┏━━━━━━━━━━━━┓

P O C I Ó N

┗━━━━━━━━━━━━┛

Volví a mi escondite cuando el ministro salió de la casa, aunque Charlie mencionó que ni siquiera hubiera notado mi pre
sencia pues salió a paso rápido y con expresión molesta.

Dijeron que el ministro había venido a leer el testamento de Albus Dumbledore y nos mostraron los objetos que heredaron. El que más llamó mi atención, fue el de Ron, era un objeto bastante interesante.

Después de eso comenzamos a comer y nos dieron una rebanada de pastel. Debo aclarar que estaba delicioso.

Ya había oscurecido, en el jardín sólo quedaba la gran carpa blanca y daba un poco de miedo.

Al día siguiente era lo boda y por ello, Hagrid puso una casa de campaña en el jardín para quedarse a dormir ya que no había lugar para él adentro.

Yo no tenía sueño, así que me quedé en la cocina tomando un poco de agua. Ya todos estaban durmiendo y disfrutaba de mi soledad.

Pensaba en mi padre y en lo mucho que lo necesito ahora.  Mi único familiar más cercano que me queda, es mi primo Rolf. Aunque no tengo ni la más remota idea de dónde se encuentre ahora, sólo espero que esté bien.

Salí de la profundidad de mis pensamientos cuando encendieron la luz de la cocina.

Charlie me miró un tanto asustado y yo reí al ver su cara.

—¿Qué haces despierto a esta hora?— pregunté divertida.

—Yo debería decir lo mismo.

—Tu serás el padrino, no yo.

—Touché— reímos— Busco cómo hacer crecer de nuevo mi cabello. No quisiera que muchas personas me vean así.

—Pero si te queda bien ese corte— me miró mal.

—Necesito tu ayuda.

Lo miré pensativa.

—Nunca fui muy buena ni la mejor, pero puedo hacer una poción crece pelo que funcione bien.

Charlie sonrió mostrando sus dientes.

—Arissa, eres la mejor— me tomó de los hombros con fuerza y besó mi mejilla.

Charlie es de las pocas personas que me llaman Arissa.

—Lo sé, lo sé. Soy increíble— dije con "modestia".

Comencé a preparar la poción. La recordaba bastante bien ya que alguna vez intenté hacerle crecer cabello a Kingsley y la aprendí de memoria.

No terminó muy bien aquello, pero fue realmente divertido.

Cuando terminé la poción, puse una gota sobre la cabeza de Charlie. Después de unos segundos le comenzó a crecer el cabello.

—Listo— le dije, orgullosa de mi trabajo.

—De verdad, te lo agradezco.

—Ahora, es mejor que te lo empareje, no me gusta como se ve de esa manera.

Charlie se sentó y saqué unas tijeras.

Comencé a cortar un poco su cabello para que se viera bien. Al terminar Charlie se miró al espejo y sonrió con el resultado.

—Me gusta.

—Anda, es hora de que vayas a dormir.

Charlie me abrazó y se fue. Con ayuda de magia levanté y acomode todo y también me fui a dormir.