Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 46

~Adrien~

Había pasado una semana desde que Marinette despertó, Luka se había encargado de estar con ella y cuidarla, se venía mejor... de vez en cuando hablaba con ella, pero aun así no recordaba nada y eso me destrozaba cada vez más.

No sabía nada sobre mi padre, intenté llamarlo, pero lógicamente su celular daba al buzón, no podía reportarlo a la policía ya que se formaría un gana alboroto y de seguro esto tenía que ver con el portador de la mariposa.

No habían ataques de akumas y no había ninguna señal del maestro, el tipo no se había conectado conmigo.

Félix me había estado ayudando con respecto a mi padre, habló con el sujeto que llevaba el caso de la desaparición del maestro y también ahora buscaba a mi padre.

No le había aclarado nada a Félix aún y sabía que debía hacerlo en algún momento, ya notaba la frustración en su rostro y más aún cuando iba a visitar a Bridgette sin tener mejora alguna, no la volví a oír y a mi madre tampoco, todo era un completo caos.

Ahora me encontraba con Nino y Alya en su casa, había venido porque también me ayudarían con lo de mi padre.

-Adrien, ya no pongas esa cara por favor.- habló mi amiga abrazandome por detrás mientras estaba sentado en una de las sillas de su comedor.

-¿Qué más puedo hacer, Alya?.- alcé los brazos viendo las hojas frente a mi.- no he podido encontrar nada y todas las fuentes que tienes tampoco.

Alya tenía varios contactos con sus compañeros en la universidad, muchos que seguían los pasos de mi padre muy seguido, pero ninguno daba con alguna pista. Besó mi cabeza y desordenó un poco mi cabello.

-Oye viejo, quizás debas considerar denunciarlo a la policía.- Nino estaba sentado a mi lado.

-No puedo hacerlo, seria muy riesgoso y esto se está cada vez cerrando más, además, ¿que le diría a la policía?

-Tengo varios amigos en las calles, ya sabes... músicos que se ganan la vida, llamaré a algunos para que me digan si saben algo al respecto.- asentí y se puso de pie tomando su celular yendo a una de las habitaciones.

Volví a revisar los papeles de los amigos de Alya, pero no había nada.

-Adrien.- habló a mis espaldas, pero no le respondí.- oye.- puso la mano sobre la mesa y me quitó los archivos.

-¿Qué?.- cuestioné viéndola hacia arriba.

-Quiero saber como estas...

-Bien.- respondí a secas y negó con la cabeza.

-Eso no es cierto, no intentes engañarme Agreste.- suspiré pesadamente y tomó una de las sillas acercandola para quedar a mi lado.- ¿Cómo va todo con Mari?

-Igual que siempre... desde que despertó todo sigue igual.

-¿Has intentado decirle algo?.-preguntó por lo bajo.

-Sabes que no puedo, sería muy arriesgado para ella.

-Pero... mírate, pareces un muerto andante.- me señaló con ambas manos.- tienes que estar con ella y con tu hijo.

-Mi hijo... .- solté sonriendo sarcásticamente.- pareciera que no es así.- frunció el ceño.

-Escúchame bien Adrien Agreste.- habló firme en su posición viéndome fijamente.- no estuve casi todos los años en el instituto escuchando a Marinette todos los días hablar sobre ti como para que ahora vengas a decir una estupidez semejante.

-Al fin alguien con cerebro.- Habló Plagg desde el living, no había hablado en todos estos días y no me dirigía la palabra.

-Cuando Mari recupere la memoria va a estar muy enojada contigo y también con Luka, tu lo arrastraste a esto... ¿no has pensado lo que sentirá cuando ella te recuerde?.- me quedé en silencio un momento, realmente no lo había pensado.- por la cara que pones... asumo que no lo pensaste, él quizás tenga las cosas claras sobre quién es el padre del bebé, pero él ama a Marinette y cuando ya no esté con ella nuevamente le va a doler mucho.

-Y-yo... no lo había pensado.

-Lo sé, y Marinette también sufrirá al verlo mal... Se sentirá muy culpable por eso, ¿que no recuerdas como se sentía cuando terminaron?.- preguntó en un tono más suave.-no se si te lo dijo, pero se sentía muy mal por aquello, Luka estuvo con ella en momentos muy difíciles y tu mejor que nadie lo sabe.

-Lo sé... lo sé.

-Entonces has algo, si dices que él es tu amigo, entonces habla con él. Luka tiene un buen corazón, pero es humano y siente como cualquiera de nosotros.

-Hablaré con él.- me puse de pie.- por favor sigan buscando mas sobre mi padre.

-Lo haremos.

-Despideme de Nino, voy al hospital.

-Avísame si nos necesitas o si ocurre algo.- asentí y miré a mi kwami parandome en medio del pasillo.

-Plagg.-llamé y en silencio se metió a mi camisa, ya me estaba sintiendo mal con su actitud indiferente, pero sabía que estaba molesto y no lo presionaría.

Salí de casa de Alya y Nino, me dirigí al hospital nuevamente, prácticamente vivía ahí.

Cuando entré me encontré a Fanny en la sala como de costumbre y nos saludamos.

-¿Luka está adentro?.- pregunté y asintió.

-Acaba de entrar, los padres de Marinette se fueron poco antes de que llegaras.

-Ya veo...

-¿Ocurre algo?.- preguntó buscando mi mirada.

-Debo hablar con Luka... Solo eso.- asintió, Fanny no sabía sobre lo que Luka y yo acordamos, le pedí que no le dijera a nadie, Nino y Alya eran un caso aparte.

-Bien... Por cierto, el médico dijo que en unos días le darán el alta a Marinette.- sonreí levemente por aquello, sin duda era una buena noticia.

-Eso es bueno... pronto podrá estar en casa. Iré a verla, hablamos luego.

-Claro.- sonrió levemente y me dirigí hacia la habitación de Marinette, la puerta estaba junta.

~Marinette~

Luka estaba conmigo y me contaba sobre unas canciones que había creado hace poco, se veía feliz al hablar de lo que le apasionaba y le pedí que se acercara a mi, tomé sus mejillas y estaba dispuesta a darle un beso, desde que desperté aquí no lo había hecho.

-Mari... oye... .- musitó poniendo sus manos sobre las mías.

-¿Qué?.- sonreí en su dirección y entrecerró sus ojos acercándose más a mi.

-Yo... .- tomó mis mejillas y juntó su frente con la mía.-yo... no puedo...

-¿Qué pasa?, ¿por qué?.- pregunté sin comprender.- no me has besado desde que desperté y yo... ¿hice algo mal?

-No... no has hecho nada.- negó  con la cabeza hablando sutilmente.- lo siento... te lo explicaré en algún momento.

-Pero, Luka. - lo acerqué más a mi, pero cuando iba a rozar sus labios me miró fijamente y me detuve, sus ojos... por un momento vi unos ojos felinos verdes en su lugar.

-Debo ir... debo ir a hacer algo.- se separó de mi y se puso de pie rápidamente.- vendré a verte después.- se dirigió a la puerta y la abrió, Adrien estaba detrás de esta y ambos se miraron fijamente por un momento.

-Tenemos que hablar, después.-habló el rubio, Luka asintió saliendo y cerrando la puerta tras de él.

El joven de ojos verdes me miró un momento desde la entrada y luego se acercó lentamente.

-Hola.- saludó haciendo una seña con su mano y sonreí.

-Hola, ¿cómo estás?.- respondí cuando ya estaba a mi lado, cada vez que venía a verme me sentía muy feliz... era algo inexplicable.

-Bien... digo.- puso una mano en su nuca, se veía muy tierno.- ¿tú estás bien?, ¿cómo te sientes?.- le indiqué que se sentara en la camilla y así hizo.

-Estoy bien, aunque tengo hambre y tengo unas enormes ganas de comer...

-¿Frutillas con crema?.- me interrumpió y me sorprendí.

-¿Cómo... lo sabes?.- miró hacia otro lado.

-Y-yo... ¿adiviné?

-Claro... adivinaste.- dije no muy convencida.

-¿Necesitas algo?, ¿quieres que vaya a comprar algún dulce?... Lo que quieras, puedo ir por algo ahora.-se puso de pie y rápidamente tomé su mano.

-¡No!... yo... .- su mano era muy cálida, se volteó a verme y miró mi mano.- yo... puedes quedarte.- mi corazón latió con mucha fuerza y no sabía porque, Adrien apretó mi mano y la acarició con su pulgar suavemente volviendo a tomar asiento donde estaba anteriormente.

-B-bien.- suspiró lentamente y me miró sin soltarme la mano.- Prin... Marinette, e-el... bebé ¿está bien?.- sonreí, siempre me preguntaba por él y se preocupaba.

-Si, lo está. Gracias por preocuparte siempre... tanto por mi, como por mi bebé.

-Siempre... siempre me preocuparé por ustedes, no lo dudes por ningún motivo.- tomé su mano con las mías y la besé levemente.

-Gracias, de verdad gracias.- miré sus ojos y estaban algo... ¿llorosos?.- ¿Estás bien?, ¿dije algo malo?.- pregunté preocupada.

-No... no es nada.- sonrió levemente y acarició mi mejilla con su mano libre, me sentía más tranquila con él y no tenía ni la menor idea de porque.

-B-bueno... este último tiempo no hemos hablado mucho sobre ti... cuéntame algo.

-¿Algo como qué?.-preguntó con una sonrisa.

-No lo sé... ¿a que te dedicas?

-Pues... .- se quedó un momento en silencio.- soy modelo o al menos hace tiempo eso hacía.

-¡¿De verdad?!.- pregunté más feliz.- yo diseño y estoy estudiando eso... pero, creo que ya lo sabias , ¿no?.- soltó una risa y asintió varias veces.

-Claro que lo sabía, de hecho estás diseñando una colección con mi padre y yo soy tu modelo.

-Eso es... sorpendente, no lo sabía.

-Está bien, de a poco irás recordando todo eso...

En eso abrieron la puerta y entraron unas enfermeras con un máquina y un doctor, este se dirigió a mi.

-Buenas señorita Dupain.- saludó cordial y yo hice lo mismo.

-Hola, ¿qué sucede?.-pregunté y el médico miró a Adrien.

-Señor Agreste, vinimos por lo que habíamos hablado anteriormente.

-Oh... claro.- este asintió y se puso de pie.

-¿Sobre qué?.- cuestioné y el doctor me miró, las enfermeras conectaban la maquina.

-Su primera ecografía y ultrasonido.- respondió con una sonrisa y me emocioné enseguida tras oír aquello.

-¡¿En serio?!, ¿por qué no me dijeron?. - sonreí enormemente y Adrien soltó mi mano, me volteé a verlo.

-Yo... iré por...

-Adrien.- hablé captando su atención.- ¿p-podrías... quedarte conmigo?.-sentía mis mejillas arder y mi respiración se agitó un poco.

Él se agachó viéndome hacia arriba con sus hermosos ojos verdes.

-¿Estás segura?.- asentí y sonrió poniéndose de pie viendo al médico.- prosiga.

Las enfermeras salieron y el médico se quedó preparando todo, levantó la bata que traía puesta dejando mi vientre al descubierto y puso un líquido sobre este.

-Está frío.- solté una risa y Adrien también lo hizo.

Adrien se sentó a mi lado y pasó su brazo por detrás de mis hombros abrazandome, el olor de su perfume llegó a mi nariz y sentí una paz en mi interior, se me hacia familiar. Tomó mis manos mientras el doctor pasaba la maquina sobre mi vientre y aparecía una imagen en la pantalla.

-Ven eso de ahí.- apuntó en la maquina y ambos asentimos.- esa es su cabeza y aquí se pueden ver sus brazos.

-Es... ese es... .- se me nubló la vista por las lágrimas que querían salir de mis ojos.

-Por lo que veo... se está formando adecuadamente.- habló el médico.

Alcé la vista a Adrien y no dejaba de mirar la pantalla, casi ni pestañeaba.

-Podemos oír latir su corazón, ¿que les parece?.- preguntó el doctor y asentí varias veces.

Movió algunas cosas en el aparato y se comenzó a oír un rápido golpeteo mientras pasaba la maquina lentamente por mi vientre.

-Ahora pueden oír su corazón...

-Es... su corazón.- habló Adrien por primera vez y se me cortó la respiración.- es hermoso... .- susurró. Me abrazó y besó mi cabeza.

Me sentía tan... feliz y no podía explicarlo, simplemente el estar oyendo ese pequeño latido me hacía estar en otro mundo, era lo más hermoso que jamás haya experimentado en mi vida.

-Mira... esa es su manito.- apuntó Adrien con una sonrisa enorme en sus labios.- dios... es una completa pequeñez y ternura.- podría jurar que sus ojos estaban cristalizados como los míos, tenían un brillo especial que no había visto antes.

-No se que decir... es... perfecto.- musité.

-Lo es.

El médico siguió mostrándome a mi hijo y luego de unos minutos acabó, me dijo que debía hacerme unos exámenes de sangre y orina, que eran necesarios para que todo estuviera en orden. Se despidió de mi y de mi amigo rubio, y salió de la habitación.

Adrien tenía una sonrisa que no había visto nunca en todos estos días, se encontraba sentado frente a mi sujetando mi mano.

-Es fantástico, Marinette. Tu eres fantástica y él pequeño de aquí también.- posó su mano suavemente en mi vientre y me estremecí por completo.- vas a ser muy fuerte, igual que tu mamá.- habló por lo bajo y luego alzó la vista viéndome fijamente.

-A-adrien...

<<¿Por qué estoy tartamudeando?>>

-¿Qué sucede?.- preguntó suavemente.

-Y-yo... n-no lo sé.- cerré mis ojos fuertemente, quería abrazarlo, sentía muchas ganas de abrazarlo.

Todos mis pensamientos se esfumaron cuando sentí que acariciaba mi rostro con su mano, juntó su frente con la mía y mi corazón dio un vuelco al sentir su respiración.

-¿Q-qué haces?.- musité como pude sin abrir los ojos.

-No lo se... y-yo... no me odies por favor.- dijo en un hilo de voz y abrí mis ojos encontrándome con los suyos.

En ese momento supe... que estaba perdida.

-¿Por qué te odiaría?.- tragué con dificultad y tomó mi rostro con ambas manos entrecerrando sus ojos.

-Porque no soy tan fuerte... no puedo aguantarlo más...

No pude contestar porque en menos de un segundo sus cálidos labios estaban besando los míos.

"Somos débiles ante nuestras emociones, pero esa "debilidad"... ¿realmente lo es?, ¿no será una fortaleza más que nada?.

Ser lo suficientemente fuerte para seguir lo que sientes en tu corazón, yo no lo llamaría debilidad por ningún motivo."

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro