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꒰ ͜͡➸ Capítulo 21

Serafine solamente fue a la casa de una conocida para dejar unos documentos, jamás se esperó encontrarse con más de cincuenta hombres uniformados alrededor de esa casa.

- ¡Vaya, vaya, si es Ra-chan! -la saludó un chico de cabello negro peinado a un lado de su cara.

- Hajime, tanto tiempo -devolvió sin ganas.

Esa mañana se había despertado con un muy mal humor, no estaba para juegos.

- Apártate, necesito hablar con alguien -intento avanzar, pero él la detuvo.

- ¿Tienes algún asunto con el jefe?

- ¿Jefe? -repitió sin entender- Yo no tengo jefe, apártate –gruño.

- La he visto antes, ella es la capitana de la sexta división de la ToMan -comentó uno.

Serafine lo miró amenazante, sabía que ese comentario haría arder el fuego y no traería nada bueno.

- ¿Así que te uniste a ToMan después de haberte ofrecido un puesto en los Black Dragons? -dice Koko enojado.

- Después de la muerte de Sano-san mancharon el nombre de los Black Dragons, ya no me interesan -respondió ajustando su mochila.

Unos murmullos más adelante evitaron que Kokonoi respondiera.

- No te muevas -ordenó.

- ¿¡Hah?! –ladeó su cabeza enojada.

Koko la ignoró y se acercó hacia el cuarteto.

- Yuzuha-senpai –murmuró sorprendida viendo a la castaña.

- ¡Pero si es nuestro joven maestro Hakkai!

- Koko -respondió el peliazul.

- ¡Serafine-chan! -llamó Yuzuha- ¿¡Qué haces aquí?!

- Vine a dejarle unos documentos, pero estos idiotas no me dejan ir –respondió acercándose a ellos.

Ella se colocó al lado de Takemichi, mirándolos intimidante y atenta a cualquier acción que atentara con su salud.

- ¡Koko, déjala ir! -ordenó- ¡Solo ha venido por algo de la escuela, no busca pelea!

- ¿Hmm? ¿Quién demonios son estos idiotas? -la ignoró para ver a la otra pareja.

- Él también es un capitán de la ToMan -volvió a comentar el mismo miembro de antes.

Serafine estaba en su límite, la razón por la cual no actuaba era porque no quería armar una guerra contra esa pandilla, pero haberlos retenido de esa manera era un motivo suficiente para golpear a todos, más a Kokonoi.

- ¿Hay un cabrón de ToMan en nuestro territorio? –preguntó Kokonoi- ¿Estás tratando de jodernos? No te iras de nuestro territorio en una sola pieza, bastardo.

- Hajime, si lo tocas será una guerra contra ToMan. Sabes que nuestro presidente no se quedará quieto si lastimas a un capitán -avisó la Seki- Déjanos ir y haremos que esto nunca ocurrió.

A pesar de todas las ganas de que tenía pelear, ahora tenía responsabilidades como capitán de escuadrón, debía ser razonable y evitar conflictos.

- Estas siendo muy ruidosa, Serafine -le habló un rubio.

- Al fin te muestras, primito -sonrió sin gracia.

- ¿Primo? –interrogó Hanagaki sorprendido.

- Nuestras madres son hermanas –contestó rápidamente a su duda.

- Toda esta zona es territorio de los Black Dragons -comentó el azabache- Si otra pandilla viene pavoneándose el jefe nos dio instrucciones de matarlos, y no solo hay un capitán de la ToMan ¡sino dos! Saben lo que significa ¿verdad? ¡Significa que están muertos!

- Vayan a por ellos, chicos -ordenó el rubio con quemadura.

- ¡Púdrete, Seishu! -gritó Serafine.

- Quédense detrás, Hina, Serafine-chan -dijo la castaña- Ellos no son suaves con las mujeres.

- Y yo no soy suave con los hombres -contradijo la ojirosa.

- ¡Tranquilos chicos, ellos son mis amigos! -intentó calmarlos Hakkai.

- Hakkai, incluso a los amigos de nuestro joven maestro se les necesita enseñar buenos modales -respondió Koko.

- ¿Quieres que te deje el ojo morado como lo hice cuando íbamos a primaria, Hajime? -ladeó su rostro- Recuerdo que Akane te colocó un hielo para que se te desinflamara.

Los miembros de aquella pandilla la ignoraron y comenzaron a acercarse a su dirección, más no pudieron avanzar más ya que el cuerpo del peliazul se interpuso

- ¡Dije que no lastimaran a mis amigos!

- Hakkai, no recibimos órdenes de ti -se burlaban- ¿Quieres que matemos a las chicas también?

Las burlas se detuvieron en cuanto el Shiba estrelló su puño en uno chico, dejándolo en el suelo.

- Lamento haberlos involucrado en esto -se disculpó mirando a Takemichi- El jefe de los Black Dragons es Taiju Shiba.

- ¿Shiba? -repitió Takemichi.

- Si, Taiju es nuestro hermano mayor -respondió Yuzuha.

Hakkai miraba a su alrededor mientras maldecía su hermano mayor, pero tuvo que guardar silencio al sentir el filo de una navaja en su cuello.

- Cuida de tu boca -advirtió Inui- Sigue hablando mierda de nuestro jefe y te mato.

- ¿Desde cuándo te has vuelto tan malito, primo? -preguntó divertida.

- ¿Piensas que no lo haré?

La patada en su cien provocada por la castaña fue suficiente respuesta.

- ¡Aleja tus manos de mi hermanito!

- Yuzuha-senpai... -susurró sorprendida para luego mirar al rubio en el suelo- ¡Te pateó el trasero! ¡Sigues igual de débil a cuando éramos niños!

Las risas el pelirroja resonaron por unos pocos segundos hasta que observó como rápidamente Seishu se levantaba.

- Quédate atrás Inupi -le habló Koko- Son los hermanos del jefe.

- Yo le juré lealtad al jefe pero no hay razón de por qué tengo que aguantar ninguna mierda de ellos -respondió apuntando con el arma- No me importa que seas mujer o que ella sea mi prima, les mostraré quien manda.

- Pues adelante -provocó Serafine.

Pelear con falda no era de su agrado, había salido de la secundaria para ir directo a la casa de Yuzuha y no le dio tiempo a cambiarse el uniforme. Porque si, iban a la misma secundaria.

- ¡Hanagaki, Serafine-chan! -llamó la castaña- ¡Lárguense de aquí y déjenos esto a nosotros!

Takemichi asintió y se dio vuelta para tomar la mano de Hinata. Serafine copio su reacción no sin antes mostrar el dedo corazón a su primo Seishu.

- ¡Le diré a Akane lo que me hicieron! -amenazó- ¡A ver si así se hacen los malos otra vez!

Un temblor en el suelo hizo mirar a su derecha. Un sujeto de más de uno noventa de altura se acercaba corriendo dispuesto a golpear.

Chilló sorprendida y se agachó tomándose la cabeza, provocando que el brazo del hombre pasara de largo. Sin embargo, Takemichi no fue tan rápido y recibió todo el golpe en su cuello.

- ¡Tu mierda acaba de ser aplastada! -vociferó el de cabello bicolor.

Todos los miembros de aquella pandilla se inclinaron y guardaron silencio en respeto a su jefe.

- Por Poseidón, si recibía ese golpe no la contaba -murmuró asombrada y se acercó a su mejor amigo- No te agarres la garganta o lo empeorarás, deja que el aire entre despacio y no te desesperes.

- Taiju... -habló el peliazul con miedo.

- ¡Eso no es justo, ustedes parecen estar divirtiéndose mucho!

Taiju caminó entre sus subordinados y tomó por el pelo a Serafine, ella gritó adolorida, estaba tan preocupada por su amigo que bajó la guardia y no lo sintió llegar por su espalda.

- ¡Déjenme unirme! -rió con fuerza mirándola a los ojos.

La ojirosa chasqueó su lengua, el cuero cabelludo le dolía como mil demonios y sus pies no tocaban el suelo. Y apenas pudo colocar sus brazos en forma de X frente a su rostro para evitar el gran golpe que le proporcionó Taiju. Su cuerpo voló varios metros hasta estrellarse contra la pared más cercana.

Mierda -pensó con una lágrima en su ojo debido al dolor- Mi brazo derecho está quebrado y no siento el izquierdo, mi cabeza duele y me pitan los oídos ... No tengo chances contra él, es mucho más fuerte que Pah, si me descuido otra vez puedo terminar muerta, y sabía que había gente mucho más fuerte que yo pero no pensé  que me encotraría con un montruo justo ahora.

- ¡Seki-chan! -gritó Hinata

- ¡Quédate detrás Hina! -interfirió Yuzuha.

- No pensé que te levantaras -rió cuando la vio ponerse de pie.

Este tipo es el décimo líder de los Black Dragons -pensó Takemichi con temor.

- ¿Quiénes son estos idiotas? -preguntó a Koko.

- ¿Ni siquiera los conoces y ya los golpeaste? Bien ahí, jefe -sonrió- Son capitanes de ToMan, la mujer es capitán del sexto escuadrón, Serafine Seki, y el rubio es de la primera división, Takemichi Hanagaki. Son amiguitos de Hakkai.

Taiju comenzó a reír aún más fuerte como si le hubieran contado el mejor de los chistes. De repente, elevó su pierna golpeando la mandíbula del Hanagaki.

- ¡¿Así que él trajo a unos bastardos de ToMan justo a nuestro hogar?! -se tomó la cara y se calmó- Hakkai... golpea al rubio hasta matarlo ¡toma la responsabilidad como un miembro de ToMan!

- Taiju -habló lleno de miedo- Ellos no sabían que este era territorio de los Black Dragons... realmente no lo sabían, así que... por favor...

- Me importa una mierda ¿No escuchaste mis órdenes? -rugió- Tú eres mi hermanito y eso viene antes que ToMan, eso significa que tienes que obedecerme, los lazos familiares son más importantes que las amistades ¿no es así?

- Taiju, no lo acorrales de esa manera -pidió la castaña.

El mencionado la miró de reojo y no se demoró en soltarle un golpe en la mejilla.

- Yuzuha -saboreo su nombre con frialdad- Ya que no lo disciplinase apropiadamente pasó esto. En casa te enseñaré una lección.

Serafine se hartó, puede tener un brazo quebrado, pero aún conservaba sus piernas. Sin dudar un segundo más copió la misma acción que realizo Yuzuha contra Inupi, su pie se impactó fuertemente contra la cien de Taiju, el cuello del más alto se encogió del dolor y casi cae al suelo, pero no lo llegó a tumbar a pesar de que estuvo por solo unos segundos sin conciencia.

- ¿Tan inútil eres como para mandar a tu hermano menor a hacer tus tareas? -dijo con una sonrisa burlona.

Serafine debía callarse, pero le emocionaba pelear, aún si salía completamente herida.

- Eso dolió perra -rió tocándose la cabeza- Mantengas sus narices fuera de los asuntos de la familia Shiba.

- Incluso si son hermano y hermana, Yuzuha es una chica -decidió hablar Takemichi- ¡¿Así que también les pegas a las mujeres?!

Taiu se acercó amenazante a Takemichi

- Mira esto Hakkai -sonrió- Tu hermano mayor va a resolver tu problema por ti ¡de eso se trata la familia!

- ¡Tu pelea es contra mi Shiba! -gritó Serafine al ver las intenciones del más alto.

Si ese tipo lo golpea una vez más, lo matara -pensó mirando al rubio- Podrá tener buena resistencia pero no le servirá de mucho si un golpe le da en una parte sensible... Al igual que Sano-san.

- Si así lo quieres, mierda roja -gruñó para lanzarle un puñetazo a su cara.

Ella lo esquivo fácilmente, en estos momentos no podía hacer más que esquivar y soltar una que otra patada.

Taiju era rápido y muy fuerte, si uno de esos puños la tocaban estaba más que muerta.

Para esquivarlo dio una voltereta hacia atrás, apoyó su mano izquierda en el suelo y con sus dos piernas unidas pateó la mandíbula de Taiju.

- ¡Mierda! -soltó cuando su muñeca se torció.

Cayó al suelo con la espalda pegada al pavimento, y obviamente el Shiba no desperdiciaría esa oportunidad, se vengaría por aquella patada en su cara, le dolía demasiado y podía jurar que su mandíbula estaba rota.

El de mechas azules pisó el brazo diestro de la pelirroja haciendo presión en la fractura, por lo que Serafine no pudo evitar soltar un gran grito de dolor.

- ¡Seki-chan! -exclamó su mejor amigo con lágrimas en los ojos.

- Te ves muy linda debajo mío -sonrió sádico.

- P-púdrete -escupió.

Taiju la agarró del pelo y golpeó su cabeza contra el suelo dos veces.

- ¡Para por favor! -Hakkai interrumpió aquella acción.

- Hakkai ¡Cuando le pides un favor a alguien debes darle algo a cambio! Dame algo de igual valor.

El Shiba mayor pisó con mayor fuerza el brazo de la chica, ella solo podía gritar del dolor, debía pensar en algo porque si seguía de esa manera su brazo terminaría hecho polvo.

Takemichi no soportó ver a su mejor amiga en aquel estado tan humillante y destrozado.

- ¡Suéltala! -ordenó corriendo con el puño en alto.

Taiju esquivó el golpe y lo tomó de la camisa para golpearlo en el rostro.

- ¡Detente! -volvió a decir el de cicatriz- Yo... renunciaré a ToMan... me uniré a los Black Dragons para poder ayudarte. Asi que a cambio ¡déjalos ir!

- No... lo hagas... Hakkai -pidió Serafine cerrando sus ojos.

La adolescente se desmayó por el dolor, ya no podía aguantar, su brazo estaba completamente roto y no lo sentía, su cabeza sangraba y su torso lo sentía entumecido, probablemente tenga muchos moretones. No importara que tan buena fue en las batallas cuerpo a cuerpo en su anterior vida, este nuevo cuerpo era mucho más débil, era más que bovio que no sería rival para alguien tan fuerte como Taiju Shiba.

El mayor de los Shiba la dejó ir, al igual que a Takemichi, le había agradado esa propuesta de su hermano.

Por otra parte, Hakkai tomó rápidamente el cuerpo de Serafine en estilo nupcial, acomodó delicadamente su brazo diestro y la arropó con su chaqueta, también se aseguró de revisar la cabeza de la ojirosa para evitar futuras consecuencias.

- Debemos llevarla a un hospital -dijo Hina con lágrimas en los ojos.

Yuzuha se sintió muy mal al verla de ese modo, por culpa de sus asuntos familiares la Seki había terminado herida.

- Lo siento, Hakkai -se disculpó Takemichi mirando a suelo- Es mi culpa que dejes ToMan...

- No es tu culpa ni la de nadie, ya había decidido irme hace rato -sonrió inseguro- Como sea, gracias por defender a Yuzuha.

El camino al hospital fue silencioso.

Pero hubo una confesión por parte del peliazul que sacó de onda al rubio.

- Hay... algo que tengo que hacer en los Black Dragons.

"Hakkai Shiba... los rumores dicen que mató a su líder anterior por dinero y tomó control de la banda, una completa rata rastrera"

Esas fueron las palabras de Baji en aquel futuro.

Eso significa que Hakkai -pensó Takemichi tembloroso- ¿Hakkai matará a su propio hermano?






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