꒰ ͜͡➸ Capítulo 8
Al otro día de la agradable cena con los Seki, Takemichi pasó una noche con su novia para apreciar los fuegos artificiales desde la terraza de la pelinaranja, sin imaginar que al momento de tomar de la mano de Hinata, tomaría en su lugar la de su hermano Naoto. Ocasionando que este viajara al presente (2017) sin querer.
Entre llantos y explicaciones por parte de Hanagaki hacia su amigo detective, comenzaron a conversar sobre el pasado y la mision de evitar que Sano y Kisaki se reunieran.
- Naoto -miró a Tachibana- ¡Vayamos a ver a Mikey-kun! Me gustaría verlo y preguntarle cara a cara.
- No importa lo que preguntes ¡será lo mismo! -se negó rotundamente.
- Mikey es una persona de confianza. Me gustaría preguntarle por qué ToMan cambió ¡Por favor, Naoto!
- No sé si pasó algo en el pasado -suspiró rindiéndose- Pero has cambiado.
Luego de unas bromas por partes de los dos, el detective puso manos a la obra para averiguar algo sobre el líder de la organización criminal.
- ¿Hm? -el policía estaba confundido al ver aquella fotografía- ¿Quién es ella?
- El periódico dice -comenzó a leer Takemichi- "Según investigaciones por parte de la policía de Japón, se piensa que quien está detrás de la organización criminal llamada "ESTIGIA" es Serafine Seki una joven..." ¡¿Seki?!
- ¿La conoces?
- ¡Si, fue amiga mía en la secundaria! -el ojiceleste no comprendía cómo su mejor amiga terminó así.
- Esto es malo ¿otra mafia que es la competencia de la Tokyo Manji? -comentó su compañero- Su nombre nunca apareció antes. El único de tu círculo social fue Atsushi Sendou quien fue arrestado por apuñalar a un chico llamado "Kiyomasu Masataka" cuando tenía 16... pero ahora no hay nada de él.
Takemichi no cabía más de la sorpresa, una parte por la Seki, no podía creer que su mejor amiga fuese la cabeza de una gran organización criminal; y por otro lado, Akkun en la línea original sí logró apuñalar a Kiyomasa y fue arrestado.
- Podría ser -hablaron al mismo tiempo- ¡¿Porque el pasado fue cambiado?!
- ¡Naoto, investiga a Raiden Seki! -dijo el ojiceleste.
- ¿Quién es ese?
- Es hermano de Serafine-chan... si podemos contactarlo a él lograremos llegar a ella.
El Tachibana acató la orden de inmediato al saber el parentesco entre esos dos individuos.
- Actualmente tiene 25 años y vive con sus padres en Shibuya -habló leyendo la información- No está casado y no tiene hijos, es un ciudadano normal sin antecedentes penales... Esto quiere decir que no es parte de Estigia y que rompió lazos con Seki...
- ¡Es imposible! -comenzó a caminar por toda la habitación- ¡Ellos son inseparables, son como uña y carne! ¡Se aman más que nada! ¿¡Qué ha pasado!?
- ¡Vamos a buscarlo, Takemichi! ¡Guíame hacia su casa!
Luego de subirse al auto del policía y de darle las indicaciones para llegar hacia la residencia de los Seki, Takemichi empezó a recordar la conversación que tuvieron los tres hace doce años.
- Hey, chicos -les habló.
- ¿Que? -le pelirroja se acostó sobre su hermano en aquel banco de parada de bus.
- Si todos nosotros tomamos caminos diferentes después de graduarnos y nunca nos reunimos ¿que piensan de hablar después de que seamos adultos?
- Deja de hablar idioteces Hanagaki -la ojirosa cerró sus ojos- Nada cambiará entre nosotros.
- Es cierto -el pelirrojo golpeó el hombro de su amigo- No importa que, siempre seremos mejores amigos.
- Y si te preocupa que no esté a tu lado para defenderte de los matones, siempre estaré ahí para protegerte, a ti, a los chicos y a Den-Den -ella abrió los ojos y miró al cielo- Así que deja de parlotear que me duele la cabeza.
Takemichi bajó del auto y corrió hacia la puerta de aquella casa que conoce a la perfección. Tocó el timbre esperando a ser atendido y quien lo recibió fue una mujer adulta castaña de ojos celestes.
- ¿Hana-san?
- ¿Takemichi-kun? -la señora estaba sorprendida- ¡Pasa hijo, tanto tiempo! ¿Quién es tu amigo?
- Un gusto señora Seki, soy Naoto Tachibana.
Los dos invitados se adentraron a la casa y la siguieron hasta la sala de estar donde un señor en versión masculina de Serafine leía el periódico.
- Kazuma, vino Takemichi-kun a vernos, saluda holgazán.
- ¡Hanagaki, hombre tan grande que estás! -lo abrazó amistosamente.
- Un placer volver a verlos, Kazuma-san y Hana-san -habló sentándose luego de ese abrazo- Quiero hacerles unas preguntas...
De repente unos pasos veloces se oyeron por la escalera, causando que todos voltearan a ver el causante de dichos sonidos.
- ¿Raiden? -susurró con lágrimas en los ojos.
El Seki tenía su pelo largo recogido en la coleta alta con algunos mechones sueltos, era más alto y su cara mostraba rasgos de la adultez, aun así, para el viajero del tiempo, su amigo estaba igual.
- Takemichi -sonrió aliviado- Estaba esperando que vinieras ¿por qué no hablamos nosotros dos solos?
- Esperaré aquí -asintió Naoto.
Los dos mejores amigos caminaron hacia la habitación del pelirrojo.
- Que nostalgia...
- ¿Cómo has estado, Takemichi? -se sentaron en la cama y le sonrió al pelinegro- Me alegro de poder vernos después de diez años.
Sin darse cuenta, comenzaron a conversar de anécdotas pasadas y lo bien que la pasaron en la secundaria, pero Takemichi recordó el porqué de su visita.
- Raiden... -no sabía por dónde empezar.
- ¿Vienes a preguntar por nee-san? -dicho esto el ambiente se tornó serio.
- Me había olvidado que lees a las personas como libros abiertos -suspiró y fue al grano- ¿Qué ocurrió con ella? ¿Cómo es eso de que es la líder de Estigia?
Radien lo miraba sin expresión.
- ¿Recuerdas la conversación "¿qué piensan de hablar después de que seamos adultos?" -el pelinegro asintió- Todos siguieron sus sueños, por ejemplo, Akkun ahora es peluquero y barbero... Pero ella se alejó de nosotros... cortó todo tipo de lazos que nos unía... con mis padres, conmigo, con todos, incluido la ToMan.
- ¿Por qué? Seki no haría algo como eso.
- Serafine comenzó a cambiar luego de la muerte de Draken, al igual que Mikey.
- ¿Draken está muerto...?
- Draken murió en las manos de nee-san... y ella no se recuperó de eso -sollozó sin verlo- Serafine ya no dormía por miedo a pesadillas, se lavaba todo el tiempo las manos porque decía que sentía la sangre de Draken, se echaba constantemente la culpa diciendo "para qué mierda Dios me da una segunda oportunidad si lo dejé morir"... Su muerte la golpeó fuerte, porque a pesar de todas las peleas que tenían eran buenos amigos, y ni hablar de Mikey.
- Eso los cambió a los dos -murmuró entendiendo.
- Luego de eso, Kisaki Tetta intentó matarme -ese nombre alarmó al pelinegro- Entonces investigué a un tipo llamado Hanma, me dijo que Kisaki buscaba matarme para que Serafine se una a él y lo mismo pasó con Draken y Mikey, y así crear la mejor organización criminal. Pero Serafine no se unió al él, sino que se volvió todo lo contrario, por eso Estigia y la Tokyo Manji se volvieron enemigos y rivales. Nee-san busca acabar con Kisaki, pero no a Mikey.
- Espera, espera -al Hanagaki le quedó claro la enemistad de las dos mafias pero debía preguntar otra cosa- ¿Cómo que intentó matarte?
- Unos tipos me emboscaron en septiembre de 2005 -el de pelo largo lo miró confundido, pensaba que Takemichi lo recordaría- Afortunadamente nee-san llegó y me salvó pero... ella los mató.
- ¿Qué? -abrió los ojos asustado.
- Nee-san comenzó a golpearlos hasta dejarlos inconscientes -sollozó- Pero no frenó y los terminó matando a golpes... Dijo "No quise asustarte y espero que me perdones Den-Den. No soy buena para otras cosas. Me ha quedado claro, yo solo sirvo para esto" y desde ese día no volví a verla nunca más porque escapó de casa. Y ya sabes en quien se convirtió... Si tan solo no hubiera sido débil, tal vez ella estaría con nosotros...
Esa declaración fue sorprendente, el de cabello corto no podía creer que la ojirosa fuese capaz de asesinar.
- Takemichi... fue Kisaki Tetta el causante de que Touman cambiara y que naciera Estigia.
Luego de esa charla, los dos pelinegros se despidieron de los Seki para continuar su camino por las calles de Japón. Takemichi tenía mucho en qué pensar.
- Naoto -lo llamó mirando por la ventanilla del auto- Yo definitivamente voy a salvarlos... a Draken, a Serafine y a Hina.
Antes de que su compañero respondiera, varios autos y camionetas los interceptaron. Naoto sin saber qué ocurre, bajó la ventanilla del piloto observado a su lateral como un hombre en un auto rojo copió su acción.
- Síguenos -ordenó en voz gruesa el tipo- Ni se te ocurra llamar refuerzos o volaré tu maldito auto.
Asintió temeroso y siguió a la gran caravana hacia un pabellón abandonado, donde los dos se bajaron y fueron escoltados por hombres armados.
- Por un demonio... lo que me faltaba -una voz femenina resonó en todo el complejo.
- ¿S-seki? -preguntó tembloroso Takemichi.
- ¿Para qué me andas buscando Hanagaki? -la ojirosa se acercó a ellos con paso firme.
Serafine Seki una mujer tan hermosa como peligrosa, se paró en frente sus invitados, ocasionando que todos ahí se inclinaran en modo de respeto. La líder de Estigia llevaba un pantalón de vestir negro con un corsé de encaje del mismo color, acompañado de unos zapatos tacón aguja rojos.
- Taiju -llamó a su segundo al mando- Déjenos solos, no descuides la seguridad de la casa de mis padres, y dile a Seishu que me espere en el apartamento para hablar, que llegaré un poco tarde.
- ¿Por qué no mandas a otro como palomita mensajera? –murmuró hastiado y se alejó cumpliendo sus órdenes.
Una vez solos, el ojiceleste se permitió hablar.
- Tanto tiempo Seki -con una sonrisa la intentó abrazar pero ella le hizo una llave.
- No me toques Hanagaki -le dijo fríamente y lo soltó- No repetiré esto otra vez ¿para qué demonios me buscas?
- No olvides que ella ya no es la misma Takemichi -ayudó a su amigo a levantarse.
- Seki -suspiró y habló- ¿Por qué haces esto? ¿Acaso no sabes lo mal que la pasa tu familia?
- No me interesa -respondió - Tú no deberías ni siquiera involucrarte conmigo. Te lo advierto Hanagaki, no me busques, olvida todo lo relacionado a mi o terminarás muerto.
- ¡¿Por qué?! -le grito con lágrimas en los ojos- ¡Eres mi mejor amiga! ¡Una chica arrogante que le gustaba hacer bromas y siempre estaba ahí para darnos una mano! ¡La Serafine que conozco jamás me haría daño!
- Yo jamás sería capaz de tocarte un pelo Hanagaki, ni a ti, ni a mi familia -le respondió logrando sorprenderlo- Necesito que estén a salvo.
- ¡¿Pero de qué?!
- De Kisaki -soltó con un tono enojado- Ese maldito hijo de puta busca asesinarte, al igual que a mi familia y a los muchachos, y no lo permitiré; todavía no encuentro el motivo de por qué está tan encimado contigo pero lo descubriré, tampoco he logrado dar con él porque se esconde como una puta rata, doce años lo he perseguido, y cuando lo encuentre juro que colgaré su cabeza en la casa presidencial. Debes alejarte de mí Takemichi y olvidarme.
Dicho esto, ella se alejó dándoles la espalda a modo de despedida.
- ¡No lo haré! -le respondió causando sorpresa en la ojirosa, por lo que se detuvo sin voltear a verlos- ¡Ya te lo dije, no me importa qué, eres mi mejor amiga! ¡Es mi turno de salvarte como tú siempre lo has hecho! ¡No te dejaré sola cuando más lo necesitas!
El ojiceleste le gritó con lágrimas bajando en su mejilla. No podía permitir que su mejor amiga, a la que considera como una hermana, se pierda a si misma y cargue con la protección de todos, y aun así quedando como la mala del juego.
- Tú no eres así... -sollozó- No eres una mala chica...
- ¿Sabes Hanagaki? -le habló por encima de su hombro- Ese día en la estación de trenes, tu deberías haber muerto pero ese detective te salvó. Dime ¿por qué no moriste? ¿por qué Naoto Tachibana sabía lo que pasaría aún sin tener la menor idea de lo que la Tokyo Manji planeó?
Los dos pelinegros estaban asombrados por lo dicho, se habían quedado sin habla.
- No me responderás ¿cierto? Es igual a como éramos en la escuela media, nunca me dijiste del por qué tu cambio de actitud -rió sin gracia aún sin darse vuelta.
- Te lo contaré pero no hoy, no ahora -susurró cohibido.
- Tengo una hipótesis, un poco alocada, pero es la única que responde a mis dudas -miró hacia el techo- Takemichi Hanagaki ¿puedes viajar en el tiempo?
- ¿Q-qué? -ella lo había descubierto.
- Así que es verdad -sonrió con lágrimas de alivio pero sin dejarlas caer- Me alegra saber que te salvaste, jamás me habría perdonado tu muerte.
- Serafine -la abrazó por detrás- Juro que cambiaré este futuro...
- Sigues igual de llorón -se alejó al sentir el tacto en su espalda y comenzó a caminar hacia la salida- No entiendo por qué tanta determinación de salvar a todos pero... será un gran camino por recorrer, y alguien tan débil y patético como tú no lo logrará solo.
- ¿Qué...? -eso le dio justo en el orgullo.
- Si es cierto de tus viajes, dile a mi yo del pasado "Nava David" y te entenderá.
- ¿Nava David?
- Solo yo sé quién es esa persona, pero dirás ese nombre únicamente cuando tú estés preparado para contarme lo de tus viajes -se frenó para mirarlo sobre su hombro y el ojicelste vió como lagrimas bajaban de su cara- Tú tampoco lleves tal carga en tus hombros, necesitarás ayuda, y que mejor que la asombrosa Serafine.
- No seas arrogante -bufó divertido.
- Pero admite que tengo razón -rió por primera vez en años- Mientras haces esa mierda de viajecitos, tú y Tachibana contarán con la protección de Estigia. En tu auto estará mi número por si requieren información. Adiós, héroe llorón.
Takemichi vio la cabellera roja alejarse y por fin pudo irse de ese lugar con su amigo.
- Takemichi -le dijo su amigo antes de un apretón de manos- ¡Salva a Ken Ryuguji, esa es tu nueva misión!
Hanagaki comprendía que debía salvar en primer lugar a Draken para luego ver los cambios, y cuando logre un cambio positivo, salvará a Raiden.
- Esto es jodidamente increíble -estrechó su mano- ¡Definitivamente voy a salvar a Draken!
Estigia: extremadamente oscuro, sombrío o amenazador.
El sentido "oscuro y sombrío" de estigia es figurativo, ya que el significado original de la palabra que también se puede encontrar en mayúsculas era decididamente literal "de o relacionado con el río Estigia". Este era el río presidido por el barquero Caronte,que atravesarían las almas de los muertos en su camino al inframundo de Hades.
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