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L U J U R I A

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Advertencia: +15
(no soy muy buena en esto pero se hace lo que se puede, si no te gusta este contenido salta al siguiente cap)

Miraba cada parte del rostro de Charlie tratando de recordar cada detalle, me parecía el hombre más perfecto del universo.

Besé con suavidad sus labios y él me besaba con cierto toque de lujuria y necesidad. Pasó sus manos por mi espalda baja y me apegó más a él, nos separamos un poco y puse mis manos en sus mejillas mientras le dedicaba una pequeña sonrisa.

Una vez más, nuestro labios se unieron, recorrí mis manos hasta su nuca pasando mis dedos entre su hermoso cabello.

Mordí su labio inferior con suavidad, él sonrió y el beso se tornó más intenso. Su lengua pidió acceso y yo se lo permití, un suspiro escapó de mis labios.

Mi pulso era tan acelerado que lograba sentir el palpitar en mi pelvis, deseosa de más.

Cuando el oxígeno de mis pulmones se agotó, me separé un poco. Ambos nos sonreímos. Charlie acomodó mi cabello mientras seguía mirando mis labios.

Mis ojos se desviaron a la camisa entre abierta de Charlie, que dejaba al descubierto su pecho. Con lentitud comencé a quitarla, él miraba mi rostro con suma atención sin separar sus manos de mi cintura.

La prenda terminó en el suelo y yo comencé a besar su hombro, Charlie lo disfrutaba, sonreí victoriosa cuando dejó salir un gemido.

Entonces me tomó con la fuerza suficiente para cargarme mientras se ponía de pie, enrolle mis piernas en su cadera mientras nos seguíamos besando. Comenzó a caminar hacia la habitación y una vez dentro me dejó caer en la cama. 

Él estaba sobre mi, besó mi mejilla y comenzó a dejar un camino de besos hacia mi clavícula dejando un par de marcas en el proceso, lo disfrutaba más de lo que quisiera admitir. Dejó de besarme y me miró, su respiración era irregular.

No dejé pasar la oportunidad de acariciar y recorrer todo su pecho con mi mano, Charlie sonrió y lentamente comenzó a subir mi blusa.

Su toque en mi piel me causó un gran escalofrío. Me levanté un poco para ayudarlo a sacar por completo la prenda, me miró con atención.

Puso un par de dedos en el borde de mi mandíbula y lentamente los comenzó a bajar hasta el centro de mi esternón. Recorrió suavemente el borde de mis pechos, sentí la extraña necesidad de que me quitara aquella prenda superior que aún portaba.

Charlie dejó salir una suave risa mientras deslizaba uno de los tirantes de mi sostén, deslizó el otro y comenzó a besar mi hombro derecho dejando algunos besos hasta llegar a mi hombro izquierdo.

Puso un dedo sobre mi pecho, por arriba de la tela justo donde estaba mi pezón. Dejé salir un pequeño gemido cuando comenzó a presionar y mover ligeramente.

Pasé mis dedos por su cabello y llevé mi cabeza hacia atrás disfrutando de la estimulación. Llevó su boca hasta mi vientre, donde sentí un pequeño cosquilleo seguido de excitación, sus manos recorrieron lentamente todo mi cuerpo. Se separó de mi, mordí mi labio y Charlie regresó a mis labios. 

Con un torpe movimiento, intentó quitar mi sujetador. Solté una risa cuando no lo logró y le ayudé con aquella tarea pues en ese momento no soportaba llevarlo puesto ni un minuto más.

Ahora ambos estábamos desnudos de la cintura para arriba. 

Tomé con suavidad las manos del pelirrojo y las llevé hasta mis pechos. Me removí al sentir su toque y ahogue un gemido. Comenzó a masajear con suavidad.

Puse una mano en su nuca para acercarlo de nuevo a mi y volver a besarlo. Esta vez fue un beso más lento y profundo.

Con un rápido movimiento hice que Charlie quedara debajo mío y ahora yo tenía el control de la situación. Me fui a su parte baja, donde había un bulto deseando salir. 

Puse mi mano a la altura de su cuello y lentamente la comencé a bajar hasta el borde de su pantalón. El abdomen de Charlie subía y bajaba con rapidez.

—No quiero que te muevas— dije con una ligera sonrisa. El pelirrojo también sonrió y me mostró las palmas de sus manos.

Primero quité su cinturón y enseguida su pantalón, entonces comencé a jugar con el resorte de su ropa interior. 

No era una experta en el tema, pero había tenido mis asuntos con algunos chicos y creo que no estaba tan perdida con estas cosas. 

Acaricie lentamente por arriba de su ropa interior, el hombre mordió su labio para evitar cualquier ruido proveniente de él. Seguí acariciando mientras veía cómo su erección crecía y se hacía más dura.

—No me hagas esto— dijo Charlie finalmente con un jadeo. 

Sonreí. Me quité el pantalón rápidamente y retome mi tarea de acariciar el miembro de Charlie por arriba de su única prenda. Podía ver como algunos de sus músculos se contraían. 

No negaré que yo también estaba deseosa, podía sentir el palpitar en mi entrepierna.

Le quité la prenda y comencé a bombear con mi mano, puse mi lengua en la punta haciendo que Charlie se retorciera un poco. Introduje su miembro en mi boca y comencé a ir de arriba a abajo, sentí su mano en mi cabeza, así me indicó a qué ritmo ir.

Me detuve y miré a Charlie, sus mejillas estaban rojas, nuestras respiraciones eran más irregulares que antes.

Los hermosos ojos del pelirrojo se veían sensualmente oscuros y llenos de deseo.

En un rápido movimiento nuestras posiciones se invirtieron, quedando yo debajo de él nuevamente.

Comenzó a besar el empeine de uno de mis pies y fue dejando un camino de besos hasta mi muslo.

Los músculos de mis piernas y abdomen se contraían desando más y más.  Mi zona V estaba cada vez más húmeda lista para recibir la penetración. 

Acarició con suavidad sobre mi única prenda y esta vez yo me retorcí ante su tacto. Con lentitud me quitó la última prenda. Lamió uno de sus dedos y lo llevó a mi clítoris. Solté un gemido en cuanto sentí sus dedos. Al principio lo hacía lento y cada vez más rápido, se detuvo antes de que pudiera llegar que casi grito por la frustración. 

El pelirrojo sonrió mientras se inclinaba, ahogue un fuerte gemido y agarré las cobijas con fuerza cuando sentí su lengua.

Mientras hacía su trabajo con la lengua, llevó su mano a mi pelvis y con su dedo pulgar comenzó a estimular mi clítoris. Mordi con fuerza mi labio inferior y cerré los ojos disfrutando de la estimulación.

Entonces, se separó de mi y su miembro entró con rapidez. Sentí un gran electricidad recorriendo cada parte de mi cuerpo. Comenzó a moverse lentamente mientras me besaba.

Llevé mis manos a su espalda, apegandolo más a mi, si es que eso era posible.

—Más... más rápido— dije entre gemidos. 

Sentía los suspiros de Charlie en mi cuello. Enterré mis uñas en su espalda.

Ambos estábamos cubiertos por una capa de sudor para este momento. Comenzó a ir más rápido hasta que lo sentí, llegué al orgasmo y poco después él también. 

Me besó con fuerza mientras disfrutaba de aquella sensación que recorría mi cuerpo.

Se dejó caer sobre mi, mientras yo acariciaba su cabello e intentaba recuperar la respiración. Se levantó un poco y me besó una vez más.

Me sentía agotada.