Capítulo 56
~Félix~
Estaba paralizado en mi posición, no podía creerlo... simplemente no podía.
-Bridgette.- Nathalie corrió hacia la camilla y envolvió en sus brazos a su hija.- estas despierta, estas aquí mi niña.- la besó repetidas veces derramando lágrimas por sus mejillas.
-Mamá estoy bien.- respondió y aun así no podía moverme de mi lugar.
No se cuanto tiempo pasó, pero sentí que alguien tomó mi mano, una calidez inexplicable se centró en mi pecho y volteé a mi costado levemente encontrando a la chica de cabello rojo viéndome con una sonrisa en sus labios.
-Ve con ella... te ha esperado por mucho.- habló con suavidad.- aprovecha la segunda oportunidad que te da la vida.
-T-tú... .- sonrió.- ¿tu hiciste esto?.- pregunté con un hilo de voz.
-Yo solo usé mi poder para reparar los daños.- apretó mi mano y luego miró hacia al frente e imité su acción.
-Félix... .- Bridgette me llamó y Nathalie se separó un momento de ella, pero no podía moverme.- Félix, ¿por qué no vienes?.- sus ojos azules me veían fijamente.
Había imaginado tantas veces el momento en que pudiera volver a ver sus hermosos ojos abiertos y oír su dulce voz... tantas veces que ya había perdido la cuenta.
Tragué con dificultad sintiendo como la chica a mi lado me daba un leve empujón soltando mi mano.
Sentía que en cualquier momento mis pulmones colapsarían, mis manos comenzaron a sudar al mismo tiempo que temblaban y mis piernas estaban de igual forma, pude dar un paso adelante y Nathalie se hizo a un lado cuando llegué a un lado de la camilla.
-Amor... .- mi corazón se estrujó dentro de mi pecho al oír esa palabra salir de sus labios.- ven.- susurró y me senté frente a ella a una distancia prudente, pero frunció levemente el ceño.- ¿por qué estás tan lejos?.-preguntó algo molesta y yo solo observaba cada gesto que hacía.
No quería tocarla, no quería que esto fuera otro de mis sueños y no quería hacerle daño... No merecía tocarla ni siquiera un poco, pero ella tomó mi mano rápidamente y me jaló en su dirección abrazandome.
-Por favor no te quedes callado Félix... .- musitó. Sentí como su corazón comenzó a latir con fuerza y no pude contener más el llanto, dejé caer las lágrimas sin contención alguna.
No podía dejar de llorar, no podía hablar en lo absoluto, lo intenté pero no pude. Me aferré a ella con fuerza, cerrando mis ojos de la misma manera, ahogué mis sollozos contra su cuerpo y ella peinó mi cabello suavemente.
-Pe-perdoname... l-lo siento tanto... .-fue lo único que podía decir.- perdón...
Tenía hace mucho esas palabras en mi garganta y ahora tenía la oportunidad de pedirle perdón por todo lo que le hice y por todo lo malo que le dije.
-No tienes que pedirme disculpas por nada, amor... yo no te culpo de nada.- soltó con una voz tan suave que me estremeció por completo.
-Y-yo... .- negué repetidas veces con la cabeza.- fue mi culpa, el accidente y... dios...
-No lo fue, no te culpes. Me dolió en el alma oír como te culpaste todo este tiempo... todos los días.- me intentó separar de ella, pero me aferré con más fuerza.- por favor déjame verte.- negué nuevamente con mi cabeza.- Félix, déjame verte.- me sujetó con fuerza y tomó mi rostro con ambas manos, pero no podía abrir mis ojos.- mírame.
-No puedo verte a la cara.- limpió mi rostro con sus manos, pero fue inútil ya que las lágrimas no paraban.
-Pero yo quiero que lo hagas.- sentí como juntó su frente con la mía y suspiré.- mírame...
-No puedo...
-Escúchame entonces.- sentí sus labios rozar los míos.- te amo mas que nada en este mundo y no te culpo por el accidente, así que por favor no te culpes tu.
-Brid... pero nuestro...
-Es hermoso, ¿sabes?.- rió levemente.- hubiera tenido tus ojos.- sentí una punzada en mi pecho y la miré por fin.- te ama con todo su corazoncito aunque no pueda estar con nosotros.
-Co-cómo...
-Era un niño igual a ti, precioso en todo el sentido de la palabra. No estés triste por él, porque está muy feliz donde se encuentra. Nuestro hijo está bien y algún día podremos ir con él, pero aun no es el momento amor.
-Bridgette... .- intentaba controlar mi voz, pero era imposible.
-Nunca te había visto llorar de esta manera, creo que alguien debería grabarlo.- rió y tomé su rostro con ambas manos limpiando tambien las lágrimas que corrían por sus mejillas.
-Te extrañé tanto...
-Lo sé, podía oírte cada día y créeme que yo te extrañé mucho también.
-No merezco tu perdón, no merezco que estés en mis brazos ahora...
-Claro que si. Por favor dime que me amas también, necesito oírlo... Félix... No quiero que nos separemos otra vez.
-¿Hablas en serio?.- sonrió.
-¿Por qué lo dudas?.- cuestionó.- por favor no te alejes de mi. Quiero que seamos felices juntos, quiero recuperar estos años a tu lado... .- no podía creer que esto estuviera sucediendo.
-Estás tan hermosa... .- sollozó.- como la primera vez que te vi.
-La primera vez que me viste te hice caer al suelo.- rió.- caí sobre ti y me miraste mal.
-Eso no quita que me parecieras hermosa... .- acaricié sus mejillas y cerró sus ojos.- llenaste mi vida de color como nadie. Eres la única mujer que ha llegado a mi corazón, eres la única en mi vida Bridgette y quiero agradecerte todo lo que hiciste por mi, porque eres lo mas hermoso que tengo... perdón por no haberlo dicho antes, perdón por ser un idiota contigo, perdón por haberte dicho esas cosas aquella vez... y-yo... lo siento tanto, te lastimé, te lastimé horriblemente y jamás podré perdonarmelo.
-Pero yo si puedo... porque te amo.
-Te lo juro por mi vida que haré todo lo que esté en mis manos para hacerte sonreír hasta el último día de nuestras vidas... Brid... .- llamé por lo bajo y abrió sus ojos viéndome fijamente.- te amo mi pequeño torbellino y jamás dejaré de hacerlo.- se abrazó a mi cuello con fuerza.- te amo... y lo diré hasta que te canses.-comenzó a llorar más audiblemente.-te amo...
-Nunca me cansaré de oirte. Nunca.- la separé un poco de mí y la besé, cerré mis ojos con fuerza sintiendo la calidez de sus labios contra los míos.
-Casate conmigo... .- susurré cuando nos separamos y abrió un poco mas sus azules.
-¿Qué?.- pregunto en un hilo de voz.
-Que te cases conmigo... ahora no tengo un anillo, ni es la mejor ni la más romántica proposición, pero...
-¡Si!, ¡si quiero!.- exclamó y se abalanzó contra mis labios. Sentí a mis espaldas como empezaban a aplaudir y nos separamos luego de unos segundos.
Nathalie se acercó a nosotros y nos abrazó a los dos con mucha fuerza.
-Así se hace Félix.-oí a Nino a mis espaldas y me volteé viéndolos a todos.
-Felicidades primo.- Adrien se acercó y me dio un medio abrazo para luego abrazar a Bridgette.- felicidades Brid... me da gusto verte otra vez.
-Hey tu.- la voz de Marinette me sobresaltó y me abrazó con fuerza.- felicidades... mereces ser feliz señor egocéntrico.- musitó y correspondí a su abrazo.- te dije que todo se solucionaría.
-Gracias Marinette... de verdad gracias, de no ser por ti hubiera perdido la esperanza.- cerré mis ojos con fuerza y la oí reír bajo mis brazos.
-Yo no hice nada.
-Me diste apoyo cuando más lo necesitaba y eso que me comporté como un idiota.
-Pero ahora entiendo porque... ahora entiendo muchas cosas y he de admitir que me sorprende que Bridgette y yo nos parezcamos tanto.-se separó un momento de mi.- aprovecha esta oportunidad y no seas un idiota.- frunció levemente el ceño y me empujó con su puño.
-Creo que el embarazo te tiene algo cambiante de humor.- soltó un bufido y solté una carcajada.
-No me haces gracia Agreste.- se cruzó de brazos.
-Hey, ¿Qué le dices a mi hermosa princesa?.- se acercó Adrien y apretó sus mejillas haciendo que soltara una risa besando sus labios castamente.- ¿que pasó Bugaboo?, ¿debo golpear a este sujeto de aquí?
-Oye, aun estoy aquí.-me ignoró y la abrazó girando con ella.
-Lo colgaré de la Torre Eiffel si es necesario, amor.- musitó.
-Por ahora no será necesario.- respondió ella e inevitablemente rodé los ojos.
-Estúpidos empalagosos.- solté y sentí que se colgaban de mi cuello por la espalda.
-¿Y no quieres que te haga mimos?.- susurraron en mi oído y me giré quedando frente a mi prometida.
-Bridgette, acabas de despertar y ya estas caminando.- la regañé tomandola en brazos para llevarla a la camilla.
-Pero si estoy perfectamente bien, mejor dicho... milagrosamente bien.- se sujetó de ir y besó mi mejilla, pero de todos modos la dejé en la camilla.
-No importa, no quiero que te pase nada.
-Deberías confiar en mi poder.- la chica de cabello rojo su acercó a nosotros junto al pelinegro con orejas de gato.
-Mi azuquitar tiene razón. Bridgette estará perfectamente.
-Tu eres... .- lo miré y sonrió con sus colmillos.
-El gato volador que habla.-respondió soltando una carcajada y entrecerre mis ojos.- deberías haber visto tu cara.
-Plagg, no te burles... .- la chica de rojo lo codeó levemente.
~Luka~
Por fin había acabado todo... nunca imaginé que terminaría siendo uno de los héroes de París enfrentando a sombras.
Me sentía muy feliz por Félix, sin duda había sufrido mucho y ahora se notaba a kilometros la enorme felicidad que tenía. Marinette estaba bien, Adrien también y su bebé... sobretodo su bebé también.
Alya y Nino se habían acercado a Adrien y Mari, mientras que Chloe hablaba con aquel anciano de playera hawaiana junto a una chica rubia con traje de abeja. Parecía muy entusiasmada en su conversación.
Nathalie estaba junto a el señor Agreste hablando, se veía que lamentaba mucho lo sucedido, pero de todas formas se mostraba más feliz al tener a su hija devuelta y yo por otro lado... los miré a todos para después ladear el rostro a mi compañera castaña quien también los observaba.
No se por cuando me quedé viéndola, creo que notó mi mirar ya que se volteó conectando sus ojos con los míos.
-¿Qué sucede?.- preguntó extrañada.- ¿tengo algo?.- tocó su rostro pero rápidamente quité sus manos poniendo las mías en su lugar.- Luka...
-Fanny... tuve miedo de perderte.- me acerqué a ella y junté su frente con la mía.- y no quiero sentir eso otra vez.- me quedó mirando.
-¿A que te refieres?.- musitó.
-Que yo... yo también te quiero... y no como una amiga, yo te quiero de verdad.- vi sus ojos cristalizarse levemente.- quédate conmigo.- una lágrima cayó por su mejilla.- si quieres ir despacio lo entiendo, pero quédate conmigo aquí en París... si quieres voy a hablar con tus padres, no me importa, pero no quiero tenerte lejos un solo minuto.
-¿L-lo dices en serio?.- asentí.
