[Segundo homenaje para Luisargento. Todos los derechos reservados para su OC Federico Vairo]

https://youtu.be/2ttsP9hSDwI

Lúckacs se encontraba en las afueras de "Hexside", contemplando aquel partido de entrenamiento que estaban teniendo, sin embargo, el joven de cabello rubio seguía pensativo en quién era ese tal Federico Vairo. Nunca había oído algo así, ni siquiera sabían de dónde había salido, era como si hubiera aparecido de la nada...o no. 

Y justo, en aquel momento, el Teniente Primero se encontró con que aquel chico se hallaba en las gradas, observando aquel entrenamiento, por lo que aprovechó para ir hasta él y ver si podía solucionar aquella vieja refriega. 

Allí se hallaba el joven castaño, seguía en ese Mundo, a pesar de lo ocurrido con su amiga, el momento en el que había sido devuelto a la Tierra y la situación en la que se hallaba su familia por lo ocurrido con su hermano le habían llevado, junto a todo lo demás, a una situación donde no podía hallar la paz, salvo en las "Islas Hirvientes" y al lado de Boscha y sus amigos. Tenía la mirada clavada en el partido, no le sacaba los ojos de encima y de ahí aprovechaba para tratar de hallar un poco de calma para su atormentada mente. El último encuentro que tuvo con ese Lúckacs le había llevado a querer golpearlo y no podía negarlo, intentó lastimar a su novia, ¿cómo podía dejarlo ir en aquel momento?. Esa advertencia había quedado atrás y no hubo una pelea, pero...las cosas estaban por cambiar.

- Eres fácil de hallar, Federico Vairo.- Oyó una voz, cerró los ojos y respiró hondo, volteándose para ver a cierto rubio de uniforme imperial de Oficial negro, hallándose de pie unas gradas más arriba de donde se encontraba.

- No, boludo, soy el heladero, ¿queres palito, bombón o helado?.- Preguntó, de forma burlona hacia el joven.- Claro que soy yo. ¿Qué queres, Tanya Von Degurechaff de "La Salada"?.- Preguntó y pudo notar que el fuego empezaba a subirle desde los pies.

- ¿Sabes?. De donde vengo no hay por qué agredir, a menos de que tengas un motivo, a las personas que se hallan ante ti.- Señaló el rubio con seriedad.

- ¿Sí?. Mira vos. Lo dice el loquito que casi incendia media escuela junto a mi novia. Te dejé esa advertencia: Volves a amenazarla con bombardearla y te bajo, no solo los dientes, sino de que te patearé con tanta fuerza los huevos que no vas a tener hijos.- Le dejó ese aviso al chico, encarándolo.

Lúckacs rodó los ojos, no podía creer lo que había oído, sin embargo, mantuvo la calma.

- No vine a discutir contigo, ni tampoco a pelear. Solo vine para aclarar ciertas cosas.- Señaló y eso lo tomó por sorpresa al argentino, quien alzó una ceja ante esa "oferta de paz".- ¿Puedo sentarme?.

El castaño se encogió de hombros y le dejó un espacio para que pudiera tomar asiento a su lado.

- Tal vez empezamos con el pie izquierdo hace unos días atrás, pero créeme, somos personas diferentes en todo este asunto.- Señaló el rubio, mientras que comenzaba a hablar.

- Puede ser, aunque tampoco me fío de que vos no vuelvas a querer hacer alguna treta contra Boscha. Te lo dejo de una, porque esto no quiero que se convierta en una especie de "novela donde todo se soluciona con palabritas lindas".- Señaló el castaño con seriedad.

- Adelante, prefiero ir al grano y listo.- Sostuvo Lúckacs y eso lo sorprendió aún más al otro.

- Bien: Conocí a Luz, ya que de donde vengo, soy de Argentina pero vivo en EEUU junto a mi familia y todos nosotros, los Vairo, bueno...- En ese momento, su tono de voz dejó de lado la frialdad para abrirse un poco más ante el rubio.- ¿Cómo te lo digo?. Desde el inicio, estamos metidos en todo lo que es el tema de viajes a través de los Universos y viene para rato. En mi caso, al igual que mi hermano Gabriel, él estuvo en "Amphibia" y yo acá, en las "Islas Hirvientes" con Luz, pero las cosas no salieron como debían ser.- En ese momento se quedó callado, pensativo y de ahí pasó a tomar aire profundamente.- Cuando Eda fue capturada por el Emperador Belos, Luz...- De ahí, se volvió más frío.- Me devolvió a la Tierra para protegerme del peligro que representaba una lucha contra él y volví...para enterarme de que ella está con Amity.

- Pero si es muy amable.- Recalcó Lúckacs.- Mis hermanos y yo nos llevamos muy bien con ella. Al principio era alguien muy fría, distinta y hasta severa, pero luego se empezó a volverse más cálida.- Sostuvo el rubio en defensa de su amiga.

- Sí, sí, sí, decile al que tenes al lado, el que sentía algo por Luz y ahora mírame cómo quedé.- Le espetó Federico al Teniente Primero.- Además, sumale lo que tuve que vivir cuando el forro e hijo de re mil puta de Andrias invadió mi Mundo, en donde tuvo a Marcy bajo su control como si fuera el "Soldado del Invierno" y encima de todo, Gabriel, mi hermano mayor, está en coma. ¿Cómo te hace pensar de que esto se resolvió para mí?. Mi familia está destruida, ustedes no tienen ningún problema, total, ya le patearon el culo a Belos y los suyos pero sin lamentar bajas, yo sí la tengo aquí presente.- Habló con seriedad y se puso de pie.

- "No todos los cuentos tienen un final feliz".- Oyó esa frase, se volteó y vio que Lúckacs lo había dado.- Mi padre siempre lo ha dicho y te lo digo porque él ya vivió una cosa así, en el Pasado, cuando le mataron a toda su familia durante la "Guerra de los Balcanes" en los Años 90 y él fue único superviviente. Comprendo tu dolor, sé lo que se siente en que alguien esté en coma y no sepas cuándo despertará o peor, las muertes que uno tiene que atravesar.

Federico se quedó callado, el entrenamiento seguía, no le dirigía la mirada al rubio, solo se quedaba callado y de ahí giró la vista para encararlo.

- Dime una cosa: ¿De qué te servirá estar cargando todo eso sobre tu espalda?. Seguirá aumentando su peso hasta que te aplaste. Piensa en tu hermano, tal vez, un día, él se despierte y puedas volver a vivir aventuras a su lado y con Boscha.- Señaló el rubio, mientras que se ponía de pie.- No lo sé, es mi punto de vista. No puedo ver el Futuro, no soy adivino, ni siquiera podremos saber qué haremos el día de mañana. Sigue adelante con tu vida, debes sentirte orgulloso de tu hermano, lo que me has dicho sobre él, luchó para salvar a tu Mundo de un desgraciado, pero ahora, tu camino depende de ti, en cómo uses el tiempo que tienes: Vive, amigo. Es todo lo que puedo decir.- Sostuvo el rubio y de ahí se oyó un silbato que ponía fin al entrenamiento. 

Boscha y sus amigas habían terminado con sus prácticas y la tres ojos iba hacia donde estaba su novio. Lúckacs se puso de pie, agarró el sobre todo gris niebla que llevaba consigo y se lo volvió a colocar; listo para irse de allí.

- Esperá un toque.- Pidió el castaño de Argentino, mientras que el otro se volteaba para verlo.- Eso que me has dicho, acerca de vivirme mi vida y tratar de superar esto, lo iré haciendo paso a paso. No será fácil para mí, pero me alegra haber recibido, aunque fuera de ti, inclusive, esa ayuda emocional. Gracias, loco.- Dijo éste y le tendió su mano.

- Una amistad no surge de la nada, se tiene que construir de a poco, desde los cimientos, pero me alegra saber eso de que te servirá.- Sostuvo Lúckacs, estrechándosela.

- Me llevará un tiempo hasta que diga que estoy totalmente recuperado después de todo lo que viví, pero te agradezco un montón lo que hiciste por mí.- Finalizó y ambos sellaron ese "acuerdo de paz" entre ambos.

Una vez concluida esa "tarea", ambos fueron por sus caminos separados. Fede se fue con Boscha, mientras que Lúckacs se dirigió hacia "Hexside" para reunirse con los suyos, después de haber instalado esos "cimientos" y que llevaría su tiempo en construirse aquello que podría ser una amistad pero más adelante, en el Futuro.