Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 40

~Luka~

-¡Fanny!.- grité yendo tras de ella.- ¡espera!.- corrí más rápido pero ella hizo lo mismo cruzando la calle.

No entendía porque estaba así, todo era muy confuso. Se detuvo de golpe dándome la espalda y lentamente se giró, pude ver su rostro lleno de lágrimas, se veía tan frágil y rota que no lo pensé ni un segundo en abrazarla cuando llegué a ella.

-Lo siento... perdón... .- lloró con fuerza sobre mi pecho apretando mi camisa.- y-yo no debería salir así, debemos estar ahí porque esa chica está mal, p-pero aun así si soy débil... yo debería consolarte ahora que estas sufriendo.- acaricié su cabeza lentamente.- p-pero no puedo...

-Tranquila... perdóname tu a mi, quizás si debiste quedarte en Canadá, lo siento.- negó con la cabeza.- ¿por qué saliste así?.

-Es que... ese chico habló sobre un tipo, el que estaba arriba del otro y y-yo... .- su voz se quebró.

-¿Qué te hizo?, ¿quien es él?.

-Él es un... él me usó y... Franco Bianchi es el idiota que me rompió el corazón.

-Pero... .- intenté separarme pero no me lo permitió.

-Me duele... Luka por favor no me sueltes ahora, por favor...

-No lo haré, tranquila... no lo haré.- susurré intentando calmar su llanto, pero no cesaba.- ¿Qué fue lo que te hizo?.

-Y-yo... yo era ingenua.-habló por lo bajo.- estuve en Estados Unidos de intercambio por unos meses... y lo conocí a él.- su voz se quebró.- y me enamoré como una tonta.- me abrazó con más fuerza.- él me dijo muchas cosas... Me prometió muchas cosas y todo era mentira, ¡le di todo de mi!

No podía entender todo el enojo que sentía al verla llorar, al saber que alguien se atreviera a lastimarla, que ese imbecil se atreviera a siquiera tocarla.

~Stephanie~

Ya estaba rota frente a él, me había visto llorar y estaba vulnerable. La barrera que había levantado la derrumbó con solo una mirada y un abrazo en el cual me sentía segura y con la completa libertar de decir todo lo que había vivido sola.

Y es que recordar lo que sólo pasó hace unos meses atrás me lastimaba de sobremanera, sentía que le había fallado a mis padres, aunque ellos no supieran nada sobre esto y lo peor es que sentía que me fallé a mi misma, me entregué a un hombre que me juró amor y cuando obtuvo lo que quiso me dejó con el corazón roto.

-Franco Bianchi es alguien que no vale la pena.

FlashBack

-Te amo... .- susurré sobre sus labios mientras soltaba una risa.

-Lo sé.- respondió mientras se levantaba de la cama y lo abracé por la espalda.

-¿Ya te vas?, pensé que te quedarías conmigo esta noche...

-Stephanie, querida Stephanie.- habló en un tono cantarín.- tengo cosas que hacer.

-P-pero... y-yo...

-Que esta fuera tu primera vez no me ata a pasar la noche contigo.- mi respiración se agitó y rápidamente me hice hacia atrás cubriéndome con las sábanas.

-Franco, ¿por qué dices eso?.- pregunté con el nudo en mi garganta haciéndose presente y se puso de pie girandose a la vez que me veía a los ojos.

-Eres una lindura.- acarició mi mejilla y luego mi hombro.- y la pasamos muy bien, para ser sincero.- se agachó y depositó un frío beso en mis labios.

-N-no te entiendo... ¿por qué lo dices así?

-Porque sólo fue una relación de una noche y nada mas.- sonrió con una mirada fría y perversa que no había visto en él.

Sus ojos antes me miraban con ternura y me decía cosas lindas, pero ahora era como si fuera otra persona.

-P-pero...

-No hay peros.- arregló su corbata.- yo soy un hombre casado, con un hijo y otro en camino.

-Que...

No podía asimilar lo que me estaba diciendo, ¿estaba hablando en serio?.

-Eres un buen bromista.- intenté reír pero no pude hacerlo.

-No es una broma, es la verdad. Solo fuiste la diversión de una tarde, ¿realmente pensaste que sentía algo por ti?.- soltó una carcajada.- que ingenua eres, eso solo fue porque me gustaste y ahora ya no me sirves.

Las lágrimas comenzaron a acumularse en mis ojos rápidamente, mi pecho dolía de una manera que no lo había hecho antes.

-¡T-tu!.- me levanté cubriendome con las sábanas y dispuesta a abofetearlo, pero sostuvo mi mano antes de que eso ocurriera.

-Vaya... resulta que si tenías un buen carácter, lástima que no lo usaras en la cama.- me acercó a él e intenté golpearlo.

-Hijo de...

-Shh... No creo que sean necesarios los insultos. Si quieres repetir esto, puedes llamarme.- me empujó a la cama con brusquedad y tomó sus cosas.

-Te vas a arrepentir de esto.

-¿Arrepentir de que?.-preguntó cínicamente a la vez que sonreía.- nos vemos y que tengas buena noche.- me lanzó un beso antes de irse cerrando la puerta de mi habitación.

Me quedé en silencio por mucho tiempo, no podía asimilar que lo había pasado... yo... estuve con él y le di todo.

No pude aguantarlo por más tiempo, exploté en llanto sobre mi cama... Sobre la cama donde estuve con aquí con quien creía el amor de mi vida, pero solo me utilizó como un juguete, como si fuera algo sin sentimientos o valor alguno.

No podía explicar el dolor que sentía y las lágrimas ya no salían más de mis ojos, estaba sola, lejos de mi familia y sin ningún amigo que pudiera consolarme.

Entonces caí en cuenta que... nadie podía consolarme, tenía dos opciones, o me quedaba aquí lamentandome o me levantaba y me hacía fuerte por mi misma.

Es fácil decir algo o proponertelo, pero en realidad es más difícil hacerlo de lo que uno cree.

Me sentía utilizada, me sentía sucia... quería borrar todo aquello que me hizo, cada caricia que dejó en mi piel me estaba desquiciando y me daba asco.

Me levanté como pude yendo a la ducha, abrí la llave fría... No me importaba sentir el agua congelada sobre mi, solo quería borrarlo nada mas.

No se por cuanto tiempo estuve bajo el agua, pero comenzaba algo temblar y mis manos estaban moradas. Me puse de pie y me miré al espejo viendo cada marca en mi cuello que dejó hace unas horas atrás.

-No eres débil y esto no definirá quien eres, mucho menos quien serás.- limpié  mi rostro con ambas manos.- jamás dejarás que vean que pueden lastimarte otra vez.

Fin del flash Black

-Ese hijo de perra.- gruñó Luka y podía sentir su respiración volverse más pesada.- lo voy a encontrar y le daré su merecido, pagará lo que te hizo.

-N-no... .- me tomó de los hombros para verme, pero desvié la mirada y es que simplemente no podía verlo a la cara.

-Fanny, mírame.- negué con la cabeza.- por favor.

-No puedo... no puedo mirarte a la cara después de esto.- tomó mi rostro entre sus manos y no tuve más opción de ver sus ojos azules.

Esos ojos que cada vez me estaban haciendo perder más la cabeza, y no quería, me daba miedo estar sintiendo algo más por él.

-Eres una mujer extraordinaria y nadie puede decir lo contrario o se las verá conmigo.- cada palabra me hacía sentir tanto en la dicha como en el mismo infierno.

-No... yo no merezco que me digas eso.

-Stephanie, no te lastimes más por favor.- sonrió levemente y me abrazó otra vez.

El calor de su abrazo me estaba calmando, sentía que curaba aquel dolor que albergaba en mi por tanto tiempo, pero también sembraba un completo miedo en miedo corazón, un miedo que no estaba dispuesta a enfrentar.

Yo debería estar apoyandolo, es mi amigo y la mujer que ama ahora mismo está entre la vida y la muerte, yo no importo ahora.

-Olvida esto por favor.-musité y negó con la cabeza.

-No, no estas sola... Me tienes a mi, no lo olvides.

-Debemos volver al hospital, debemos estar ahí esperando por noticias.- Luka suspiró pesadamente.

Sabía cuanto le dolía y lo preocupado que estaba, y el hecho que se haya preocupado por mi sólo demostraba la gran persona que era.

Me separé de él y tal como hizo conmigo tomé su rostro entre mis manos.

-Estaré contigo, pase lo que pase... no estarás solo y Marinette estoy segura que saldrá de esta.- iba a decir algo, pero no se lo permití.- me has contado lo fuerte que es y esto no será la excepción.

Asintió levemente tragando con dificultad y tomé su mano dirigiendonos nuevamente al hospital.

~Félix~

Adrien conocía a Bridgette y no lograba comprender como sabía tanto sobre ella... Sobre nosotros, ¿Cómo es posible?

Recordar tantas cosas me estaba lastimando, cosas que quería enterrar, cosas que refería no volver a pensarlas.

Desde el accidente no me había abierto a llorar con nadie, ni siquiera le había dicho a mi familia lo que estaba pasando, no quería involucrarlos con esto y mucho menos que me vieran con pena, me llené de amargura, de culpa, de tristeza, pero jamás perdiendo la esperanza que ella volviera a despertar.

Odiaba mi cumpleaños porque ese día hace años atrás había muerto mi madre, cada vez que llegaba esto a fecha prefería ignorarla en lo que absoluto y estaba amargado, Bridgette lleno mi vida de luz cuando creía que todo sería penumbras para mi.

Nunca le conté porque no me gustaba celebrar mi cumpleaños, nunca le dije lo que doloroso que era aquello para mi y cuando me hizo esa fiesta simplemente me sentí expuesto, la herida que había cerrado se abría nuevamente y me desquité con ella sin tener porque.

La pena por la pérdida de mi madre y los celos sobre el descarado de mi compañero de trabajo que coqueteaba con mi novia, me cegaron y la lastimé horriblemente. Lo que no sabía es que esa sería la última vez que la vería... la ultima vez que oiría su voz y la ultima vez en la que vería a sus hermosos ojos abiertos.

Toda una mezcla de sentimientos, despertar en una habitación de hospital y que te digan que la mujer que amas está en coma y que las probabilidades que despierte son casi nulas no es como que supiera como asimilarlo.

El día de tu cumpleaños, donde falleció tu madre, donde lastimaste a la única persona que te hacía sonreír, donde pierdes a esa persona y además te enteras de otras cosas que no sabías.

Flash Black

-Señor Agreste, debemos decirle algo.- habló el medico a mis espaldas.

-¿Qué me va a decir?, ¿que puede ser peor que esto?.- tomé la mano fría de Bridgette sintiendo las ganas de ponerme a llorar como un niño pequeño esperando su abrazo para calmar mi dolor.

-Se que esto es difícil, pero usted debe saberlo.

Aun tenía la cabeza vendada y me encontraba en la silla de ruedas, aun no me daban el alta.

-Hable de una vez.- dije por lo bajo ya perdiendo la esperanza sobre lo que me diría.- no despertará... ¿eso quiere decirme?. Si es eso prefiero no oírlo, puede salir de aquí y dejarme a solas con mi mujer.

-Félix, ella estaba embarazada.

Todo se silenció, lo único que se podía oír eran las maquinas que la mantenían con vida.

Quedé mirando su rostro, sus ojos cerrados como si sólo estuviese dormida.

-N-no... no es posible, ella me lo hubiera dicho... e-esto n-no...

-Lo siento mucho, tenía casi tres meses de embarazo... pero por el accidente no pudimos hacer nada.

-Tres meses...

Cubrí mi rostro con ambas manos y simplemente ya no pude aguantar las ganas de llorar.

-Tres meses... .- repetí.- tres meses y ya no está.

Me quemaba horriblemente, mis manos temblaban, cada intento por respirar me dolía en los pulmones.

-¿P-por qué no me dijiste?.- tomé su mano besándola fuertemente.- ¿por qué Bridgette?...

-Lo dejaré a solas.- oí el medico y luego la puerta cerrarse.

La perdí a ella y ahora me entero que también a mi hijo... A nuestro hijo.

Nunca pensé que podría sentir tanto dolor, nunca pensé que lloraría tanto tiempo y fue lo único que pude hacer, fue lo único que me dio la fuerza para aún tener la esperanza de verla y pedirle perdón por todo lo que le dije.

Debí darme cuenta en todo este tiempo, su apetito había aumentado, a veces estaba tan sensible y se ponía a llorar de la nada, evitaba estar conmigo, se veía más feliz que de costumbre.

-¿Por qué no me dijiste?.

¤¤¤

Había pasado una semana y ya me habían dado el alta, sería el primer día que iría a nuestra casa después del accidente y la tristeza no tardó en envolverme cuando estuve frente a la puerta de nuestro hogar.

Quería oírla estar cocinando o escuchando música o viendo televisión antes de que llegara, pero todo estaba en silencio.

Tomé aire para darme la fuerza de entrar y así lo hice, abrí la puerta y las llaves que tenía en mis manos cayeron al suelo al ver que todo estaba adornado dentro.

Habían globos, los cuales ya estaban desinflados, serpentinas y una caja sobre la mesita de centro.

Mis piernas temblaban y a un paso lento me acerqué después de cerrar la puerta tras de mi. Cuando llegué frente a la mesa de centro en la sala, acerqué mis manos a la caja y no podía tomarla, no podía respirar.

No se como es que lo hice, pero luego de mucho tiempo parado viéndola la tomé entre mis manos, la abrí lentamente y mi mundo se cayó a pedazos otra vez al ver lo que era.

Habían dos pequeños zapatos dentro, junto con una nota, la cual pude reconocer perfectamente con la letra de Bridgette por fuera.

Me senté en el suelo dudando si leerla o no, pero quería sentir que estaba ahí conmigo y esto era lo último que tenía de ella.

"Querido Félix.

Se que este tipo de cosas no te agradan y posiblemente este a tu lado ahora mismo mientras lees esta nota, puedo imaginar tu ceño fruncido y como ruedas los ojos por esta cursileria mientras yo me rio al saber que realmente estas así, quizás no entiendas que te quiero decir con esos pequeños zapatos.

Me enteré hace unos días y quise esperar hasta hoy para decírtelo y compartir la inmensa felicidad que siento en mi corazón.

Se que quizás te tome por sorpresa todo esto y no te culpo en lo absoluto, pero se también que estarás muy feliz y que serás el mejor padre que pueda tener nuestro hijo.

¡Si!, ¡estoy embarazada!, ¡vamos a ser padres!

Te amo con todo mi corazón.

Feliz cumpleaños, amor.

Siempre tuya, Bridgette."

No podía soportarlo más, si algo quedaba de mi en pie, acababa de destruirse con estas últimas palabras. Quería dejar de existir con todas mis fuerzas.

Todo lo que tenía lo perdí en un abrir y cerrar de ojos. Cuando pensé que ya había tenido suficiente algo mas debía herirme y me lo merecía, porque todo fue mi culpa.

No se cuanto tiempo estuve así sentado en la oscuridad de mi hogar, sintiendo el vacío y el frío silencio que se instalaba como si nada.

-Esto... es mi culpa...

Fin del flashback

"No importa cuanto dolor sintamos, porque, siempre puede ser peor."

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro