Capítulo 37
~Luka~
La mentira de mi compañera no duró mucho a decir verdad, tuvimos una incómoda charla al respecto y ambos sabíamos que fue un momento de debilidad, nos disculpamos y nuestra amistad seguía como siempre, en medio de bromas algo subidas de tono, pero nada fuera del otro mundo. La pasábamos bien y nos apoyabamos mutuamente.
Tendríamos dos semanas de vacaciones y pronto sería mi cumpleaños, así que iría a París a celebrarlo con mis amigos y mi madre.
-¿Arreglaste tus cosas?.- pregunté a mi compañera de habitación la cual estaba en la cocina.
-Ya te dije que no iré, Couffaine. Así que puedes hacerte a la idea de viajar solo.- respondió caminando hacia la sala donde estaba yo.
-Si es por tus padres, solo les dices que irás a una actividad de la universidad y listo, problema resuelto.- me crucé de brazos sonriendo en su dirección e hizo una mueca.
-Sabes muy bien que no es por mis padres.
-¡Oh vamos!, será mi cumpleaños y quiero que estés ahí, además me gustaría que conocieras a mis amigos, y recuerdo perfectamente que me dijiste que jamás habías ido a París.
-Por lo mismo, no tengo intenciones de conocer a tus amigos.- sonrió falsamente cruzándose de brazos.
-Es por Marinette, ¿no?.- rodó los ojos soltando un bufido a la vez que se sentaba a mi lado en el sofá.
-No se como sigues siendo su amigo después de lo que hizo.
-Ya te expliqué que no me hizo nada, siempre fue sincera con lo que sentía.
-Pero te lastimó y te estimo demasiado como para ir y saludar como si nada a la chica que te rompió el corazón.
-No puedes culparla, yo sabía perfectamente lo que hacía y me bastaba con estar junto a ella.
<<No se en que momento esta conversación se volvió tan seria.>>
-¡Además está con tu amigo! .- miré hacia el frente suspirando lentamente.- y él ¿Cómo es que te hizo eso?.
-Fanny...
-¡Nada de Fanny aquí!, ¡no pienso ir y no lograrás convencerme!.- me volteé a verla y frunció el ceño.
-Te ves tierna cuando te enojas.- me miró aún más molesta y se me ocurrió una forma de hacer que vaya.- ¿no será que estás celosa?.- pregunté acercándome un poco viéndola fijamente.
-¿Qué?, ¿yo celosa?.- soltó una carcajada.- ¡por favor!, ¿de que lo estaría?.
-Pues... de Marinette.- me mantuvo la mirada y se acercó hacia mi de la misma forma.
-Se lo que intentas, querido amigo y déjame decirte que no funcionará.- sonrió con arrogancia casi rozando su nariz con la mía.
-¿Y qué es lo que intento?.- cuestioné alzando una ceja.
-Intentas hacer... que vaya para demostrarte que no son celos.
<<Bueno, me pilló al parecer.>>
-Eres astuta.
-Lo sé y por lo mismo siempre estoy dos pasos delante de ti.
-¿De verdad?.-entrecerré mis ojos y por alguna extraña razón no podía dejar de mirarla.
-¿Estás necesitado acaso?, si sigues acercándote vas a caer ante mis encantos.- rió por lo bajo y parpadeé varias veces.
-¿Y eso sería algo malo?. - seguí su juego.
-Dimelo tu, ya que fuiste el que se detuvo la vez pasada.
-Golpe bajo.- soltó una risa e hice lo mismo.
-Ya para con tanto drama, te dije que no iría y no pienso cambiar de aparecer.- se puso de pie y rápidamente sujeté su muñeca jalandola y haciendo que quedara bajo mío sobre el sillón.- ¡Hey!, ¿y ahora que te pasa?.- forcejeó.
-Necesito que vayas, por favor.-hice un puchero con mis labios.
-¿Por qué?.
-Porque eres mi amiga y porque no puedo dejar de ver tu rostro un solo día.- bromeé y me golpeó con su puño frunciendo el ceño.
-Ja ja, muy gracioso.
-Ya pero de verdad... necesito tu ayuda.- hablé más seriamente.-es que...
-No sabes si puedas estar con ella sin sentirte mal, ¿no?.- asentí en respuesta y se quedó en silencio por unos minutos que parecieron una eternidad.- bien... iré contigo a tu hermosa París, pero eso no quiere decir que me llevaré bien con tu ex novia.
-Estoy seguro que te encantará.- le guiñé el ojo poniéndome de pie liberandola de mi agarre.- creo que se llevarán muy bien, además ya le he hablado de ti y está feliz de conocer a la chica que me ayudó a hablar mejor inglés.
-Si, si... lo que digas, no entiendo que clase de tonto serás para seguir siendo amigo de tu ex.
-Que te puedo decir... es mi mejor amiga.- me encogí de hombros.
-¿Y yo que soy?.- preguntó con indignación.
-Tu eres una enojona muy testaruda.
-¡Si serás un...!
-Sólo bromeo.- la interrunpí.- ahora ve y ordena tus cosas porque nos vamos a París por la madrugada.
-¡¿Qué?!.- exclamó.- pero si no tenemos los pasajes y... .- me miró de una forma acusadora.
-Los compré la semana pasada.- le sonreí encogiendome se hombros.
-¿Y si no hubiera aceptado?
-Sabía que lo harías.- me dirigí a mi habitación ignorando las quejas de mi compañera.- ¡empaca que se nos hará tarde!.- grité antes de cerrar la puerta.
Ahora nos encontrábamos en el avión., posiblemente llegaríamos de noche a París, pero no me preocupaba en lo absoluto, conocía mi ciudad como la palma de mi mano.
Stephanie se había quedado dormida luego de despegar, y yo por mi lado, no podía conciliar el sueño, me sentía algo ansioso y feliz de ver a mis amigos luego de estos meses fuera.
~Adrien~
-¿Qué pasa Bugaboo?.- pregunté viéndola sentado desde su cama.
-Es que no se que ponerme.- hizo un pequeño puchero revisando su closet.- hoy llegará Luka y no tengo idea que usar.
-Princesa.-me puse de pie abrazandola por detrás.- lo que sea que te pongas estará perfecto en ti.
-Eres una ternura.-se giró rodeando mi cuello con sus brazos.
-¿Te has visto alguna vez al espejo?.- cuestioné sonriendo sobre sus labios.- la ternura aquí eres tu y una que me vuelve loco cada segundo que te veo.
-Si sigues así voy a comerte a besos.- respondió sorprendiéndome un poco por sus atrevidas palabras.
-¿Si?.- la apegué más a mi desde su cintura lamiendo con travesura sus labios.- ¿Qué te detiene?.
-Que nuestros kwamis están en la sala.- intentó apartarse, pero no se lo permití.
-Lo dices como si ellos no supieran sobre aquello.
-Se que lo saben, pero no quiere decir que... .- no la dejé terminar y besé sus labios, esos labios que me estaban tentando de sobremanera, ladeé el rostro para profundizar el beso que se tornaba cada vez más caluroso.
-Te dije que no me miraras así... Te gusta provocar a este minino.- jadeé un poco sintiendo mi corazón latir con fuerza contra mi pecho.
-A-adrien...
-Te extraño, Bugaboo... y quiero estar contigo ahora mismo.
-Pero... nuestros.- quité mi anillo y sus pendientes rápidamente guardándolos en el cajón de su velador.
-No les importará por ahora... .- besé sus labios nuevamente caminando con ella hacia la cama cayendo de espaldas sobre esta.- quiero hacerte mía hasta que ya no podamos seguir respirando.
-Estás... muy... .- jadeó entre mis besos viéndome fijamente.
-Muy que...
-Ansioso.- suspiró cuando bajé mis besos hacia su cuello.
Y lo estaba, por alguna razón que desconocía quería estar con ella y amarla de todas las formas posibles, extrañaba sentir su cuerpo junto al mío... hace mucho que no estábamos juntos de esta forma y cada vez que la veía el deseo que se acumulaba se hacía mas grande y difícil de controlar.
-Déjame amarte, princesa... quiero amarte.- subí mis manos bajo su camiseta y se estremeció por mi tacto.
-Entonces no te detengas... porque yo también quiero hacerlo.
Quité mi camisa arrojandola al piso, desabrochando su pantalón y deslizandolo hacia abajo lentamente por sus piernas viendo como sus mejillas se pintaban de un intenso color rojo.
-Eres preciosa... .- musité besandola otra vez acariciando sus suaves piernas con mis manos hasta llegar a su intimidad.
-Adrien... debo... a-ah...
Besé su rostro por completo mientras mi mano se inmiscuia bajo su pantaleta sintiendo su humedad, la cual aumentaba el deseo que sentía por ella. Fijé mis ojos en los suyos y rápidamente la despojé de su camiseta al mismo tiempo que de su brasier, dejandola expuesta ante mi vista.
Me saqué mis zapatos y ella quitó mi cinturón desabrochando mi pantalón mientras besaba mis labios de sobremanera y bajándolo rápidamente ayudándose con sus pies.
Acarició con sus manos mi torso guiando sus caricias a mi espalda rasguñandola suavemente y casi por instinto mordí su labio inferior apegando mi cuerpo cada vez más al suyo, sintiendo su calidez y lo fuerte que latía su corazón bajo el mío.
-Te amo... y no sabes cuanto.- susurré acariciando su cintura hacia arriba hasta llegar a sus pechos los cuales apreté levemente haciéndola gemir sobre mis labios.
Hicimos el amor durante toda la tarde... no quería soltarla, quería que nos quedaramos en la cama abrazados, sintiéndonos mutuamente entre besos y caricias, con palabras y promesas para un futuro juntos lleno de felicidad.
Pero la realidad nos golpeó con la llamada entrante de Alya al celular de mi princesa, la cual estaba descansando sobre mi pecho depositando cortos besos mientras yo jugaba con su cabello enderandolo en mis dedos.
Rápidamente tomó su celular y por mas que impidiera que lo hiciera contestó acercando su rostro al mío rozando mis labios.
-Alya... ¿que sucede?.- preguntó mientras acariciaba mi rostro con su otra mano viéndome con ternura.
-Marinette, quedamos en juntarnos en mi casa para ir a buscar al aeropuerto a Luka. - oí claramente ya que estaba al lado mio.
-¿Qué hora es?.- preguntó abriendo un poco mas sus ojos.
-Las ocho y media, Luka llega a las nueve aproximadamente.
-Vayan directo entonces, nosotros vamos enseguida. Nos vemos en el aeropuerto.
-Bien, hola por cierto Adrien.- abrí un poco mas mis ojos ante aquello.
-¿C-cómo sabes que estoy aquí?.
-Puedo oír tu respiración por la línea. No me subestimes.
-N-nos vemos luego, Alya.- respondió Marinette y colgó la llamada.- eso fue un poco incómodo...
-Ni que lo digas, pero creo que hubiera sido peor que fuera mi padre quien llamara.- solté una risa y el rostro de Marinette se puso completamente rojo.
-No lo digas ni de chiste.- frunció levemente el ceño y la tomé entre mis brazos haciéndola girar para quedar sobre ella.
-Pues no me importaría que fuera la misma reina de Inglaterra, no me importa que el mundo sepa lo mucho que te amo.- acaricié su nariz con la mía y soltó una pequeña risa dejando un casto beso sobre mis labios.
-Y yo te amo mucho más, mi Chat Noir.
-Me parece purrrfecto, my Lady, porque así tendré la fuerza para pelear contra lo que sea.
-Gracias por estar aquí conmigo, gracias por ser todo lo que necesito en esta vida, amor.
-Amor... me gusta como suena eso de tus labios.
-Es lo que eres... mi amor.
-Repitelo.
-Mi amor.- sonreí sobre sus labios y ella hizo lo mismo rodeando mi cintura con sus piernas.
-Quiero ver tu sonrisa por el resto de mis días.
-Y así será, gatito, pero ahora debemos levantarnos e ir al aeropuerto.- le hice un puchero y soltó una risa.
-Pero quiero quedarme aquí contigo.
-Yo también, pero llegará Luka y debemos estar ahí.
-No es justo.- me hizo girar quedando sobre mi sujetando mis muñecas contra el colchón.
-Si quieres... .- se inclinó un poco quedando frente a mi presionando su torso contra el mio.- puedes quedarte a dormir hoy conmigo.- sonreí en respuesta contemplando los nervios en su voz que me encantaban.
-¿Me dejarás mimarte por toda la noche?.- pregunté liberando una de mis manos para acariciar su mejilla.
-Sólo si yo también puedo hacerlo.- respondió dejándose acariciar por mi.
-Entonces dalo por hecho, princesa.
Después de estar peleando sobre quién se levantaba primero al final lo hicimos al mismo tiempo, nos arreglamos lo más que pudimos enfundandonos nuestros miraculous, los cuales dejaron unos muy molestos kwamis frente a nosotros, pero se les pasó pronto al vernos tan felices el uno con el otro. Los comentarios de Plagg no hicieron falta y la pequeña Tikki como siempre tan comprensiva sólo estaba feliz por nosotros.
Ya íbamos en mi auto hacia el mar aeropuerto, Marinette estaba completamente emocionada de ver a Luka y yo también, aunque sentía algo de celos no quitaba que extrañaba a mi amigo y quería hablar con él mas que solo por una videollamada.
Quería que saliéramos con Nino y comer algo, charlar... lo que fuera.
-¿Crees que llegaremos a tiempo?.- preguntó mi bichito a mi costado y miré la hora en el tablero del auto.
-Vamos bien, no te preocupes. Ademas Luka no se moverá de ahí sin haberte visto antes.- reí levemente.- Nino y Alya ya deben estar allá.
-¡Esto será genial!, quiero mostrarle los nuevos diseños que cree para los vestuarios de la banda que tiene con Juleka.- soltó con felicidad contagiandomela enseguida y es que no podía evitar sentir un enorme calor en mi pecho al verla tan feliz y sonriendo.
-Bueno, pero...
-¡Adrien!, ¡cuidado!.- gritó y frené de golpe antes de chocar con el auto que estaba frente a nosotros.
-¡¿Qué demonios?!.- dije molesto volteando a ver a Marinette la cual estaba completamente asustada.- ¿estás bien?, ¿te pegaste?.- negó con la cabeza.
-E-estoy bien... No te preocupes.- puso la mano sobre su pecho calmando su respiración e intenté calmarme un poco.
-¡Y este idiota que llega y para el auto como si nada!, ¡pudo matarnos!.
De pronto los gritos comenzaron a sonar en todo el lugar e instintivamente miré a Marinette la cual hizo lo mismo para luego mirar por la ventana.
-Creo que Luka entenderá nuestra ausencia.- solté y asintió quitando el cinturón de seguridad.
-¡Vamos!
Rápidamente salimos del auto con nuestros kwamis buscando un lugar seguro para transformarnos y encontramos un callejón.
-Tengan cuidado.- dijo Tikki frente a nosotros.
-Adrien.- me habló Plagg y me hice a un lado con él al ver su expresión.- ten cuidado...
-Lo sé, no te preocupes por mi.- me enterneció por sus palabras.
-Lo hago, recuerda lo que te dijo en la Torre y este es el primer akuma luego de meses.
-Entonces le daremos su merecido, ¿Está bien?.- sólo asintió en respuesta y me transformé, viendo que casi al mismo tiempo Marinette hizo lo mismo.
-Vamos, gatito. Hay un akuma que acabar.- lanzó su yoyo enganchandolo en algún lugar y sujeté su muñeca antes que saltara.- ¿que ocurre?.-preguntó ladeando el rostro un poco.
-Te amo, Marinette.
-Y yo también te amo.- sonrió acariciando mi mejilla.
-Por favor ten cuidado.-le pedí y asintió.
-Descuida, tengo el mejor compañero de batallas que pudieron otorgarme. El me protege y yo lo protego.- me guiñó el ojo y sonreí por sus palabras.
-En eso tienes razón, te sigo my Lady.- hice una pequeña reverencia y soltó una risa.
-¡Entonces vamos!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro