Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

33

—☁️—





Había sido idea de Iris y todos lo sabían porque si fuera por ella, se quedaría en casa el resto de la semana esperando por el viernes para la graduación. Era un gran avance que aceptara salir a ese nuevo club en el centro de la ciudad, nadie quería volver al Iceberg Lounge luego de la última vez.



Cuando dio la una tomó su chaqueta y celular para salir del lugar tras recibir una confirmación por texto de que le recogerían en un par de minutos. La música le había dejado aturdida y el cambio de luz un poco borroso pero eso no le evitó reconocer su presencia en la oscuridad del callejón.



Se recargó en la pared continua a lo negro, cruzándose de brazos y mirando el pavimento húmedo. La chaqueta le cubría hasta poco arriba de la falda a cuadros que usaba mientras su cabello descansaba a ambos lados de su cabeza algo esponjado.



—Sé que estás allí—dijo cuando la última persona presente estuvo lo suficientemente lejos.



—¿Porqué no aceptaste salir con ese reportero?



No esperaba una respuesta pero escuchar su voz por encima de la vibración de la música le pareció reconfortante.



—Por la misma razón que tú has aparecido en mi habitación cada noche. Por la que estuviste fuera del Gotham Gazzette y por la que investigaste a Clark. Creo que...—¿porqué le era tan difícil decirlo? Un auto se detuvo bajo la acera enfrente suyo, suspiró—no importa. Cuídate, Bruce. Por favor.



Dándole una última mirada a la oscuridad decidió subir al auto en el asiento del copiloto mientras su mamá conducía.



Al día siguiente decidió levantarse temprano para visitar a Alfred —quien estaba a un par de días de ser dado de alta— no sin antes desayunar escuchando a sus abuelos por el teléfono tras la publicación de su artículo en la primera plana.



—Leí su trabajo—dijo el inglés mirándole—es hermoso.



—Gracias Alf—bajó la mirada sonriendo.



—Estoy seguro de que a Bruce también le pareció así.



—¿Lo leyó?—levantó ambas cejas con sorpresa al devolverle la mirada.



—Se suscribió al periódico sólo para tener su copia asegurada—soltó una risita de recordar cuando se lo dijo el día anterior—¿ya habló con usted?



—No...—trataba de actuar desinteresadamente observando sus manos y moviendo el pie al estar sentada.



—Supongo que sólo necesita tiempo. Ambos sabemos cómo es Bruce.



Asintió entendiéndolo a la perfección. Era algo que debería molestarle pero sucedía todo lo contrario, le encantaba de esa manera. El resto de la tarde la pasó en casa perdiendo el tiempo viendo televisión. Parecía que volvía a su aburrida rutina que no ayudaba en nada con su bienestar mental.



El timbre sonó y quejándose se levantó para abrir la puerta. Nadie estaba del otro lado así que asumió que debieron ser niños jugando, cómo odiaba cuando hacían eso. Sin embargo, antes de cerrar la puerta logró ver una figura extraña en el suelo frente a ella: una rosa de color claro encima de lo que parecía ser una carta.



Recogió el par de objetos con suma curiosidad. Cuando era pequeña su padre solía enviarle este tipo de detalles a su madre cada febrero y en la semana de su cumpleaños, poco a poco dejaron de llegar pero el deseo de algún día recibir algo así permaneció. Sin soltar la rosa, abrió el sobre sin sellar encontrando un papel rectangular con letra que reconocería en cualquier lugar.



"Me gustaría que habláramos
¿paso por ti a las siete?"



Suspiró. Había sido un bonito gesto que le daba a entender mucho pero a la vez le confundía un poco.



—Seguro—dijo en voz alta sabiendo que estaría oculto en alguna parte—nos vemos a esa hora.




Llevó la rosa fresca a su nariz tratando de disimular la sonrisa que aparecía en su rostro mientras cerraba la puerta de nuevo.



—¿Quién era?—preguntó Faith entrando al mismo tiempo que ella a la sala.



—Nadie.



—Ajá...—entrecerró los ojos viéndole sentarse—¿pasó algo con Bruce?



—¿A qué te refieres?—no le miraba, mantenía la atención en la serie policiaca de la televisión.



—Hace tiempo que no salen juntos y te veo algo...rara.



—Siempre lo soy ¿no es eso lo que dices todo el tiempo?—giró la cabeza en su dirección—nos veremos a las siete. Así que es mejor que vaya a buscar algo qué ponerme.



—Apenas son las cuatro—respondió frunciendo el ceño.



—Si—volvió a levantarse tomando también el celular de la mesita—por eso.



Parecía lo contrario pero Beth siempre tardaba en decidir qué usar, por eso ordenaba lo que llevaría a la escuela antes de dormir. Bruce no especificó lo que harían o a donde irían así que complicaba un poco más las cosas.



De todos modos logró tener algo a eso de las seis; jeans oscuros, playera de un estampado aleatorio bajo la camisa roja y negra a cuadros. Todo con sus fieles botas, cabello suelto y típico delineado. Conociendo a Bruce terminarían en el lugar más escondido y solitario de Gótica, algo que no le molestaba en lo absoluto pero sí le ponía nerviosa luego de las últimas interacciones que tuvieron.



Volvieron a llamar a la puerta no mucho después, no obstante, en esta ocasión le encontró enfrente suyo. Con su cabello desordenado y usando negro de pies a cabeza. Con sus ojos claros cansados y expresión de timidez. Parecía que habían pasado años desde la última vez que le vio.



—Hola—dijo con las manos en los bolsillos.



—Hola—le sonrió, el brillo labial transparente reflejaba la luz del exterior.



Bruce no era bueno hablando y Beth no sabía exactamente qué decir. Simplemente caminaron hacia la acera donde la motocicleta y el par de cascos les esperaban. Ella negó con la sonrisa más tonta que invadía su rostro en días. Justo como la primera cita. 



Le ofreció su casco con esa pequeña sonrisa de lado sabiendo exactamente lo que pasaba por su cabeza. Allí iba de nuevo, volviéndola loca otra vez.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro