- ¡Tienes que concentrarte, Seki! -comentó la entrenadora Yoko- ¡Eres nuestro líbero, eres una pieza clave en el juego!

- ¡Ya lo sé! -respondió con una vena en la cien, suspiró y se obligó a calmarse- Pero no puedo moverme libremente si ellas se apegan a mí, podría herirlas en algún movimiento brusco.

Como todos los viernes, la Seki se encontraba en su entrenamiento, el cual faltaban tan solo treinta minutos para acabar. Estaban a solo unos días de un partido con la secundaria rival y Yoko les exigía más en cada práctica.

- ¡La encontré! -se escuchó una voz en la puerta del gimnasio.

Todas las mujeres que se encontraban dentro visualizaron a un rubio de baja estatura junto a un chico más alto.

- Vamos a jugar Rafi-chan -le sonrió ignorando las quejas de la entrenadora.

- Bueno -aceptó inmediatamente acercándose a ellos.

- ¿Qué haces Seki? -interrogó incrédula Yoko.

- Faltan veinte minutos para terminar -tomó sus cosas mientras hablaba- Además, hice entrenamiento extra la semana pasada ¿no cree que me lo merezco? Al igual que mis compañeras, esta semana hemos tenido exámenes y estamos agotadas, tanto mental como físicamente, creo que salir unos minutos antes no le hace mal a alguien.

Su entrenadora suspiró rindiéndose.

- Las veo el lunes -se rascó la frente- Pueden retirarse.

Los dos rubios esperaron pacientemente a la ojirosa quien se unió a los segundos.

- No sabía que tenía choferes -rió- Pero no me quejo.

- Te irás a patas la próxima que digas algo así.

- Lo que digas Ryuguji.

El líder de la ToMan le agradaba verlos discutir, ya que, a pesar de esas groserías y peleas, se notaba que se iban aceptando como amigos, a paso lento pero seguro.

- ¿A dónde vamos? -preguntó cuando iba de acompañante en la motocicleta de Mikey.

- A una reunión de la ToMan -respondió- Fui a buscar a Den-kun pero tu madre dijo que estaba castigado.

- Oh si -rió maliciosamente- El idiota sin querer rompió la taza favorita de papá y mamá lo castigó.

Los tres siguieron su camino hasta el templo donde se realizan las reuniones de la banda. Al llegar, Serafine comenzó a observar a todos los pandilleros que se encontraban en el sitio; ella no se despegó de los dos líderes para evitar conflictos, a pesar de que le gusta pelear, sabía que no era parte de todos ellos y solo ocasionaría que la consideren su enemiga, cosa que no le importaba pero que tampoco quiere.

- ¿Haces vóley? -preguntó Draken.

- No -sonrió falsamente- Estaba jugando a las canicas ¿quieres que te enseñe?

Antes de que Ken responda, dos personas más se unieron a la conversación.

- ¡Tú eres Serafine Seki, la que arruinó el negocio de Kiyomasa! -le gritó en la cara un chico regordete.

- ¿¡Cómo piensas pagarnos el dinero perdido de las apuestas? -le siguió uno más alto.

- Habla bien y no me escupas niño -a la mierda eso de evitar conflicto, pensó.

Seguido de eso, ella chocó su cabeza con el chico más bajo, casi tumbándolo en el suelo por la fuerza del golpe.

- ¿Qué cómo pienso pagar el dinero perdido? -lo miró seria- Fácil, batalla conmigo y apostemos para ver quién gana... Ofrezco 5000 yenes ¿tu?

La gente a su alrededor comenzó a formar un círculo donde solo los tres eran los protagonistas. Los dos líderes miraban la escena atentos sin intervenir, Mikey deseaba conocer más a profundidad qué tipo de chica es y de qué nivel era la fuerza que poseía.

- ¡¿Quién te crees que eres para golpear a Pachin?! -se le acercó intentando intimidarla.

- No es tu pelea Peyan -el apodado Pachin se recompuso y le ordenó a su segundo al mando alejarse- Ella me retó a mí.

- Primero una presentación -a la ojirosa le agradó Pah- Soy Serafine Seki, dime como gustes.

- Haruki Hayashida pero llámame Pachin o Pah -sonrió esperando el combate.

- ¿Por qué te pones en posición de pelea? -preguntó confundida.

- ¿No dijiste batallar?

- Ah -se rascó la nuca- Yo decía de una pulseada, para ver quien tiene más fuerza...

Todos los presentes les cayó una gota de su cien, todos esperaban golpes pero nunca un juego de fuercitas.

- ¡Ja! -rió- Nadie me ha ganado en fuerza, ni siquiera Draken.

- Pues ya lo veremos -sonrió, los dos estaba súper emocionados.

- ¡Colóquenle un banco o algo para que apoyen sus brazos! -ordenó Mikey, no mentía, estaba deseoso de ver.

Unos chicos acataron su orden y se abrieron paso para ver la "gran batalla" que tendrían.

Pah vs Serafine

La pelirroja y el rubio se acomodaron cada uno en un lado de la mesa improvisada y unieron sus manos dominantes.

- No llores cuando te gane.

- Digo lo mismo niña.

Ambos estaban emocionados, les agradaba tener un rival para este tipo de cosas, además de que ninguno subestimó a su oponente sin importar como se veía.

- ¡En 3,2,1, ahora! -Draken hizo la cuenta regresiva y los miembros de la pandilla comenzaron a gritar sus apuestas.

El rubio y la pelirroja empezaron a ejercer fuerza en sus brazos con el fin de tumbar a su oponente, durante unos tres minutos sus manos unidas no se movían del centro. Cada uno estaba poniendo lo mejor de sí para no perder, se notaba debido a cómo la madera de soporte se estaba quebrajando por debajo.

Serafine conocía sus límites, sabía que este cuerpo no es tan fuerte como el anterior, y también sabía que perdería debido a que Pah era más fuerte que ella, pero aún así no se rendiría.

- Y-ya ríndete niña...

- Púdrete -rieron.

Duraron unos segundos más siguieron de la misma forma hasta que brazo de Serafine comenzaba a cansarse y a descender. Y ella perdió toda concentración cuando vio que en un sector del público estaba su mejor amigo Takemichi mirándola con lágrimas en los ojos, como si estuviera tan feliz y aliviado de verla.

De pronto, un gran sonido se oyó.

El público se quedó en silencio al ver la mesa rota en pedazos y al capitán de la tercera división con la mano hecha puño sobre su cabeza.

- ¡Pachin es el ganador! -avisó Mikey con una gran sonrisa.

- Mierda, no siento mi brazo -susurró mirando a su oponente desde el suelo, estaba adolorida y agotada- Fue un gusto tener este duelo contigo Pah... Admito mi derrota.

El rubio estiró su extremidad sana para ayudarla a levantarse, y ella gustosa la aceptó.

- Lo mismo digo Sera-chan -los dos se miraron con una sonrisa y se palmearon los hombros mutuamente.

- Me distraje, por eso perdí -mintió con una sonrisa abrazándolo por los hombros- Esperaré ansiosa una revancha Pah.

Los dos en tan solo quince minutos se habían caído súper bien y hasta se consideraban amigos de toda la vida. Y toda la atmósfera se acabó cuando la pelirroja sintió un abrazo desde la espalda, y ella por reacción, tumbó hacia delante a esa persona.

- Mierda Hanagaki -lo ayudó a levantarse luego de reconocerlo- Te he dicho que odio que me toquen la espalda, la próxima te quebraré los dedos.

- Te extrañe -sollozó y la abrazo delicadamente por delante, escondiendo su rostro en el cuello de la fémina.

Takemichi, quien llegó unos minutos después que la ojirosa y luego de saludar a los dos líderes de la ToMan, se dedicó a ver la pulseada donde participaba su mejor amiga. Estaba sumamente feliz de ver a Serafine adolescente, lo alegró y alivio de muchas maneras, y más después de aquel futuro horrible donde la Seki era líder de una organización criminal.

- Si si -le palmeó la cabeza mientras se sonrojaba por la muestra de afecto- Esto es vergonzoso, suéltame.

- ¿Terminaron? -preguntó Draken cuando se separaron.

- Si, perdón por hacerlos esperar -respondió el ojiceleste.

- ¡Hey, acérquense, vamos a empezar la reunión! -avisó el subcomandante.

Los miembros crearon un largo pasillo donde cada uno se inclinó en forma de respeto hacia sus superiores, estos iban dependiendo su jerarquía, es decir, del comandante en descendencia hasta el capitán de la quinta división. Takemichi y Serafine al ser invitados de Mikey iban atrás de él y Draken.

Cuando Manjiro se posicionó por encima de unas escaleras, toda la atmósfera cambió.

Este es el presidente de ToMan -pensaron atónitos.

- Estamos reunidos aquí por el incidente con Moebius -comenzó a hablar- Cuando ellos choquen con nosotros habrá una gran pelea. Si nos enfrentamos, será a la hora del Festival Musashi.

El viajero en el tiempo estaba desconcertado ya que no tenía conocimiento sobre aquello, Naoto no le dijo nada de esto.

- Entonces -Mikey se sentó en forma de indio- Permítanme escuchar lo que todos opinan.

- Explícales a los chicos -le habló Draken a su gemelo dragón luego de ver las caras de confusión de los invitados.

Un pelimorado se acercó a ellos para comenzar a explicar. Según tenían entendido él era el capitán de la segunda división, llamado Mitsuya Takashi.

Su explicación comenzó sobre los orígenes de la pandilla Moebius, pero fue interrumpido por una palmada en la espalda de Takemichi.

- Eso dolió -se quejó.

- Te golpearía más fuerte, pero ya arreglé las cosas con Sera-chan -le habló con una mirada de odio.

- Ya basta Pah -intervino Mitsuya- No empieces otra pelea con uno de los invitados del presidente. Sabes que fue culpa de Kiyomasa utilizar el nombre de la ToMan en sus peleas clandestinas.

Ahí comenzó una mini discusión sobre la inteligencia del capitán del tercer escuadrón hasta la intervención de Draken.

La explicación de Mitsuya continuó, dando a relucir los asquerosos sucesos que protagonizó la pandilla Moebius.

- Yo digo que les cortemos el pene y se lo demos de tragar -expresó la ojirosa enojada.

- ¿Qué vas a hacer, Pah? -preguntó el presidente- ¿Quieres hacerlo?

El capitán estaba indeciso, no deseaba involucrar a sus amigos en una batalla con gente tan repudiable.

- Eso no es lo que estoy preguntando ¿quieres hacerlo o no?

- ¡Quiero hacerlo, quiero matarlos a todos! -sentenció.

- Eso es lo que pensé -sonrió- ¿¡Hay alguien que piense que será un gran problema si ToMan ayuda al mejor amigo de Pah!? -silencio- ¿Alguien se opone a ir en contra de Moebius tomando en cuenta lo que le hicieron al amigo de Pah? -silencio nuevamente- ¿¡No hay nadie?!

Que sexy se ve dejando su lado de chico tierno para ponerse en modo serio -pensó Serafine.

- ¡Vamos a aplastar a Moebius! -gritó haciendo que toda su padilla lo apoyara- La batalla decisiva será el 3 de agosto durante el Festival Musashi.

Dicho esto, la reunión finalizó.

Takemichi se alarmó al saber que aquella fecha sería el día de muerte de Draken, debía pensar una estrategia para salvarlo, pero antes debía hacer algo.

Es hora, no puedo ocultarlo más, no a ellos -pensó mirando a su mejor amiga que se despedía de sus nuevos amigos.

- Seki -la llamó cuando se alejaron de todo- Necesito hablar contigo y Raiden, es algo importante.