar al padre al que debe su existencia y cuidar del orden.

Reveló una carta de brillantes relieves, un hombre de alas blancas de cuyas muñecas brotaba líquido dorado.

—Años atrás el hijo más querido por el códice y, por consiguiente, sus hijos, se enamoró de un humano y puso su seguridad por encima del elegido del códice. Su castigo sería la muerte, pero antes de recibir el juicio abrió una brecha entre dos mundos usando la llave —reveló dos cartas más, ambas parecían lados opuestos de un espejo, de un lado seres con ojos brillantes y naturalezas agresivas; del otro, personas en traje pero cuya mirada era fría e igual de violenta. El Omegaverse y el mundo normal, dos caras de la misma baraja...—. El alma de la elegida del códice Kim Sunhee, líder de los omegas y encargada de conseguir un equilibrio entre ambas castas fue rescatada. El alfiler, como tú los llamas, la colocó en otro cuerpo en otra dimensión. El alma de ese cuerpo, de tu madre, fue colocada en el cuerpo de la madre de Jungkook y fueron borrados sus recuerdos.

Mi mente no dejaba espacios para dudas, necesitaba recepcionar toda la información que pudiera.

Otra carta del árbol fue revelada, en ella, valga la repetición, un árbol fue mostrado.

—Debía haber un sacrificio. Alguien debía ocupar el cuerpo de Sunhee y morir en el proceso. Quien dió el paso fue Jeon Haneul, la pareja de Sunhee. La promesa que ambas se hicieron se perdió y sus hijos quedaron desprotegidos. La responsabilidad que la elegida por el códice no podía cumplir al haber sido transportada fuera del mundo Omegaverse, sería legada a su único hijo: Kim Taehyung.

Mi madre crió a Jungkook, su madre murió en lugar de la de Taehyung.

Y mi madre de crianza era en realidad...

—No obstante, no pierdas de vista a alguien importante —la próxima carta en ser revelada era de un ser sin alas, pelinegro con manos demasiado blancas, como si hubiese sido tocado por la luz misma... O él la hubiese tocado a ella—. Min Yoongi, la pieza que hizo al hijo del códice fallar en un inicio, el humano del que se enamoró. Ahora le tocaba a él intentar salvar a Jimin, que hoy continúa desaparecido. Y la única forma que encontró para hacerlo fue cumplir la voluntad del códice.

—¿Qué me conectó con Taehyung? —. Pregunté sin poder aguantarme más.

Habían mencionado a todas las personas a mi alrededor, pero ¿y yo? ¿Por qué Yoongi me dijo que salvara a Taehyung? ¿Por qué yo?

—Porque Jimin los conectó a ambos antes de desaparecer, usó un hilo del destino. Por primera vez en la historia ese hilo había resistido las barreras entre las dimensiones. Y con respecto a Yoongi... Piénsalo. El códice decía que Taehyung debía tomar el lugar de su madre, pero ese muchacho solo podía pensar en que quería morir. Ahí es donde entras tú, debías impedir que lo hiciera. Debías "salvarlo"

Me permití cerrar los ojos y me sorprendió que mi corazón estuviera tan tranquilo, se lo concedí a ella. A su efecto, porque seguro quería ganar tiempo y un joven paranoico no era algo con lo que quisiera lidiar.

—Hoseok y los dedales, aquellos que se oponen al códice, piensan que el equilibrio entre alfas y omegas sería imposible. Quieren proteger a los débiles de la crisis que se aproxima, y para eso te eligieron a ti.

La última carta era de un hombre castaño menudo, se encontraba de espaldas encima de una montaña de escombros y, debajo de sus narices, el mundo.

—Te hablaré claro, Jeon Jungkook —miré sus ojos de gato por última vez—. No tienes formas de salvar a Kim Taehyung. Huir con él es imposible, no son hijos del códice para enfrentar a hijos del códice.

Me entregó una llave y me dijo—: Ahora que conoces toda la historia, es tu decisión.

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N/A: Segunda actualización, uy.
<3

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