-Perdón por demorarme en darme cuenta, soy un idiota... Pero eso lo supiste desde que me viste.- soltó una pequeña risa.
-Claro que si... pero eres mi idiota.- sonrió e inevitablemente hice lo mismo.
-No te presionaré, déjame enamorarte de verdad... iremos a cenar, te enseñaré todo París y te cantaré una canción... se que te gusta oírme tocar la guitarra.- sus mejillas se pusieron levemente rojas.- se que te parabas en mi puerta para escucharme allá en Canadá.
-Y-yo...
-Te quiero.-me abrazó y besé su cabeza cerrando mis ojos para sentir su calor junto su perfume que cada vez me llevaba a lo mas alto de las nubes.
-Yo también te quiero, Luka.
-Te prometo que haré que olvides todo lo malo que pasaste y cuidaré tu corazón como lo más sagrado que pueda existir.
-Mi portador es un amor total.- una voz femenina nos hizo separarnos y volteamos a ver la chica de vestido azul con algunas plumas.
-Duusu, arruinaste el momento.- habló el chico de cabello violeta a su lado y ella limpió sus mejillas.
-Admite que esto es hermoso Nooroo.- tomó su brazo y él sonrió viendo luego a Fanny.
-Ustedes son... .- cuestionó mi nov... mi casi novia y ellos asintieron.
-Sus kwamis, queridos primeros portadores.- respondió la que al parecer era Duusu.
-Soy servicial, pero puedes llamarme Nooroo.- el joven de violeta tomó la mano de Fanny haciendo una leve reverencia.
-Eres muy dulce.- ella lo abrazó con fuerza.- eres esa cosita voladora.- el abrió un poco mas sus ojos aún sin corresponder el abrazo.- gracias por ayudarme a vencer esas cosas oscuras.
-Y-yo... .-vi sus ojos cristalizarse, pero sonrió correspondiendo el abrazo.- nunca me habían agradecido por eso... .- se quedaron así por varios minutos y Duusu se acercó viendome son una sonrisa.
-Realmente me siento muy feliz que seas mi portador.- soltó y me sentí extrañamente feliz por sus palabras.- eres un buen chico.- comenzó a derramar algunas lágrimas.
-Oye, no llores... .- me abrazó con fuerza.
-Gracias por ser mi portador.- me quedé un momento estático, pero luego correspondí.
-Gracias a ti por ser mi kwami, eres genial.- sentí que sonreía.
En eso una fuerte luz comenzó a brillar de la nada y rápidamente puse a Fanny junto a Duusu detrás de mí y Nooroo se puso a mi lado.
Vi como Adrien ponía detrás suyo a Marinette y Plagg se acercó a él enseguida junto a Tikki.
Todos se pusieron alertas en posición de ataque y luego de unos minutos mas aquella luz se fue apagando lentamente, dejando a la vista una mujer.
Ella abrió lentamente sus ojos y conectó su mirada con la mía un momento, pude notar el verde de sus gemas y su cabello era rubio. Portada un vestido blanco hasta sus pies, lo cuáles estaban descalzos. Se giró rápidamente algo desorientada y se quedó quieta en su lugar al ver al señor Agreste.
Adrien abrió más sus ojos y avanzó hasta ella. No entendía que sucedía en lo absoluto.
-¿Mamá?.- cuestionó y abrí más mis ojos al oírlo decir aquello... ¿acaso ella es su madre?
-Emilie.- el señor Agreste dio un paso adelante y ella sonrió.
-Gabriel... Adrien... .- abrió sus brazos y ambos casi corrieron hacia ella abrazandola.- los extrañé tanto...
-Emilie... .- musitó Duusu y volteé a verla a mi costado, estaba llorando.- está aquí. Emilie ha vuelto.
"Todos merecemos una segunda oportunidad y cuando llega debemos aprovecharla al máximo, ya que esas cosas no siempre ocurren."
-Capítulo dedicado en memoria de Stan Lee.
1922-2018
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro