Al día siguiente el trío decidió caminar juntos. Sus mentes estaban en cualquier lugar menos en la realidad.

Takemichi se lamentaba internamente ya que le parecía imposible traer de regreso a Baji en el lapso de una semana.

- Cálmate -se rascó la frente cansada- Puedo oír tus llantos desde aquí.

- Pero ¡¿qué debería hacer?! -explotó- ¡Mikey-kun nos matará! ¿Qué debo decirle?

- La verdad –el menor se encogió de hombros- Él entenderá, espero -murmuró lo último para si mismo.

- ¡No ayudas Raiden!

- ¡Oe! -una nueva voz los hizo frenarse frente ese parque de juegos- ¡Vengan aquí! Siéntense -ordenó señalando el columpio de su derecha.

- ¿Matsuno? -se cuestionó la ojirosa un poco desorientada.

- El mismo -le sonrió.

- Oh por Poseidón -rió acercándose- Te ves de la mierda.

- Seki-chan ¿lo conoces? -preguntó Takemichi siguiéndola.

- Es el chico de ayer, al que Baji hizo puré -respondió sentándose en el columpio.

- Baji-san es jodidamente genial ¿o no? -sonrió el ojiaqua.

- Masoquista -murmuraron los hermanos.

- Soy de la Tokyo Manji Gang, el vice capitán del primer escuadrón, Matsuno Chifuyu -se presentó.

- Lo sabíamos -bufó Serafine- Ayer con todo el ruido dijeron que eras la mano derecha de Baji.

- Y deberían estar agradecido con Baji-san -comentó.

- ¿Por qué deberíamos? -preguntó desconcertado el ojiazul.

- Arruinaron la ceremonia de nominación -miró a Takemichi- Si Baji-san no te hubiera golpeado estarías en una peor situación.

- El que debe agradecer es él -gruñó la chica- De no ser por la situación Baji ya estaría recostado en una cama de hospital.

- En fin -suspiró- Él me golpeó para unirse a Valhalla, pero no para destruir a ToMan.

- ¿huh? -soltó el otro rubio.

- Baji-san tiene un plan diferente -se levantó de su asiento- Es Kisaki.

Esa declaración les cayó como un balde de agua fría al trío, ninguno hubiera imaginado que el pelinegro supiera algo de Kisaki Tetta.

Esto será interesante -pensaron los hermanos mirándose con una sonrisa que era de todo menos inocente.

Habían obtenido muy buena información, ideal para destruir al cuatro ojos, como ellos lo llaman.

Serafine se felicitaba internamente por el "gran" outfit que había elegido, aunque solo consistía en un pantalón a cuadros azul con un poleron gris y sus zapatillas Vans.

Pero no estaba tan contenta con la lluvia. Había comenzado a llover, las gotas de agua no paraban de caer y daba señales de no frenar hasta tarde.

El cuarteto estaba de pie con un paraguas cada uno frente a la tumba de la familia Sano, pero no estaban solos, sino que sus superiores los acompañaban.

- Ya veo -habló luego de un resumen de la situación- ¿Entonces escucharon sobre mi hermano?

- Shinichiro-kun era realmente genial -opinó Draken.

- Ni que lo digas -concordó Serafine.

- Takemicchi, nosotros ya sabemos que ese incidente es un caso perdido -le habló el de tatuaje- No es como si Baji o Kazutora hubieran querido que eso pasara.

- Si... sé que no hay nada que hacer sobre eso -suspiró Mikey caminando por aquel cementerio- Pero mi corazón no escucha.

Aquello le daba mala espina a la pelirroja.

- La CB250T que ellos trataban de robar era la Vavoom que mi hermano mayor montó para mi cumpleaños -miró aquel vehículo- Él me la iba a regalar, esa Vavoom es un recuerdo de mi hermano y ahora mi moto favorita.

Que triste -pensó la ojirosa- Saber que tu hermano nunca te pudo regalar algo por tus amigos debe ser jodido.

- Perdoné a Baji pero aunque no lo supiera, aunque nada cambiará lo que pasó, no perdonaré al asesino de mi hermano, Kazutora -confeso sombrío- ¡Y Baji se fue al lado de Kazutora!

Lo entiendo -ella lo comprendía en parte- En decir, no importa que haya sido sin querer, pero saber que tu amigo asesinó a tu hermano, quien es tu pilar en la vida, y por culpa de él no lo podrás ver jamás, debe destrozarte.

- Chicos -les habló Mikey- Pensaba que les había dicho que trajeran a Baji de regreso a mi ¿por qué me trajeron al vice capitán del primer escuadrón y no a Baji? -los miró serio- ¿Qué es lo que quieren? ¿De verdad quieren morir?

¿Qué es lo que quiero...? -pensaba el rubio recordando la anterior conversación que tuvo con Chifuyu.

- Mikey-kun -habló luego de permanecer en silencio por unos segundos- ¡Yo... quiero ser líder de ToMan! ¡Voy a hacer que aceptes eso algún día Mikey-kun! ¡Eso es lo que yo quiero!

- Y nosotros estaremos a su lado -dijo Raiden con una sonrisa de determinación.

- Seguiremos a Hanagaki -finalizó Serafine.

- Hombre, no tienen sentido común -comentó Chifuyu en el camino- Eso va incluso más lejos del no saber leer la atmósfera.

- Tienes razón -tragó saliva el rubio- Incluso yo no tengo ni idea de porqué dije eso... aún siento mi corazón latir como loco.

- Por idiota -dijeron los hermanos.

- ¿De qué hablan? Lo idiotas son ustedes por seguirlo -bufó Chifuyu.

- Ese es el arte de la lealtad -sonrió Raiden- Al igual que tú con Baji.

- No tienen caso -sonrió extendiendo la mano hacia Takemichi- En ese caso, Takemichi, te voy a ayudar a llegar a lo más alto de ToMan y tú me ayudarás a lograr lo que quiero.

- ¿huh? Entonces ¿realmente crees que tengo lo que se necesita para ser la cabeza de ToMan?

- Nop, no del todo -respondió sonriente.

Los hermanos soltaron una que otra risa acompañadas de las quejas del rubio.

- Pero aun así te ayudaré.

- ¡Entendido!

Así, las dos partes firmaron un tratado silencioso que beneficiaba ambos lados.

- Cuento contigo, compañero.

- Nee-san, nos dejaron de lado -se quejó.

- Yo digo que los dejemos solos, están heridos y podrían golpearlos fácilmente -ofreció maliciosamente.

- ¡Chicos, hay que movernos! -intervino Takemichi antes de que los hermanos cometieran aquel "delito".

- Primero me gustaría investigar profundamente la conexión entre Kisaki y Valhalla -señaló el rubio.

- ¿Tienes alguna pista? -preguntó Serafine.

Siguiendo al Matsuno llegaron a un local donde se hallaba el expresidente de Moebius.

Solo faltó una amenaza por parte de la pelirroja para que comenzara a hablar.

Osanai narraba el día en que conoció a Kisaki y como su vida comenzaba a cambiar, de un día para otro se volvió la persona que controlaba Shinjuku. Habló sobre la pelea del 3 de agosto, como acorraló a Pachin y creo una razón para pelear con ToMan. Todo gracias a Kisaki Tetta.

- Aun cuando lo de Pachin no salió como esperaba, Kisaki logró acercarse a Mikey.

- ¿Por qué Kisaki haría algo tan problemático? -preguntó Chifuyu.

- El objetivo de Kisaki era tomar ventaja de la pelea y haber matado a Draken...

- Así podría tomar la vacante de vicecomandante -concluyó Raiden sorprendido.

- Era ese bastardo quien estaba detrás de todo esto -rió Serafine comprendiendo- Teníamos razón Den-Den.

- Fui desechado por Kisaki -siguió Osanai- Pero él ya consiguió su nueva "espada" en mano: Hanma Shuji.

- ¡¿Hanma, el de Valhalla?! -preguntó Takemichi.

Osanai asintió.

- Si sabes todo esto ¿por qué no te vengaste de Kisaki? -interrogó Chifuyu.

- Podré ser solo bueno en las peleas, pero matar a un chico es algo malo -confesó perturbado- Aun así, Kisaki es más... ¿cómo lo digo? ¿peligroso? Es el tipo de persona que puede poner acción un plan para matar a alguien sin ensuciarse sus manos.

Son malas noticias -pensó Serafine- Ahora se habla de asesinar, esto dejó de ser un juego de pandillas, no podemos bajar la guardia.

- Si hago un movimiento contra él, me pregunto qué pasaría -finalizó- De todos modos, no me gustaría tener algo que ver con Kisaki.

Eso quiere decir que la cabeza que nadie conoce de Valhalla es Kisaki Tetta -pensó Raiden.

Takemichi no comprendía porqué su enemigo estaba en ToMan o porque quería pelear contra Valhalla. Odia el sentimiento de no conocer los motivos detrás de los planes de Kisaki.

Y solo obtendría respuestas si volvía al presente.

- ¿Tú otra vez, Takemicchi?

Draken se hallaba en arresto domiciliario hasta que descubrieran quien era el responsable de los asesinatos.

Ryuguji no lo había hecho, estaba más que claro, pero se había culpado en nombre de Serafine, su novia. Sabía los motivos de la chica para cometer tal acto atroz, pero no comprendía como realizó los asesinatos tan a sangre fría. Aun asi, no quería que la chica que amaba terminara en pena de muerte.

- Perdón por venir sin ser invitado, Draken-kun -se disculpó- Quiero preguntarte algo ¿recuerdas a la pandilla de motocicletas del 2005 sin líder, Valhalla? ¿Era el líder, Kisaki Tetta?

- No -respondió serio- El "ángel sin cabeza", su líder es Mikey... Valhalla era una pandilla creada para Mikey.

- No, es eso... imposible -exclamó Takemichi- Mikey-kun es el líder de ToMan ¿¡cierto?!

- ¿Imposible? Tu también lo recuerdas ¿o no? -preguntó- Hace doce años, en el "Halloween Sangriento" ToMan fue conquistado por Valhalla, y con Valhalla como base, la Tokyo Manji renació en lo que la actual ToMan.

- Podría ser... ¿el día de la pelea de ToMan y Valhalla?

Takemichi no entendía nada, al haber viajo en el tiempo no recuerda lo que hizo su yo pasado.

- Si, ese día fue la primera vez que ToMan perdió.

- ¡¿Qué?! -gritó sorprendido- ¡¿ToMan va a perder incluso con el "Invencible Mikey"?!

- No -agachó su rostro- Es culpa de Mikey que perdiéramos... Me pregunto ¿por qué no me di cuenta ese día de la enorme cruz que Mikey, un niño de quince años, llevaba en su espalda?

Memorias borrosas se hacían presente en la cabeza de Takemichi. Veía a una Serafine que auxiliaba a su hermano quien estaba completamente herido, siendo el causante de aquellas heridas el mismo presidente de ToMan; el cuerpo de Baji tendido en el suelo junto a un Manjiro que golpeaba sin parar a Kazutora. Los gritos desgarradores de Draken se oían a la lejanía pidiéndole a su amigo que se detuviera, pero no le hacía caso.

- Ese día, Mikey mató a Kazutora -soltó triste- Mikey nunca fue atrapado y eso es porque Kisaki tenía preparado a quien culpar... Mikey había caído y Valhalla conquistó ToMan, por lo que el segundo al mando era Kisaki, esto hizo que aumentara a una gran organización -suspiró cansado- Kisaki buscaba controlar a Mikey.

Takemichi no controlaba su respiración, era imposible que alguien como Mikey matara a alguien, y aún mas haber herido al pelirrojo de tal gravedad.

- Y... ese día, Kazutora mató a Baji -soltó impotente- Tu mismo lo viste ¿no, Takemicchi?

Otros recuerdos pasaron delante de los ojos del Hanagaki, donde podía apreciar los cadáveres de Baji y Kazutora, y lo más impactante fue aquella mirada completamente triste de Mikey.

- Naoto -le habló a su compañero cuando salieron.

Sus lágrimas no dejaban de salir y la tristeza lo cubría.

- ¡Tengo que salvar a Mikey!