Los seis chicos estaban descansando a las orillas de un rio. Algunos estaban mirando el cielo recostados mientras que otros estaban lanzando piedras al agua.

- No puedo creer que Mikey le regalara una motocicleta a Hanagaki -bufó.

- Si -apoyó su hermano.

- No sé de qué te quejas si nosotros somos sus choferes -dijo Kazutora señalando a Baji- Nosotros somos los que los llevamos a todos los lados.

- Pero no siempre podemos depender de ustedes -contradijo Serafine.

- Si puedes -Baji pellizcó la mejilla de la chica- Prometo siempre estar ahí para llevar tu trasero a donde quieras. Ya te lo dije, yo te seguiré a todos lados.

- ¿Lo prometes? -le preguntó seria.

- Si -respondió seguro sonriendo.

- ¡Takemichi! -interrumpió Chifuyu- ¿Qué tantos piensas?

El mencionado hizo un puchero en sus labios y volvió su vista hasta el rio.

- ¿Te preguntas qué va a pasar de aquí en adelante? -siguió el ojiaqua- Los Black Dragons están bajo nuestro mando, Kisaki y Hanma dejaron ToMan, justo ahora, el primer escuadrón es el más grande de ToMan. Incluso si los Black Dragons tienen un motivo oculto Taiju no murió y Kisaki fue echado de ToMan. Ya no tienes ninguna misión aquí.

- Significa que debes regresar al futuro ¿cierto? -se unió Kazutora.

- Si -respondió Takemichi desanimado.

- Supongo que esto es un adiós -le dijo Chifuyu- Tu hogar es doce años en el futuro, no aquí.

Takemichi sollozó por aquellas palabras.

- Yo... yo... -tomó aire y gritó al cielo- ¡Chicos! ¡Gracias por todo! ¡No habría podido llegar tan lejos sin ustedes! ¡Son los mejores amigos que he tenido!

Los varones de aquel grupo saltaron a abrazar a Takemichi y hacer unas cuantas peleas de broma. El equipo se separaría por unos años, esperando su reencuentro luego de doce años.

Sin embargo, Takemichi no se sintió a gusto con aquella pequeña reunión, necesitaba tener a los demás a su lado, necesitaba advertirles de muchas cosas antes de irse; por lo que al otro día se reunió con sus seres queridos más cercanos dentro de una bodega abandonada, donde todos tenían una chaqueta informal de ToMan.

- ¿Qué sucede? -decidió preguntar Draken- ¿Por qué nos quieres a todos aquí?

- Mikey-kun -lo llamó- Quiero que siempre recuerdes mis palabras, Kisaki es el enemigo y el capitán del tercer escuadrón no es Kisaki, es Pachin -tomó aire para no llorar- ¡Por favor, no olviden los principios de ToMan! ¡Por favor, sean fuertes! Si alguien puede crear una nueva era, eres tú Mikey-kun.

La mirada de determinación del rubio hizo que todos guardaran silencio mientras Serafine veía con una sonrisa orgullosa a su mejor amigo.

- ¿Puedo pedir una cosa más? -se rascó la nuca avergonzado- ¿Les importaría si tomo una foto para recordar la ocasión?

- No molestes -la ojirosa se negó inmediatamente.

Takemichi los obligó a todos para que se posicionaran bien. Los hermanos Seki se colocaron en el centro de la foto siendo abrazados por sus vice capitanes mientras se reían de la casi caída del Hanagaki.

En la fotografía se mostraban todos sonrientes y felices, un hermoso recuerdo.

"Este es el peor futuro. Por supuesto, mi hermana no fue salvada y los miembros principales de ToMan... todos fueron asesinados. Chifuyu Matsuno, asesinado a balazos; Hakkai Shiba, quemado hasta la muerte; Takashi Mitsuya, estrangulado; Ken Ryuguji, apuñalado; luego, en un ascensor que fue dañado, Keisuke Baji murió protegiendo a Serafine Seki, aunque ella falleció de todos modos; y Raiden Seki lo encontraron colgado en su departamento, pero la policía determinó que fue asesinato. Kazutora Hanemiya, Hakuki Hayashida y los otros miembros también fueron asesinados. Incluso Kisaki fue asesinado"

Esas fueron las palabras de Naoto hacia Takemichi.

El ojiazul seguía sin creer lo que le decían, había vuelto al presente y lo primero que presencia es el funeral de Mitsuya, no solo eso, sino que Hinata seguía con el mismo destino de ser asesinada por la ToMan, tampoco lograba localizar a los hermanos Seki.

Y ahora estaba en Filipinas buscando a Manjiro Sano para que le dé una explicación.

Takemichi llegó a unas ruinas, lugar que el presidente le habló para recordar a su querido hermano. Después de unos minutos buscando en el gran terreno, logró encontrar a Mikey sentado sobre unos escombros.

- Mikey-kun –habló el viajero llorando- ¡L-lo siento!

- Sigues siendo el mismo llorón de antes –dijo Mikey- Te traje aquí porque quiero pedirte un favor.

- ¿Un favor?

- Vine aquí para recordar a mi hermano mayor. Estoy abrumado de tantos recuerdos -suspiró- Cuando era joven, peleé con mucha gente, reí y lloré... Así es como hice ToMan, me trae nostalgia.

Se quedaron en silencio hasta que decidió retomar la palabra.

- ToMan ha cambiado demasiado. Takemichi... ¿Por qué dejaste ToMan? Quería que estuviéramos juntos. Quería que te quedaras a mi lado como lo hubiera hecho mi hermano mayor.

- ¿H-huh?

- Traté arreglarlo todo por mí mismo, pero no pude controlar todo. Nunca volveré a ser el de antes.

- ¿Mikey-kun de qué estás hablando?

- Intenté evitar que dejaras ToMan, pero Kenchin y los hermanos no me dejaron -miró hacia el cielo recordando las palabras de aquellos pelirrojos- Rafi-chan y Den-kun se arrodillaron y pegaron su cabeza al suelo, me rogaron que no te buscara más a cambio de sus vidas, tampoco les importó que tantas amenazas les diera, dijeron que tú eras su líder y que harían lo que fuese con tal de que tú no te involucres más en la organización.

- E-eso quiere decir... –tartamudeo Takemichi.

- Si, ellos dos fueron los últimos. Yo fui quien los asesinó. Ese ToMan ya no existe, los maté a todos.

El ojiazul solo podía llorar, sus dos mejores amigos dieron su vida a cambio de que él viviera en paz, su corazón le dolía al saber que ellos lo habían protegido otra vez.

- Es por eso que quiero que me detengas. Mátame. Quiero que todo termine aquí -pidió Mikey lanzándole una pistola a los pies.

- ¿D-de qué estás hablando Mikey-kun? -lloró el pelinegro- Me pides que te mate justo después de que nos acabamos de reunir... pero yo, solo quería verte otra vez -sollozó.

- "Solo quería verte otra vez" Eso es algo parecido de lo que dijo Hakkai en su muerte – dijo mirando el cielo y continuó- Todo cambió cuando asesiné por primera vez, no sentí nada y pensé que los problemas del mundo podrían ser arreglados con asesinatos; todo está bien cuando eliminas lo que te estorba en el camino.

- ¡Te equivocas Mikey-kun! –le gritó con lágrimas cayendo por sus mejillas- ¡No has cambiando, sigues siendo el mismo!

- Detente Takemichi... -susurró cuando Takemichi lo tomó por los hombros- Para...

- ¡Lo veo en tus ojos! ¡No has cambiado! ¡Así que deja de hablar de muertes!

Takemichi no dejaba de llorar, le dolía oír aquellas palabras de su amigo. Pero Manjiro no aguantó los griteríos del ojiazul y lo tiró al suelo, se subió encima y le apuntó con una pistola, mientras lanzaba la otra al costado.

- Mírame con esos ojos -sollozó Mikey recordando las últimas palabras de Chifuyu- Toma esa pistola y mátame, sino serás tú el que muera.

Aquellos ojos negros comenzaron a soltar lágrimas silenciosas, Mikey no dejó de mirar a los ojos azules de Takemichi.

- No podemos regresar el tiempo -susurró el Sano.

Un gran estruendo interrumpió la conversación y el cuerpo de Manjiro cayó al mismo tiempo que se oyó aquel disparo.

- ¡Mikey! –gritó su amigo mientras lo abrazaba- ¡Mikey!

- Tachibana Naoto... -sonrió aliviado- Gracias, Takemichi no hubiera podido matarme... Por fin... se acabó...

Takemichi no paraba de llorar, estaba viendo a su amigo morir en sus brazos y no podía hacer nada para detener el sangrado en su cabeza. El ojiazul, en su desesperación, comenzó a hablarle a Mikey, diciendo que volvería tantas veces al pasado con el fin de salvarlo, que cambiaría el futuro y que no se rendiría.

- Toda mi vida he estado sufriendo -sonrió cansado- Gracias, tus palabras me tranquilizan... incluso si mientes, me siento feliz... Y tu mano... es tan cálida.

Con esas últimas palabras, Sano Manjiro murió en los brazos de Takemichi.

El Hanagaki miró el cuerpo de su amigo y lloró en silencio, pero dentro suyo se había establecido una nueva misión: hacerse fuerte para salvar a todos, ya no dejaría que otros murieran por protegerlo.

Unos golpes hicieron que Serafine abriera la puerta de entrada, detrás de ella estaba aquel dúo de la primera división llenos de agua por la fuerte lluvia que apenas había terminado.

- Díganme una razón para no dejarlos afuera -murmuró enojada.

- Takemichi viene del futuro -dijo Chifuyu- Te lo dejo, mamá quiere que vaya a casa temprano.

Cuando el Matsuno se despidió, la Seki tomó de la chaqueta a Takemichi y lo entró a la residencia, lo obligó a quedarse quieto hasta que ella llegara con toallas y ropa seca. Cuando el rubio estuvo en mejores condiciones lo guio hasta su habitación, donde Raiden estaba acostado en la cama de Serafine jugando con una consola.

- Comienza -ordenó la ojirosa cerrando la puerta de su habitación.

El rubio comenzó a relatar todos los sucesos de aquel futuro, las muertes de los miembros de ToMan y la confesión de Mikey, no se guardó nada al igual que como hizo con Chifuyu minutos atrás.

- Así que moriremos -soltó Raiden cuando terminó.

- Pero ¿cómo es que Mikey se hizo así? -cuestionó Serafine mientras vendaba los nudillos del rubio- ¿Fue porque no estuviste ahí? No me convence que tú seas el factor por el cual cambió, pero algo tienes como para que nuestros yo del futuro se enfrentaran a Mike con tal de dejarte libre.

- No lo sé, su corazón se debe haber sumido en la oscuridad, pero ¿por qué? -gruñó el ojiazul.

- ¿Y Emma? -preguntó de pronto el pelirrojo.

- ¿Huh?

- En todos los futuros, tú nunca la nombras -bajó la mirada un poco triste, al chico le dolía pensar que ella no estaría junto a él en un futuro.

La mente de Takemichi pareció hacer un cortocircuito al oír aquello. Era verdad, en cada viaje nunca supo algo de la rubia ¿y si ella estaba muerta? ¿por qué nunca la vio?

- ¿Y si Emma-chan es el factor de porque Mikey cambió? -soltó Serafine sorprendida- ¡Piénsenlo! Mikey perdió a su hermano mayor, alguien con quien mantenía una hermosa relación, Sano-san era el pilar de Manjiro y su muerte fue un golpe muy duro... Si Emma-chan muere en un futuro, terminaría por romper a Mikey, después de todo, él ama a Emma y la protege todo el tiempo.

- Mikey-kun no soportaría perder a las personas que más ama -concluyó Takemichi entendiendo- ¡Tiene sentido!

Ahora la mente del rubio estaba clara, la rubia era el motivo de por qué siempre fracasaba.

- Pero ¿cuándo? -cuestionó Riaden.

- No lo sé -respondió desanimado- Jamás se me ocurrió que Emma-chan muriese... ¡Pero puedo volver al...!

- Ahora no puedes volver al futuro, es muy arriesgado, -cortó Serafine- Queda en nuestras manos averiguar cuándo y por qué muere Emma-chan, si es que ocurre. 

Es momento de que la última y más grande pelea de la historia de ToMan comience.

Nota: Le damos bienvenida a tremendo arco.

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