Capítulo 50
~Adrien~
Nos subimos todos a mi auto, Plagg estaba a mi costado sentado en el hombro de Luka y Alya atrás.
-¿A donde vamos?.- preguntó la morena apoyandose entre los asientos.
-Al departamento de Marinette.- respondí pisando el acelerador.
-Pero... ¿no deberíamos ir por el akuma?.- cuestionó nuevamente.
-Es peligroso que vayan así, necesitaremos un poco de ayuda extra.- miré a Plagg y asintió.
-Si vamos a la casa de Mari, no vayas por la principal. Hay mucha gente y autos parados, de milagro logramos pasar con mi moto con Fanny.- habló mi amigo y giré el volante para tomar otra ruta.
Se podían oír gritos a lo lejos y un que otro derrumbe de edificios, debíamos apresurarnos o esto realmente se pondría feo. No teníamos a Ladybug para reparar los daños y eso sin duda eran un gran problema.
-Afirmense.- hablé y Luka se sujetó de la manilla sobre su cabeza y Alya se hizo hacia atrás.
Pisé el acelerador a fondo esquivando los autos y pasando más de una luz roja.
Unos cuantos minutos mas llegamos al edificio y subimos todos al mismo tiempo, el ascensor fue una tortura por los nervios que cargabamos los cuatro. Cuando por fin llegamos al piso, Plagg fue el primero en atravesar las puertas metálicas y voló hacia el departamento abriendo la cerradura, apuramos el paso y entramos en el lugar.
Lo primero que hice fue ir a la habitación de Marinette y buscar en el último cajón donde guardaba sus sábanas. La caja quedó al descubierto y la saqué llevándola hacia la sala dejándola en la mesa, Luka y Alya se acercaron observándola detenidamente.
-¿Qué es eso?. - cuestionó Luka y abrí la caja.
-Esos son... .- musitó Alya y asentí.
-Son los demás prodigios.- Plagg se puso frente a mi viéndome detenidamente.
-Escoge sabiamente, no es algo a la ligera.-pocas veces veía a mi kwami tan serio y eso me aterraba entomemente. Definitivamente Tikki le hace falta.- necesitamos que puedan contener el poder.
Tomé aire viendo los prodigios que habían en la caja y tomé el miraculous del zorro, girandome hacia Alya y extendiendoselo.
-Debes cuidarlo con tu vida, Miraculous de la ilusión. El zorro.- Alya tomó el prodigio en sus manos y una luz naranja iluminó todo el lugar dejando a la vista un pequeño kwami de ojos violetas y con apariencia de zorro.
-Mi nombre es Trixx y soy el kwami de la ilusión.- se presentó el pequeño y luego enfocó su vista en Plagg.- hey, apestoso.
-Apestoso tu, estúpido zorro.- respondió mi kwami frunciendo el ceño.
-Oh, vamos. ¿Aún me guardas rencor?.- preguntó el anaranjado ser.- después de todo para Tikki siempre fuiste su favorito.
-¡Eres un...!
-¡Eh!.- me interpuse.- no es momento para disputas ahora.- miré a mi kwami y luego al zorro.- hay una emergencia.
-Es un placer conocerte portador de destrucción.- asintió levemente y suspire.- bien, estoy a sus servicios señorita.- miró a Alya y esta sonrió acariciando una de sus orejas con su dedo.
-Que cosita más linda.
-Gracias.- respondió posandose sobre su cabeza y Plagg rodó los ojos, sin duda estos kwamis tuvieron alguna disputa en algún momento.
-Vaya, al señor pequeño gato no le agrada el zorro.- musito Luka a mi costado y le di un codazo.
-Alya, tu sabes como son las peleas de akumas, las has seguido por años. Adelantate mientras nosotros vamos, ¿está bien?
-¿Qué?, ¿y ustedes a donde van?.- cuestionó alarmada.
-Sólo hazme caso, recuerda no usar tu poder aún ya que solo es una sola vez. Necesito que observes de lejos antes de meterte en la pelea, busca sus puntos débiles y sobretodo busca donde pueda estar el akuma.- asintió y dio un paso hacia atrás poniendo el collar en su cuello.
-Sólo debes decir, Trixx transformarme.- habló el pequeño zorro y ella asintió.
-¡Trixx transformarme!.- exclamó y el kwami fue absorbido por el colgante.- genial.
-Nos vemos allá, ten cuidado.- la miré fijamente.- si algo llega a pasarte...
-Estaré bien. Tu lo dijiste, conozco a los akumas mejor que nadie.- sonrió y se dirigió a la ventana de la sala.- dense prisa.- fue lo último que dijo antes de saltar entre los edificios.
Luka me miró y yo a él por varios segundos.
-Bien... ¿y?.-cuestionó y cerré la caja de los miraculous, Plagg me quedó mirando extrañado.
-¿Qué haces chico?.- cuestionó y camine con la caja devuelta a la habitación de Marinette, Luka me siguió detrás al igual que mi kwami.
-Seguir mi instinto.- le sonreí y antes de guardar nuevamente la caja en el cajón, saqué el miraculous de la abeja.
-¿Qué vas a hacer Adrien?.- preguntó Luka a mis espaldas.
-Ahora mismo, tu y yo iremos por algo que hace mucho debió ser devuelto.- me giré y me miró extrañado.- vamos, debemos darnos prisa. Alya no aguantará mucho sola y debemos ayudarla.
Salimos rápidamente del departamento de Marinette y volvimos a mi auto, encendí el motor y acelere rápidamente.
-Adrien, ¿a dónde carajo vamos?.- cuestionó mi amigo a mi costado.
-A la mansión.
-¿A tu casa?, ¿por qué?.- Plagg me miró un momento y entendió enseguida lo que haría.
-Ya lo sabrás, ahora calla que me desconcentras.
-Procura no matarnos, ¿desde cuando sabes manejar?.- alzó una ceja y solté una carcajada.
-Hace algunos años.
-Pero si estabas muerto.
-Lo se.- me encogí de hombros y me miró asustado.- ya calma, tengo licencia.- saqué la tarjeta que estaba arriba de mi y se la pasé.
A los pocos minutos llegamos a la mansión, el gran portón se abrió y estacione el auto bajandonos rápidamente. Abrí las puertas adentrandome a mi casa y Nathalie estaba parada en el vestíbulo.
-Joven Adrien.- habló y pasé directamente al despacho de mi padre seguido de Luka y mi kwami.
-Debe estar aquí... .- dije para mi mismo.
-¿Qué buscas?.- cuestionó Luka a mis espaldas y me giré guiñandole un ojo y abriendo el cuadro de mi madre, dejando al descubierto la caja fuerte.- vaya... eso es nuevo.
-Hace algunos años atrás... vi a mi padre guardar algunas cosas aquí.- miré detalladamente la caja fuerte.- me metí en algunos problemas por sacar el libro que poseía, pero logré ver algo que hasta ahora no me di cuenta.
-¿Qué cosa?.- cuestionó a mi lado.
-El miraculous del pavo real está perdido, ¿viste un espacio vacío en la caja no?.- asintió.- está vacío porque mi padre tenía el prodigio.
-Joven Adrien, ¿Qué sucede?.- oí a Nathalie detrás de nosotros.
-¿Sabes la contraseña?.- le pregunté y negó con la cabeza. Medité un momento y miré a mi kwami.- Plagg.- llamé y en menos de un segundo atravesó la puerta abriendola ante nuestros ojos.
-Queso comido.- sonrió orgulloso y choqué puños con él.
Miré dentro de la caja fuerte y vi que el broche se encontraba ahí, lo tomé en mis manos se lo extendí a Luka.
-El miraculous del pavo real es tuyo, protegelo.- me miró un momento a los ojos y luego asintió tomándolo en sus manos.
Una luz azul iluminó todo el lugar cegandonos por mucho tiempo.
-Es el portador... .- murmuró Plagg.
Un pequeño kwami color azul con la apariencia de un pavo real apareció frente a él viendolo detenidamente y luego hacia todos lados.
-Emilie.- musitó y abrí mis ojos tras oír el nombre de mi madre.
-Duusu.- Plagg se acercó y abrazó al pequeño ser.- tranquila estarás bien.
-¿Dónde está Emilie?.- preguntó y pequeñas lágrimas salieron de sus ojos.
-Ella ya no está aquí, pero ahora tienes al primer portador y te necesita.- respondió mi kwami separándose levemente.
El azulado kwami limpió sus lágrimas con sus manos y nos miró detenidamente a todos posando su mirada en la mía.
-Eres el hijo de Emilie.- musitó.- estás muy grande.- sólo pude sonreír ante ella y se acercó viéndome fijamente.- tienes los ojos de ella... .-mi corazón de estrujó al oír sus palabras y tragué con dificultad.
-Duusu, no tenemos tiempo.- intervino Plagg.- después podremos hablar y te explicaré todo, ahora ve con el cabeza de pavo real.- apuntó a mi amigo ella cual se mantenía en silencio.
-¿Pavo real?, ¡oye!, ¡eso es una clara burla hacia mi! .- alegó la pequeña frunciendo el ceño y se acercó a Luka viéndolo detenidamente.- mi nombre es Duusu y soy tu kwami, me honra tener a mi primer portador nuevamente.
-En realidad en una burla hacia mi.- agregó el guitarrista refiriéndose al apodo .- ¿a que se refieren con primer portador?.- cuestionó él.
-Es una larga historia, y no hay tiempo para eso.- interrumpió Plagg.- ahora vamos, que debemos salvar a mi azuquitar.
Cuando todo esto termine lo molestare por eso.
-Bien pequeña Duusu, tu mandas.- habló mi amigo y ella sonrió.
-Sólo debes decir... Duusu, plumas fuera.- el asintió y dio un paso hacia atrás poniendo el broche en su costado.
-Duusu, plumas fuera.- el kwami fue absorbido por el broche transformando a Luka por completo.
-Serás vigilante, tu habilidad de anticipar un movimiento antes de que ocurra, otorgando la visión de la protección en una orientación.- explicó mi kwami.
-Recuerda que tu poder solo puede ser usado una vez.- agregué y el asintió.
En eso entró Félix al despacho y nos quedó mirando con los ojos muy abiertos.
-¿De que me perdí?.- preguntó con un expresión de extrañeza total en el rostro.
-Esto será muy largo de explicar.- la respondí y miró de pies a cabeza a Luka.
-¿Y él es...?.- cuestionó y Luka me miró intentando buscar apoyo.
-Es el Le paon, y ahora mismo se va a salvar París.- respondí y mi amigo me quedó mirando abriendo sus ojos de sobremanera.- ahora mismo.- lo empuje en dirección a la ventana.
-Oye, pero no se como hacer esto... y-yo...
-Abre los brazos.- me hizo caso y aparecieron plumas debajo de estos.- listo, ahora solo confía en ti.- lo empujé hacia la ventana mientras Félix y Nathalie me seguían con la mirada.
-¡Adrien!.- se quejó.
-Vas a volar.
-Pero esto no tiene ningún sentido, los pavos reales no vuelvan.
-Tu eres la excepción.- lo empujé y para evitar caerse abrió sus brazos y se elevó al instante.
-¡Te las cobraré!.- exclamó alejándose entre los edificios y cerré la ventana.
Me volteé para afrontar a Félix y Nathalie quien se mantenía en completo silencio.
-¿Me puedes explicar lo que sucede?.- preguntó mi primo acercándose a mi.- ¿quien era él y que está pasando?
-Mira... no puedo explicarte todo ahora, pero necesito que confíes en mi y vayas al hospital.
-¿Qué?, ¿le pasó algo a Marinette?.- preguntó más preocupado, pero negué rápidamente.
-Está bien, ella está bien... Por favor, necesito que vayas con ella y la cuides por mi.
-P-pero...
-Escucha niño.- hablo mi kwami volando frente a él y Félix retrocedió unos pasos en su posición abriendo sus ojos de sobremanera.- ¡ya estoy hasta los rayos de Zeus con tantas revelaciones!, ¡así que ahora mismo ve a cuidar a mi princesa de los quesos y a su pequeño queso o conocerás la furia de el kwami de la destrucción!
-¡Plagg!.- Félix tragó grueso y me miró un momento.
-Tienes un gato volador que habla... .- alzó las manos.- ¡es una familia de locos!.- se dio la vuelta.- ¡me voy al puto hospital!.- exclamó saliendo por la puerta.- ¡un gato volador que habla!.- volvió al decir desde afuera y oí la puerta principal cerrarse.
-Creo que te pasaste un poco Plagg...
-¡Que publiquen de una vez la existencia de los kwamis!, ¡miles de años de secretos por nada!.- acaricié sus orejas levemente para que se calmara y comenzó a ronronear levemente.
-Calma... .- musité y tomó una bocanada de aire.
-Necesito queso... .- suspiró decaído y miré a Nathalie.
-Iré por camembert.
-Mejor vamos directamente.- salimos del despacho y nos dirigimos a la cocina.
-Joven Adrien... ¿Qué está pasando?.- preguntó abriendo uno de los cajones y sacando el oloroso manjar de Plagg.
-Hay un akuma y... .- suspiré cansado.- y ahora debo ir a detenerlo.
-Su padre no querría que se pusiera en peligro.
-Es mi deber.- vi que Plagg había terminado de comer.- espero todo salga bien...
-Tenga cuidado... .- me miró un momento y sonrió levemente.
-Gracias Nathalie.- la abracé, era lo más cercano que podía tener a una madre.- gracias por todo.
-Yo no he hecho nada.- respondió correspondiendo a mi abrazo.
-Hiciste más de lo que piensas.- me apretó con más fuerza y sentí como derramaba unas lágrimas.- fuiste como mi segunda madre.
-Tenga cuidado.- se separó de mi y peinó mi cabello hacia el lado.- está muy grande... .- susurró con una sonrisa triste.- ya eres todo un hombre.- alzó mi mentón viéndome detenidamente y sentí una enorme calidez en mi pecho.
-Fuiste mi única compañía cuando mamá nos dejó y agradezco que me cuidaras todos estos años.- quitó sus gafas y limpió sus mejillas con el puño de su chaqueta. Caminamos hacia la salida de la mansión.
Miré a Plagg y este asintió en mi dirección.
-¡Plagga, las garras!.- exclamé y mi kwami fue absorbido por el anillo transformandome en Chat Noir.
Tomé mi barra para ver la posición de Luka y Alya antes de partir, pero Nathalie me sujetó del brazo, me volteé a verla
-Vuelva a salvo.- dijo por lo bajo y le sonreí besando su frente.
-Ahora tengo mas de un motivo por el cual volver.- extendí mi barra y salí de allí entre los edificios de París.
Pensaba en cuando todo esto acabara, pensaba en Marinette y pensaba en nuestro hijo... definitivamente ahora no me dejaría vencer, nada evitará que vuelva con mi familia.
"Una madre siempre velará por el bienestar de su hijo por sobre todas las cosas."
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