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Cap 1; this ain't a scene it's an arms race


一 Tío, dime que ya has escuchado Infinity On High. He estado todas las vacaciones sin parar con ese álbum 一 Mencionaba eufórico.

一 Que va San, no me ha dado tiempo 一 Contestó despreocupado su compañero.

一 No me jodas con que no te ha dado tiempo. Que te lo pasé por el privado del Tuenti en cuanto salió.

Ambos jóvenes se encontraban caminando por el largo pasillo que daba a la salida de la facultad de artes, embriagados por el característico olor a plastilina y serrín del lugar. A ambos lados quedaban numerosas puertas que daban entrada a las clases, intercaladas por taquilleros pintados de vivos colores; pero si había algo que caracterizaba aquella facultad era su arquitectura vanguardista y la gran cantidad de modernas esculturas y cuadros creados por los propios estudiantes, lo que daba lugar a una caótica mezcla de estilos que, sin embargo, se mantenían en armonía con las luces multicolores que procedían de las ventanas de cristal tintado que daban luz a la facultad.

El primero de ellos, más alto, tenía el cabello moreno y lacio, peinado en un cardado que dejaba caer su flequillo sobre su frente. A través de las brunas mechas se alcanzaba ver sus orejas llenas de distintos tipos de piercings plateados. Su piel era blanca como la nieve y contrastaba con el maquillaje oscuro sobre sus párpados, el cual resaltaba sus almendrados y extraños ojos violetas. Iba ataviado con una casaca militar completamente negra y abrochada, de estilo similar a la de My Chemical Romance en Welcome To The Black Parade, y unos pantalones de cuero negro ajustados con diversas cremalleras plateadas horizontales en la ajustada zona de los muslos.

Por otra parte, el segundo joven era de una estatura menor y caminaba detrás de su compañero con pasos pequeños y rápidos para lograr alcanzarlo. Su cabello era de color azabache, resaltado con mechas de un brillante tinte rojo, con una forma similar a la de su contrario; también contaba con una gran cantidad de piercings en sus pequeñas orejas, además de tener los lóbulos expandidos por cuernos de dilatación. Su rostro presentaba afiladas facciones y sus pequeños ojos eran de un radiante color miel que contrastaba con su marcado eyeliner negro, además, su fino labio inferior estaba perforado por un labret vertical plateado. Su vestimenta estaba formada por una sudadera negra, corta y holgada que dejaba parte de su tonificado y lechoso torso al descubierto y poseía una amplia capucha que el joven siempre llevaba puesta sin razón aparente; además la llevaba siempre remangada a la altura del codo, lo que dejaba ver su brazo derecho completamente cubierto por tatuajes de estilo oriental hasta la altura de sus nudillos, al igual que una gran cantidad de pulseras de goma y cuero de distintas bandas de música y festivales. En la parte inferior, llevaba unos vaqueros ajustados negros de tiro altísimo, rasgados por las rodillas, ornamentados por diversos cinturones de cuero con tachuelas y cadenas plateadas.

Calzaban botas con plataforma, las cuales hacían eco por el tranquilo corredor, y las cadenitas de plata que ambos llevaban tintineaban unas contra otras.

一 Que estaba ocupado, joder 一 Protestaba el de ojos violetas esperando no ser refutado.

Entre frase y frase, San se detenía a mirar embobado los cuadros realizados por alumnos que decoraban las blancas paredes de la facultad, aunque no tuviera ni idea de arte en sí.

一 Sí, sí, ocupado 一 Contestó sarcásticamente devolviendo su atención a la conversación 一 SeongHwa, tú y yo sabemos qué significa eso.

一 San, no empieces.

一¿Fue hombre o mujer? 一 Continuaba insistiendo el de mechas rojas, susurrando al oído de su compañero.

一 Joder de verdad... ¿Cómo hay que decirte que estaba ocupado sin más? Han pasado muchas cosas durante las vacaciones, ahora os contaré. 一 Trataba de finalizar la conversación desesperadamente mientras se golpeaba la frente con la mano abierta 一 Anda más rápido, que YeoSang ya tiene que estar esperando y nos apuñalará mentalmente setenta y dos veces a cada uno como nos pasemos de tardones.

SeongHwa se comenzó a exasperar por ir tan lentos. Tenía hambre y la cafetería de su facultad estaba cerrada por reformas; tenían que cambiar de edificio. Era un grano en el culo, pero no tenían más remedio.

Agarró bruscamente de un brazo a San, y comenzó a tirar de él en dirección a la salida.

一 ¿Entonces era hombre o mujer? ¿O lo hiciste con ambos? 一 Volvió a entrometerse el menor aprovechando el tirón, a lo que Seonghwa bufó e hizo caso omiso de esta segunda intromisión en su vida privada.

En cuanto salieron, vieron a YeoSang sentado en las enormes escaleras que daban a la entrada de la facultad de artes, con la nariz hundida en un ejemplar de bolsillo de Aurora de Nietzsche, a la vez que escuchaba This Ain't A Scene, It's An Arms Race de Fall Out Boy en sus auriculares negros, como era costumbre.

Su corto cabello moreno y liso caía suavemente sobre sus ojos azules, tan claros que parecían blancos, y tan fríos que parecía que te podían congelar el alma con una sola mirada. Su cuello se encontraba rodeado por una gargantilla negra con pinchos plateados. Vestía una camiseta de manga larga a rayas blancas y negras y, sobre esta, una negra de manga corta. De vez en cuando se estiraba de los puños para cubrirse las manos y protegerlas del leve frescor primaveral, que llegaba a entumecerle los dedos por mantenerlos inmóviles sosteniendo tanto tiempo el libro. Mantenía las rodillas dobladas y juntas y sus converse negras daban golpecitos en el suelo al ritmo de la canción que estaba escuchando.

Se acercaron a él y enseguida el estudiante de filosofía notó sus presencias.

Levantó la cabeza despegando a duras penas sus ojos de la lectura.

一 Habéis tardado, como siempre 一 pronunció sin una pizca de cariño y de forma condescendiente, quitándose los auriculares de los oídos.

一 Culpa de San 一 habló el mayor inmediatamente.

Antes siquiera de que el nombrado pudiera abrir la boca para soltar un reproche, SeongHwa volvió a tirar de su muñeca arrastrándolo. YeoSang se levantó apresuradamente y dio un pequeño acelerón para ponerse a su altura y poder seguirle el ritmo.

Se dirigían a la facultad de ciencias, específicamente al ala de tecnológicas e ingenierías, cuya cafetería tenía el reconocimiento de ser una de las mejores del campus junto con la de artes. El problema es que pillaba en el lado más alejado del campus.

一 ¿Cuándo terminarán las obras en vuestra cantina? 一 preguntó YeoSang entornando los ojos. Él odiaba cambiar de cafetería. Bastante que se había acostumbrado a ir a la de artes porque allí estaban sus amigos. En el resto, se sentía un usurpador. Un intruso. Pero la maldita y asquerosa presión social, unida a su negación a probar un solo plato de la horrible cafetería de la facultad de humanidades, lo hacían ceder.

一 A saber 一 Contestó Seonghwa poniendo los ojos en blanco. YeoSang bufó.

Se adentraron en una pequeña zona sembrada de árboles de distintas especies. Para atajar el camino, comenzaron a cruzar por el húmedo césped. Aquel lugar era fantástico para tumbarse en el suelo y quizás echarse una cabezadita. Además, hacía un día de primavera espléndido para saltarse las clases, no hacer nada y adormilarse al sol; Como ya hacían numerosos estudiantes del campus, algunos de los cuales giraban la cabeza para observar al trío calavera embarcarse en su misión de infiltrarse en la facultad de ciencias. SeongHwa los miraba con envidia y se planteó seriamente el saltarse sus prácticas de dibujo de la tarde. Odiaba tener que meterse en una clase después de comer. YeoSang lo acompañaba en su sufrimiento, con sus largos y aburridos seminarios de cuestiones fundamentales de la metafísica. El único que se libraba de aquella tortura era San, quien hacía un simple módulo de tatuador y sólo tenía clases por la mañana. Pero como era un buen y leal amigo, los acompañaba a la hora de la comida en vez de irse a su casa a dormir. En el fondo se lo pasaba mejor con ellos, así que tampoco era un esfuerzo muy grande.

Tras una larga travesía apartando bichos que se entrometían en su camino césped a través, finalmente consiguieron llegar a la tan ansiada facultad de ciencias, un edificio de arquitectura moderna en tonos blancos y grises y carente de ornamentación que contrastaba con la extravagante facultad de artes.

Todo iba a pedir de boca; los tres jóvenes habían cruzado la puerta principal de la facultad sin que a nadie pareciera importarle lo más mínimo su presencia.

Hasta que de repente, alguien empezó a chistarles a sus espaldas. Por reflejo, los tres se giraron al mismo tiempo en dirección a los ruidos.

Dos chicos de apariencia llamativa y destacablemente altos se acercaban a ellos con andares seguros, rodeados por una nube de gente.

El joven de la izquierda tenía su corto y voluminoso cabello teñido de un vistoso color azul celeste, peinado hacia abajo. Marcados pómulos rosados descansaban bajo sus ojos almendrados, tan negros como un apagón, que los miraban con cierto incordio y superioridad.

En cambio, el de la derecha, tenía el pelo de un color castaño oscuro y corto, peinado hacia atrás dejando su frente al descubierto. En contraste, sus pequeños y rasgados ojos eran de un color grisáceo atractivo y poco común. Bajo el brazo portaba un estuche de reglas, escuadra y cartabón, que lo delataba como estudiante de ingeniería.

Ambos chicos iban vestidos prácticamente idénticos, pues los dos portaban una chaqueta del equipo de fútbol de la universidad con corte americano, en llamativos colores púrpura, amarillo y blanco; y unos vaqueros azul claro de corte recto y tiro medio. El joven de la izquierda iba calzado con unas Nike Air Force blancas, mientras que el de la derecha llevaba unas Adidas negras con vistosos cordones amarillo neón.

一 ¿A dónde vais? 一 preguntaron al unísono.

Los tres chicos se miraron entre sí sin entender porque habían comenzado con ellos un interrogatorio de la nada. SeongHwa frunció el ceño.

一 ¿A la cafetería? 一 respondió con obviedad pues estaban prácticamente frente a ella.

一 ¿Acaso se os ha perdido alguien en la cafetería de nuestra facultad? 一 Espetó el de cabello azul celeste, con la cabeza alta mirándolos por encima del hombro al mismo tiempo que se cruzaba de brazos.

Ninguno de los tres se dignó a contestar al futuro médico. Lo miraron de abajo a arriba, se dieron media vuelta y siguieron caminando rumbo a la entrada del lugar como si no hubieran escuchado ni visto nada, hasta que el dúo dinámico los interceptó de nuevo.

一¿Ni siquiera tenéis la educación de responder cuando se os habla? 一 Contestó el estudiante de medicina sumergido repentinamente en la ira 一 Os lo voy a decir una vez y ya malditos letrasados-

一 YunHo, se te olvida un pequeño detalle: estos dos ni siquiera son de letras, son de artes. 一 Lo interrumpió su compañero con una media sonrisa.

一 Oh, ya veo 一 alzó las cejas con aire de burla 一 Subnormartes, ni me sorprende. Volved a la facultad de ciencias cuando por lo menos sepáis resolver una integral.

一 Perdónanos, pero preferiría que no me vieran hablando con alguien que comenta High School Musical 2 por Tuenti 一 Contraatacó SeongHwa, fuertemente molesto por la osadía de su contrario 一 Cuando dediques tu tiempo libre a resolver ecuaciones y me hables en binario en lugar de comunicarte en coreano, a lo mejor nos planteamos escucharte un ratito. Ahora apártate de mi vista, que estás usurpando mi sombra, desgraciado.

Ambos chicos borraron al instante las sonrisas en sus caras, reemplazandolas por una expresión turbada de desconcierto ante el repentino ataque. Mientras que San fue incapaz de contener la risa tras escuchar esa contestación de su compañero, SeongHwa no dejaba de fulminar a la pareja con su intensa mirada. YeoSang fue el primero en reaccionar, dándose la vuelta y agarrando los brazos de sus amigos para entrar de una vez a la cafetería y escapar de aquella incómoda atmósfera que se acababa de formar.

YunHo permaneció estático, con la mirada fija sobre la puerta por donde el trío acababa de desaparecer. Parecía que hubiera caído en trance.

De repente su compañero dio una fuerte palmada frente a sus narices, lo que hizo que el de ojos oscuros diera un salto sorprendido por el repentino sonido.

一 ¡MinGi! 一 Le gritó anonadado al mismo tiempo que se daba cuenta de que los tres jóvenes con los que acababa de discutir se habían disipado de su campo visual.

一 YunHo, por favor, no. O sea, no.

一 ¿Por favor no, qué? 一 Replicaba desconcertado.

一 Conozco ese tipo de trance.

一 No sé de qué me estás hablando.

Mientras que ambos jóvenes se quedaban hablando parados en la puerta de la cafetería, el trío calavera ya había tomado asiento en una de las amplias mesas redondas de su interior, lo más posible alejados del bullicio que formaban los estudiantes de arquitectura acerca de los proyectos de edificios que se traían entre manos. Se disponían a comer.

一 Venga, dispara 一 Se dirigió San a SeongHwa 一 No tenemos toda la tarde.

一 ¡Si tú tienes la tarde libre! 一 Replicó YeoSang con cierta tirria, a lo que rápidamente fue reprimido por un pisotón bajo la mesa propiciado por San, clavándole todo el borde de sus plataformas.

一 Pero esta noche tengo turno, así que cierras el pico 一 Le contestó con una irónica sonrisa que lo invitaba a callarse.

YeoSang le lanzó una mirada pulverizadora.

Finalmente SeongHwa, ajeno a la discusión, dejó de comer, tomó aire e inició la tan ansiada conversación:

一 Tengo que encontrar un trabajo a media jornada 一 Hizo una pausa 一 Ya, inmediatamente.

Sus dos amigos comenzaron a reírse sin piedad. No era muy propio de él querer de repente sustituir horas de su maravilloso tiempo haciendo nada por un trabajo.

一 Estás de coña 一 Le vaciló YeoSang 一 ¿Desde cuándo estás tú interesado en ponerte a trabajar?

一 Lo digo en serio 一 Dijo SeongHwa de forma firme, mirando fijamente a sus amigos. Estos dejaron las risas comprendiendo que, por una vez, SeongHwa había dicho eso con el objetivo de cumplirlo 一 A mis padres no les ha hecho ni puta gracia que el curso pasado me quedaran tres, entonces dicen que este año me toca a mí pagar la matrícula y las asignaturas que tengo suspensas. El caso es que estoy sin blanca; así que me las han pagado ellos con la condición de que les devuelva el dinero más adelante o me desheredan. Y como todavía no han creado un sistema que haga que el dinero caiga de los árboles, necesito buscarme la vida.

一 Pero el dinero es papel 一 observó San.

一 ¿Qué quieres decirnos con eso? 一 preguntó YeoSang arrepintiéndose enseguida por seguir su juego.

一 Pues que el papel sale de los árboles 一 San se encogió de hombros antes la obviedad innegable.

一 ¿Queréis dejaros de gilipolleces de una vez y ayudarme? Menudos amigos estáis hechos. 一 cortó el mayor dando un golpe en la mesa.

一 Mira SeongHwa, amigo 一 comenzó a hablar el de mechas rojas 一 Esta noche mismo hablo con mi jefa, y te hace un hueco. Que tú ya sabes que es una gran jefa. La mejor jefa de la historia. Además, le caes muy bien. Tenemos el problema resuelto.

SeongHwa soltó una profunda carcajada.

一 ¿Trabajar de camarero? Yo por ahí no paso, tengo más capacidad como para conformarme con tan poca cosa. Además, el sueldo no es suficiente.

一 Vale, vale, señor exigente ¿Pero cómo que el sueldo no es suficiente para pagar la matrícula y las asignaturas? ¿Necesitas robar un banco o qué?

一 Aquí hay algo que todavía no nos has contado, como que no te conocemos ya para saberlo 一 Añadió el de ojos azules.

一 YeoSang, no me seas escéptico. Os estoy exponiendo mi humilde problema e implorando vuestro sabio consejo.

一 SeongHwa, bonito, llevas suspendiendo materias desde que pisaste este campus. Y, este año de repente, tu madre dice de no pagarte las pendientes.

一 ¡Claro! Ya se ha hartado de mí, dice que ya tengo una edad como para tener que continuar dependiendo económicamente de ellos. Que en verdad, razón no le falta.

一 ¿Y no tienes dinero ahorrado por si acaso ocurriera algún imprevisto como este?

El joven de ojos violetas se daba cuenta de que la presión iba aumentando progresivamente. Se le estaban empezando a acabar las excusas y los ojos de sus amigos no se despegaban de su figura, observándolo con intensidad creciente. Así que finalmente se dispuso a relatar la parte omitida de la historia, moviendo lentamente sus ojos hacia abajo.

一 Veréis... Estas vacaciones tuve un pequeño percance.

一 Un percance 一 repitió YeoSang levantando una ceja.

一 Sí. Con una chica.

YeoSang detuvo en el aire la hamburguesa que estaba a punto de morder, y observó al mayor con expresión neutra. Sabía por dónde estaban yendo los tiros y no le estaba gustando nada lo que su intuición le decía. Sin embargo, San continuaba mirándolo confundido, esperando a que soltara los detalles sin saber muy bien qué pasaba.

一 Se me rompió el condón y la dejé preñada. Luego tuve que acompañarla a abortar y pagarle la mitad. Cosas que pasan.

Frente a él, sus dos amigos lo observaban inexpresivos. No sabían muy bien cómo procesar la información. YeoSang parpadeó un par de veces para reactivarse.

一 ¡Se te ha ido la puta cabeza! Tío, mira que yo me espero muchas cosas, y no precisamente buenas, de ti. Pero esto ya es demasiado.

Repentinamente, San escupió en su botella el último trago que había bebido y explotó en una fuerte risa que hizo eco en toda la cafetería, ganándose la atención de las mesas más cercanas a ellos.

一 ¿Por qué SeongHwa? ¿Por qué lo hiciste? Si nosotros queríamos ser tíos 一 Le vaciló descaradamente.

一 No San, no queremos ser tíos 一 Cortó el de ojos azules y de nuevo se dirigió al estudiante de bellas artes 一 Has caído muy bajo. El poco respeto que te tenía se está esfumando por segundos.

一 ¿Ahora has desarrollado complejo de madre o qué? Bastantes gritos he tenido que aguantar ya durante todas las vacaciones, encima que me responsabilizo de mis actos.

一 Mis condolencias a tu madre por tener que soportarte, sinceramente.

一 Luego soy yo el que no tiene cuidado, pero al menos no he causado ningún embarazo indeseado 一 Continuaba vacilando San entre risas.

一 Pues menos mal, porque peor que un mini SeongHwa en el mundo, es un mini San. 一 criticó el más bajo.

San se disponía a propiciarle una buena colleja a YeoSang, cuando de repente Seonghwa mandó callar con una palma sobre la mesa a sus amigos para concentrarse en una conversación que parecía tener lugar en el otro lado de la cafetería, donde estaban sentados YunHo y MinGi, rodeados de su séquito de amigos que se reían por literalmente cualquier tontería que saliera de sus bocas. Desde su posición, SeongHwa los observaba con los ojos bien abiertos, tratando de leer sus labios. Parecía un búho en alerta.

Entonces volvió a percibir un trozo del diálogo que aquellos dos mantenían.

一 Tío, no pierdas la oportunidad. No vas a encontrar una oferta de trabajo mejor en mucho tiempo. Puede ser tu salto a la fama, además tus padres son accionistas de la empresa. Ya sabes lo que quiere decir. Aunque no creo que te haga falta recurrir a eso, tienes dotes de modelo 一 Decía MinGi efusivamente.

一 Modelo... 一 musitó SeongHwa.

一 ¿Modelo? 一 preguntó San sin entender por qué el mayor soltaba esa palabra sin contexto.

一 ¿Debería intentarlo? Ser modelo, digo.

YeoSang reparó en que el de ojos violetas parecía estar con la antena puesta intentando enterarse de lo que hablaban los dos chicos que los habían interceptado a la entrada de la cafetería.

一 ¿En serio eso es una pregunta? Tío, estás buenísimo, cualquiera con buen gusto te elegiría a ti antes que al pelo piscina ese. 一 declaró YeoSang. San a su lado le daba la razón asintiendo con una sonrisa de medio lado.

Ahora que la oportunidad se le había aparecido a SeongHwa, ¿la tomaría o la dejaría pasar?

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