꒰ ͜͡➸ Capítulo 19
La batalla continuaba y no se detendría hasta que uno de los dos comandantes cayera.
Serafine respiraba agitada y sus ojos analizaban todo el campo. Un movimiento a su izquierda la hizo elevar su vista hacia aquella pila de autos abandonados, donde su presidente peleaba contra tres sujetos, entre ellos, Kazutora.
Y no pudo evitar soltar un jadeo de sorpresa cuando este lo golpeó con un fierro en la cabeza.
- ¡Mikey! -el grito de Draken la sacó de ensoñación.
¡Mierda, mierda, mierda! -se repetía en su cabeza- Debo evitar que esa pelea continúe, sino el futuro que dijo Takemichi se cumplirá.
La situación era mala, Mikey estaba siendo sujetado por dos tipos mientras el Hanemiya repartía fierrazos en la cabeza del rubio, y lo peor es que ningún capitán, ni siquiera el vice comandante, podía acercarse al presidente.
La Seki esquivaba los puños que iban hacia su persona y solo se dedicaba a golpear las pantorrillas de sus oponentes para que cayeran al suelo, debía llegar rápido hacia Mikey si quería que todo salga bien.
La pelirroja aumentó su velocidad subiendo aquellos autos cuando vio a su presidente arrodillado luego de derrotar a Kazutora de una patada.
- ¡No estorbes perra! -por detrás la tomaron del cabello tirándola al suelo.
- ¡Perra tu mamá! -barrió el suelo con su pie logrando que tres cayeran al igual que ella.
Un tipo con tapaboca se acercaba a Mikey, aumentando la desesperación en todos, pero no logró tocarlo ya que Kisaki lo derribó.
¿Ahora apareces maldito maniático? -pensó enojada.
- Tokyo Manji Gang, líder del tercer escuadrón, Tetta Kisaki -habló- ¡Mi escuadrón protegerá al líder!
Los elogios comenzaron a resonar por el lugar, dando gracias a Kisaki por haber cuidado del presidente.
- Ahora entiendo -murmuró la ojirosa acercándose- El bastardo busca ganarse el favor de los miembros, busca que lo quieran, que lo alaben... De todos modos, si gana o pierde ToMan, él obtiene lo que quiere... poder.
Corrió aún más cuando visualizó a Baji golpear a Kisaki en la cabeza. Lo felicitó internamente por aquel golpe, pero no podía dejar que hiriera más al capitán de la tercera división si quería que su plan funcione.
Antes de que el pelinegro realizara otra acción ella lo tomó por la parte posterior de la chaqueta y lo lanzó varios metros abajo.
- ¡Kisaki-san! ¡¿Está bien?! -lo llamó con una fingida preocupación- ¡No se preocupe, yo lo protegeré, no dejaré que mis compañeros terminen heridos!
Kisaki, si tú puedes jugar, yo igual -pensó- ¿Querías que todos te alaben? Mal por ti, porque tu minuto de fama se terminó.
- ¡Seki-chan es asombrosa!
- ¡Seki-chan también nos defendió a nosotros!
- ¡Ella es muy fuerte, nos cubrió la espalda aun cuando eran más que nosotros!
- ¡Y aún así sigue protegiendo al capitán del tercer escuadrón!
- ¡Como se esperaba de alguien que ayuda a sus compañeros!
Kisaki chasqueó la lengua disgustado por la situación, los elogios hacia la ojirosa no debían ocurrir, se supone que esos debían ser dirigidos a él, él debía ser el protagonista de ese momento no Serafine, ella había arruinado parte de su plan.
La Seki notó su cara de disgusto pero no flaqueó en ningún momento y continuó bajando los autos para enfrentarse a Baji, sin embargo, un rubio se interpuso entre ellos dos.
- ¿Chifuyu? ¿Qué carajos estás haciendo? -gruñó Keisuke- Fuera de mi camino.
- Baji-san no lo hagas -rogó con sus brazos extendidos- Si derrotas a Kisaki ahora ¡estarás en contra de Mikey-kun! Si quieres salvar a ToMan de Kisaki, aun no es el momento.
La única respuesta que recibió el Matsuno fue un golpe en la cabeza por el ex capitán. Pero el ojiaqua no se rindió y volvió a su posición, dispuesto a detenerlo.
Baji comenzó un conteo, desafiando a Chifuyu para que lo mate, y cuando llegó a "cero", dos sujetos tomaron por los laterales al pelinegro para inmovilizarlo.
- ¡¿Takemichi, Raiden?!
- ¡Chifuyu! -gritó el pelirrojo- ¡Vamos a detener a Baji-kun juntos!
- No puedo chicos -murmuró.
- ¿Que? –soltó Takemichi sorprendido.
- Yo... no puedo golpear a Baji-san -dijo llorando.
- ¡Tu no, pero yo sí! -gritó la ojirosa.
Serafine no dudó en empujar a Chifuyu a un lado para pasar, juntó todas sus fuerzas en su brazo derecho y soltó un puñetazo en la nariz Baji quebrándola y tumbándolo varios autos abajo hasta tocar el suelo del basurero.
Todos los varones del lugar la observaron con sus ojos abiertos de la impresión, ese golpe les había dolido a todos y muchos desearon nunca enfrentarse a ella.
- Yo soy tu oponente, ex capitán del primer escuadrón de la Tokyo Manji -le habló bajando hasta posicionarse enfrente de él- ¡Levántate y enfréntame, Baji Keisuke!
Desde su lugar, Kisaki apretaba sus labios con enojo, se suponía que Kazutora apuñalaría a Baji pero nunca ocurrió, nada le estaba saliendo como lo planeo... Si Baji sobrevivía, había un alto porcentaje de que lo descubrieran.
- Eres un monstruo -murmuró el de colmillos sosteniéndose la nariz, esta sangraba demasiado para su gusto.
- Me lo han dicho muchas veces -torció su cuello haciéndolo sonar- He venido para cumplir tu reto ¿qué esperas?
Baji solo la miraba con el ceño fruncido y una sonrisa entusiasta, colocándose en posición de pelea. No la hizo esperar más y corrió hacia ella.
- ¿Sabes gatito? No eres tan difícil de leer -Serafine esquivaba sus puños con agilidad- Odias a Kisaki.
- Cierra la boca -la pateó en la costilla.
¿Esa fue una patada al estilo Taekwondo? -pensó cuando la recibió- Es imperfecta, pero algo me dice que él practicaba este deporte.
- Haz descubierto algo que te hizo odiarlo -se agachó para evitar un puñetazo- Tu plan es descubrir que se trae en manos, te uniste a Valhalla para destruirlo desde dentro y así evitar que dañe a tus amigos.
Serafine se calló luego de recibir un puñetazo en el estómago.
- No sabes nada.
- Sé más cosas de la que me gustaría admitir -lo contradijo poniéndose nuevamente de pie- Baji, tú no estás solo, tus amigos han demostrado estar de tu lado sin importar que... Hanagaki, Den-Den, Chifuyu y yo buscamos lo mismo que tu -devolvió el golpe aún más fuerte que él- Queremos acabar con Kisaki porque amamos ToMan.
Baji no respondió, aun cuando se sintió feliz de escuchar esas palabras, y siguió intentando golpearla. Serafine solo suspiró y decidió acabar con esa pelea de una vez por toda, debía hablar en privado con el pelinegro si quería que la escuchara mejor, debían estar calmados y sin presión.
Ocupando la misma técnica que Mikey, elevó su pierna derecha hasta la cien del chico y lo golpeó con las fuerzas que le quedaban hasta dejarlo inconsciente en el suelo.
- ¡Ella derrotó a Baji-san! -anunció Chifuyu sorprendido.
- Nee-san/Seki es tan genial -hablaron Takemichi y Raiden con estrellitas a su alrededor.
Serafine tomó el cuerpo del pelinegro y lo cagó sobre sus hombros.
- ¡Presidente, ya tengo a Baji! -le gritó a Mikey quien había estado viendo la pelea desde que recuperó la conciencia- ¡Termine con esto de una buena vez y vámonos a casa!
Mikey sonrió, todo había salido bien. El rubio comenzó a descender por los autos hasta posicionarse frente a Hanma.
- Kenchin, la pelea se acabó -le sonrió.
- ¡Oye, oye, oye! ¿¡La pelea se acabó!? -gruñó Hanma- ¿me estás jodiendo, Mikey? Eso no es algo que tú puedas decidir...
Manjiro cerró la boca del de tatuajes en mano utilizando su tan famosa patada "explosiva".
- ¿Ves? Se acabó.
Todos los miembros de Valhalla huyeron miedosos del presidente de la ToMan.
- Llorones -bufó la chica cargando a Baji.
Tras decir eso volteó su cuerpo en dirección a su hermano y mejor amigo, y en su búsqueda observó a Kazutora viéndola fijamente.
- ¿Qué esperas, Hanemiya? -le sonrió cálidamente extendiendo su mano izquierda para que la toma- No solo vinimos por Baji, tú también vendrás con nosotros.
- ¿Huh? -balbuceo sorprendido.
- Rafi-chan ¿qué haces? -interrogó Mikey frunciendo el ceño.
- Ustedes arreglarán las cosas -sentenció tomando la mano de Kazutora.
- Juntos fundaron ToMan, deben seguir construyéndola juntos -se unió Takemichi.
Sonidos de sirena de policía comenzaron a escucharse por todo el predio.
- Mierda, es la ley -sonrió ella.
- ¡Bien, dispérsense! -ordenó Mikey- ¡Fácil y rápido!
- ¡Vamos a mi casa, queda más cerca! -sugirió Raiden.
- Matsuno, nosotros nos haremos cargo de Baji, quédate tranquilo -el ojiaqua asistió y se fue del basurero.
Mikey, Draken, Mitsuya, Kazutora, Raiden, Takemichi y Serafine se alejaron rápidamente hasta la morada de los Seki. Y en todo momento la pelirroja no soltó la mano de Kazutora y tampoco dejó caer a Baji.
Asimismo, Takemichi estaba muy feliz de saber que evitó la muerte de aquellos dos y que Mikey estuviera sonriendo.
- ¡Mamá! -llamó Raiden cuando entraron a la casa- Entren chicos, nosotros hablamos con mamá.
- ¿¡Por qué tanto griterío!? -regañó la señora Seki haciendo su aparición.
- Hola mami -sonrió Serafine- Con Den-Den trajimos a nuestros amigos ¿pueden quedarse hasta mañana?
- ¿Por qué están heridos? -jaló la oreja de su hijo.
- Se cayeron -la ojirosa se encogió de hombros y acostó al pelinegro en el sofá.
- ¡Todos se me quedan aquí! -ordenó Hana caminando hacia el baño.
Todos acataron la orden de la castaña y se sentaron en los espacios que había libre en la gran sala de estar, prefirieron no contradecirla ya que Hana les daba las mismas vibras que Serafine, solo que a un nivel mayor.
La ojiceleste llegó a los segundos con un gran botiquín de primeros auxilios. En silencio, Hana curó a todos los presentes con toda la calidez y amor que desprendía una madre. Esta acción provocó que los varones se sonrojaran por recibir tanta atención por parte de una adulta.
- Señora Seki –la llamó Mitsuya- ¿Por qué no nos pregunta por qué estamos así?
- Ay los jóvenes, piensan que uno nació ayer –suspiró risueña- Visten uniforme de pandillas, sé que estuvieron peleando.
- ¿No estás enojadas con nosotros? –cuestionó cabizbaja Raiden.
- No, entiendo sus acciones y sé que no harán nada malo, solo están experimentando una etapa de su vida –les sonrió a todos- Yo también fui pandillera en mis épocas de adolescencia.
Los adolescentes abrieron su boca sorprendidos, más los Seki que no conocían ese pasado de su madre.
- En fin –se sacudió las manos y se dirigió a la cocina- Mi casa está abierta para chicos problemáticos como ustedes, pero no está permitido romper nada de esta morada o se enfrentarán a mi furia.
- ¡Espera mamá! –llamó Serafine- ¿Sabes algo? Mikey, Baji y Hanemiya son amigos y están peleados ¿puedes hablar con ellos? –le sonrió maliciosamente a los mencionados.
Raiden tragó saliva nerviosamente, no esperaba que su hermana propusiera algo como eso, conocía a su madre perfectamente como para saber lo que ocurrirá.
Los varones vieron como Hana en silencio se limpió sus manos y subió las escaleras para luego traer una enorme camiseta blanca.
- Chicos –llamó seriamente la ojirosa a sus amigos- Acompáñenme a buscar colchones, sacos de dormir, mantas y almohadas para dormir en el patio, mamá se encargará de ellos... Oh y despierten a Baji.
Baji despertó de un golpe producido por Draken, este sin saber nada de la situación solo se sentó derecho en el sillón junto al Sano y el Hanemiya, esperando por la gran regañada que recibirían por parte de la señora Seki.
Mientras Hana se encargaba de esos tres, los restantes fueron al patio de los Seki para acomodar todas las cosas para dormir.
- Sera-chan ¿qué era esa camiseta? –interrogó curioso Mitsuya.
- Es la "camiseta de la reconciliación" –sonrió malvada- Mamá la compró para meternos dentro a Raiden y a mi cada vez que nos peleábamos, y no nos dejaba salir de ella si no nos reconciliábamos, es un gran método.
- ¿Quieres decir que Mikey, Baji y Kazutora estarán juntos dentro de esa camiseta hasta que hablen y hagan las paces? -preguntó Takemichi.
- Exacto –respondieron los hermanos.
- Oh, acabo de recordar, Pah también vendrá, tendremos una gran pijamada –sonrió la ojirosa.
- Quiere decir que estaremos todos los fundadores juntos después de dos años –susurró Draken.
- Nee-san, Takemichi y yo les daremos su espacio mientras nos encargamos de preparar la cena –dijo Raiden- Podrán arreglar todo tranquilos, y digo tranquilos porque si gritan mamá los golpeará.
Se acomodaron en el quincho* que se encontraba en el patio trasero de los Seki, movieron la mesa y sillas junto a la mesa de ping-pong, limpiaron el suelo y organizaron todos los elementos que utilizarían para dormir y cenar.
Luego de unos minutos de hablar trivialidades, por la puerta aparecieron los rostros de los tres miembros fundadores junto a Pachin quien llegó recién, por lo que el trio se alejó para darle espacio a esos seis muchachos.
- ¿Qué les habrá dicho mamá? –preguntó curioso mientras cortaba verduras.
- No lo sé –respondió desinteresada- Tampoco nos debe interesar, son cuestiones de ellos, lo importante es que ya todo está bien –finalizó con una sonrisa.
Cuando terminaron de preparar la cena, el trío se asomó por la puerta trasera para encontrarse con la hermosa imagen de los seis miembros fundadores jugando al ping-pong, las risas de todos ellos resonaban por el patio y no había rastro de odio.
- Misión cumplida –dijeron al unísono viendo como Mikey reía alegremente.
Ahora solo disfrutarían de su pijamada sin problemas, era su recompensa luego de aquella ardua batalla.
Nota: ¡OTRO CAPITULO PORQUE QUIERO!
¡Y MIENTRAS YO VIVA Y SIGA ESCRIBIENDO FANFIC'S, BAJI KEISUKE SE SALVARÁ DE CUALQUIER MANERA, AÚN SI TENGO QUE AGREGAR NAVES ESPACIALES Y ALIENS!
Soy la autora de la historia y hago lo que quiero, no voy a permitir que mi niño Baji siga sufriendo.
En fin, no se si en otros lugares saben lo que es un "quincho", por lo menos en Argentina le decimos así a un espacio a las afueras de un edificio con cosas para hacer reuniones y preparar comida. En esta imagen les dejo el quincho de los Seki.
Y aqui esta la famosa camiseta de reconciliación que usaban en la infancia los hermanos jejeje ¿se imaginan a Mikey, Baji y Kazutora ahí?
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