~Adrien~

Luego de que aquella luz se hiciera presente, Marinette y yo aparecimos en la azotea del hospital, ni idea de porque siendo de que estábamos con Supremo.

Todo estaba siendo un completo caos, Alya, Luka, Chloe y al parecer Nino estaban transformados peleando con las sombras. Rápidamente puse a Marinette detrás de mí y Plagg estaba como kwami volando a mi costado.

-¡Adrien!, ¡debemos ayudarlos!.- habló mi bichito y me giré tomándola de los hombros.

-No. Tu te quedas aquí a salvo.- la miré fijamente y tomó mi rostro con ambas manos.

-Escúchame, debo ayudarles. Los akumas sombra son almas corrompidas.- negué repetidas veces.

-Recuerda lo que dijo el ser Supremo, no puedes moverte mucho.- miré a Tikki.- no permitas que se tranforme, por favor.

-P-pero...

-Marinette, escúchame. Todo estará bien, lo prometo.- tomé su rostro y besé casi por un segundo sus labios antes de girarme, miré a Plagg el cual había sacado un trozo de queso de mi bolsillo y lo comió.- ¿listo?

-Siempre.- respondió corrí hacia el frente.

-¡Plagga las garras!.- exclamé y el traje se puso sobre mi, saqué mi barra de mi espalda y me uní a mis compañeros.

-¡Ya era hora, viejo!.- exclamó Nino quien traía un traje verde junto a un escudo.

-Siento la demora.- nos pusimos en círculos y las sombras nos rodearon por completo, eran muchas más que antes.- Le Paon.- llamé, me miró de reojo y asintió captando mi mensaje.

Luka alzó sus brazos y se elevó sobre nosotros.

-¡Vienen más!.- exclamó viendo por todos lados.- ¡son demasiados!

Una de las sombras atacó a Chloe, pero esta rápidamente la esquivó y cuando iba a golpearla nuevamente me interpuse recibiendo el impacto.

-¡Chat Noir!.- gritó mi amiga corriendo hacia mi, pero fue interceptada por otra sombra.

Me golpeé contra una de las paredes y cuando abrí mis ojos vi a Marinette acercarse, pero alcé la mano para que retrocediera.

-¡No!, ¡sal de aquí!.- le grité, cerró sus ojos ignorandome y corrió hacia mi.- ¡Marinette!

Me ayudó a levantarme e hice una mueca de dolor por el golpe que había recibido.

-Entiende que eres mi compañero y nunca te dejaré sólo, no permitiré que algo te pase otra vez.- hizo que rodeara sus hombros con mi brazo y me arrastró hacia otro extremo.

-Quiero que te vayas ahora.- hablé lo más firme que mi voz me permitió y bufó.- no estoy jugando, Marinette.

-Y yo tampoco.- respondió viéndome a los ojos.- estúpido gato.- me separé de ella y frunció el ceño en mi dirección.

-Tu eres mi prioridad. Tu y nuestro hijo, ahora vete de aquí o te sacaré yo mismo.- tragué con dificultad, nunca le había hablado así en mi vida. Vi sus ojos cristalizarse, pero negó con la cabeza.

-Soy Ladybug y puedo ayudar.

-No puedes hacer fuerzas, no puedes transformarte para usar tus poderes.

-Ella es Ladybug con o sin mi.- la voz de Tikki se hizo presente y los gritos de mis compañeros se oyeron de fondo.

-¡Chat Noir!.- gritó Luka y me giré a verlo.-¡rodearon el edificio!.- aterrizó y continuó ayudando a los demás.

Alya fue alcanzada por una sombra y la lanzó lejos del edificio, pero rápidamente Nino la alcanzó e interceptó un ataque con su escudo.

-Sabes que debo ayudar.- habló Marinette nuevamente y me volteé hacia ella.- Adrien, por favor.

-Pero...

-¿Confías en mi?.- me miró con sus hermosos ojos azules.

Apreté mis puños con fuerza a mis costados, intentando tomar aire en mis pulmones para darme la fuerza. Confiaba más en ella que en mi mismo.

-Siempre.- respondí y sonrió.- recuerda que tenemos una promesa.

-Y nuestras promesas jamás las rompimos.- agregó.- ve y ayúdalos, tengo un plan.- asentí y volví a emprender camino hacia la batalla.

-¡Te amo!.- le grité a mis espaldas.

-¡Y yo más!.- oí responder y alcé mi barra contra las sombras aunque esta sólo las atravesara, capté su atención y liberé a Luka de su prisión.

~Marinette~

-¿Qué harás, Marinette?.- preguntó mi pequeña kwami y le sonreí.

-Ya lo sabes Tikki.- busqué con la mirada a Nathalie, si alguien podía detener esto sería ella.

Divisé a mi costado a Gabriel recostado contra una pared en el piso, se veía algo débil con algunas heridas, Félix estaba arrastrando al maestro Fu hacia la misma dirección donde estaba el señor Agreste. Me acerqué lo más rápido posible y luego vi a Nathalie yendo hacia la camilla donde estaba Bridgette, la comenzó a arrastrar para alejarla de la batalla y Félix rápidamente fue a ayudarla.

-¡Nathalie!.- le grité y alzó la vista hacia mi luego de que pudieran mover la camilla a un lugar "seguro".- debes detener las sombras.- me paré frente a ella y sentí mi cuerpo aflojarse.

-Marinette.- sentí los brazos de Félix rodearme evitando que cayera.

-Nathalie.- hablé nuevamente y me miró con preocupación.

-Perdí el control de las almas, no puedo hacer nada. Lo intento, pero no puedo.- apretó sus puños.

-Tienes que hacerlo.- intenté alzar la voz, pero me fue imposible posible.

-Marinette, no puedes hacer movimientos bruscos.- habló mi kwami.

-Te sacaré de aquí.- Félix iba a tomarme en brazos, pero lo detuve.

-N-no... debo ayudarlos... Es mi deber.- me afirmé de sus brazos.- Necesito una solución, debo pensar, debo... Tikki.- la miré y se posó frente a mi.

-No, no puedes transformarte. No podre protegerte y al bebé tampoco.- negó repetidas veces.

-Están en peligro .- volteé a ver a Adrien y estaban casi en las ultimas, intentaban protegerse lo más que podían, pero todo se llenaba de más almas oscuras.- debo usar el miraculous...

-No puedes hacer eso.- Félix tomó mis hombros haciendo que lo viera.- Marinette, no permitiré que te pongas en peligro a ti y a mi sobrino.

-Soy la única que puede restaurar todo, soy la única alma pura.- miré a mi kwami fijamente y frunció los labios quedándose quieta un momento, como si pensara en algo.

-Marinette... .- la débil voz del maestro se hizo presente y Félix me ayudó a acercarme. Me puse de rodillas frente a él sujetando su mano.

-Maestro, no hable. Esta muy débil por las sombras.- sonrió levemente y abrió sus ojos un poco.

-Eres una autentica Ladybug... .- tosió un poco.- sigue tu instinto... recuerda que son almas corrompidas.- me quedé un momento en silencio asimilando lo que me dijo y todo vino a mi de golpe.

Son almas corrompidas... ¡Son almas akumatizadas! Y si no puedo transformarme para purificarlas, conozco a alguien que puede quitarles su poder... alguien fuerte.

-¡Eso es!.- me puse de pie ayudadome de Félix y busqué con la mirada.

-¡Marinette!, ¡aquí está!.- oí la voz de mi kwami y apareció frente a mi con el broche de la mariposa.- toma.

-Gracias.- respondí y lo tomé con mis manos inspeccionandolo por unos segundos.

-Confía en ti.- musito mi rojiza amiga y asentí firme en ni posición.

Me enderece lo más que pude buscando por todos lados, hasta que encontré lo que buscaba. Me solté de Félix casi de improvisto y use mis últimas fuerzas en acercarme a la castaña que estaba aún inconsciente en el suelo.

-Fanny .-caí el suelo frente a ella y comencé a moverla con mi mano.- debes reaccionar.

-Niña, despierta.- Tikki tocó su mejilla y ella frunció el ceño con una mueca de dolor.

-Despierta.-la moví con más fuerza y abrió sus ojos lentamente.- Fanny.

-¿Marinette?.- tomó su cabeza y esta tenía sangre.

-No hay tiempo.- tomé su mano.- eres la única que puede detener esto.- me miró un poco mas lúcida sentándose en su lugar.- sabrás que hacer.- dejé el miraculous de la mariposa en su mano.

-¿Qué?.- miró el broche y una luz muy brillante nos cegó, dejando luego de unos segundos a Nooroo frente a nosotros.

-Es un primer portador.- habló mi kwami.- ¡ella es un primer portador!

-Soy Nooroo y soy tu kwami, solo debes decir... Nooroo alas negras.- habló el pequeño violáceo frente a ella.

-Por favor Fanny, hazlo ahora.- miró al kwami y luego a mi casi todo en un segundo.

Puso el broche en su pecho poniéndose de pie, viendo hacia mis demás compañeros luchando.

-¡Nooroo alas negras!.- exclamó y un traje violeta apareció sobre ella, cubriendo sus ojos con un antifaz con forma de mariposa, sujetaba un bastón en su mano y su cabello caía libre con algunas ondas.

-Sólo debes extraer sus akumas.- hablé poniéndome también de pie a su costado y me miró con algo de inseguridad.- puedes hacerlo, está en tus venas..- asintió y dio un paso hacia adelante.

Fanny se acercó y alzó las manos junto con su bastón poniendolo al frente, una luz violeta se formó en la punta de este.

-¡Son muy fuertes!.- me gritó hacia atrás.

-¡Es tu poder!.- le respondí.- ¡debes quitarles lo que es tuyo!

Volvió a su acción anterior, esta vez con más fuerza y la luz se hizo más brillante. Las sombras comenzaron a retroceder de los demás héroes con dificultad, pero otras se acercaron ahora contra Fanny.

-¡Chat!.- grité lo más fuerte que pude llamando su atención.- ¡deben protegerla!

-Marinette.- Félix me tomó de los hombros jalandome hacia atrás.- ven, debo sacarte de aquí.- no tenia fuerzas para negarme y me tomó el brazos, descansé mi mejilla en su pecho y las lágrimas por el dolor comenzaron a derramarse.

-Félix... .- musité, pero él no me miró y me siguió cargando llevándome donde estaba Gabriel junto al maestro.-Félix... me duele.

-Estarás bien, tranquila.- me respondió por fin apoyando su espalda contra la pared deslizándose así hacia abajo conmigo aún en brazos.- ellos lo arreglarán, no te preocupes.

Alcé mi vista a sus ojos verdes, casi como los de Adrien... pero más oscuros, tragué con dificultad sintiendo que el aire comenzaba a faltar en mis pulmones.

-Lo siento... .- las palabras se atascaron con mi garganta y Félix tomó mi rostro con su mano, estaba un poco fría.

-Oye, Marinette.- me movió un poco, pero no podía responderle.- ¡Marinette!, ¡responde!.- lo oí cada vez más lejos y la vista comenzó a volverse borrosa.- oye, no puedes dormirte... ¡Marinette!.- vi sus ojos cristalizarse y no podía hacer nada... di un último respiro sintiendo las lágrimas de Félix sobre mi mejilla.

~Adrien~

Todos nos pusimos alrededor de Fanny mientras ella intentaba extraer los akumas de las almas, eran demasiados y prácticamente estábamos recibiendo los golpes por ella mas que nada, ya que no podíamos atacarlos, solo los atravesabamos.

-¡Cuidado!.- Nino me hizo a un lado y ambos caímos al suelo.

-¡Rena!.- le grité a Alya.- ¡tu poder!.- asintió luego de esquivar un ataque de una de las sombras y alzó su flauta tocando una melodía.

Aparecieron copias de nosotros por todos lados y algunas de las sombras fueron tras ellos liberandonos un poco de ellos.

-¡Eso no durará mucho!.- se dirigió a nosotros ayudándonos a ponernos de pie.

-¡Queen bee!, ¡detrás de ti!.- exclamó Luka antes de que un akuma la golpeara y esta se agachó.

-¡Gracias Le Paon!.- respondió.- ¡nuestras armas no funcionan contra ellos!

-¡Debemos resistir!.- hablé.- ¡ella debe extraer los akumas!.- apunté a la castaña que seguía con su cometido.

-¡Son demasiados!.- hablo Fanny frunciendo el ceño haciendo más presión con su bastón.

-Dile que hable con Nooroo, él le ayudará.- me habló Plagg.

-¡Habla con Nooroo!, ¡intensifica su poder!.- cerró sus ojos con fuerza y asintió.

-¡Chat Noir!, ¡agachate!.- oí a Luka y le hice caso esquivando así un golpe que veía desde atrás. Este tipo veía todo antes de que sucediera.

El beep del miraculous de Alya sonó y Nino rápidamente la cubrió con su escudo.

Luego de una tortuosa batalla, llena de golpes, heridas y más. Salió una fuerte luz del bastón que portaba Fanny y de las sombras salieron mariposas oscuras transformándose en blancas, la energía violeta era atraída al bastón y las almas fueron disipandose una por una.

La castaña cayó de rodillas cuando la última alma desapareció.

-¡Fanny!.- Luka se acercó a ella tomando su rostro con ambas manos.

-Estoy bien, solo estoy algo cansada... .- musitó.

-Lo hiciste bien.- Luka apegó su frente a la de ella y esta sonrió.

-Tu también pajarito.- respondió ella con tono burlón y Luka soltó una carcajada.

Me acerqué a ellos, pero sentí una presión en mi pecho y me giré buscando a Marinette con la mirada, entonces la divisé en brazos de Félix y este se acercaba hacia mi.

Mi cuerpo se paralizó y el aire no pasó por mis pulmones, sentía mi corazón latir con mucha fuerza y se destrozó en mil pedazos cuando vi su mano caer hacia un lado.

-Marinette... .- mi primo llegó frente a mi con lágrimas en sus ojos.

-Adrien, ella... .- cerró sus ojos con fuerza y rápidamente la tomé en mis brazos posandome en el suelo.

-Marinette, despierta.- corrí su flequillo con mi mano y moví su rostro con una de mis manos, estaba pálida y completamente fría.- ¡Marinette!.- mi voz se quebró el no recibir respuesta alguna.- oye, no puedes... no... .- la  moví con más fuerza, pero no reaccionaba.- ¡Marinette!, ¡respondeme!.- mis ojos se llenaron de lágrimas y me acerqué a su pecho para oír su corazón, pero este no latía.- ¡Ma-marinette!, ¡p-por favor!.- me aferré con fuerza a su cuerpo y junté su frente con la mía para sentir su respiración, pero no estaba... no respiraba.- ¡No!, ¡lo prometiste!.- solté con rabia y bajé el volumen rozando sus labios con los mios.- lo prometiste... .- mis lagrimas cayeron sobre sus párpados.- Marinette... p-por fa-favor... seremos una familia... no puedo estar sin ti...

-A-adrien...  .-sentí que tocaron mi hombro, pero quité esa mano con rudeza.

-¡Largo!, ¡fuera de aquí todos!.- grité aferrandome con fuerza a sus cuerpo cerrando mis ojos y respirando sus aroma, quería que me abrazara, quería oír su voz, quería ver sus sonrisa y sus ojos.- una familia... seremos una familia... Marinette... seremos una familia y viviremos en la cabaña, prometiste que estarías conmigo por toda la eternidad... .- susurré con el nudo en la garganta, podía oír como lloraban a mis espaldas y mi mente se aclaró. Alcé mi mano.

-¡Adrien!.- oí a Luka y este hizo contacto visual conmigo un momento.

-¡Cataclismo!.- exclamé y puse la mano en mi pecho cerrando mis ojos con fuerza.

"-¿Darías todo por amor?

-De eso se trata vivir, ¿no?

Muchos dan sin recibir nada a cambio, pero lo mejor es cuando das todo de ti sin arrepentimiento alguno."