꒰ ͜͡➸ Capítulo 10
Los rostros de los hermanos estaban serios y no habían formulado ni una sola palabra, intentado procesar aquella historia.
Hace tan solos unos minutos Takemichi decidió soltar su gran secreto.
"Vengo del futuro"
Los Seki lo escucharon, no lo interrumpieron y prestaron total atención en todo su relato. Takemichi les dijo todo, desde su caída del tren hasta el encuentro con la ojirosa en el futuro, sin omitir detalles, pues él sabía que podía confiar en ellos.
Aun así, el rubio estaba consciente de que ellos no le crean, pero estaba desesperado, no quería estar en un futuro donde sus seres queridos estuvieran muertos o alejados. La Serafine del futuro tiene razón, esta misión no es algo que pueda hacer solo, y más para alguien tan físicamente débil como él, necesita de alguien que lo ayude en esta carga.
- Me debes 500 yenes nee-san -rompió el silencio Raiden.
- ¿A-ah? -tartamudeó el rubio.
Él no entendía a que venía ese comentario.
- Maldición -masculló Serafine y le entregó cinco billetes- No puedo creer que tuvieras razón, maldito friki.
- ¿De qué hablan?
- Sabíamos que tenías algo raro -respondió la ojirosa echándose en la cama de rubio- Por eso comenzamos a crear nuestras hipótesis, Den-Den dijo que venías del futuro, y para mí eso era imposible científicamente hablando, por lo cual apostamos.
- Y gané -sonrió altanero.
No lo diré pero es obvio que era posible, es decir, esta es mi segunda vida ¿qué impide viajar en el tiempo? -pensó ella.
Takemichi suspiró aliviado, ahora podía estar seguro de que sus mejores amigos estarían a su lado.
Sin embargo, el ojiazul se olvidó de un pequeño gran detalle: ¿quién es Nava David y por qué la Serafine del 2017 le habló de esa persona?
- ¿Qué opinan?
- Bueno -suspiró el menor- Primero, debo decir que tu habilidad es jodidamente genial, tiene sus pros y contras pero sigue siendo asombrosa. Y segundo, está más que claro que te ayudaremos en tu misión.
- ¡Oye, yo no dije que lo ayudaría! -mintió.
La ojirosa acompañaría hasta el fin del mundo al rubio, él tenía algo en su mirada y habladuría que te incentivaba a seguirlo a donde sea porque te daba confianza.
Y luego de escuchar aquella narración se juró ser el escudo de esos dos sin importar qué, estaría al lado de ellos y los acompañaría en cada travesura.
Sin embargo, tenía miedo por aquel último futuro, donde ella se convertiría en la líder de la más grande organización criminal, una maldita mafiosa. No le sorprendía haber matado, es decir, era una asesina en su anterior vida, y haría lo que fuese por su familia y amigos, incluyendo asesinar, pero esta vez se había prometido ser una mejor persona y hacer las cosas bien, no quería volver a aquellas épocas donde sus manos estaban bañadas de sangre y tenía pesadillas en la noche.
- ¿Qué tienes en mente Hanagaki? –decidió preguntar.
- De camino a casa se me ocurrió una asombrosa idea para alguien como yo -sonrió orgulloso- ¡Me volveré asistente de Draken!
- Denegado -respondieron inmediatamente.
- ¿Qué? -no se esperó esa respuesta.
- ¿Acaso eres tonto?
- Takemichi -su amigo lo tomó de los hombros- Draken-kun es muy fuerte, fácilmente puede tumbar a cien personar por sí solo ¿de qué le servirías tú, alguien a quien apalean rápidamente?
- Pero no lo digas de esa forma -dijo deprimido.
- Además eso lastimaría su ego -opinó la chica- Que le ofrezcas ser su asistente es como decirle que es inútil y no sabe hacer las cosas por sí mismo.
- No pensé fallar en mi plan "A" tan fácil -suspiró decaído, pero luego sus ojos se llenaron de determinación- ¡Hora del plan "B"!
- ¿Seguirlo? -preguntaron al unísono.
- ¿Cómo lo saben?
- Eres muy predecible -la pelirroja se encogió de hombros.
El Hanagaki se tiró al suelo deprimido al quedarse sin ideas.
- ¿Y que proponen ustedes?
- Por mi esa idea está bien -opinó ella- Solo hay que ser cuidadosos. Ryuguji no es tonto.
Así, los tres amigos ejecutaron el plan del rubio: pegarse al de tatuaje como pegamento hasta el 3 de agosto.
- Mientras vemos y escuchamos los berrinches del comandante -habló la joven tomando de su malteada- Quiero decirles algo a los dos.
- ¿Que? -preguntaron.
- Iré por partes, y no quiero objeciones -los miró seriamente ocasionando que se encojan en su sitio- Hanagaki, quiero que siempre nos digas donde estarás, ya sea yo o Raiden, es importante conocer tus pasos para evitar que algo salga mal y termines herido.
El rubio asintió determinado y comprendiendo el punto de su amiga.
- Y Radien te guste o no, no nos separaremos a menos que vayas al baño.
- ¿Qué?
- Escucha -se peinó sus cabellos rojos y giro su rostro sonrojado por vergüenza- Eso que dijo Hanagaki sobre tu ataque me dejó un mal sabor de boca, no quiero que te ocurra nada...
Nunca había visto esta faceta de Serafine -pensó el rubio mirándola con una sonrisa- Es cierto, ella jamás cambiaría.
- A pesar de que falta mucho para ese supuesto ataque, quiero prevenir ya que no sabemos si con la llegada de Takemichi algo habrá cambiado ¿ok? -volvió a su antigua expresión seria- Te acompañaré hasta la secundaria y te iré a buscar, cuando quieras salir me dices y vamos juntos, es así de simple.
- Si, nee-san -le sonrió y luego le hizo un puchero- Aunque puedo cuidarme solo.
Dejaron esa conversación ahí para seguir al par de rubios que salieron luego de haber comido, siendo Draken quien llevaba en su espalda a un dormido Mikey.
Draken-kun es increíble porque lo apoya cada día -pensó el ojiazul.
- ¿Qué buscarían ellos en un hospital? -se preguntaron los hermanos mirándose.
- Me da miedo cuando se coordinan para hablar o hacer alguna acción porque parecen gemelos, aun cuando se llevan un año de diferencia.
El trío decidió seguir los pasos de esos pandilleros hasta una pared que los ocultaba, oyendo la narración del chico de trenza sobre la condición de aquella joven que quedó en coma luego de un ataque por la pandilla Moebius.
Estaban impactados, se les hacía horrible las acciones de aquellos que se hacían llamar pandilleros. Y la más afectada era Serafine, cuestionándose constantemente ¿acaso por ser mujer estamos destinadas a este sufrimiento? ¿quién fue el bastardo que condenó a sexo femenino de esa manera?
- Vamos a pelear contra Moebius después de esto -escuchó.
Estaba tan sumida en sus pensamientos que no prestó atención a su alrededor.
- El asunto del "mundo de los delincuentes" está establecido por solo delincuentes -hablaba sereno- Todos los miembros de ToMan tienen familia, alguien importante para ellos. No está permitido lastimar a gente ordinaria y no podemos permitir que las personas de alrededor de ellos lloren.
La Seki lo escuchaba atentamente, sintiéndose calmada por el raciocinio de Draken.
- Está bien si no mantienes la cabeza inclinada, pero mantén un corazón el cual se preocupa por otros -finalizó.
Al parecer no eres tan idiota Ryuguji -pensó con una sonrisa- No dejaré que mueras, lo juro por como me llamo Serafine Seki.
- Kenchin, eres muy amable... Y lo siento, Kenchin... Estoy agradecido de que estés a mi lado.
Creo que entiendo porqué Mikey cambió después de la muerte de Draken y porqué en el presente ToMan se ha vuelto tan terrible -pensó Takemichi- Draken es el "corazón de Mikey", él compensa lo que le falta a Mikey... ¡Naoto, no hay manera de que ellos se peleen! ¡Tengo catorce días hasta el 3 de agosto, haré lo posible para evitar la muerte de Draken y aprenderé todo lo que pueda sobre Moebius!
Nota: buenas buenasss ¿cómo andan?
Hasta ahora ¿les va gustando la historia? ¿qué opinan?
Espero les haya gustado mucho el capítulo ¡no se olviden de votar y comentar! ¡Besitos, mil besitos!
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